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Fechas de Casa

año 1947

24/02/2023

Decretum Laudis de la Santa Sede por la que el Opus Dei pasó a ser un Instituto Secular de derecho pontificio.

 

Aniversario del Decretum Laudis (1954) (D)

24/02/2023

 

año 1947

25/02/2023

Nuestro Padre está viviendo en el apartamento de Città Leonina. La Radio Vaticana da la noticia del Decretum Laudis. Nuestro Padre quiere oir la noticia con sus hijas. Le acompañan las primeras que llegaron a Roma a atender la administración del piso de Città Leonina. El locutor de la radio se deshace en elogios a nuestro Padre. Nuestro Padre se mantiene en silencio y parece no escuchar.

 

año 1942

25/02/2023

D. Alvaro llega a Roma por primera vez, enviado por nuestro Padre.

 

año 1946

27/02/2023

D. Alvaro llega a Roma, acompañado de don José, enviado por nuestro Padre para tramitar la aprobación pontificia de la Obra. Durante varios meses, D. Alvaro, D. José y D. Salvador Canals, estuvieron viviendo en el n. 49 de Corso del Rinascimento. Ya al día siguiente de su llegada a Roma don Alvaro se dedicó a conseguir cartas comendaticias de algunos Cardenales recién nombrados en el consistorio del 18 de febrero de 1946, ya que solamente traía de obispos de España. Muchos estaban ya a punto de regresar a su país de origen y eso hacía la tarea más difícil. Había, además, otro problema: la labor de la Obra no era todavía conocida por algunas de las personas a quienes don Alvaro —un sacerdote de 32 años— sin conocerlas previamente pedía cartas comendaticias para la aprobación de la Obra. Don Alvaro no conocía los idiomas de origen de varios de ellos y tuvo que explicarse y entenderse en latín. Ninguna de esas dificultades —comentaba don José Orlandis— detenía a don Alvaro, y, cuando le preguntaba si no le imponía un tanto tener que hablar con los Cardenales, don Alvaro respondía que siempre pensaba: in nomine autem tuo laxabo rete...

 

año 1946

28/02/2023

D. Alvaro, que ha llegado para iniciar las gestiones de aprobación de la Obra, celebra su primera Misa en Roma en la iglesia de San Giacomo degli Spagnoli, situada en Piazza Navona.

 

año 1919

28/02/2023

Nace tío Santiago. Nuestro Padre había pedido a Dios que sus padres tuvieran otro hijo varón, ya que él les había dicho que quería ser sacerdote. Cuando la Abuela les dió la noticia a él y a tía Carmen, de que esperaba un hijo, nuestro Padre estaba seguro de que sería varón y le dió una gran alegría: "con aquello toqué con las manos la gracia de Dios; vi una manifestación de Nuestro Señor. No lo esperaba".

 

• 23º Javier de Ayala (de 48 pitajes)

01/03/2023

III-1940
1994

 

• 26º Justo Martí (de 48 pitajes)

01/03/2023

III-1940
29-III-1988

 

• 25º Juan Antonio Galarraga (de 48 pitajes)

01/03/2023

III-1940
1998

 

• 24º Teodoro Ruiz Josué (de 48 pitajes)

01/03/2023

1-III-1940

 

• 27º José Javier López Jacoiste (de 48 pitajes)

01/03/2023

III-1940

 

año 1957

04/03/2023

Nuestro Padre hace la consagración del altar del Oratorio de Pentecostés (oratorio del Consejo). El día anterior había consagrado también el altar del Oratorio de la Santísima Trinidad (oratorio del Padre). Nuestro Padre había comentado antes: "Nosotros damos al Señor lo mejor que tenemos: es el sacrificio de Abel. No podemos tener la piedad encogida de hacer para el culto de Dios los vasos sagrados y los instrumentos litúrgicos de barro de botijo". Después de la consagración del altar dijo a los que estaban presentes, entre otras cosas: "Aquí hay mucho que meditar. Primero: que hay que pasar oculto —este oratorio no se ve desde fuera—, no hacemos alarde de nuestra dedicación al Señor. (...) Nuestra Madre, el Opus Dei, está en completo desarrollo extendiéndose por todo el mundo, con una maravillosa pobreza. Y a Jesús le hemos preparado este tabernáculo, que es el más rico que hemos podido hacer. Y en él, hemos querido que constaran aquellas palabras suyas: consummati in unum!, de tal manera que los corazones de todos nosotros, como antes, como ahora y luego, hasta siempre, sean un mismo corazón (...). Allá arriba, encima de aquellas puertas, yo he hecho poner el sistema, el procedimiento, el método, la única manera de que tengamos esta vida abundante y fecunda en frutos sobrenaturales: omnes perseverantes unanimiter in oratione. (...) Igual que los primeros cristianos, que los primeros discípulos, que se pasmaban ante los milagros que hacían in nomine Iesu: lo mismo nosotros. ¡Porque resucitamos almas muertas, y hacemos que vuelvan a la vida miembros secos que ya no daban ningún rendimiento! ¡Y metemos luz en las inteligencias que no querían ver más que oscuridad! ¡Milagros como los que hacían los primeros fieles!".

 

1954 Inicio de la labor en Chile

05/03/2023

 

año 1960

05/03/2023

Nuestro Padre es recibido por primera vez por Juan XXIII. Fue en esta ocasión que nuestro Padre dijo al Papa: "en nuestra Obra siempre han encontrado todos los hombres, católicos o no, un lugar amable: no he aprendido el ecumenismo de Su Santidad..", y el Papa reía emocionado, pues sabía bien que desde 1950 la Santa Sede había autorizado a la Obra admitir como cooperadores a los no católicos e incluso a los no cristianos. Al término de aquella primera audiencia, Juan XXIII le confió a Mons. Giovanni Montini —futuro Pablo VI— que las explicaciones de nuestro Padre sobre el espíritu de la Obra le habían abierto insospechados horizontes de apostolado.

 

Aniversario de la llegada de los primeros a Cavabianca (1974)

07/03/2023

Año 1974

 

Se queda por primera vez el Santísimo en Cavabianca en la zona de la Ao (1974)

08/03/2023

 

Cumpleaños D. Alvaro

11/03/2023

 

año 1934

11/03/2023

Escribe nuestro Padre en sus catalinas: "En la Obra de Dios no hay tratamientos. Al Padre Presidente de la Obra se le llamará sencillamente así: Padre. Sin reverendo, ni ilustrísimo, ni nada".

 

año 1932

11/03/2023

Nuestro Padre se siente, de repente, inundado de la Gracia de Dios: "Me veo inundado, borracho de gracia de Dios ¡qué gran pecado si no correspondo! Hay momentos —hoy mismo— en que me vienen ganas de gritar: ¡Basta, Señor, basta!"

 

Aniversario de la elección del Romano Pontífice (B)

13/03/2023

 

Aniv elección del Papa Francisco

13/03/2023

 

año 1935

18/03/2023

Víspera de la fiesta de San José reciben en Ferraz un paquete, que entregó un señor desconocido, con todo lo que hacía falta para terminar el oratorio. Ese mismo día nuestro Padre había hecho una lista de todo lo que faltaba y la guardó, encomendando a San José que algún alma caritativa lo donase. El portero que había recibido el paquete sólo pudo dar por señas de que lo había llevado un señor con barbas. En señal de agradecimiento nuestro Padre dispuso que la llave del Sagrario llevara una cadenita con una medalla de San José y las palabras "Ite ad Ioseph". En alguna tertulia D. Alvaro comentó: "Pienso que ese señor con barba fue don Alejandro Guzmán, que acompañaba a nuestro Padre en esas correrías por los barrios de Madrid, visitando pobres (...); llevaba siempre barba y —en inverno— vestía con una capa madrileña muy elegante" (cfr. cn III-1985, p. 71).

 

año 1933

19/03/2023

Se reúnen por primera vez los de San Rafael con nuestro Padre en la casa de Martínez Campos (ahí vivía la Abuela, Tía Carmen y tío Santiago).

 

año 1949

19/03/2023

Primer Oratorio de América. El Santísimo se queda reservado por primera vez en el Oratorio del Centro de Londres 33, en la Cd. de México, habiendo celebrado la Misa Mons. Luis María Martínez, Arzobispo de México.

 

año 1935

19/03/2023

Hacen la fidelidad, por primera vez en la Obra, algunos: Ricardo Fdez Vallespín, Juan Jiménez V. y otros. La hicieron frente a la cruz de palo del futuro oratorio de la Residencia de Ferraz. Ni Isidoro Zorzano ni José María González Barredo pudieron hacer la fidelidad ese día por estar fuera de Madrid. La ceremonia incluyó la imposición de un anillo a cada uno, que llevaba grabada, en la parte interior la fecha y la palabra "serviam". Nuestro Padre preguntó a uno por uno: "Tú, si el Señor dispusiera de mi vida antes de que la Obra tenga las necesarias aprobaciones canónicas, que le den estabilidad, ¿seguirías trabajando por sacar la Obra adelante, aun a costa de tu hacienda, y de tu honor, y de tu actividad profesional, poniendo, en una palabra, toda tu vida al servicio de Dios en la Obra?".

 

año 1952

19/03/2023

El Cardenal Tedeschini entrega al Papa Pío XII una carta firmada por nuestro Padre y don Alvaro en relación con la contradicción de 1951 de querer echar a nuestro Fundador de la Obra. Nuestro Padre ya había hablado en el oportuno Dicasterio pero le dijeron que no había nada: "se me negaba el diálogo —escribió nuestro Padre—, no se me concedía la posiblidad de explicar, de aclarar las cosas. Fue mucha mi amargura. Propalaban falsedades, dejaban caer sospechas, haciendo creer, incluso a personajes de la Iglesia, que en algunos Dicasterios Romanos se nos vigilaba especialmente" (...). Algunos meses más tarde, y por la salvación de mi alma, mi conciencia me obligó a escribir una carta para que la conociera el Santo Padre Pío XII, y que Alvaro quiso firmar conmigo, porque se trataba de un documento muy respetuoso, pero muy fuerte, y vuestro hermano quiso compartir también las consecuencias". El Cardenal Tedeschini la llevó al Papa y se la leyó, a lo que Pío XII comentó: "Ma chi pensa a prendere nessun provvedimento!". Pío XII reacciona con rapidez. El proceso calumnioso, que ya estaba avanzadísimo y a punto de abrirse contra nuestro Padre se detiene en seco (cfr. cn VIII-1995, pp. 54ss; Pilar, pp. 123ss).

 

año 1946

19/03/2023

Piden la admisión las dos primeras Numerarias Auxiliares, que trabajaban en la Residencia Abando en Bilbao: "Nuestro Padre recibió esas cartas de sus primeras hijas Numerarias Auxiliares, como el mejor regalo en todos los días de su santo. A la vez, su reacción ante la noticia reflejó la fe inmensa de nuestro Padre: "eso no es nada hijas, habrá cientos...". Pocos días después, otra pedía la admisión en Los Rosales y dos más en Bilbao (cn II-82, p. 59).

 

año 1941

19/03/2023

Primera aprobación diocesana de la Obra como Pía Unión dada por D. Leopoldo Eijo y Garay en Madrid. Nuestro Padre lo contaba diciendo: "estaba en la casa, porque no había nadie más: todos estaban trabajando, lo nuestro es trabajar. Fui a ver a mi madre y le dije: mira, me acaba de llamar el obispo y, contra mi voluntad, porque no quería ninguna aprobación, me dice que está hecho el decreto. Vamos a dar gracias. Nos arrodillamos sobre la tarima del altar, y dimos gracias al Señor". Acompañaban también a nuestro Padre algunas de la Obra. Don Leopoldo quería, además, que de este modo se detuvieran las múltiples calumnias que se habían empezado a lanzar en contra de nuestro Padre y la Obra. Contaba don Alvaro en una tertulia en Roma el 28-XI-1982: "Hacia 1940-1941, el Señor permitió una contradicción tremenda contra el Opus Dei. El Obispo de Madrid, don Leopoldo Eijo y Garay seguía paso a paso la vida y desarrollo de la Obra, porque nuestro Fundador quería que le tomase el pulso constantemente. En medio de aquellas penosas circunstancias, determinó darnos la primera aprobación diocesana, para ver si así se acallaba esa persecución. Por entonces había fallecido el Arzobispo de Toledo, Cardenal Primado de España, y el candidato más probable para sucederle era precisamente el Obispo de Madrid. Nuestro Padre pensó: si se pone de nuestra parte, se acabó...; porque los que atacaban eran personas con muchas influencias. Por eso, con lealtad, habló a don Leopoldo: Señor Obispo, déjenos, no nos ayude; ¿no se da cuenta de que se juega la mitra de Toledo? Y don Leopoldo le contestó: Josemaría, lo que me juego es el alma". Un día de septiembre de 1967, en el pueblo vizcaíno de Elorrio, nuestro Padre dijo a los de Casa que le acompañan: "Precisamente en estos días, el Señor me ha hecho recordar algo que ya casi se me había olvidado. Cuando yo me incorporé a la Obra ... ¿qué creíais? ¿Que yo nunca me vinculé, así, de un modo expreso? ¡Pues sí! Hice mi incorporación a la Obra el 19 de marzo de 1941, ante don Leopoldo Eijo y Garay, el obispo de Madrid, que es quien nos dio la primera aprobación. Y la hice, como cualquiera de vosotros, recitando la fórmula de la fidelidad: Domine Iesu, suscipe me tibi... Un texto sencillo y entrañable, en el que los votos no aparecen para nada. ¡Y a don Leopoldo le pareció la mar de bien, tan natural!". Este mismo día nuestro Padre le plantea a don Leopoldo una cuestión. Nuestro Padre había pedido permiso a su confesor —por entonces el P. José María García Lahiguera— para "hacer voto de no aceptar jamás un nombramiento episcopal". El P. José María García le dice que no se lo permitirá si antes no cuenta con el consentimiento del obispo de Madrid. Nuestro Padre anota en sus escritos: "El señor obispo no me da permiso. Y me disgusta de verdad".

 

año 1959

19/03/2023

Nuestro Padre pasa al office de Villa Vecchia en el momento en que están preparando las bandejas de comida para pasarlas al comedor. Se detiene, toma una de las bandejas que ya están preparadas y entra en el comedor donde ya están comiendo algunas de la administración. Desde la puerta, busca con la mirada a Julia Bustillo, que es la mayor, va hacia donde ella está sentada y le acerca la bandeja, sosteniéndola para que se sirva: "En la casa de Nazareth todos servían... ¡Hoy me toca servir a mí!".

 

San José (A)

19/03/2023

 

año 1934

22/03/2023

Se tiene en la capilla de los Redentoristas el primer retiro mensual para muchachos de San Rafael que frecuentaban la Academia DYA. Escribió nuestro Padre: "Hicimos el primer día de retiro de la Obra el último domingo. Estoy contento". Originalmente, nuestro Padre daba el círculo a los de San Rafael y, luego, una vez al mes, tenía un círculo general, en el que recordaba a los de San Rafael las ideas que se habían visto en los círculos anteriores. Después, el círculo general pasó a ser lo que ahora son los retiros mensuales. Nuestro Padre citaba a los de San Rafael los domingos por la mañana y terminaban el retiro a media tarde. Incluía tres o cuatro meditaciones dadas por nuestro Padre, el Via Crucis, Santo Rosario, lectura espiritual, la visita al Santísimo y el examen de conciencia. Asistían un promedio de 30 muchachos.

 

año 1994

23/03/2023

Muerte de D. Alvaro en Roma a las 4:00 de la madrugada. A las tres y diez de la madrugada, el Padre —que había llegado de Tierra Santa pocas horas antes— llamó a don Javier: le costaba respirar y sentía el corazón desbocado. Don Javier acudió inmediatamente al cuarto del Padre, y avisó a José María, el médico, que llegó con un maletín de urgencia que había llevado consigo durante la peregrinación por Tierra Santa. El Padre era consciente de que estaba atravesando un momento muy delicado. Cuando le comunicó don Javier que su situación era muy grave, que podía morir, el Padre contestó sonriendo: "No pasa nada, hijo mío, estoy en las manos de Dios...". El médico le auscultó y le tomó la presión. Le ayudaron a incorporarse un poco, de modo que pudiera respirar con más facilidad. José María, dándose cuenta de la gravedad, fue a buscar una botella de oxígeno para aplicárselo en cuanto fuese preciso, ya que las dificultades respiratorias iban en aumento. Don Javier llamó a don Joaquín y a don Fernando. Don Joaquín se encargó de disponer las cosas para administrarle la extremaunción. Don Javier avisó a la Asesoría Central para que rezasen. El Padre estaba consciente cuando don Javier le administró al Unción de los Enfermos, hacia las tres y media. A las tres cuarenta el Padre ya estaba inconsciente. Don Javier, don Joaquín y don Fernando rezaban de rodillas las oraciones de la recomendación del alma. Varias veces recitaron de rodillas la oración a nuestro Padre. Al llegar el momento de formular la intención, don Javier dijo que pedían la salud del Padre, pero que aceptaban plenamente la Voluntad de Dios. El médico ponía todos los medios, pero las constantes vitales se iban debilitando y la respiración se hacía más y más difícil. Finalmente, la única señal que registraba el electrocardiógrafo era la del marcapasos que habían implantado al Padre un año antes. A las cuatro, José María confirmó a don Javier que el Padre había fallecido. Don Javier esperó hasta las seis y media para llamar a Mons. Estanislao, secretario personal del Papa, de modo que informase al Papa antes de comenzar la Misa. Para trasladar el cuerpo de don Alvaro a la iglesia Prelaticia se utilizó la misma tabla que se había usado para trasladar a nP el 26 de junio de 1975. El Papa llegó a las seis y cuarto a Villa Tevere para rezar ante los restos mortales de don Alvaro y permaneció arrodillado unos diez minutos. Cuando, al despedirse, don Javier le agradeció que hubiera venido a rezar, el Papa le contestó que lo consideraba un deber: Si doveva, si doveva... En la homilía que don Javier pronunció en el funeral que se celebró en San Eugenio al día siguiente dijo, entre otras cosas: "ha sido un hombre al que el Señor enriqueció con dotes humanas y sobrenaturales de primera categoría. A pesar de sus grandísimas cualidades intelectuales y morales, nunca quiso brillar con luz propia...". En alguna tertulia (11-III-1956) nuestro Padre había comentado: "Ha sido el primer Procurador General, el primer Secretario General, el primer sacerdote que vino a Italia, el primer Consiliario de la Región de Italia, el primer Rector del Colegio Romano de la Santa Cruz... (...)" Y en otra ocasión (11-V-1962) escribía: "... si entre vosotros, hay muchos hijos míos que son santos de altar —no abuso nunca de estas calificaciones—, Alvaro es un modelo, y el hijo mío que más ha trabajado y más ha sufrido por la Obra, y el que mejor ha sabido coger mi espíritu". "¡Si os contara las dificultades de los primeros años! Era una avalancha: incomprensión, calumnias, persecuciones... Al mismo tiempo, algunos intentaban imitarnos...".

 

año 1995

23/03/2023

Muerte de D. Pedro Casciaro. En el fax que don Rafael Fiol envió a don José María Casciaro a Pamplona, pocas horas después del fallecimiento de don Pedro, le decía: "México, D. F. 24 de marzo de 1995.

 

año 1932

23/03/2023

Desde 1931 nuestro Padre tiene varias inquietudes que le hacen sufrir inmensamente. La primera, la situación económica de su familia. Era estrechísima, aguda: "nunca la hemos pasado tan mal", afirmaba la Abuela. Nuestro Padre no conseguía un "trabajo" que le diera más ingresos porque veía claro que debía permanecer en Madrid para impulsar la Obra. Por otro lado, su situación en Madrid era inestable puesto que tenía condición de sacerdote extradiocesano y, en cualquier momento, se le podían negar las licencias y debería volver a Zaragoza. Nuestro Padre no había dicho nada a la Abuela ni a tía Carmen de la Obra. Ellas sufrían todas esas estrecheces y penalidades sin quejarse pero sin comprender por qué nuestro Padre actuaba así. Además, Dios permitió que nuestro Padre sintiera la agresión del demonio contra él. Al principio no se dió cuenta de que se trataba de la rabia del diablo hasta que fue víctima de una peculiar clase de violencias. Este día, miércoles santo, salía de confesar a las niñas internas del Colegio de Santa Isabel. Regresaba por la calle cuando vio a unos niños jugando en la banqueta, se pasó al otro lado pero: "Un puntapié formidable y ... ¡pum!, en el cristal derecho de mis gafas y en mi nariz el golpe consiguiente. Tampoco volví la cabeza. Saqué el pañuelo y, con calma, seguí andando a la vez que limpiaba mis antiparras. Al momento comprendí la saña diabólica (es mucha casualidad) y la bondad de Dios, que le deja ladrar pero no morder. Lo razonable, por lo menos, hubiera sido la rotura del cristal, puesto que recibió un golpe nada mediano. Quizá también una herida en mi ojo derecho. Aún lo primero habríame ocasionado un buen disgusto, porque me veo apurado para pagar los escasos tranvías que necesariamente he de coger... En fin: que Dios es mi Padre". Curiosamente, en días muy cercanos a éste, nuestro Padre recibió otros pelotazos, cuando no era lógico que los recibiera, y escribe, refiriéndose al demonio: "Dios le deja ladrar pero no morder".

 

año 1931

24/03/2023

Segunda Carta Fundacional de nuestro Padre dirigida a todos los miembros de la Obra.

 

año 1930

24/03/2023

Primera Carta Fundacional de nuestro Padre dirigida a todos los miembros de la Obra.

 

año 1939

24/03/2023

Carta Circular de nuestro Padre, escrita en Burgos: ahí instaura la costumbre del Salmo II: "Todos los martes, luego de invocar cada uno a su Santo Angel Custodio con el ruego de que le acompañe en su oración, besará el rosario, en prueba de Amor a la Señora y para significar que es la oración nuestra arma más eficaz. Y seguidamente recitará el salmo número 2, en latín". Luego aconseja llevarlo todos los martes a la oración de la tarde: "Avivad vuestra fe en la misión sobrenatural que hemos recibido, redoblad vuestra confianza en Dios y en este pecador, que el Señor ha querido daros por Padre: y así venceremos en todas las peleas, cuando hayamos de luchar en el mundo, con el mundo 'que se ha embravecido y, maquinando vanos proyectos, une a los poderes de la tierra contra el Señor y contra su Cristo' (...) Pensad despacio, si acaso no habéis tenido la diligencia y la constancia y el entusiasmo por vuestro camino, que son necesarios para ejercitar el proselitismo (...). Sembrad, pues: yo os aseguro, en nombre del Amo de la mies, que habrá cosecha".

 

Fiesta de familia (antes San Gabriel) (D)

24/03/2023

 

Anunciación del Señor (A)

25/03/2023

 

año 1975

27/03/2023

Víspera de las Bodas de Oro sacerdotales de nuestro Padre. Decía en su oración en voz alta en el Oratorio del Consejo: "Tú eres quien eres: la Suma bondad. Yo soy quien soy: el último trapo sucio de este mundo podrido. Y, sin embargo, me miras..., y me buscas..., y me amas. Señor, que mis hijos te miren, y te busquen, y te amen".

 

Día de petición por la santidad de los sacerdotes (Aniv. Ordenación sacd. NP)

28/03/2023

 

año 1939

28/03/2023

Martes. Nuestro Padre entra a Madrid al terminar la guerra civil española: entró en un camión de abastecimiento vestido de sotana. Había salido de la capital en octubre de 1937. Fue uno de los primeros sacerdotes en llegar a Madrid. La gente, emocionada al verlo vestido de sotana, se acercaba a besarle las manos: Nuestro Padre, conmovido, sacó el crucifijo que tenía en el bolsillo y lo daba a besar. Ese mismo día, al comprobar que la sede de la Residencia de Ferraz 16 había quedado totalmente en ruinas, se instaló en la casa rectoral del Patronato de Santa Isabel, del que era Rector desde 1934. Pocos días después se trasladó a vivir ahí también la Abuela a la que no había visto desde hacía 18 meses. Nuestro Padre se emocionó al comprobar cómo la Abuela, con riesgo de su vida, había conservado los documentos del archivo de la Obra. Tío Santiago contaba: "Ya antes de que comenzara la guerra Juan Jiménez venía a casa para traernos el correo que recibían en Ferraz. Antes trajeron un baúl grande con todo el archivo de la Obra y, como quedaba sitio, allí se guardaba la correspondencia diaria. La llave la tenía mi madre. Era una baúl al que se le iban añadiendo papeles continuamente. Isidoro llevaba la correspondencia u otros documentos. Llegó un momento en que no cabía ya nada más. Entonces es cuando mi madre decidió abrir el colchón de su cama para ir metiendo estos papeles, sacando un poco de lana cada vez. Llegó un momento en que, en el colchón en el que dormía mi madre había más papeles que lana. Cuando había registros, mi madre se metía en cama simulando una enfermedad". Comentaba después nuestro Padre, refiriéndose a los años de la guerra, en que los milicianos registraban todas las casas: "Se perdió todo lo que tenía valor material —muebles, joyas que guardaba para emplear en vasos sagrados...—, pero los documentos, no: los salvaron mi madre y mi hermana (...) Mi madre abrió el colchón y guardó ahí todos los papeles de la Obra. Debió dormir fatal, aparte de arriesgar mucho, por salvar esos documentos. Gracias a ella, los conservamos".

 

año 1940

28/03/2023

Decreto de D. Leopoldo Eijo y Garay por el que se conceden indulgencias a quienes besaren la Cruz de palo colocada en la Residencia de estudiantes de Jenner en Madrid. En una homilía en Roma (3-V-1976), contaba don Alvaro: "En Barcelona, en el piso que llamaban El Palau, situado en la calle Balmes, había una cruz de palo bastante grande. Algunas personas comenzaron a propalar que hacíamos sacrificios humanos, que crucificábamos gente (...). Entonces nuestro Padre indicó que se cambiara aquella cruz por otra más pequeña, en la que no cupiera ni un niño recién nacido, para que se dieran cuenta de que mentían. Pero la Cruz no podemos quitarla, porque es algo esencial en nuestra vida (...). Por eso, al ver sufrir tantos ataques a esta devoción nuestra, nuestro Padre quiso hacer como un desagravio a la Santa Cruz: se fue a ver a don Leopoldo Eijo y Garay, el obispo de Madrid, y le pidió que concediese indulgencias cada vez que se besare la cruz de palo. El buen obispo dijo que no estaba seguro de que pudiesen concederse indulgencias solamente por un beso —tuvo, vamos a llamarlo así, un escrúpulo jurídico—, y pidió a nuestro Padre que, además de besar la cruz, se dijese alguna jaculatoria. Nuestro Padre le respondió: muy bien, la que cada uno prefiera. Nos recomendó que empleásemos la exclamación —que es un propósito renovado— serviam!; o, si nos acordábamos, alguno de esos piropos de San Andrés: O bona crux, diu desiderata...". En la tertulia de ese mismo día añadió: "Os decía antes que —quizá por una especie de escrúpulo jurídico— el obispo de Madrid pidió a nuestro Padre que se rezara alguna jaculatoria, al besar la cruz de palo, para poder lucrar las indulgencias. En aquellos tiempos, sólo las oraciones estaban indulgenciadas. Luego nuestro Padre consiguió, de la Santa Sede, que se lucrasen indulgencias por el ofrecimiento a Dios del trabajo manual o intelectual (...). Precisamente cuando la Santa Sede concedió indulgencias a la cruz de palo, se quitó la condición de rezar alguna jaculatoria. Pero siempre es bueno hacerlo, al menos con el corazón, aunque sólo sea un serviam!".

 

año 1925

28/03/2023

Ordenación Sacerdotal de nuestro Padre, en el Seminario de San Carlos. Era sábado anterior al Domingo de Pasión. Ofició la ceremonia don Miguel de los Santos Díaz Gomara. Se ordenó con otros 9 diáconos. Sólo le acompañaban la Abuela y sus dos hermanos.

 

Ordenación sacerdotal de nuestro Padre (1925) (B)

28/03/2023

Día de petición por la santidad de mis sacerdotes

 

año 1939

29/03/2023

Es miércoles. Nuestro Padre, acompañado de don Alvaro, Isidoro, don Ricardo, José María y alguno más, visita la casa de Ferraz 16, adonde se había trasladado la Residencia DYA en julio de 1936, poco antes del comienzo de la guerra. La encontró más destruida de lo que había imaginado en junio de 1938, cuando contempló su fachada desde el observatorio de antenas de Carabanchel Alto, el día en que fue a ver a don Ricardo, herido de muerte en el frente de Madrid. Y allí mismo, de pié sobre los escombros de la Residencia en ruinas, dirigió la meditación a quienes le acompañaban, sirviéndose de la Carta Circular del 9 de enero de 1939, que había escrito en Burgos. Nuestro Padre habló de vida interior, unidad con la cabeza y de unos con otros, de trabajo serio y responsable y de entrega personal sin condiciones: "Tendremos medios y no habrá obstáculo si cada uno hace de sí, a Dios y a la Obra, un perfecto, real, operativo y eficaz entregamiento". Este mismo día citó a todos los de Casa en la casa rectoral del Patronato para hacer tareas de limpieza y reacomodo de muebles para hacer aquello habitable, ya que no tenían otro sitio para dormir. Don Alvaro iba vestido de uniforme de oficial del ejército, cosa que facilitó la operación de desalojar a un miliciano que pretendía ocupar abusivamente la vivienda. "Eliminamos lo que era más urgente —escribe don Francisco Botella—, y despejamos algo las habitaciones. Cuando se nos echó encima la noche (...) nos metimos en la cocina y encontramos la comida hecha: era claro que los soldados salieron del cuartel precipitadamente. Pusimos unos cazos del rancho en platos de soldado y nos los llevamos al piso del Rector. Eran garbanzos guisados. Alguien dijo que podían estar envenenados, pero no prevaleció esta hipótesis. Teníamos hambre". Por la noche, como las puertas no tenían cerrojos, hicieron turnos de guardia, con fusiles que habían quedado también por ahí, por si algún intruso o saqueadores pretendían entrar. Esa noche nuestro Padre durmió en casa de la Abuela, después de comprobar que los de Casa quedaban seguros. Los trabajos de limpieza continuaron todo el día 30. Los de Casa estuvieron viviendo aquí hasta que encontraron una casa para rentar.

 

año 1925

30/03/2023

Celebra nuestro Padre su Primera Misa en la Capilla del Pilar de Zaragoza —era lunes de la Semana de Pasión—, en sufragio de su padre, recientemente fallecido. Asisten una docena de personas: entre otras, además de la Abuela, tía Carmen y tío Santiago, el rector del Seminario don José López Sierra, un catedrático: don Juan Moneva, su mujer y su hija, un primo hermano de nuestro Padre con su esposa, un empleado del seminario llamado Silvestre Alcaine, y dos amigas de tía Carmen, venidas de Barbastro. Le ayudaron dos sacerdotes, amigos de los abuelos, como padrinos de altar. Faltaban varios parientes muy próximos, entre ellos, el hermano de la Abuela, Carlos. Nuestro Padre tiene ilusión de dar la Comunión en primer lugar a la Abuela, pero una señora se adelanta y tiene que darle antes la Comunión. La Abuela había amanecido enferma ese día. De aquella primera Misa guardó nuestro Padre un sabor de sacrificio. Se la imaginaba como "una estampa de dolor, con su madre vestida de luto".

 

año 1925

31/03/2023

Nuestro Padre llega a Perdiguera —a unas cuatro o cinco leguas de Zaragoza— como Regente Auxiliar. Llegó en un carruaje tirado por cuatro mulas. El nombramiento le cayó de sorpresa. No era común que dieran tal tipo de nombramiento a un recién ordenado. Todo hace pensar, escribe Andrés Vázquez de Prada, en "la intervención premeditada y urgente de una mano no amistosa en el manejo de dicho asunto". Perdiguera tenía unos ochocientos y pico de habitantes. Nuestro Padre cesó en su cargo el 18 de mayo de1925.

 

año 1935

31/03/2023

Domingo. Nuestro Padre deja el Santísimo reservado en el Primer Sagrario de la Obra en la Residencia de Ferraz. Nuestro Padre había escogido la mejor habitación: una estancia relativamente grande, que tenía la entrada próxima al vestíbulo principal, y que daba a un patio, también grande y tranquilo. Al principio sólo contaron con una mesa y un banco largo, que les habían regalado. Se mandó el banco a un carpintero, para que lo arreglara y sacara de él dos pequeños. Sobre la mesa se puso un crucifijo y dos candeleros. Tenían también algún reclinatorio. A lo largo del curso 1934-35, se fue completando todo lo necesario. Nuestro Padre había fijado la fecha para el 19 de marzo, pero no pudo ser porque faltaban todavía algunas cosas de conseguir. El Oratorio estaba lleno de muchachos y era la primera vez que se celebraba Misa ahí. Nuestro Padre celebraba con casulla blanca. El altar estaba adornado con flores. El Sagrario era de madera y se lo había prestado una monja Reparadora —la Madre Muratori—, que tenía gran amistad con nuestro Padre . Antes de la Comunión nuestro Padre dirigió unas palabras de agradecimiento al nuevo "Residente". Pocos días después, ante el crecimiento y multiplicación de la labor, escribía: "Desde que tenemos a Jesús en el Sagrario de esta Casa, se nota extraordinariamente: venir El, y aumentar la extensión y la intensidad de nuestro trabajo". Sin embargo, las dificultades no dejaron de presentarse. Don Ricardo F. V. recuerda que durante aquel primer curso el dinero no llegaba, al fin de mes, a pagar los alquileres, ni las cuentas de la carnicería o de los ultramarinos. El propietario de la casa, don Javier Bordiu, tuvo siempre paciencia. Era nuestro Padre quien personalmente iba a verlo cada mes. En aquel curso la labor apostólica creció mucho. Nuestro Padre iba con los de San Rafael a hacer las visitas a pobres. Poco a poco la casa fue adquiriendo más cosas que se fueron colocando con buen gusto. Cuando don Pedro Casciaro fue por primera vez a Ferraz 50, recibió ya en el vestíbulo una buena impresión: "No era un frío y destartalado local, sino el vestíbulo de una casa de familia de clase media, más bien modesta, pero de buen gusto y, sobre todo, limpia". El cuarto de nuestro Padre, de escasos metros cuadrados, no tenía más luz que la de una ventana abierta a un estrecho patio interior y un armario donde se guardaban los ornamentos litúrgicos. Fue en esta residencia donde nuestro Padre empezó a usar, alguna vez, los zapatos desechados por los residentes.

 

• 29º Salvador Moret (de 48 pitajes)

01/04/2023

IV-1940
11-I-1985

 

• 30º Ismael Sánchez Bella (de 48 pitajes)

01/04/2023

IV-40

 

• 28º Rafael Termes (de 48 pitajes)

01/04/2023

1-IV-1940

 

año 1934

01/04/2023

(Sin día claro) Compone nuestro Padre la oración al Espíritu Santo: "Ven, ¡oh Santo Espíritu! ¡ilumina mi entendimiento, para conocer tus mandatos; fortalece mi corazón contra las insidias del enemigo; inflama mi voluntad... He oído tu voz, y no quiero endurecerme y resistir, diciendo: después..., mañana. Nunc coepi! ¡Ahora!, no vaya a ser que el mañana me falte. ¡Oh, Espíritu de verdad y de Sabiduría, Espíritu de entendimiento y de consejo, Espíritu de gozo y de paz!: quiero lo que quieras, quiero porque quieres, quiero como quieras, quiero cuando quieras...". En alguna charla comentaba don Joaquín que nuestro Padre solía darla a los muchachos de San Rafael para que la rezaran.

 

año 1937

01/04/2023

(Sin día claro) Nuestro Padre se refugia en la Legación de Honduras. Durante los días de su estancia en la Legación (salió de ella el 31 de agosto), nuestro Padre tuvo esa experiencia espiritual que se llama "noche oscura". Lo contaba don Alvaro en una homilía el 11 de marzo de 1989, al celebrar la Misa en Santa María de la Paz: "En esa temporada, se veía a nuestro Padre metido en Dios, sereno, rebosante de paz, lleno de confianza, porque sabía que el Señor no pierde batallas. Al mismo tiempo, había puesto su vida en manos de Dios. Y le vi sufrir y le vi gozar, y no me daba cuenta —ninguno lo notamos—, de que en esos días el Señor permitió que nuestro Fundador atravesara una purgación pasiva. Mientras nos impulsaba a mantenernos bien metidos en Dios, nuestro Padre pensaba —el Señor permitía esa prueba— que no podría hacer la Obra, que él no era más que un estorbo y, además, que difícilmente podría salvar su alma. ¡Pensad que sufrimiento tan grande! Y esto, que duró mucho tiempo, lo ocultó. No nos dijo absolutamente nada. Al contrario, aparecía lleno de amor de Dios, de alegría, de optimismo, que eran compatibles con esa purgación pasiva". Sin embargo, los que convivieron con él esa temporada no se dieron cuenta de nada. Incluso alguno llegó a decir que la alegría de nuestro Padre era tan contagiosa que hubiera pasado más tiempo con él encerrado en la Legación a pesar de todas las privaciones que padecían.

 

• 10º José Isasa (de 48 pitajes)

01/04/2023

1-IV-1936
VI-1937

 

año 1970

07/04/2023

Después de celebrar la Misa en la Residencia Miraflores de Zaragoza, nuestro Padre va a Torreciudad para hacer una romería. El Santuario está todavía en obras (se inaugurará hasta 1975). Llegan al filo de medio día. Un kilómetro antes de llegar a la ermita, le esperan los arquitectos y los que dirigen las obras. Nuestro Padre se baja del coche y, rápidamente, se descalza para hacer así su romería en esta última parte del camino. No permite que nadie más lo haga. Todo el camino es de grava. Reza el Rosario, despacio. Al cabo de un buen rato de camino alguien insinúa a nuestro Padre que se ponga los zapatos. Pero responde: "Después de sesenta y seis años, es bien poca cosa lo que estoy haciendo por la Virgen. Hay muchos pastores que van descalzos, todos los días, por estos riscos. No hago nada extraordinario". Lo cierto es que después de rezar, ya en la ermita, una breve oración, tiene que subir a una habitación a que le ayuden a quitarse todas las pequeñas piedras que se le han encajado en las plantas de los pies. Nuestro Fundador volvió a Torreciudad hasta 1975, un mes antes de su muerte.

 

año 1939

09/04/2023

Domingo. La Abuela, Tía Carmen y Tío Santiago se trasladan a vivir a la casa rectoral del Patronato de Santa Isabel. La guerra civil había terminado diez días antes y nuestro Padre quería reiniciar cuanto antes la labor apostólica que había quedado interrumpida con motivo de la guerra. Ferraz 16 había quedado totalmente destruida, por lo que nuestro Padre, al regresar a Madrid el 28 de marzo, ocupó la casa rectoral del Patronato puesto que era el Rector. Los de Casa que le acompañaban hicieron limpieza y acomodo de todo lo que habían dejado los milicianos el día que huyeron de Madrid. Desde bastante tiempo antes, nuestro Padre venía pensando en la conveniencia de que su madre y su hermana ayudaran a dar tono de hogar a los primeros Centros de la Obra y por eso pidió a la Abuela que se trasladara. Los de Casa habían limpiado y acondicionado la mejor habitación para que ahí vivieran la Abuela y Tía Carmen. "Les hicimos —escribe don Francisco Botella— lo más agradable que pudimos la toma de posesión de la casa. El buen humor y la buenísima voluntad de ellas tuvo que suplir mucha incomodidad". "Rápidamente —escribe don Pedro Casciaro—, gracias sobre todo a los cuidados de la Abuela y Carmen, aquel ´local´, porque no era otra cosa, fue adquiriendo ambiente de hogar y la vida se fue normalizando como la de una familia numerosa y pobre". Fue en el mes de julio que se alquilaron unos pisos de la calle Jenner para la nueva Residencia, y fue cuando nuestro Padre pidió formalmente a la Abuela su colaboración. La estancia de nuestro Padre y los de Casa en Santa Isabel duró poco más de cuatro meses. El 5 de agosto de 1939, nuestro Padre cedía el uso de la casa rectoral a las religiosas agustinas para que pudieran reanudar su vida en Santa Isabel.

 

año 1990

09/04/2023

Publicación del Decreto de Virtudes heróicas de nuestro Padre.

 

• 11º Vicente Rodríguez Casado (de 48 pitajes)

12/04/2023

12-IV-1936
3-IX-1990

 

• 31º Jesús Larralde (de 48 pitajes)

19/04/2023

19-IV-1940
9-II-2018

 

año 1927

19/04/2023

Martes de Pascua. Llega nuestro Padre a vivir a Madrid. Su intención es obtener el doctorado en Derecho, al mismo tiempo que trabajar en alguna actividad pastoral. Llega en condición de sacerdote extradiocesano, pues está incardinado en Zaragoza. Tiene intención de que su familia —que vive en una situación económica de penuria, pues sus parientes, especialmente el tío Carlos, se niegan a ayudarles absolutamente en nada— se traslade a vivir a Madrid, pero debe buscar antes una casa y los medios para sostenerla. Al llegar a Madrid se presentó en la iglesia pontificia de San Miguel pues ahí le estaban esperando y mostró al Rector los documentos para que se le concedieran licencias ministeriales y poder celebrar Misa ahí. Es probable que no pudiera decir Misa sino hasta el día siguiente, y que ya hubiera celebrado Misa en Zaragoza antes de tomar el tren pues en aquel tiempo no estaba permitida la celebración de la Misa vespertina. El Rector le aclaró que no se trataba de una capellanía sino de celebrar una misa a diario, con derecho a un estipendio de cinco pesetas con cincuenta céntimos (esa cantidad no cubría ni siquiera la pensión diaria en la calle Framacia 2, donde se había alojado). Durante los primeros días de su estancia, nuestro Padre trató de informarse acerca de los trámites académicos, con la intención de presentarse a examen en la siguiente convocatoria. El día 28 presenta una instancia para examinarse de Historia del Derecho Internacional. Pocos días después de llegar, se traslada nuestro Padre a vivir a la casa sacerdotal de la calle Larra, llevada por las Damas Apostólicas del Sagrado Corazón de Jesús. En el alma de nuestro Padre sigue intensamente viva la petición: "Señor, ¡que vea!", por medio de la cual pide a Dios que le haga ver qué es lo que espera de él y que no acierta a saber. Por otro lado, llevaba la intención de abrirse un poco de paso en Madrid, tratando de entrevistarse con el Nuncio a través de una recomendación. Todos los planes fallaron. Después de dos semanas, nuestro Padre no había podido ponerse en contacto con el Nuncio y tampoco pudo presentarse a las convocatorias de examen de junio y septiembre, lo que supuso una pérdida económica, pues había pagado unas cincuenta pesetas para matricularse. Tampoco había encontrado la manera de dar clases para ganarse la vida. Vivió una temporada más bien solo.

 

año 1994

20/04/2023

Elección del Padre (D. Javier Echeverría) y confirmación de la elección por el Papa Juan Pablo II. El Padre —de acuerdo con el Consejo General— había propuesto al Santo Padre varias fechas para llevar a cabo el Congreso Electivo. El Papa escogió la del 20 de abril porque durante esos días estaría en Roma y quería estar al pendiente. La misma tarde de la elección se envió al Papa la solicitud de confirmación de elección. Ese mismo día llamaron de la Santa Sede para dar la respuesta positiva. El Papa quiso hablar con el Padre, y le dijo: Bona sera, Signore Prelato...

 

año 1932

20/04/2023

Nuestro Padre se levanta (6:15 am), se viste y hace la oración: "...entre seis y media y siete menos cuarto vi, durante bastante tiempo, cómo el rostro de mi Virgen de los Besos se llenaba de alegría, de gozo".

 

Aniversario de la elección de don Javier como Prelado

20/04/2023

 

• 32º Juan Antonio Paniagua (de 48 pitajes)

21/04/2023

21-IV-1940

 

año 1939

21/04/2023

Nuestro Padre encuentra, entre los escombros de las ruinas de Ferraz 16, destruida durante la guerra civil, el cartel, bastante bien conservado, con el texto del Mandatum novum. Nuestro Padre había llegado a Madrid el 28 de marzo y había ido en una primera visita al día siguiente de llegar a la capital. Esta era la segunda vez que visitaba las ruinas, y ahora le acompañaban Juan Jiménez Vargas y Tío Santiago. A nuestro Padre le dió un gran consuelo encontrar aquel cartel. Ahora se encuentra en la sede del Centro de Estudios de Milán.

 

año 1941

22/04/2023

Muerte de la Abuela en Madrid. Nuestro Padre se encontraba dando un Retiro para sacerdotes en Lérida cuando recibió la noticia. Después de escuchar a don Alvaro que por teléfono le decía: "Padre, la Abuela ha muerto", volvió a la capilla a llorar y repetir: "Fiat, adimpleatur, laudetur...". Luego se comunicó con el gobernador civil de Lérida —Juan Antonio Cremades—: "Oye, Juan Antonio, se ha muerto mi madre. ¿Cómo podría yo llegar pronto a Madrid?". Y Juan Antonio le prestó su coche con chofer. Llegó a Madrid a las dos de la madrugada y, ante el cadáver de su madre, en el oratorio de Diego de León se echó a llorar: "Dios mío, Dios mío, ¿qué has hecho? Me vas quitando todo: todo me lo quitas. Yo pensaba que mi madre les hacía falta a estas hijas mías, y me dejas sin nada...; ¡sin nada!".

 

año 1971

22/04/2023

Ultima visita de nuestro Padre a Loreto. Fue para rogar especialmente por la Iglesia, que atravesaba momentos muy difíciles. Cuando llegaron a Loreto —cuenta don Javier—, y al entrar en la Basílica, se dieron cuenta que la cancela de la Santa Casa estaba ya cerrada: "Recuerdo el ademán y la fuerza que hizo nuestro Padre queriendo empujar, intentando saber si había alguien adentro. No había nadie (...). Con una acitud muy suya, se arrodilló junto a la puerta, cogiéndose con fuerza a los barrotes de la cancela. Allí estuvimos rezando. Aquel vigor físico con que se asía a los hierros no era más que expresión de la intensidad con que rezaba.." (cfr. cn VIII-1995, p. 66).

 

• 33º Alberto Taboada (de 48 pitajes)

23/04/2023

23-IV-40

 

• 12º Rafael Calvo Serer (de 48 pitajes)

23/04/2023

23-IV-1936
19-IV-1988

 

Primera Comunión y Confirmación de nuestro Padre (1912) (B)

23/04/2023

 

año 1912

23/04/2023

Primera Comunión de nuestro Padre en la iglesia del colegio de los Escolapios en Barbastro. Un religioso escolapio —el padre Manuel Laborda de la Virgen del Carmen, también llamado padre Manolé por los alumnos— fue el que preparó a nuestro Padre y quien le enseñó la oración de la comunión espiritual. Don Alvaro contaba alguna vez: "Le he oído predicar muchas meditaciones sirviéndose de esa oración, repitiéndola palabra por palabra". Nuestro Padre contaba: "el día de mi primera comunión, cuando me estaban vistiendo, al peinarme, quisieron rizarme y me hicieron una quemadura con la tenacilla. No era una cosa grave, pero para un niño de aquella edad era bastante". La Abuela descubrió días después la quemadura. Desde entonces, apunta Andrés Vázquez de Prada, en los días de fiesta, el Señor anunciaría su presencia a nuestro Padre con el dulce criterio del dolor o de la contradicción, "como una caricia", decía nuestro Padre. Recordaba nuestro Fundador que en el momento de recibir la Sagrada Comunión pidió por sus padres y hermanas, suplicando a Jesús que le concediese la gracia de no perderlo nunca.

 

año 1902

23/04/2023

Confirmación de nuestro Padre en la Catedral de Barbastro, de manos de don Juan Antonio Ruano y Martín, Obispo, Administrador Apostólico de Barbastro.

 

Primera Comunión del Padre

24/04/2023

 

San Marcos (C)

25/04/2023

 

año 1934

26/04/2023

Escribía nuestro Padre, muy contento, a un obispo amigo suyo, en relación a la primera y única edición de Consideraciones Espirituales: "... se está tirando un folletico —luego se imprimirán otros— en la Imprenta Moderna (...). Son notas que empleo, para ayudarme en la dirección y en la formación de los jóvenes, y que hasta ahora iban a velógrafo". Se editaron 500 ejemplares. Como autor sólo figuraba el nombre José María, sin apellidos. Consideraciones tenía solamente 425 puntos. Salió de la imprenta pocos días después. Nuestro Padre no lo volvió a editar porque lo amplió y le cambió el nombre al libro. La primera edición de Camino fue hecha en 1939.

 

Aniversario de la curación de nuestro Padre ( diabetes)

27/04/2023

 

Virgen de Montserrat. Aniversario de la curación de nuestro Padre (1954) (D)

27/04/2023

 

año 1954

27/04/2023

Fiesta de la Virgen de Montserrat. Curación de la diabetes de nuestro Padre. Estaba don Alvaro con él en el comedor de Villa Vecchia cuando le ocurrió el desmayo. Previamente, antes de pasar a comer, le había puesto la insulina como todos los días; era como la una de la tarde. Para ese día el Dr. Faelli —que era quien le atendía— había prescrito un nuevo tipo de insulina y había indicado una dosis altísima. De hecho, por parecerle una cantidad enorme, don Alvaro le puso menos de lo que había indicado el doctor. Luego se supo que el doctor se había equivocado al indicar una dosis tan alta. Nuestro Padre nunca volvió con Faelli. Fue de repente cuando nuestro Padre sufrió el shock anafiláctico. Antes de perder el sentido, en cosa de segundos, exclamó dirigiéndose a don Alvaro: "La absolución, la absolución". Todo sucedió con tal rapidez, sin ningún síntoma previo que pudiera hacer sospechar un desenlace tan grave, que don Alvaro no le entendió: "¿Cuál solución?". Y nuestro Padre, como para urgirle, comenzó a decir: "Ego te absolvo...", y perdió el conocimiento. Nuestro Padre perdió el conocimiento y cambió de color: primero rojo, después morado, y al final amarillo terroso, y todo su cuerpo se contrajo quedando agarrotado y rígido como un cadáver. Contaba don Alvaro en una tertulia (18-VI-1976): "Hice avisar enseguida al médico, e impartí varias veces la absolución a nuestro Padre. Aunque yo no entiendo de medicina, sabía que un exceso de insulina puede provocar un shock. El Padre se había quedado rígido; le abrí la boca como pude, le metí azúcar —para contrarrestar la insulina—, y para hacérselo tragar añadí también agua y le di unos cuantos golpes, con toda la piedad y con todo el cariño filial que siempre he tenido a nuestro Padre. Al cabo de diez o doce minutos, cuando vino el médico, ya empezaba a recobrar el sentido". Cuando nuestro Padre se recuperó del desmayo en el comedor, entre don José Luis Massot y el médico, lo llevaron cargando del comedor a su habitación. Nuestro Padre iba hablando como si no hubiera pasado nada. Se quitó la sotana y se acostó. Entonces, nuestro Padre dijo: "mira, me he quedado más pequeño. Antes podía tocar el extremo de la cama con los pies, y ahora no puedo". Efectivamente, hubo que arreglarle las sotanas, porque encogió de estatura como unos tres dedos. Cuando don José Luis Massot se quedó solo en la habitación con nuestro Padre, le dijo: "yo pensé que me moría..., pensé que me moría. Dicen que al final de la vida, antes de morir, habrá oportunidad de hacer un examen. Mira, yo lo viví: habrá un examen, habrá un examen. Y me arrepentí de todo lo malo que he hecho...". El mismo día, ya estando a solas con don Alvaro, le comentó: "Cuando estaba a punto de perder el conocimiento, en cosa de pocos segundos, el Señor me hizo ver mi vida como si fuera una película; me llené de vergüenza por tantos errores, y le pedí perdón al Señor. Más no se puede pasar. Es como si me hubiera muerto...". Cuando nuestro Padre se quedó solo con don Alvaro fue cuando le dijo que estaba ciego, que no veía nada; y que no había querido decir nada para que don José Luis y el médico no se preocupasen porque estaba seguro que sería una cosa pasajera. De hecho, ni el médico ni don José Luis se dieron cuenta de que estaba ciego y que no veía nada. Contaba don Alvaro: "Después de ese shock, durante bastantes horas, el Padre se quedó ciego. Luego, al mirarse en un espejo, me dijo divertido: Alvaro, hijo mío, ya sé qué aspecto tendré cuando me muera. Yo le respondí: No, Padre, necesitaría haberse visto hace cinco o seis horas. En comparación a como estaba antes, ahora se encuentra usted como un clavel...". Al año de la curación, nuestro Padre invitó a don José Luis a comer un pedazo de un pastel que había preparado la administración. El pastel tenía una velita: "mira, dijo nuestro Padre, vamos a celebrar que se cumple un año de aquel achuchón". Al referirse a este episodio, dijo alguna vez nuestro Padre: "estuve muerto".

 

año 1934

28/04/2023

Reúne nuestro Padre por primera vez a unas cuantas mujeres de la Obra —no llegaban a media docena— en el locutorio del Convento de Santa Isabel (los sábados siguientes utilizaron un local de la "Casa del estudiante" cedido por D. Pedro Poveda). Alguna vez las reunió en Ferraz —no estando los residentes— y les dió la meditación y la Bendición (eso continuó hasta abril de 1935). Pero, por falta de tiempo nuestro Padre no pudo atenderlas bien. Al llegar la guerra en 1936, se dispersaron.

 

Santa Catalina de Siena (C)

29/04/2023

 

año 1997

29/04/2023

Muerte de D. Juan Jiménez Vargas (último en morir de los que pidieron la admisión antes de la guerra).

 

año 1927

30/04/2023

Se traslada nuestro Padre a vivir a la residencia sacerdotal de la calle Larra en Madrid. Había llegado a Madrid el día 19 de este mes y se alojó, mientras, en una pensión de la calle Farmacia, 2. La residencia se había inaugurado pocos meses antes. Se trataba de una obra benéfica llevada por las Damas Apostólicas del Sagrado Corazón de Jesús. La pensión costaba cinco pesetas al día (el estipendio de una Misa, que era lo que estaba ganando nuestro Padre por celebrar Misa en la iglesia de San Miguel. Celebrar esta misa —y nada más— fue el primer encargo pastoral que tuvo en Madrid: en San Miguel no hacía nada más porque no le habían dado licencias para otra cosa). Llevaba un mes viviendo en la residencia cuando llegó a oídos de la fundadora de las Damas Apostólicas —doña Luz Rodríguez Casanova—, que había llegado a la residencia un sacerdote nuevo con deseos de colaborar con su ministerio en alguna obra apostólica. Después de entrevistarse con nuestro Padre (que tenía entonces 25 años), doña Luz se queda muy impresionada y decide conseguirle el nombramiento de capellán del Patronato de Enfermos que ella misma había fundado y promocionado. El nombramiento se le concede el 10 de junio. La residencia se hallaba a muy poca distancia del Patronato de Enfermos. Nuestro Padre estuvo viviendo en la residencia de la calle Larra hasta noviembre de este año.

 

año 1964

30/04/2023

Este día se celebraba antes la fiesta de Santa Catalina de Siena. Comentó nuestro Padre en la tertulia en Roma: "Deseo que se celebre la fiesta de esta Santa en la vida espiritual de cada uno, y en la vida de nuestras Casas o centros. Siempre he tenido devoción a Santa Catalina: por su amor a la Iglesia y al Papa, y por la valentía que demostró al hablar con claridad siempre que fue necesario, movida precisamente por ese mismo amor. Antes lo heroico era callar, y así lo hicieron vuestros hermanos. Pero ahora lo heroico es hablar, para evitar que se ofenda a Dios Nuestro Señor". Ya entonces, nuestro Padre venía pensando nombrar a Santa Catalina Intercesora de las tareas del Apostolado de la Opinión Pública. El 13 de mayo de 1964, nuestro Padre volvió a tocar el tema y, después, sonriendo dijo: "¿Para qué esperar más? Es a mí, como Fundador, a quien corresponde nombrarla, y en Casa hacemos las cosas de manera sencilla, sin solemnidades. La nombro Intercesora ahora mismo". En ese momento pidió a alguien que tomara papel y lápiz y dictó un aviso para enviar a todas las regiones: "El día 13 de mayo, considerando con cuánta claridad de palabra y con cuánta rectitu de corazón, Santa Catalina de Siena manifestó, con audacia y sin acepción de personas, los caminos de la verdad a los hombres de su propio tiempo, decreté que el apostolado que los miembros del Opus Dei desarrollan en todo el mundo, con verdad y con caridad, para informar rectamente a la Opinión Pública, estuviera encomendado a la especial intercesión de esta Santa...".

 

año 1943

01/05/2023

(Sin día claro) D. Alvaro llega a Roma, por primera vez, (finales de mayo) para presentar ante la Santa Sede los papeles que solicitan el nihil obstat de la Santa Sede para la erección diocesana de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz. Hizo el viaje en avión en plena guerra mundial. Contaba don Alvaro que "Iba en avión. Yo era el único viajero normal, por decirlo de alguna manera; ya que los demás formaban parte de una compañía de comedia italiana, que había dado representaciones por España. Durante el vuelo vimos abajo un barco, y unos aviones volando sobre nosotros. De repente comenzaron a bombardear el barco. Toda aquella compañía empezó a gritar: mamma mia, c´è molto pericolo!, affoghiamo tutti!. Yo tenía la seguridad de que no pasaría nada, porque llevaba los papeles. No se me pasó ni una vez por la cabeza que podían echar el avión abajo. Iba tan tranquilo, que me parece que ni siquiera resé el acto de contrición". Estuvo hasta el 21 de junio, en que regresó a España. En esta ocasión fue recibido en audiencia por Pío XII el 4 de junio, a quien habló del Opus Dei durante tres cuartos de hora. Al Papa se le quedó muy grabada la imagen de un joven ingeniero español que le hablaba de nuevos caminos para alcanzar la santidad en medio del mundo. Don ALvaro comentaba: "en la Santa Sede habían aceptado con entusiasmo los papeles del Padre, que llevé yo". El 11 de octubre de 1943, la Santa Sede concedió el nihil obstat para la erección diocesana de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz. Durante esta estancia en Roma coincidió con don José Orlandis y don Salvador Canals

 

San José Obrero (C)

01/05/2023

 

año 1970

01/05/2023

Después de comer, Nuestro Padre subió a la Galleria del Fumo en Villa Vecchia, donde habitualmente tenía la tertulia con los del Consejo General, y, visiblemente contento dice a los que ahí se encuentran: "me voy a México". Su intención era pedir por la Iglesia y por la solución jurídica definitiva de la Obra. Lo explicaba don Alvaro en una meditación (30-XI-82): "En un determinado momento, aquí en Roma parecían haberse cerrado todas las puertas para obtener la intención especial. Junto a eso, nuestro Fundador contemplaba la situación tremenda de la Iglesia: aquella defección de sacerdotes, de religiosos, de religiosas; aquella falta de lealtad, aquella oscuridad y aquellos errores... Por todos estos motivos, nuestro Padre decidió rezar ante una imagen de la Madre de Dios, haciendo un esfuerzo, con espíritu de penitencia. Por eso quiso marcharse lejos de Roma, donde vivía habitualmente, para postrarse a los pies de nuestra Señora de Guadalupe. Recuerdo el momento en que tomó la decisión. Después del almuerzo, subió a la Galleria del Fumo, donde teníamos la tertulia, y entró muy contento: "me voy a México". Era el 1 de mayo de 1970. Efectivamente, a los pocos días salió para allá". En una tertulia con sus hijas de Villa Sacchetti el 13 de mayo siguiente, para despedirse de ellas antes de salir a México, nuestro Padre muy alegre comentó, entre otras cosas: "Yo me marcho; estaré un ratito en el aeropuerto de Madrid, sin estar en la ciudad; allí tomaremos otro avión. Pasaremos por América del Norte, y llegaremos —dentro del jueves mexicano— a las diez o a las once de la noche. Ayer habló don Alvaro con don Pedro; que os cuente la conversación tan interesante que sostuvieron...". Don Alvaro refirió entonces la alegría y sorpresa de don Pedro: hasta olvidaba los datos del vuelo Madrid-México y se lo hacía repetir una y otra vez a don Alvaro: Entonces... repíteme por favor a qué hora sale el vuelo, a qué hora llega... Y nuestro Padre añadía: "¡Un viaje que él ha hecho tantas veces...! Vamos a estar ahí un par de meses". Una preguntó cuándo iría a la Villa. Nuestro Padre contestó: "Pienso ir nueve días seguidos, porque haré una novena". Nuestro Padre llegó a México el 15 de mayo a las 3:00 am por un retraso del vuelo.

 

Dedicación de la Iglesia Prelaticia (1986) (C)

02/05/2023

 

año 1935

02/05/2023

Nuestro Padre hace la primera Romería a Sonsoles, en Avila, con D. Ricardo Fernández Vallespín y D. José María Albareda. Y ahí, escribe, "entreví la Romería de Mayo, como costumbre que se ha de implantar —que se ha implantado— en la Obra". "Allí, en Avila, nació una costumbre mariana, que se implantará para siempre en la Obra" (Ap. Int. 1270). En recuerdo de esa romería, nuestro Padre guardó en una pequeña arqueta un puñado de espigas que recogieron.

 

año 1986

02/05/2023

Solemne Dedicación de la Iglesia Prelaticia de Santa María de la Paz en Villa Tevere, hecha por don Alvaro. Juan Pablo II, mediante la Constitución Apostólica Ut Sit, del 28 de noviembre de 1982, erigió el oratorio de Santa María de la Paz en iglesia prelaticia de la Prelatura Opus Dei. La solemne dedicación se hizo hasta que se concluyeron los trabajos de construcción de la capilla del Santísimo. El acta de la dedicación de la iglesia, firmada por don Alvaro, dice, entre otras cosas: "Mientras realizaba (la dedicación), rogué a Dios con fervor que esta iglesia, adjudicada a mí y a mis sucesores por Juan Pablo II, porque en su cripta está sepultado nuestro queridísimo Padre y Fundador, sea siempre el centro hacia el que convergen los corazones de mis hijas e hijos...". Nuestro Padre había previsto que, cuando llegase la solución jurídica definitiva, el Prelado del Opus Dei necesitaría tener una iglesia propia —conforme al derecho canónico—, y mandó construir la ermita de la Santa Cruz en Cabavianca con ese fin: "Si Dios quiere, puede ser muy importante en la historia de la Obra", dijo nuestro Padre refiriéndose a la ermita. Sin embargo, el Padre, de acuerdo con el Papa, quiso que la iglesia prelaticia fuera Santa María de la Paz, por encontrarse en la cripta enterrado nuestro Padre.

 

Antigua fiesta de la Invención de la Santa Cruz

03/05/2023

La Misa en Cavabianca es en la ermita de la Santa Cruz

 

Santos Felipe y Santiago (C)

03/05/2023

 

año 1955

07/05/2023

Nuestro Padre llega a Viena por pimera vez, para hacer la prehistoria. "La primera vez que fui a Viena, la ciudad estaba dividida en sectores ocupados por las tropas aliadas; lo notamos enseguida. Nuestro propósito era alojarnos en un hotel medianejo —el dinero no llegaba para más—, en el sector americano. Fuimos a uno que había mirando la estación de Praga. Era muy malito. Allí únicamente íbamos para dormir —sólo daban habitación y desayuno—, y andábamos de allá para acá". Por las calles de Viena, en este primer viaje, sucedieron muchas pequeñas anécdotas, y a nuestro Padre le gustaba recordar una que les causó mucha gracia: "Un día nos despistamos: después de dar no sé cuántas vueltas por el Ring (una calle circular, construida sobre el trazado de las antiguas murallas), se nos hizo noche y no sabíamos volver al hotel. Entonces le dije a Alvaro: pregunta a alguien. Nos bastaba saber dónde se encontraba la catedral, porque desde allí no había más que seguir en línea recta. Encontramos un hombre que estaba..., en fin..., que había empinado el codo... Don Alvaro —que se defendía bastante bien en alemán— comenzó a hablar con él, y yo le comentaba por lo bajo: pero..., Alvaro..., ¿no ves que está borracho? ¡No le hagas caso! Entonces noté que aquel hombre me señalaba con el dedo y decía algo, enfadado. Pregunté a Alvaro: ¿qué dice? —Pues que los vieneses son muy católicos y muy amables, y que él es católico romano; pero que sólo si usted se calla nos acompañará, gratis, hasta la calle que buscamos". Comentaba nuestro Padre que "Viena es la única capital donde he visto un monumento a la Trinidad Beatísima". Lo descubrió don Alvaro en una de sus andanzas. En la base de la columna, nuestro Fundador leyó una inscripción dirigida a las tres divinas Personas, y decidió poner la misma leyenda en el retablo del Oratorio del Padre en Villa Tevere, que está dedicado a la Santísima Trinidad: "En el oratorio donde celebro Misa habitualmente hay un rótulo que dice: Deo Patri Creatori, Deo Filio Redemptori, Deo Spiritui Sancto Sanctificatori. Lo vi en Viena, en una plaza, y me quedé contemplando a Dios Padre, a Dios Hijo y a Dios Espíritu Santo". Nuestro Padre y don Alvaro regresaron a Roma el día 12 de mayo.

 

año 1970

08/05/2023

Si Deus nobiscum, quis contra nos?

 

Festividad del beato Álvaro del Portillo

12/05/2023

 

año 1981

12/05/2023

Solemne apertura en Roma del proceso de Beatificación y Canonización de nuestro Padre.

 

• 34º José María Casciaro (de 48 pitajes)

12/05/2023

12-V-40

 

Virgen de Fátima (D)

13/05/2023

 

año 1951

14/05/2023

Nuestro Padre hace la Consagración de las familias de los miembros de la Obra a la Sagrada Familia, en el Oratorio de la Sagrada Familia —entonces en construcción— de Villa Tevere.

 

San Matías (C)

14/05/2023

 

año 1970

15/05/2023

Llega nuestro Padre a México a las 3:00 am. Le reciben don Pedro, el Dr. Pacheco y José Inés Peiro (quien no reconoció a don Javier ya que iba vestido de traje y corbata, por lo que —pensando que era alguien de Casa— le pide que se retire de ahí, hasta que don Javier le aclara quien es). Nuestro Padre pregunta si es posible ir a la Villa en ese momento, y le explican que a esa hora se encuentra cerrada.

 

año 1970

16/05/2023

Nuestro Padre celebra por primera vez la Santa Misa en México en el oratorio de la cr, y comienza la Novena en la Villa (hasta el día 24). En la Villa, entró por la puerta que da al presbiterio, y nada más ver la imagen de la Virgen, se hincó y estuvo de rodillas "sobre el mármol del suelo, sin apoyarse en nada, derecho", inmóvil, casi dos horas, rezando con mucha piedad, hasta que don Pedro Casciaro tuvo que acercarse a él para decirle que había mucha gente de Casa en la Basílica y que estaba llamando la atención de todos. Don Alvaro contaba lo siguiente, respondiendo a una pregunta sobre qué le había dicho nuestro Padre a la Virgen en esta ocasión: "El primer día, al llegar a la Villa se arrodilló en el presbiterio, y se quedó inmóvil, tan metido en Dios, mirando constantemente al cuadro de la Virgen, que lo que dijo lo sabe Dios y Nuestra Señora; y si lo conozco yo es porque me lo contó en la charla, y por eso no te lo debo contar...". En una tertulia (27-VIII-95, en México), el Padre comentaba: "es evidente que algo pasó en la Novena de nuestro Padre: el primer día, hora y media arrodillado y nuestro Padre sin parpadear. No penséis en cosas extraordinarias, pero algo pasó...". Durante su novena en la Villa, aunque los de la Comisión habían planeado turnarse para acompañar a nuestro Padre, por indicación suya le acompañaron todos los días don Pedro, el Dr. Pacheco y Adrián Galván. En una tertulia en Roma, el 28 de marzo de 1995, el Padre recordaba la Novena de nuestro Padre a la Villa de Guadalupe: "Fue a Guadalupe para poner delante de la Virgen las espinas que veía clavadas en la Iglesia, y que tenían muchas manifestaciones: en la lirturgia, en la disciplina, en la piedad, en la vida de entrega, en la familia...; y le pedía que Ella las llevara ante nuestro Señor, porque con su gracia se convertirían en rosas. Como nuestro Padre se sentía hijo de la Iglesia, todo lo que dañara a su Madre le hacía sufrir muchísimo". En una Carta del 1 de mayo de 1995 afirmaba el Padre: "Me atrevería a asegurar —se lo oí en varias ocasiones— que Nuestra Señora le obligó a emprender aquella romería penitente, porque deseaba que allí, a los pies de esa imagen morena, pidiese su intercesión en favor del mundo, de la Iglesia, y de esta pequeña porción de la Iglesia que es el Opus Dei. Fue a Guadalupe, para rezar por el Papa, por los Obispos, por los sacerdotes, por todo el pueblo fiel. En este contexto de oración universal, abierta a todas las necesidades de los hombres, pedía perseverantemente por el Opus Dei: para que el Señor, en su Bondad y Poder infinitos, protegiera a su Obra y conservara íntegros e inviolados —también mediante la sanción jurídica adecuada por parte de la Autoridad eclesiástica— el espíritu, la naturaleza y los modos apostólicos propios del Opus Dei".

 

• 35º Salvador Canals (de 48 pitajes)

17/05/2023

17-V-40

 

Beatificación de nuestro Padre (1992) (D)

17/05/2023

 

año 1992

17/05/2023

Beatificación de nuestro Padre en Roma por el Papa Juan Pablo II. La Causa de canonización de nuestro Padre fue introducida el 19 de febrero de 1981. A Roma habían llegado cerca de seis mil cartas postulatorias enviadas a la Santa Sede. La Postulación presentó a la Congregación para las causas de los Santos mil quinientas narraciones escogidas de favores provenientes de más de 40 países. Se instruyeron dos procesos: uno en Roma y otro en Madrid en el mes de mayo de 1981. Se interrogó a 92 testigos de visu (más del 50% no pertenecía a la Obra), distribuidos en 980 sesiones. A cada uno se le hicieron —por expreso deseo de don Alvaro— las más de 260 preguntas reglamentarias (en muchas causas no se pregunta ni la tercera parte). Se citó entre los testigos a personas que conocieron a nuestro Padre y que eran totalmente contrarias a su beatificación. Se escuchó todo lo que quisieron decir y opinar en contra de nuestro Padre. El Tribunal (ningún miembro pertenecía a la Obra) rechazó todas esas opiniones por considerar que no aportaba ninguno de ellos pruebas fidedignas de lo que afirmaban y, al mismo tiempo, declarando que todas las objeciones presentadas por esas personas habían quedado plenamente resueltas. Las declaraciones testificales ocupan once mil páginas escritas a renglón seguido. Se entregó también a la Congregación todos los escritos de nuestro Padre: trece mil páginas en setenta y un volúmenes para ser revisados por teólogos censores. Uno de ellos opinó: "Escrivá posee la fuerza de los clásicos: el temple de un Padre de la Iglesia". Recogiendo el sentir unánime de los Cardenales y obispos que formaban la Comisión de Trabajo de la Causa de nuestro Padre, el Papa Juan Pablo II promulgó el 9 de abril de 1990 el Decreto sobre la heroicidad de las virtudes. El 6 de julio de 1991 se dió lectura al Decreto del milagro atribuido a nuestro Padre (se había entregado, además, un volumen de mil doscientas páginas con la documentación de otras 20 curaciones atribuidas a nuestro Padre. En la Postulación se conservaban, además, setenta y cinco mil relaciones firmadas, procedentes del todo el mundo, de favores obtenidos gracias a la intercesión de nuestro Padre). Al morir nuestro Padre, durante las horas que los de Casa velaron su cuerpo en Santa María de la Paz, don Alvaro había pedido a Dios que le dejara vivir hasta que nuestro Padre estuviera en los altares. La fecha que el Papa había elegido —de entre las que se le propusieron— para la beatificación se hizo pública el 25 de septiembre de 1991.

 

año 1970

17/05/2023

Nuestro Padre hace por primera vez su oración en voz alta en la Villa (en la tribuna), durante su novena. El Padre llegó a las cinco y media y al comenzar a subir la escalera de caracol que llevaba al presbiterio se fue la luz. Hubieron de subir a oscuras. Escribía en sus notas don Javier: "... era una escalera de caracol que está como dentro de una columna. Sin luz eléctrica, aquel lugar quedaba totalmente a oscuras, porque no había ventanas. Los peldaños eran de diferentes medidas: como para matarse. Y todo lleno de polvo. Decíamos luego en broma que por allí no había subido nadie desde hacía siglos...". Había un reclinatorio dispuesto para el Padre, que no quiso utilizar. "Se recitaba un misterio del Rosario, despacio; a continuación, nos deteníamos un buen rato para meditar sobre esa escena; a continuación, el misterio siguiente. Al acabar cada parte hacíamos un parón de unos 20 minutos, en los que generalmente hablaba nuestro Padre, haciendo su meditación en voz alta (...) O sea, en total, unos sesenta minutos de oración, dirigida por nuestro Padre casi siempre, aparte del rezo del Rosario despacio (...) Así llegábamos a dos horas largas...". Nuestro Padre terminó su novena el 24 de mayo con la seguridad de que la Virgen había escuchado su petición, y así lo comunicó a los que le acompañaron.

 

• 36º Alberto Ullastres (de 48 pitajes)

18/05/2023

18-V-40

 

Beatificación Guadalupe Ortiz de Landázuri (C)

18/05/2023

18 de mayo de 2019 en Madrid

 

año 1925

18/05/2023

Nuestro Padre cesa en su cargo de Regente Auxiliar de Perdiguera. Había llegado el 31 de marzo de 1925. Nuestro Padre regresó a Zaragoza a casa de su familia, en la calle Rufas. Comenzó a trabajar a mediados de este mismo mes —o sea, pocos días después de regresar de Perdiguera— en la iglesia de San Pedro Nolasco, más conocida como iglesia del Sagrado Corazón —regenteada por jesuitas, en Zaragoza—, para poder ayudar económicamente a su familia, que pasaba grandes apuros. Estuvo en esa iglesia hasta marzo de 1927 en calidad de capellán adjunto. Nuestro Padre hizo compatible este trabajo con la carrera de Leyes en la Universidad de Zaragoza. Los domingos iba con compañeros universitarios a dar catecismo a los niños pobres del barrio de Casablanca, por la carretera que salía a Teruel. Además, para ganar más dinero, daba clases.

 

año 1981

18/05/2023

Solemne apertura en Madrid del proceso de Beatificación y Canonización de nuestro Padre.

 

año 1944

20/05/2023

Tonsura de los tres primeros sacerdotes por D. Leopoldo Eijo y Garay. Escribe uno de los que estuvieron presentes: "A las ocho, en la capilla episcopal presidida por una imagen de la Señora en un retablo gótico, tuvo lugar la ceremonia de tonsura. Mientras cortaba unos cuantos mechones de pelo en forma de cruz, el obispo les decía: Dominus pars hereditatis meae el calicis mei... Al acabar la ceremonia fueron felicitados por las familias, amigos y compañeros que, con los de Casa, llenábamos la capilla".

 

año 1970

20/05/2023

Quinto día de la Novena de nuestro Padre en la Villa de Guadalupe, acompañado de Don Alvaro, Don Javier, Don Pedro, Don Alberto y Adrián. Nuestro Padre hace la promesa de poner en el Santuario de Torreciudad —no se había empezado siquiera a construir— la imagen de la Virgen de Guadalupe y de ir a darle un beso personalmente o, en su ausencia, el mayor de los que estaban con él en ese momento.

 

año 1944

21/05/2023

Los tres primeros ordenandos reciben el ostiariado y el lectorado. Escribe uno de los que estuvo presente: "A las doce del día, en la capilla episcopal, los tres primeros recibieron el ostiariado y el lectorado. Con este motivo hubo en Diego de León una tertulia extraordinaria que preparamos con mucho cariño, y que quería ser un homenaje al Padre y a nuestros hermanos. Hubo poesías, música, chistes... La alegría rompió todos los cauces; intervinieron jóvenes y menos jóvenes, y duró hasta las siete. Uno leyó unas cuartillas que expresaban los sentimientos de todos. Entre otras cosas, decía que lo habíamos celebrado en unión con la Abuela y con los que, desde la otra casa (el Cielo), tanto nos han ayudado a que este anhelo, acariciado desde hace tanto tiempo, se hiciera realidad. Nuestro Padre estaba muy emocionado, y lo mismo sucedía a todos. Después, nuestro Fundador nos dio la Bendición con el Santísismo. El día se nubló un poco, pues nuestro Padre se encontraba mal y hubo de acostarse antes de tiempo: tenía una fuerte inflamación en la cara provocada por una serie de forúnculos, y estaba cansadísimo. Se cumplía así, una vez más, lo que tantas veces le hemos oído decir: que en los días de especial alegría, el Señor le ofrecía siempre participar más de su Cruz".

 

año 1974

22/05/2023

Inicia nuestro Padre su Catequesis por América: Brasil, Argentina, Chile, Perú, Ecuador y Venezuela. Estuvo hasta el 31 de agosto. En Ecuador sufrió el soroche, debido a la altitud de Quito, que le impidió tener el plan de tertulias previsto. Sólo pudo haber unas cuantas pues nuestro Padre se encontraba muy mal. Esos días en Ecuador no pudo celebrar la santa Misa y asistía a la de don Alvaro.

 

año 1944

23/05/2023

Reciben los tres primeros sacerdotes las órdenes menores de exorcistado y acolitado de manos de don Leopoldo Eijo y Garay.

 

Nuestra Sra. Auxiliadora (D)

24/05/2023

 

año 1975

24/05/2023

Es sábado. Nuestro Padre consagra el altar principal del santuario de Torreciudad. El domingo 25 acude a Barbastro para recibir la medalla de oro de la ciudad. El día 26 nuestro Padre regresa a Zaragoza. Fue la última vez que nP estuvo en Torreciudad.

 

año 1947

25/05/2023

Carta de Mons. Montini, con la que envía el nombramiento de nuestro Padre como Prelado doméstico de Su Santidad. Don Alvaro había hecho la petición a la Santa Sede.

 

• 37º Gonzálo Ortíz Zárate (de 48 pitajes)

26/05/2023

26-V-40

 

• 38º José Ramón Madurga (de 48 pitajes)

26/05/2023

26-V-40

 

año 1944

28/05/2023

Domingo. Subdiaconado de los tres primeros sacerdotes en el Oratorio de Diego de León por D. Marcelino Olaechea, entonces obispo de Pamplona a las ocho de la mañana. El oratorio estaba adornado con una gran profusión de flores rojas. Para aumentar la capacidad del oratorio, se abrieron las puertas del anteoratorio y de la sacristía. Asistieron los de Casa de Madrid y algunos residentes de la Moncloa, de los que bastantes habían estado ya en Ferraz. Al terminar la Misa, don Marcelino Olaechea se volvió hacia los asistentes y, apoyado en el báculo, dirigió unas palabras de felicitación a los tres y a todos: "Esta es verdaderamente la Obra de Dios. A quien más se le da, más se le exige: hay que corresponder con el entregamiento total". Luego se refirió a la contradicción sufrida en esos años y terminó felicitando nuevamente a todos. Al final se cantó el Salmo II. Nuestro Padre volvió a acostarse al acabar la ceremonia —estaba enfermo desde días antes—, por lo que la tertulia de la noche fue en su cuarto. Todos se sentaron en el suelo, junto a la cama. Nuestro Padre, a pesar de su malestar físico, estaba feliz. Entre otras cosas dijo que, como en la ceremonia de la mañana habían intervenido algunos de los presentes, sosteniendo la palmatoria para que el obispo pudiera leer, dijo que se harían unas vestiduras especiales para que los seglares pudieran ayudar dignamente en las funciones litúrgicas solemnes. Esta idea cuajó, años después, con las veste académicas. En días sucesivos hubo varias Misas cantadas para que los subdiáconos pudieran ejercitar la orden recibida.

 

año 1933

29/05/2023

Dedicatoria en el Libro de La Pasión regalado a don Ricardo Fernández Vallespín: "Que busques a Cristo. Que encuentres a Cristo. Que ames a Cristo". Era la primera vez que don Ricardo hablaba con nuestro Padre: "Me habló de cosas del alma, me aconsejó, me animó a ser mejor".

 

Santo del Padre (B)

30/05/2023

 

año 1971

30/05/2023

Nuestro Padre hace, en la fiesta de Pentecostés, la Consagración de la Obra al Espíritu Santo, en el Oratorio de Pentecostés en Villa Tevere. Esta ocasión fue la única vez que nuestro Padre encargó a don Alvaro que leyera la fórmula de Consagración, y es que don Alvaro había insistido en que en ella se mencionase a nuestro Padre, por eso, aunque estaba presente nuestro Padre, quiso que D. Alvaro leyera la fórmula.

 

Visitación de Nuestra Señora (C)

31/05/2023

 

• 43º Jesús Urteaga (de 48 pitajes)

01/06/2023

VI-40

 

• 14º Amadeo de Fuenmayor (de 48 pitajes)

01/06/2023

1-VI-1939

 

• 39º Ramón Taboada (de 48 pitajes)

01/06/2023

1-VI-40

 

año 1934

01/06/2023

(Sin día claro) Se edita por primera vez Consideraciones Espirituales. Tenía poco más de 400 puntos. Se imprimieron solamente 500 ejemplares que se agotaron rápidamente. Fue la única edición, porque nuestro Padre amplió Consideraciones y le cambió de nombre: Camino.

 

• 40º José Antonio Sabater (de 48 pitajes)

01/06/2023

1-VI-40

 

año 1950

02/06/2023

Nuestro Padre presenta a la Santa Sede, para aprobación, los puntos de los Estatutos que recogen la figura de los sacerdotes diocesanos agregados y supernumerarios de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz

 

año 1944

03/06/2023

Sábado. Diaconado de los tres primeros sacerdotes en el Seminario de Madrid por D. Casimiro Morcillo, obispo auxiliar de don Leopoldo. Coincidió con la ordenación de varios seminaristas. El Evangelio de la Misa fue leído por don Alvaro.

 

año 1943

04/06/2023

D. Alvaro es recibido por primera vez por Pío XII. Todavía no ha sido ordenado sacerdote. Fue a Roma enviado por nuestro Padre para tramitar en la Santa Sede el nihil obstat para la erección diocesana de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz. Iba vestido con el uniforme de la escuela de ingenieros (tenía 29 años) y, al entrar por el Portone di Bronzo, los guardias suizos lo confundieron con un Capitán y el guardia en turno llamó a los demás para que don Alvaro, como indicaba el protocolo, pasara vista. Don Alvaro, de buen humor, lo hizo mientras los demás comentaban: qué joven está. Don Alvaro estuvo con el Papa 45 minutos. Al Papa se le quedó grabada la imagen del joven ingeniero español que le hablaba de nuevos caminos para alcanzar la santidad en medio del mundo. No se le olvidó aquella conversación hasta el punto de que, cuando volvieron a verse en una segunda audiencia el 3-IV-1946, cuando don Alvaro ya era sacerdote, el Papa lo saludó con un cariñoso: ¡Hola, ingeniero!

 

año 1939

06/06/2023

Del 6 al 10 de junio predicó nuestro Padre, en el Colegio Mayor Beato Juan de Rivera, en Burjasot, el primer curso de retiro para universitarios después de terminada la guerra civil. Al llegar la tarde anterior, le aguardaban el grupo de universitarios que harían el curso de retiro. Nada más bajarse nuestro Padre del coche, don Antonio Rodilla comentó en voz baja a los muchachos que le rodeaban esperando a nuestro Padre: "este cura, hace milagros...". Nuestro Padre, a pesar de la distancia, alcanzó a oír el comentario y tomó cariñosamente a don Antonio por el cuello haciendo un gesto de que no debía decir eso. Luego, saludó también cariñosamente a todos. Al rodear a nuestro Padre, les dijo de modo expresivo y gesto alegre: "traigo un gancho de trapero...". Muchos de los que asistieron a ese curso de retiro pidieron la admisión: uno de ellos fue don Amadeo de Fuenmayor. A los pocos días de comenzado el curso de retiro se presentó ahí don Alvaro, que había conseguido unos días de permiso —era todavía alférez del ejército—, habiendo viajado tres días y tres noches sin dormir —la guerra había dejado destruidas muchas carreteras y puentes— para estar con nuestro Padre. Nuestro Padre le dijo que se fuera a dormir. Don Alvaro le pidió asistir a la meditación para hacer el retiro mensual y, aunque nuestro Padre lo vió agotado, cedió ante la insistencia de don Alvaro. "Se sentó en el primer banco —contaba divertido nuestro Padre— y a los diez minutos estaba dormido. Había llegado tan cansado que, a pesar de su buena voluntad de hacer la meditación personal, no pudo resistir el sueño. Y os advierto que los bancos no tenían respaldo... Me divertí mucho, porque el sueño de ese hijo, en aquella ocasión, era la oración que agradaba a Dios, por el esfuerzo que había puesto en cumplir esa Norma mensual del retiro. Los demás asistentes al curso de retiro no podían disimular su indignación". Nada más terminar este curso de retiro, nuestro Padre predicó otro curso de retiro para sacerdotes —del 11 al 17— en Alacuás (Valencia). El impacto de este curso de retiro en el clero de Valencia fue enorme.

 

año 1927

10/06/2023

Al conocer a nuestro Padre en la residencia sacerdotal de la calle Larrea (había llegado a vivir ahí el 30-IV-27), doña Luz Rodríguez Casanova —fundadora de las Damas Apostólicas—, decide pedir el nombramiento de nuestro Padre como Capellán del Patronato de Enfermos. Este nombramiento traía consigo la concesión de licencias ministeriales en Madrid (sólo tenía para celebrar Misa en la iglesia de san Miguel). Estas licencias ministeriales para trabajar en el Patronato sólo se le concedieron por un año; posteriormente se irían alargando. De no hacer nada en San Miguel, pasó a estar saturado de trabajo: "El Capellán del Patronato de Enfermos era el que cuidaba de los actos de culto de la casa: decía Misa diariamente, hacía la Exposición del Santísimo y dirigía el rezo del Rosario. No tenía, por razón de su cargo, que ocuparse de atender la extraordinaria labor que se hacía desde el Patronato entre pobres y enfermos —en general con los necesitados— del Madrid de entonces. Sin embargo, don Josemaría aprovechó la circunstancia de su nombramiento como Capellán, para darse generosamente, sacrificada y desinteresadamente a un ingente número de pobres y enfermos que se ponían al alcance de su corazón sacerdotal".

 

año 1933

11/06/2023

Lunes. Nuestro Padre comienza un Curso de Retiro en el Convento de los Redentoristas de Madrid. Era el segundo Curso de Retiro que hacía después del 2 de octubre de 1928 (ver Cursos de Retiro).

 

San Bernabé (C)

11/06/2023

 

• 15º José Manuel Casas Torre (de 48 pitajes)

13/06/2023

13-VI-1939

 

año 1943

13/06/2023

Nuestro Padre solicita a D. Leopoldo Eijo y Garay, Obispo de Madrid, la erección de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, como Sociedad de vida común sin votos.

 

año 1930

13/06/2023

Nuestro Padre, por primera vez, da una plática en la Capilla del Obispo (en Madrid) a un grupo de obreros ("unos cientos", según nuestro Padre), que procedían de una actividad del Patronato de Enfermos del que nuestro Padre era capellán. Era entonces habitual que la predicación se hiciera de forma ampulosa y gesto solemne, pero nuestro Padre prefería hablar de modo sencillo. Nuestro Padre comentó que había hablado durante todo el tiempo con las manos en la barandilla del presbiterio "para no mover las manos lo más mínimo". Don Alvaro contaba que nuestro Padre "estaba muy emocionado, y que para vencer su emoción se agarró fuertemente con las manos a la reja de la barandilla, y es esta postura predicó con todo su ardor".

 

• 41º Florencio Sanchez Bella (de 48 pitajes)

14/06/2023

14-VI-40

 

año 1972

14/06/2023

Nuestro Padre comentó alguna vez (14-VI-72) que la historia de la Obra era como un río de lágrimas, un montón de sangre, y de oración, y de sacrificio. Y que de bastantes de esos sucesos no sabréis nada, porque he procurado que no quedase rastro; pero conoceréis los suficientes para vibrar muchísimo y dar muchas gracias a Dios. Don Alvaro decía en una tertulia (3-VI-78): Desear conocer la historia de la Obra no es curiosidad; es algo legítimo en todos nosotros. Y en otra ocasión (14-VI-1976): hemos de meditar la vida de nuestro Padre —que ha encarnado día a día, y de modo heroico, el espíritu del Opus Dei— para imitarle mejor, porque es nuestro modelo.

 

año 1924

14/06/2023

Nuestro Padre recibe el Subdiaconado.

 

año 1946

15/06/2023

D. Alvaro, D. José y D. Salvador se ven obligados a trasladarse al piso de Città Leonina, ya que el dueño de la casa de Corso del Rinascimento les pide el 27 de mayo que la desocupen inmediatamente: en realidad, con el cambio mejoraron.

 

Decreto de aprobación definitiva (1950) (C)

16/06/2023

 

año 1950

16/06/2023

Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, Decreto Primum inter de aprobación definitiva del Opus Dei por la Santa Sede, como Instituto Secular de derecho pontificio. Nuestro Padre dispone que en todos los Centros de la Obra —ya son más de cien— se tenga la Bendición Solemne con Te Deum. Nuestro Padre da la bendición en Villa delle Rose. Escribe una de las que asistieron a esa Bendición: "Hoy, como aquel 2 de febrero de 1947, cuando en el piso de Città Leonina, supimos la noticia de la Provida Mater Ecclesia, al Padre se le veía muy alegre, pero muy cansado: como si cada paso de la Obra, dentro de la Iglesia, deje en él una huella, un trallazo... Al tomar la custodia para darnos la bendición con el Santísimo, le temblaban las manos. No estaba nervioso. Todo en su rostro denotaba gran serenidad. Estaba, eso sí, muy emocionado. Incluso, al cantar el Te Deum, su voz era menos clara, menos fuerte, que otras veces. Parecía como si se le fuera a quebrar en la garganta...".

 

año 1970

16/06/2023

Nuestro Padre se encuentra en Jaltepec y recibe a un grupo de sacerdotes de la diócesis de Guadalajara. El día había sido caluroso. Refiriéndose a lo sucedido después de esta tertulia contaba don Alvaro: "Después de aquella tertulia, que duró más de una hora, el Padre estaba cansado. Interrumpió porque se lo dijimos; pero como aquellos sacerdotes deseaban saber cosas del Concilio Vaticano II, el Padre me dijo que me quedara con ellos, mientras él se retiraba a descansar un poco". Y cuenta el Dr. Pacheco: "Fue entonces cuando nuestro Padre me tomó del brazo y me dijo: Acompáñame. Comenzó a subir la escalera apoyado en mi brazo; detrás venía don Javier. Al llegar a la habitación que ocupaba, me indicó: Pasa, pasa, siéntate aquí. Y me señaló una butaca. Mientras tanto, se había quitado la sotana. Tengo el termóstato descompuesto, me dijo en broma. Se recostó sobre la cama de tal forma que veía la imagen de la Virgen, muy bien iluminada por la luz que entraba por la ventana opuesta. Durante un buen rato guardó silencio, mirándola fijamente. El silencio se prolongó. Se notaba que nuestro Padre hacía oración. De repente, como concluyendo lo que había pensado, dijo: Quisiera morir así: mirando a la Virgen Santísima y que Ella me entregue una flor... Y después de otro silencio, expresando un deseo, añadió: Sí, me gustaría morir ante este cuadro, con la Virgen dándome una rosa. Este cuadro me lo llevaré y lo pondré en Cavabianca, en el cuarto del Padre... Poco después, se oyeron las voces de don Alvaro y don Pedro, que subían la escalera, habiendo terminado la tertulia con los sacerdotes". En 1972 se envió a nuestro Padre el cuadro, después de muchas gestiones para conseguirlo, ya que era un cuadro que habían prestado para ponerlo en Jaltepec y los dueños no estaban muy decididos a desprenderse de él tan fácilmente. Antes de enviarlo a Roma el Consiliario lo llevó a la Basílica de Guadalupe para tocarlo a la imagen de la Virgen pues sabía que le daría al Padre una gran alegría. Nuestro Padre no murió delante de este cuadro, pero sí delante de otro cuadro de la Virgen de Guadalupe que se encuentra en la habitación de trabajo que usaba don Alvaro en vida de nuestro Padre. Don Alvaro comentaba poco después del 26 de junio de 1975: "Volvía el Padre de Castelgandolfo, de hablar con un grupo de hijas suyas; entró en la habitación, miró a la imagen de la Virgen de Guadalupe (...) y se ve que Nuestra Señora del Cielo, Madre de Dios y Madre nuestra, le dijo: ya has trabajado bastante; le dio una rosa, que fue un beso en la frente, y se lo llevó al Cielo".

 

año 1957

20/06/2023

Muerte Tía Carmen en Roma. Dos meses antes de que muriera (el 23 de abril), por indicación de nuestro Padre, don Alvaro le había dado a conocer la opinión de los médicos acerca de lo incurable de su enfermedad. Ella bromeaba después diciendo: "Alvaro me ha comunicado ya la 'sentencia'...". Nuestro Padre comentó: "Recibió la noticia de que moriría, hace dos meses, como una persona santa del Opus Dei; así me lo dijo Alvaro, que fue quien se lo comunicó a mi hermana". Contaba nuestro Padre: "Sólo dos horas antes de morir, estaba yo allí de rodillas, pidiendo su curación. Hemos rezado mucho juntos. El martes por la mañana comencé a darle la Extrema Unción, y me eché a llorar como un bendito. Entonces se revistió don Alvaro, y continuó la administración del sacramento. Yo me sentía humillado; pensaba: ¡qué mal ejemplo he dado a este grupo de hijos. En cambio, le dije: "Carmen, tus restos estarán junto a los míos... Y se puso muy contenta, muy contenta". Cuando trasladaron los restos de Tía Carmen a la Cripta de Santa María de la Paz el día 23 nuestro Padre comentó a los de Casa: "Mientras bajan los restos de mi hermana, quiero deciros unas palabras. Nos ha enseñado cómo se vive y cómo se muere en el Opus Dei: sin hacer ruido, desapareciendo, sin que nadie se enterara aparte de nosotros, que estábamos muy cerca (...) No tuvo miedo a la vida, ni tampoco el más mínimo temor a la muerte: éste es el espíritu del Opus Dei (...) Ha muerto ofreciendo todos sus sufrimientos por la Obra, por sus sobrinas y sus sobrinos". También en otra tertulia (21-XI-1959) contaba nuestro Padre: "Antes de morir, le dije que la enterraríamos aquí, en la sottocripta. Y se le ocurrió comentar: "oye, si va Santiago, que tenga cuidado, porque aquello está muy frío". Estaban a su lado, conmigo, don Alvaro, don Javier y el doctor Pastor, que le tomaba el pulso. También estaban presentes Numerarias y Numerarias Auxiliares. Bien se había merecido esa compañía. Yo lloré como un niño, a escondidas, ante el Sagrario, hasta que murió, porque veía que se nos acababa otro tiempo histórico, porque quería muchísimo a mi hermana...". Nuestro Padre continuaba contando: "Enseguida que murió, bajé al oratorio, para celebrar la primera Misa en sufragio por su alma... Encomendadla, ofreced oraciones por ella, pero yo estoy seguro de que ya goza de Dios; ma propio certo: completamente seguro..". Poco después del 26-VI-1975, don Alvaro encontró un sobre de puño y letra de nuestro Padre que decía: "para abrir después de mi muerte". Don Alvaro contó que en aquel sobre había una carta en la que nuestro Padre contaba qué había sucedido en aquella Misa. Don Alvaro lo explicó así: "Antes de comenzar la Santa Misa, le vino la idea de pedir un signo de que Carmen estaba en el Cielo, pero la rechazó inmediatamente. Pensó: esto es tentar a Dios, no lo puedo pedir. Y empezó la Misa. Llegó el Memento de vivos y estuvo rezando mucho tiempo, pero no se acordó de Carmen para nada. Se dio cuenta cuando ya lo había terminado: —No he rezado por Carmen; lo haré en el Memento de difuntos. Y al llegar a ese Memento, también estuvo mucho tiempo rezando, pero volvió a olvidarse de Tía Carmen. Continuó celebrando la Misa y, durante la acción de gracias, pensó: ésta es la respuesta de Dios. Tuve la tentación de pedir un signo de que mi hermana estaba en el Cielo, luego me he arrepentido y he pedido perdón, y el Señor es tan bueno que me lo ha dado. Porque no es lógico que celebre la Misa por el alma de mi hermana y me olvide completamente de ella. Esto significa que no necesita de sufragios. Y sintió dentro de sí esa sensación inefable del dedo de Dios, que toca lo más íntimo del alma: sí, Carmen está en el Cielo". Al día siguiente de esa Misa, en una tertulia con los alumnos del Colegio Romano, sin hacer ninguna alusión expresa a lo que había sucedido en la Misa del día anterior, nuestro Padre comentó: "He venido para que vierais que el Padre está a-le-gre, con-ten-to —dijo marcando cada sílaba—, con el gozo del Espíritu Santo... Sí, hijos míos, me tenéis que dar la enhorabuena. Carmen se encuentra ya en el Cielo...". El día 23 fueron depositados sus restos en la Sotto Cripta de Santa María de la Paz en Villa Tevere.

 

año 1946

21/06/2023

Noche tempestuosa en el J. J. Sister (con D. José Orlandis) en el viaje que hizo nuestro Padre de Barcelona a Génova. El médico de Madrid había desaconsejado a nuestro Padre que hiciera el viaje, y que no respondía de su vida si lo hacía. Nuestro Padre había escrito a don Alvaro: "No me hace ninguna gracia el viaje que me indicas como conveniente: nunca he estado en peor disposición física (...). Sin embargo, decidido a no poner inconvenientes a la Voluntad de Dios (...) iré como un fardo". La tormenta —impropia de la época del año en que viajaban— duró casi 20 horas. Toda la vajilla y la cristalería del comedor del barco se rompieron. Se oían rodar los muebles de las habitaciones de un lado a otro. Prácticamente todos los pasajeros y miembros de la tripulación —incluido el capitán— terminaron mareados. En pleno temporal, nuestro Padre comenta a don José: "¿Sabes lo que te digo? Pues que, si nos vamos al fondo y nos comen los peces... ¡Perico Casciaro no vuelve a probar la pescadilla en toda su vida!". Poco después comenta nuestro Padre: "¡Hay que ver de qué manera el diablo ha metido el rabo en el golfo de Lyon! ¡Está visto que no le hace ninguna gracia que lleguemos a Roma!. Nuestro Padre llegó a Génova la noche del 22 de junio. Ahí le esparaban don Alvaro y don Salvador Canals. Nuestro Padre, al saludar a don Alvaro, le dijo: "¡Aquí me tienes, ladrón...! ¡Ya te has salido con la tuya!". Esa noche duermen en un hotel de Génova, pero es tan tarde que ya está cerrado el comedor. Nuestro Padre lleva más de treinta horas sin comer nada. Esa noche don Alvaro sólo puede ofrecerle un pequeño trozo de queso que ha guardado pensando en el Padre. Al día siguiente —23— salen hacia Roma.

 

año 1943

21/06/2023

D. Alvaro regresa a Madrid después de haber presentado y dejado los papeles para la aprobación pontificia de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz.

 

año 1933

22/06/2023

Jueves, víspera de la Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús. Nuestro Padre está en la iglesia del Perpetuo Socorro en Madrid haciendo unos días de retiro que había comenzado el 19 de junio. Tiempo atrás (lo anotó nuestro Padre el 15-II-1932 en sus Catalinas) un religioso claretiano —el P. Juan Postius— con el que venía confesándose desde que el P. Sánchez se había escondido por la persecución religiosa, le había anunciado una prueba de parte de Dios: "El P. Postius, con quien vengo confesándome desde que se escondió el P. Sánchez, al ponerse en vigor el decreto de disolución de la Compañía, me dijo que llegará tiempo en que la prueba consista en no sentir este sobrenatural impulso y amor por la Obra". En mayo de 1930 nuestro Padre había escrito en sus Catalinas: "Ni una sola vez se me ocurre pensar que ando engañado, que Dios no quiere su Obra. Todo lo contrario". La tarde del jueves, pues, por breves instantes, el Señor le arrebató la luz clara del 2 de octubre de 1928, dejándole flotar entre los pensamientos adversos que saltaron a su mente. Nuestro Padre escribió: "fue cosa de segundos, pero ¡cómo se padece!". Y cuenta: "A solas, en una tribuna de esta iglesia del Perpetuo Socorro, trataba de hacer oración ante Jesús Sacramentado expuesto en la Custodia, cuando, por un instante y sin llegar a concretarse razón alguna —no las hay—, vino a mi consideración este pensamiento amarguísimo: ¿...y si todo es mentira, ilusión tuya, y pierdes el tiempo..., y —lo que es peor— lo haces perder a tantos?". Fue un instante de vacío sobrenatural, una suprema angustia que le llenó de amargura el alma. Ante esta duda, se encaró con Dios y le pidió: "Si la Obra no es para servirte, para servir a tu Iglesia, ¡destrúyela! ¡haz que se destruya inmediatamente!; si es, confírmame". Inmediatamente nuestro Padre experimentó una inefable sensación de paz y de alegría, como confirmación de que la Obra es de Dios: Inmediatamente me sentí confirmado en la verdad sobre su Voluntad sobre su Obra". Nuestro Padre dejó escrito este hecho, según anota: "porque deseo que los primeros estén enterados de las pequeñeces divinísimas que han rodeado el nacimiento de esta nueva milicia de Cristo. Con ese conocimiento y con el que de mis miserias vayan adquiriendo, al tratarme, no podrán menos de amar la Obra y de exclamar: ¡verdaderamente esta Obra es... la Obra de Dios!". Esta misma prueba la vuelve a padecer en septiembre de 1941 en Segovia, en la Colegiata de la Granja de San Ildefonso. Nuestro Padre vuelve a hacer la misma petición a Dios, y la reacción sobrenatural es la misma.

 

Santo Tomás Moro (C)

22/06/2023

 

año 1970

22/06/2023

En la Comisión Regional de México se conserva un cuadro de Santo Tomás Moro —antes estaba en la sala de estar, donde ahora se encuentra un cuadro de nuestro Padre, regalo del Padre a la Región—. En el reverso figuran varias fechas escritas, para dejar constancia de algunos hitos de la historia de la Obra en México. Entre ellas destaca, por la inconfundible firmeza de la letra de nuestro Padre, la del 22-VI-1970, día en que nuestro Padre manifestó a quienes le acompañaban en su novena a la Virgen de Guadalupe su seguridad de haber sido escuchado.

 

año 1970

23/06/2023

Nuestro Padre sale de México después de 40 días de estancia. Antes de salir de la Comisión, le piden que escriba una jaculatoria en una imagen de la Virgen de Guadalupe. Nuestro Padre escribe: Consummati in unum!. El avión que le llevó de regreso a Roma hizo una escala en Santo Domingo. Desde ahí, nuestro Padre envió una carta a la Región.

 

año 1946

23/06/2023

Nuestro Padre llega a Roma por primera vez, después de haber viajado de Barcelona a Génova en el J.J. Sister, y de Génova a Roma en coche. Llegan a la hora del crepúsculo. Al entrar en el apartamento —quinto piso—, nuestro Padre saluda al Señor en el oratorio y se da cuenta que, a pesar del cariño con que está puesto todo, la pobreza en que viven los de Casa es muy grande. Después de cenar tienen un rato de tertulia. Esta primera noche en Roma la pasa nuestro Padre en vela haciendo oración, sentado en la terraza, viendo —a pocos metros de donde se encontraba— los apartamentos pontificios, en el piso de Città Leonina. Cuando algún tiempo después, nuestro Padre le cuente a un viejo prelado de la curia que ha pasado en vela su primera noche romana "por devoción y amor al Papa", este hombre lo referirá a otros..., que a su vez comentarán el suceso entre bromas y burlas: "Muchos se rieron de mí. En un primer momento, esa murmuración me hizo sufrir; después ha hecho surgir en mi corazón un amor al romano pontífice (...) mucho más firme, porque nace de la reflexión; más teológico y, por tanto, más profundo. Desde entonces suelo decir que en Roma he perdido la inocencia".

 

año 1946

24/06/2023

Nuestro Padre celebra por primera vez la Santa Misa en Roma en el oratorio del piso de Città Leonina.

 

San Juan Bautista (B)

24/06/2023

 

año 1944

25/06/2023

Ordenación sacerdotal de los tres primeros, en el Oratorio del Palacio Episcopal de Madrid, por D. Leopoldo Eijo y Garay. En 1940 los tres habían ya comenzado a estudiar teología para prepararse bien. Nuestro Padre no tuvo que darles grandes explicaciones para pedirles que se ordenaran. El mismo don Alvaro lo comentó: ¡Todo fue muy sencillo! No hay nada barroco en la Obra. Nuestro Padre sabía perfectamente que podía disponer de nosotros, y nosotros respondimos libremente, sin ninguna coacción. Cuando Mons. Leopoldo Eijo y Garay, Obispo de Madrid-Alcalá, supo que don Alvaro —por quien sentía mucho cariño y admiración— iba a recibir la ordenación sacerdotal, le preguntó: —Alvaro, ¿te das cuenta de que vas a perder tu personalidad? Ahora eres un ingeniero prestigioso, y después vas a ser un cura más... Don Alvaro le contestó: Señor Obispo, la personalidad hace muchos años que se la he regalado a Jesucristo. Asistieron a la ceremonia de ordenación varios de la Obra venidos de distintas ciudades de España, parientes de los tres ordenandos y amigos. Las invitaciones impresas para la Misa de ordenación llevaban en el ángulo izquierdo el sello de la Obra. El texto, en letras doradas y rojas, que había sido redactado por nuestro Padre, decía: "El 25 de junio de 1944, Domínica IV después de Pentecostés, de manos del Excmo. y Rvdm. Sr. D. Leopoldo Eijo y Garay, Obispo de Madrid-Alcalá, recibirán el Sacerdocio Alvaro del Portillo y Diez de Sollano, José María Hernández de Garnica y José Luis Muzquiz de Miguel, de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz. El Presidente de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz tiene la alegría de comunicarle tan grata noticia y pide a Usted, por los nuevos sacerdotes, oraciones y sacrificios". La víspera, por la tarde, nuestro Padre fue al cementerio donde reposaban los restos de la Abuela e Isidoro. Después contó que hizo esfuerzos por contenerse, pero que lloró. Don Leopoldo quiso usar durante la ceremonia de ordenación un báculo más rico que el que usaba habitualmente como símbolo de su alegría. La Misa comenzó a las 10 de la mañana. Nuestro Padre estaba en ese mismo momento celebrando la Santa Misa en el oratorio de Lagasca ofreciéndola por los que se ordenaban. Le ayudaba la Misa don José María Albareda. Nuestro Padre lo recordaba en 1969: "Durante la ceremonia, celebré Misa pidiendo por mis tres hijos sacerdotes, y José María Albareda me ayudó. Estábamos solos en aquel oratorio que no vale gran cosa, pero al que tenemos tanto cariño". En otra ocasión dijo, refiriéndose a ese día: "Yo estaba muy contento y muy triste a la vez. Sentía la realidad de nuestra vida laical y, de otra parte, la necesidad del sacerdocio era tan clara, que aquello tenía que gustarle a Dios. Estaba con mucha alegría y con mucha tristeza". Contaba don Alvaro en una tertulia: Para nuestro Fundador, humana y sobrenaturalmente, aquel era un día de triunfo: después de tantos años de rezar y trabajar para extender la Obra, después de tanta contradicción, después de haber oído decir a muchas personas que no había solución canónica para esta ordenación de sacerdotes, llegaba el momento en que tres hijos suyos iban a ser ordenados presbíteros. Nuestro Padre pudo haber ido, lógica y lícitamente, a la capilla del obispo de Madrid, donde don Leopoldo nos ordenó, pero prefirió no encontrarse entre la multitud que acudió a la ceremonia. Pensó que, si iba, todo el mundo le querría felicitar, y sería el centro de las miradas. —Yo escondido, a ocultarme y desaparecer, que eso es lo mío —concluyó—; que solamente Jesús se luzca. Como sabéis, celebró la Misa a la misma hora de la ordenación, en el oratorio de Diego de León, ayudado por don José María Albareda. Su triunfo fue ofrecer al Señor la humildad de desaparecer y de aceptar las críticas de algunas personas que comentaron: —¿Qué hace? ¿cómo es que no ha venido?, ¿es que no quiere a sus hijos...?". Al llegar los tres a Diego de León, nuestro Padre les esperaba con una gran emoción. Enseguida quiso besar las manos a don Alvaro, que, muy emocionado, se resistía. Se produjo entonces un cariñoso y rápido forcejeo, pero nuestro Padre, con mucha viveza, asió fuertemente las manos de don Alvaro y le besó las palmas, abrazándolo después. Lo mismo hizo con don José María y don José Luis. Entonces don Alvaro exclamó: "¡Ahora nosotros!". Nuestro Padre se oponía y don Alvaro dijo: "Lo decíamos al venir para acá: ahora el Padre no dejará que le besemos las manos". Antes de la ordenación presbiteral nuestro Padre les había dado el Curso de Retiro —del 13 al 20 de mayo de 1944— en el Monasterio de El Escorial. A media tarde de este día 25-VI, en el oratorio, nuestro Padre dijo a los de Casa: "No quiero hacer historia en este día, pero cuando pasen los años y los más jóvenes que hay aquí peinen canas o luzcan espléndidas calvas, como algunas que ya se ven, y yo, por ley natural, haya desaparecido hace ya mucho tiempo, vuestros hermanos os preguntarán: ¿qué decía el Padre el día de la ordenación de los tres primeros? Respondedles sencillamente: el Padre nos repitió lo de siempre: oración, oración, oración; mortificación, mortificación, mortificación; trabajo, trabajo, trabajo". Años más tarde escribió nuestro Padre (Carta 8-VIII-1956): "recé con confianza e ilusión, durante tantos años por los hermanos vuestros que se habrían de ordenar y por los que más tarde seguirían su camino, y recé tanto, que puedo afirmar que todos los sacerdotes son hijos de mi oración". En una tertulia en Roma (29-II-1976) contaba don Alvaro: "Cuando nos ordenamos los tres primeros, nuestro Padre lo pasó mal. Solía comentar que sintió mucha pena... Se entristeció porque los tres primeros éramos de los que llevaban más tiempo en Casa —aunque había otros más antiguos— y, por nuestras ocupaciones profesionales, teníamos más facilidad que otros para desplazarnos a las distintas ciudades donde se comenzaba a trabajar, y la Obra iba a prescindir de esa ayuda. Además, éramos de los pocos que ganaban dinero, que en aquellos momentos hacía mucha falta. También le apenaba la ordenación por otro motivo, que nuestro Padre resumía así: "ahora vais a hacer visitas a los obispos, y hay algunos que os miran como de abajo arriba, con admiración; pero después —cuando seáis sacerdotes— quizá esos mismos os tratarán como el general al sargento, mirándoos de arriba a abajo". Después resultó que siempre nos trataron con mucho respeto porque nuestro Padre ya había hecho muchas antesalas, había esperado tantas horas para hablar con los obispos, que sus hijos no tuvimos que aguardar nunca". En otra ocasión, el 25 de junio de 1989, contaba don Alvaro: "Recuerdo que alrededor del 25 de junio de 1944 un periódico publicó que se ordenaban los primeros sacerdotes del Opus Dei, y nuestro Fundador comentó: ¿es que yo no soy del Opus Dei? Se me quedaron muy grabadas estas palabras". Años después, al cumplirse el XXV aniversario de la ordenación de los tres primeros, nuestro Padre les escribió desde Roma a don José Luis y a don José María: "Deseo festejar y agradecer a Dios ese aniversario junto a mis tres curicas mayores, sin que me falte ninguno". Al celebrar la Misa el 25-VI-1969 en Villa Tevere —en oratorios distintos— cada uno de los tres se da cuenta de que le han puesto una palia bordada para la ocasión y el mismo cáliz que habían usado el día de su primera Misa 25 años antes.

 

Aniversario de la Ordenación de los tres primeros sacerdotes (C)

25/06/2023

 

año 1939

25/06/2023

Nuestro Padre predica el curso de retiro previo a la ordenación presbiteral a un grupo de diáconos de Vitoria, a petición de Mons. Xavier Lauzurica. Terminó el 1-VII. Nuestro Padre había entrado a Madrid el día 28-III y apenas estaba consiguiendo recomenzar la labor apostólica que había interrumpido la guerra. Este fue el primero de una larga serie de cursos de retiro que nuestro Padre predicó a petición de los obispos de casi toda España. Tuvo que hacerlos compatibles con toda la labor de San Rafael que comenzaba otra vez a crecer, con el seguimiento de la instalación de los Centros —casi simultánea— en Valencia, Valladolid, Barcelona, Zaragoza, etc.

 

San Josemaría (A)

26/06/2023

 

año 1944

26/06/2023

Nuestro Padre va al Centro de la calle Villanueva, en Madrid, donde vive don Alvaro. Le pregunta si ya ha recibido alguna confesión sacramental. Ante la respuesta negativa de don Alvaro, nuestro Padre dice: "Pues la primera confesión será la mía: quiero hacer confesión general contigo". Contaba después nuestro Padre que, después de confesarse, don Alvaro no quiso decir nada y comenzó a recitar la fórmula de la absolución y nuestro Padre le interrumpió: "Hijo mío, comprendo que no quieras darme ningún consejo, pero al menos debes darme la penitencia". Don Alvaro se la indicó y..., se le olvidó la fórmula de la absolución: "tuve que soplársela toda...", recordaba divertido nuestro Padre. Este mismo día, don Jose María Hernández de Garnica celebra su primera Misa en el Colegio de la Asunción. Don Alvaro celebró en el Colegio del Pilar y don José Luis Múzquiz en la iglesia del Monasterio de la Encarnación. Nuestro Padre no asistió a ninguna de ellas. Pero, a última hora, Ricardo Fernández Vallespín consigue llevarlo hasta la capilla donde acaba de celebrar don José Luis Múzquiz, para besar las manos del nuevo sacerdote. Era tal la emoción de don José Luis que no reconoció a nuestro Padre cuando se acercó haciendo fila como uno más.

 

año 1975

26/06/2023

Fallecimiento de nuestro Padre a los 73 años. Contaba el Padre en una tertulia en Villa Sacchetti el 19 de junio de 1999, recordando este día, que al llegar a Villa Tevere: "Subimos desde el garage hasta la Villa Vecchia por las escaleras —unos tres tramos—. Yo me adelanté para abrir las puertas, y don Alvaro iba apoyando el brazo de nuestro Padre. Cuando llegamos al Cortile Vecchio don Alvaro me dijo: Yo creía que no llegábamos porque el Padre no podía más. En la puerta del Oratorio del Padre nuestro Padre volvió a hacer una genuflexión pausada y profunda. Al llegar al Soggiorno de la Villa Vecchia, llamamos al médico. Nuestro Fundador estuvo unos minutos sentado mientras le tomaban el pulso. Luego dijo: Vámonos para arriba, porque no podemos estar aquí perdiendo el tiempo. Tomamos el ascensor. Estábamos con nuestro Padre, don Alvaro, el médico y yo. Don Alvaro se hizo un poco a un lado, en el descansillo del segundo piso, para explicarle a don José Luis Soria —el doctor— lo que había pasado para que pudiera atenderle médicamente. Nuestro Padre entró en el cuarto de trabajo de don Alvaro, y cuando yo estaba cerrando la puerta del ascensor me llamó. Me impresionó mucho verle: fue una caída de espaldas y se dio un fuerte golpe con la cabeza en el suelo. Estuvimos intentando reanimarle, luchando, haciendo masajes de corazón a nuestro Padre". En ese momento —cuenta otro—, varios de los que estaban atendiéndolo luchando por reanimarle, hicieron a Dios el ofrecimiento de su vida a cambio de la de nuestro Padre. Y seguía contando el Padre: "Estuvimos intentando reanimarle hasta que llegó un momento en que dijo don Alvaro: "se ve que Dios se nos ha llevado a nuestro Padre". "Desde el primer momento don Alvaro le dio la absolución y se buscaron los santos óleos. Hacíamos tanta fuerza que decíamos: ¡todavía se siente el pulso!, pero posiblemente ya se había marchado al Cielo". Se cumplían 31 años del día en que don Alvaro le diera por primera vez la absolución después de ser ordenado sacerdote. Cuando el médico dijo a don Alvaro que nuestro Padre había fallecido, todos se arrodillaron junto a nuestro Padre. Don Alvaro, entonces, le quitó la cruz que llevaba nuestro Padre desde muchos años atrás y que tiene una reliquia de la Santa Cruz, y se la puso él diciendo que la llevaría hasta que se eligiera al sucesor de nuestro Padre. Nuestro Padre murió, como quería: "sin dar la lata". Sin embargo, contaba don Pedro C., nuestro Padre tenía todo previsto y pensado por si llegaba a viejo. En alguna meditación, don Alvaro comentó: "hubo un tiempo en el que nuestro Padre pensaba que en 1984 entregaría su alma a Dios. Se ve que tuvo que sufrir tanto, vivió tan de prisa y con tanta fuerza los últimos años de su vida, que el Señor le acortó el tiempo de estar en la tierra" (cn I-84, p. 68). Luego, en la Carta de VI-75 don Alvaro dice que Dios "adelantó" la muerte de nuestro Padre. Nuestro Padre solía comentar que había "muerto" tres veces: la primera, durante la guerra civil en España, cuando mataron a esa persona delante de su casa, pensando que era él; la segunda el día que se curó de la diabetes, y la tercera.... Este mismo día 26, por la mañana, había llamado a don Giuseppe Molteni y a don Francisco Vives para que fueran a ver a un amigo de nuestro Padre —el doctor Ugo Piazza— para que diera un recado a Paulo VI, concretamente, que le dijera al Papa: "Que todos los días, desde hace años, ofrezco la Santa Misa por la Iglesia y por el Papa. Podéis asegurarle (...) que he ofrecido al Señor mi vida por el Papa, cualquiera que sea". Al terminar de darles este encargo, nuestro Padre llamó a Carmen Ramos y le dio el encargo de hacer llegar el mismo recado a la hija del doctor Piazza para que se lo comunicara al Papa. En una homilía (16-XI-87 en Inglaterra), don Alvaro contaba: "Me viene a la memoria aquella meditación que dirigió nuestro Padre poco antes de marchar al Cielo. Encarándose con el Señor, repetía incansablemente esta jaculatoria: Domine, ut videam! Y añadía: ¡Señor, que casi ya no veo! ¡Ábreme los ojos! Había perdido la vista casi por completo, pero lo llevaba con mucha paciencia y no quería preocuparnos. Aquella vez, en el oratorio del Consejo, se le escapó: no veo a tres metros de distancia, y tengo que atisbar el futuro para pode dirigir a mis hijos".

 

año 1954

27/06/2023

Nuestro Padre se encuentra de tertulia en Los Rosales con un grupo de hijas suyas y les dice: "La historia de la Obra se tendría que escribir de rodillas, porque es la historia de las misericordias de Dios".

 

año 1937

27/06/2023

Nuestro Padre, dando una meditación a los de Casa en la Legación de Honduras: "Quisiera que, desde ahora, con motivo de esta charla, adquirieseis una costumbre (...): rezar todos los días a Nuestra Señora tres Avemarías, de rodillas y con los brazos en cruz, siempre que sea posible, para que conceda el don de la pureza a todos los de la Obra".

 

año 1940

28/06/2023

Ha terminado nuestro Padre de dar el retiro mensual a un grupo de muchachos de San Rafael de Valladolid (entre ellos estaba don Jesús Urteaga). Valladolid fue la tercera ciudad donde se puso un Centro después de la guerra (1o. en Madrid: Jenner; 2o. en Valencia: El Cubil; 3o. en Valladolid: El Rincón). Paseando por la huerta del colegio, en la ribera del río Pisuerga, nuestro Fundador vió una jaula donde había una águila vieja y medio desplumada. Nuestro Padre comentó años después: "Os he contado ya otras veces la triste impresión que me produjo ver un águila dentro de una jaula de hierro, con un pedazo de carroña entre sus garras. Aquel animal —que en las alturas es todo majestad, dueño de los aires, y mira de hito en hito el sol— encerrado en esa jaula daba asco y pena a la vez, por las mil diabluras que le gastaban unos niños (...). Pensé en lo que sería de mi, si abandonara la vocación recibida de Dios".

 

año 1946

28/06/2023

Breve apostólico Cum societatis de S. S. Pío XII, por el que se conceden diversas indulgencias a los miembros de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz y Opus Dei.

 

Aniversario de la erección del Colegio Romano

29/06/2023

29 de junio de 1948

 

año 1948

29/06/2023

Nuestro Padre erige el Colegio Romano de la Santa Cruz. Villa Tevere se había encontrado a principios de 1947. Pocos meses después se trasladaron desde el piso de Città Leonina a lo que llamaron el Pensionato —prácticamente disponían únicamente de la planta baja—, donde se vivió durante bastante tiempo, sin disponer de camas más que una que se reservaba para el que estaba enfermo. Al mismo tiempo que se hacían muchas gestiones para dar a conocer la Obra —nuestro Padre había llegado a Roma dos años antes—, se conseguía dinero para las obras de Villa Tevere, y se procuraba la expansión apostólica por Italia, nuestro Padre hizo un gigantesco acto de fe y firmó el decreto por el que se erigía el Colegio Romano de la Santa Cruz, cuyo primer Rector fue don Alvaro. Inmediatamente empezaron a llegar más alumnos al Colegio Romano. Don Alvaro contaba en una tertulia (29-VI-85): "Nuestro Padre hizo un decreto en latín —luego comentaba que le salió un poco barroco—, en el que hablaba con una visión como profética de un Colegio al que vendrían gentes de todas las naciones".

 

San Pedro y San Pablo, Apóstoles (B)

29/06/2023

 

año 1963

30/06/2023

Nuestro Padre se encuentra recién operado de la boca. Tiene unos dolores fuertísimos que le hacen sufrir mucho. No puede apenas hablar. Intentan distraerlo pasando una película en el Aula Magna de Villa Tevere. Nuestro Padre se tiene que ir a los pocos minutos por el dolor. Se retira a su despacho y toma el teléfono, marca el teléfono de Secretaría y le contesta alguien que toma nota —sabía taquigrafía— de lo que le va diciendo nuestro Padre. Nuestro Padre le dijo, entre otras cosas: "Dios mío, ¡cuánto sufrimiento!, lo estoy pasando muy mal. No lloro porque soy un soberbio, pero tengo un dolor físico como no lo he tenido nunca con esta pequeña operación que me han hecho en la boca. Porque soy un soberbio no lloro. No lloro, no porque sea mortificado, sino porque soy un soberbio (...) Tú pídele al Señor que sepa ofrecerlo (el dolor) con alegría. Primero ofreciéndolo por mis pecados, por mis miserias, y después por todos vosotros y por todo el mundo (...). Hijo mío, ¡cómo te quiero! ¡Cómo os quiero a todos!, a cada uno de vosotros yo os quiero como si no tuviera más hijos que uno. Al principio esto parecía ser más fácil, porque éramos pocos. La misión era universal y yo os veía a todos, pero entonces éramos pocos y parecía imposible que os quisiera igual cuando fuérais miles. Pero es igual, hijo mío, es una realidad (...). Tu procura ser muy fiel, que cuando pasen los años no te creerás lo que has vivido, te parecerá que has soñado".

 

año 1934

01/07/2023

(Sin día claro) En este verano nuestro Padre envía por primera vez "Noticias" a los que estaban de veraneo y le contestan cerca de 50 muchachos

 

• 42º Ignacio Echeverría (de 48 pitajes)

01/07/2023

VII-40

 

año 1942

02/07/2023

Se van a vivir las primeras de la Obra a la Casa de Jorge Manrique, comenzando así la vida en familia en el primer Centro de la Sección de Mujeres. Nuestro Padre pidió a Tía Carmen que les ayudara en la instalación del Centro en esos primeros momentos. Cuenta una de las que vivió ese momento: "A los pocos días vino nuestro Padre. Después de hablarnos un rato prolongado sobre vida interior, le acompañamos en el recorrido que hizo por la casa, y nos detuvimos en la habitación que había designado para el oratorio. Nos urgió a instalarlo rápidamente —yo cuento los Centros por Sagrarios, decía— y dedicó muchos ratos, ayudado por don Alvaro, a ese trabajo. Pronto nos indicó que rezásemos las Preces en esa sala; y que, al besar el suelo, rogáramos al Señor que viniese pronto al primer sagrario que iba a tener la Sección femenina. Cuando quedaron terminados los arreglos, el Padre dirigió la meditación y celebró la Misa para dejar reservado el Santísimo. Luego, casi a diario, el Padre celebraba la Misa en ese Centro. Fue en ese oratorio, el 14 de febrero de 1943, que nuestro Padre fundó la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz mientras celebraba la Santa Misa.

 

año 1946

03/07/2023

Nuestro Padre deja por primera vez el Santísimo en el Sagrario de Città Leonina en Roma. Había llegado el 22 de junio anterior, pero no estaba todavía terminado de instalar el oratorio. En cuanto se terminaron todos los detalles se pudo quedar reservado el Santísimo. En el departamento de Città Leonina, nuestro Padre y don Alvaro vivieron unos 16 meses. El departamento era muy pequeño pero, por deseo de nuestro Padre, desde el 26 de diciembre de 1946, tuvieron que ceder espacio a las que fueron a atender la Administración. Eso hizo, además, que se incrementaran las estrecheces económicas en la vida diaria. Lo que hizo que nuestro Padre adelantase la llegada de las de Casa fue darse cuenta de que la empleada húngara que les atendía en Città Leonina tenía poca delicadeza —no era creyente— en todo lo referente al Oratorio.

 

Santo Tomás, Apóstol (C)

03/07/2023

 

año 1930

04/07/2023

Nuestro Padre se encuentra sin director espiritual pues los distintos sacerdotes con los que se ha ido confesando no habían podido seguir atendiéndolo por un motivo u otro. No tenía —escribe— "a quien abrir el alma y comunicar en el fuero de la conciencia aquello que Jesús me había pedido". Por entonces oye hablar del Padre Sánchez, jesuita, que atendía muy bien a sus penitentes. La mañana de este día fue a hablar con él a la calle de la Flor a pedirle al jesuita que fuera su director espiritual: "Entonces, despacio, comuniqué la Obra y mi alma. Los dos vimos en todo la mano de Dios. Quedamos en que yo le llevara unas cuartillas —un paquete de octavillas, era—, en las que tenía anotados los detalles de toda la labor". Luego, nuestro Padre cuenta: "El domingo, día 6 de julio, entregué al P. Sánchez estas cuartillas, en el Patronato, cuando vino a los exámenes de la preservación de la fe". En otro lugar, anota: "El P. Sánchez se fue a Chamartín un par de semanas. Al volver, me dijo que la obra era de Dios y que no tenía inconveniente en ser mi confesor. El lunes 21 del mismo mes, en Chamartín, me devolvió las notas el Padre y se comprometió a ser nuestro Director: Laus Deo! El paquete de octavillas lo quemé hace unos años. Lo siento". A partir de finales de julio nuestro Padre se entrevistó periódicamente con su nuevo director espiritual para tratar, no los temas concernientes a la fundación de la Obra, sino lo concerniente a su alma. Nuestro Padre mismo anota en sus Catalinas: "sólo le hablaba de la Obra en cuanto tenía relación con mi alma". Así, durante los primeros años de la fundación de la Obra se confesaba con este sacerdote jesuita: el Padre Valentín Sánchez Ruiz. Nuestro Padre tenía que ir a verle a una casa de formación que los jesuitas tenían en el barrio madrileño de Chamartín, al norte de la ciudad y a una enorme distancia de Atocha, la zona por donde vivía nuestro Padre. Solía hacer el trayecto a pie (por falta de dinero). No pocas veces, el Padre Sánchez le hacía esperar largo rato, incluso horas, antes de recibirle. Varios años después nuestro Padre se encontraba comiendo con el P. Arrupe, superior de los jesuitas. El P. Sánchez ha fallecido ya. Nuestro Padre evoca aquellas caminatas y cómo, en algunas ocasiones, salía un hermano lego para anunciarle: "hoy el padre Sánchez no podrá atenderle". Nuestro Padre comenta en tono positivo: "siempre consideré que aquel era un motivo bueno para formar mi alma". En éstas, el hermano lego que está sirviendo la mesa y que ha seguido el hilo de la conversación dice repentinamente: "¡Toma! ¡Si lo sabré yo...! Yo era el que tenía que ir con ese recado tan desagradable, después de haber estado usted esperando una o dos horas. Recuerdo perfectísimamente bien que no fue ni una, ni dos, sino varias veces, cuando ocurrió eso". En alguna ocasión contaba don Alvaro que, después de redactar Santo Rosario, nuestro Padre se lo llevó al P. Sánchez para que lo aprobara: "Santo Rosario lo escribió nuestro Padre de una sentada, como prolongación de su acción de gracias de la Santa Misa, en el Patronato de Santa Isabel: sobre una mesa que hay entre la iglesia y la sacristía, yendo hacia la salida de presbiterio. Decía algunas cosas más. Pero su confesor, al que nuestro Padre enviaba todo, le dijo que se podía quitar esto y lo otro. Y lo quitó. Luego, cuando he visto el original, me ha dado mucha pena porque hay otras cosas muy bonitas. Todos tenemos tendencia a corregir la plana a los demás. Pero nuestro Padre, con esa confianza en lo que venía de Dios, le hizo caso". Nuestro Padre entregaba sus Catalinas al P. Sánchez para que estuviera enterado de todo lo que sucedía en su vida interior. A veces tenía que anotar descortesías que recibía de su mismo confesor: "He escrito esto con detalles —anota, a raiz de un menosprecio recibido de su confesor—, porque, seguramente, el P. Sánchez lo ha de leer y verá que estas pequeñeces —que se presentan con relativa frecuencia— me escuecen: por eso, creo que me vienen muy bien". Nuestro Padre dejó de confesarse con él en otoño de 1941, después de que, en una entrevista, el P. Sánchez, de modo brusco y cortante, le dice que olvide la Obra porque la Iglesia nunca la aprobará. Nuestro Padre se extraña y le pregunta si estaría dispuesto a repetir eso mismo delante de un testigo y nuestro Padre se hace acompañar de don Alvaro. El P. Sánchez repite su afirmación y cita algunos números del Código de Derecho Canónico. Don Alvaro comentaba años después: "al llegar a casa fui a ver el Código y los números no tenían nada que ver". Nuestro Padre le hizo ver que ya no podría seguir confesándose con él porque le había perdido la confianza. Muchos años después, poco antes de que muriera el P. Sánchez, nuestro Padre fue a visitarlo al hospital y estuvo un largo rato con él muy cariñoso, hablando de muchos temas. En determinado momento, y sin que nuestro Padre hubiera preguntado nada ni hubiera hecho referencia al incidente, el P. Sánchez dijo: "Josemaría, me obligaron". Y nuestro Padre, sin añadir nada al comentario, siguió hablando de otras cosas.

 

año 1991

06/07/2023

Decreto sobre la curación milagrosa atribuida a nuestro Padre. Para cuando se estudió el milagro en cuestión ya habían llegado a la Postulación en Roma más de 60 mil favores atribuídos a la intercesión de nuestro Padre. El Decreto Pontificio se refiere a Sor Concepción Boullón Rubio, Carmelita de la Caridad, de 70 años. Tenía una "lipocalcinogranulomatosis tumoral con localizaciones múltiples", además de problemas de úlcera gástrica, hernia hiatal y una grave anemia. Los médicos ya la habían desahuciado. Se curó de modo inexplicable e inmediato una noche de junio de 1976, cuando se encontraba en trance de muerte inmediata según los médicos. Debido a su estado ya terminal los médicos no le dieron ningún tratamiento salvo algunos analgésicos para mitigar los dolores. Sor Concepción nunca rezó por su curación. Fueron sus hermanas quienes acudieron a la intercesión de nuestro Padre para pedirle su curación. Durante una noche muy agitada, sintió unos dolores tan agudos que pensó que había llegado su última hora. Hacia las cinco de la mañana consiguió conciliar el sueño. Al despertar, sintiéndose mejor, decidió bañarse y fue entonces cuando se dió cuenta que el tumor del hombro —del tamaño de una naranja— había desaparecido. Pensó que quizá se había reventado la piel y buscó señales de sangre en las sábanas. Al ver que no había nada quiso avisar a las demás, y al ponerse los zapatos se dió cuenta de que también había desaparecido el tumor del pié izquierdo. Desaparecieron también las molestias gástricas. Sor Concepción murió a la edad de 82 años (12 años después de su curación) por causas totalmente distintas.

 

• 44º Alvaro de Amo (de 48 pitajes)

07/07/2023

7-VII-40
10-VII-85

 

• 6º Alvaro del Portillo (de 48 pitajes)

07/07/2023

7-VII-1935
23-III-1994

 

año 1935

07/07/2023

Petición de admisión de don Alvaro. La Residencia DYA —Ferraz 50— terminaba su primer curso académico. Contaba nuestro Padre: "Recé por Alvaro durante años. Me habló de él una tía suya. (...) Algunas veces me hablaba con orgullo de su sobrino Alvaro, que hacía dos carreras (...). Entonces comencé a rezar por Alvaro. ¡Menudo chasco me llevé, cuando vi que no venía tan fácilmente! Tampoco es que se resistiera mucho". "Mi tía le contó —explicaba el mismo don Alvaro— que tenía un sobrino muy listo —como era mi madrina, estaba en su derecho dejando hablar al corazón—, y de que le gustaban mucho los plátanos". Esto debió ocurrir antes de 1931, año en que nuestro Padre dejó de trabajar en el Patronato de Enfermos, donde colaboraba la tía de don Alvaro. Durante el curso 1933-1934 don Alvaro acudía a Vallecas, barrio pobre y extremo de Madrid, a atender una catequesis. "Una vez (el 4-II-1934) —contaba don Alvaro— los balcones estaban llenos de gente, parecía que se preparaban para asistir a un espectáculo de futbol o algo así. En realidad, habían planeado pegarnos una paliza fenomenal (eran tiempos de ambiente anticlerical) a cuatro o cinco que íbamos a dar la catequesis en la parroquia de San Ramón. Efectivamente, a uno le arrancaron una oreja, a mí me dieron con una llave inglesa en la cabeza, y estuve tres meses bastante mal, pero muy contento. Todo eso era preparación. Yo aún no conocía a nuestro Padre". "Un día —contaba don Alvaro— vi a tres o cuatro hablando ente sí en voz baja. Me entró curiosidad y les pregunté de qué trataban. Se quedaron un poco sorprendidos, pero me lo explicaron: estaban hablando de nuestro Padre. Entonces pedí que me lo presentaran". De aquella primera entrevista contaba don Alvaro: "Me recibió, y vi que era un sacerdote muy alegre. Me preguntó enseguida: ¿cómo te llamas?, ¿tú eres sobrino de Carmen del Portillo? ¿entonces tú eres aquel al que le gustan mucho los palátanos? (de pequeño le gustaban mucho los plátanos, pero por lo visto no sabía pronunciar bien esa palabra y la tía de don Alvaro se lo contó a nuestro Padre). Me quedé asombrado, y le contesté: sí, me gustan mucho. El Padre sacó la agenda y, como si sólo tuviese que atenderme amí, me propuso con gran cordialidad: tenemos que hablar despacio y largo. Y me citó para cuatro o cinco días después. Yo lo anoté también. Peo cuando fui, el Padre no estaba; me dió un plantón. Se ve que lo habían llamado para atender algún moribundo, y no me pudo avisar, porque no le había dejado mi teléfono". Pasaron algunos meses antes de que don Alvaro regresara a Ferraz. "Cuando estaba a punto de salir de Madrid antes del verano, se me ocurrió: voy a despedirme de aquel sacerdote que era tan simpático. Fui, aunque no le había visto más que cuatro o cinco minutos. Me recibió y charlamos con calma de muchas cosas. Después me dijo: mañana tendremos un día de retiro espiritual —era sábado—, ¿por qué no te quedas a hacerlo, antes de irte de veraneo? No me atreví a negarme, aunque mucha gracia no me hacía, porque no sabía de qué se trataba. No me atreví a decir que no, y el caso es que volví al día siguiente". El 7 de julio cayó en domingo. "En ese retiro, el Padre dio una meditación sobre el amor a Dios y el amor a la Virgen, y me quedé hecho fosfatina. Luego, la segunda meditación. El Padre había dicho que me hablasen por la tarde; pero el que tenía que hacerlo entendió mal, y me habló aquella misma mañana, y yo dije que sí". Con don Alvaro comenzó la costumbre de pedir la admisión por escrito: "El primero que pidió la admisión por escrito fui yo, el 7 de julio de 1935. Cuando me hablaron de la Obra y decidí pitar, el Padre me dijo: ponme unas letras. Escribí cuatro líneas, redactadas con estilo de ingeniero. Venía a decir: he conocido el espíritu de la Obra, y deseo pedir la admisión; algo así". En una tertulia el 14-II-1980, recordaba don Alvaro: "Cuando pité tenía 21 años; un año después empezó la guerra en España, y pasamos mucho tiempo juntos el Padre y yo, con otros; cuando nos quedábamos solos en aquel cuartito pequeñito de la Legación de Honduras —en el que vivíamos seis—, me hacía muchas confidencias. Ya antes me dejó para que los leyera muchos de sus escritos, en los que aparecían sus hijas y tantos apostolados que después han surgido de modo aparentemente espontáneo, como consecuencia de una labor de años". Años después contaba don Alvaro: "Hice la fidelidad el día de San José de 1936. Entonces se llamaba la esclavitud, y la ceremonia era un poco más larga. Nuestro Padre la recortó porque no quería conceder nada al corazón. Al presidir la ceremonia, el Padre besaba los pies del que había hecho la fidelidad mientras decía unas palabras de la Sagrada Escritura: quam speciosi pedes evangelizantium pacem, evangelizantium bona!. Esto hizo nuestro Padre conmigo. Y yo le devolví ese beso en cuanto pude: cuando su alma ya se había ido al Cielo. Si le besé los pies en aquel momento, fue porque me acordé de que el Padre me los había besado a mí, y le devolví ese beso".

 

1975

07/07/2023

Se inaugura Torreciudad

 

año 1912

10/07/2023

Muerte de Lolita, hermana de nuestro Padre (n. 10-II-1907).

 

año 1910

11/07/2023

Muerte de Rosario, hermana de nuestro Padre (n. 2-X-1909).

 

año 1958

14/07/2023

El 14 de julio de 1958 nuestro Padre bajó al despacho de arquitectos en Villa Tevere y pidió los planos del edificio de Uffici, que estaba bastante avanzado. Miró los planos con rapidez, como buscando un sitio adecuado y, al encontrarlo, con una pluma fuente de Jesús Gazapo —que gustaba especialmente a nuestro Padre por su trazo grueso—, escribió sobre el plano del semisótano en el lugar donde ahora se encuentra una imagen de la Virgen (antes de entrar al Oratorio de Santa María de la Paz): Mater Pulchrae Dilectionis, 14-VII-1958. Explicó entonces que había que encargar una estatua en mármol, de la Virgen con el Niño, de tamaño natural. Se colocaría en el Vestibolo dell´Arco, sobre un pedestal, de modo que se pudiera besar el pie de la Virgen. El Niño tendría ademán de bendecir una rosa, que la Virgen tendría en sus manos. A su lado, habrían de ponerse unas lamparillas, para que las encendiese quien desease. Pocos días más tarde, en una hoja de agenda, concretó la inscripción que figuraría en el pedestal: Sancta + Maria Mater + Pulchrae + Dilectionis Filios + tuos + adiuva. 14 julio 1958. El 9 de noviembre de 1958 alguien preguntó a nuestro Padre el significado de la lámpara constantemente encendida y de la fecha que había mandado poner en el pedestal. Nuestro Padre comentó: La fecha corresponde al día en que decidí poner una imagen de la Virgen, y el motivo fue la venta de la primogenitura por un plato de lentejas, por parte de uno que era hermano vuestro. Ya os he dicho otras veces que, en el fondo de toda infidelidad, hay siempre un punto de corrupción y de impureza. Esa luz, perennemente encendida significa la petición constante que dirigimos a Dios, por medio de la Madre del Amor Hermoso, para que guarde la pureza de mis hijos. Nuestro Padre, posteriormente, determinó que sólo hubiera una lámpara que estaría permanentemente encendida. Al dibujar el croquis de la lámpara, Jesús G. trazó un garabato a modo de ménsula, y nuestro Padre, interpretando que había querido dibujar una paloma, comentó que le parecía una idea excelente y se puso una paloma. La estatua quedó colocada en abril de 1959. En Nochevieja de 1959 nuestro Padre, acompañado de don Alvaro, don Javier y unos cuantos más, encendió la lámpara votiva. Nuestro Padre dijo mientras se preparaban las cosas: Ya conocéis lo que pedimos a nuestra Señora: la limpieza de todos en la Obra. Nuestro Padre tomó la vela y don Alvaro la encendió mientras, por indicación de nuestro Padre, todos rezaban de rodillas el Bendita sea tu pureza. Nuestro Padre, al terminar de rezar la oración, dijo: Míranos con compasión, ¡no nos dejes, Madre nuestra!

 

año 1943

15/07/2023

Muerte de Isidoro (tenía 41 años). Durante los últimos meses de su enfermedad lo atendían de modo continuo los de Casa por turnos. Con nuestro Padre había hablado varias veces desde su hospitalización. La última vez que habló con él, el 14 de junio, nuestro Padre le preguntó si estaba en paz: "Sí, Padre. Estoy muy contento, de verdad. Esto se acaba y ya me voy a nuestra casa del Cielo. Allí me acordaré mucho de la Obra". Nuestro Padre le dijo: "Mira, hijo, le pido al Señor que me dé una muerte como la tuya". El día que murió, durante toda la mañana había estado acompañado por alguno de Casa. Por una circunstancia imprevista —se entendió mal la distribución de los turnos—, hacia las cinco de la tarde, se encontraba momentáneamente solo en la habitación. Tan pronto como avisaron de que estaba agonizando, nuestro Padre salió inmediatamente hacia el sanatorio con otros de Casa. Pero cuando llegaron, Isidoro ya había fallecido. Nuestro Padre permaneció bastante tiempo junto a la cama, sin poder ocultar la emoción. Nuestro Padre celebró la Misa el día 16. Isidoro fue enterrado en el cementerio de la Almudena, junto a los Abuelos. En la lápida de la sepultura nuestro Padre mandó poner: Vita mutatur, non tollitur. El 11 de octubre de 1948, en presencia del obispo don Leopoldo Eijo y Garay y de nuestro Padre, se abrió en Madrid su Proceso de Beatificación. El proceso informativo se clausuró el 19 de abril de 1961, y en 1994 se completó la recogida de nuevos documentos.

 

año 1950

15/07/2023

Pide la admisión el primer norteamericano: Father Dick. Después de escribir la carta al Padre, muy contento le preguntó a don José Luis Múzquiz: Bueno, muy bien, ¿y cuántos somos en Estados Unidos? Y Don José Luis le contestó: tú, otro y yo, y nada más...

 

año 1932

16/07/2023

Muerte de D. José María Somoano, sacerdote (probablemente envenenado), después de dos días de agonía. Fue ordenado sacerdote en 1927 y en 1931 ejercía ya el cargo de capellán en el Hospital del Rey (también conocido como Hospital Nacional de Enfermedades Infecciosas). Había pedido la admisión el 2-I-1932. A nuestro Padre le dolió mucho su muerte, pero tenía la convicción de que había muerto santamente —mártir—, y que desde el Cielo ayudaría mejor a la Obra. Nuestro Padre escribió en sus Apuntes Intimos el día que enterraron a don José María: "Día 18 de julio de 1932: El Señor se ha llevado a uno de los nuestros: José María Somoano, sacerdote admirable. Murió, víctima de la caridad, en el Hospital del Rey (de donde ha sido capellán hasta el fin, a pesar de todas las furias laicas) en la noche de la fiesta de Nuestra Señora del Carmen —de quien era devotísimo, vistiendo su santo escapulario—, y, como esta fiesta se celebró en sábado, es seguro que esa misma noche gozaría de Dios. Hermosa alma. Su vida de celo le hizo ganarse las simpatías de cuantos convivieron con él. Hoy de buena gana le he dado a Jesús este socio. Está con El y será una gran ayuda. Tenía puestas muchas esperanzas en su carácter, recto y enérgico: Dios lo ha querido para El: bendito sea". Escribió nuestro Padre en una nota necrológica: "Sacerdote admirable, su vida, corta y fecunda, era un fruto maduro que el Señor quiso para el Cielo. El pensamiento de que hubiera sacerdotes que se atreven a subir al Altar menos dispuesto, le hacía derramar lágrimas de reparación. Antes de conocer la Obra de Dios, luego de los incendios sacrílegos de Mayo, al iniciarse la persecución (en España) con decretos oficiales, fue sorprendido en la Capilla del Hospital del que fue capellán, ofreciéndose a Jesús, en voz alta, como víctima por esta pobre España. Nuestro Señor Jesús aceptó el holocausto y, con una doble predilección, predilección por la Obra de Dios y por José María, nos lo envió (...) para que la Obra tuviera junto a la Trinidad Beatísima y junto a María Inmaculada quien de continuo se preocupe de nosotros. ¡Con qué entusiasmo oyó, en nuestra última reunión sacerdotal, el lunes anterior a su muerte, los proyectos del comienzo de nuestra acción! Yo sé que harán mucha fuerza sus instancias en el Corazón Miseridordioso de Jesús, cuando pida por nosotros y que obtendremos las gracias abundantes que hemos de necesitar para cumplir la Voluntad de Dios" (+ 16-julio-1932). Con la muerte de don José María, nuestro Padre se sintió impulsado a cubrir el hueco que dejaba en la Capellanía del Hospital del Rey. Y cuenta sor Engracia Echevarría, superiora de las religiosas que atendían el hospital: "se presentó ante mí don Josemaría Escrivá, por entonces era un joven sacerdote que apenas contaría con treinta años de edad, y me dijo que no me apurase por no tener ya Capellán oficial. Que de noche y de día, y a cualquier hora que fuese, y bajo mi responsabilidad, debía llamarle según fuera la gravedad del enfermo que pedía los sacramentos". Nuestro Padre —que era Capellán del Patronato de Santa Isabel— tuvo que hacer un hueco en su horario, que era bastante más que apretado, para poder atender el hospital que, además, le requería cruzar Madrid de norte a sur y caminar un poco por el campo, y, en aquella época, como nuestro Padre iba vestido siempre de sotana, se exponía constantemente a insultos y pedradas. Dentro del hospital, nuestro Padre se veía expuesto al contagio de los enfermos infecciosos. Para confesar en aquellas salas comunes era necesario estar con el oído pegado cerca de la almohada, sufriendo el estertor cargado de los moribundos, y los esputos y las toses de los tuberculosos. Al aumentar los penitentes y alargarse las visitas, nuestro Padre se vio obligado a ir a confesar también los sábados. A partir de entonces, casi todos los domingos y los días de fiesta celebraba la Misa y predicaba la homilía para todo el hospital. Fue en este hospital donde nuestro Padre conoció a María Ignacia García, que fue la primera vocación de expiación. No fue éste el único hospital en el que nuestro Padre se dedicó a atender a los enfermos. Nuestro Padre dedicó mucho tiempo al Hospital General, al Hospital del Rey (de incurables), al Hospital de la Princesa.

 

año 1946

16/07/2023

Nuestro Padre es recibido por primera vez por un Papa: Pío XII. En el diario que se llevaba en el Centro de Città Leonina se escribió: A las doce menos cuarto recibe el Santo Padre al Padre. ¡Muy contentos! La Radio Vaticana hizo eco de la audiencia con una amplia nota en términos elogiosísimos, sobre las actividades del Padre y el gran desarrollo de la Obra. El Osservatore Romano, el Quotidiano y toda la prensa de España recogieron la noticia. Ya el 29 de junio don Alvaro había entregado a nuestro Padre un autógrafo del Papa que decía: "A mi amado hijo José María Escrivá de Balaguer, Fundador de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz y del Opus Dei, con una bendición especial. Pio P.P. XII, Roma 28 de junio de 1946". Nuestro Padre escribió: "Tengo un autógrafo del Santo Padre (...). ¡Qué alegrón! Lo besé mil veces.

 

Nuestra Señora del Carmen (C)

16/07/2023

 

año 1938

18/07/2023

Nuestro Padre reza en la Catedral de Santiago de Compostela para ganar el jubileo: "Pedid por mí —había escrito a sus hijos— para que este Jubileo jacobeo me limpie y me encienda el alma". Estuvo ahí con D. Ricardo Fernández-Vallespín y don Eliodoro Gil. Nuestro Padre celebró la Misa en el altar que está junto a la urna que contiene los restos del Apóstol Santiago. Después, siguiendo la costumbre, dió el abrazo al Apóstol.

 

año 1936

19/07/2023

Ataque al Cuartel de la Montaña en Madrid, que se encontraba situado exactamente enfrente de la nueva residencia de Ferraz que pocos días antes habían terminado de instalar para comenzar el curso 1936-1937. Después del ataque, nuestro Padre tuvo que salir de Ferraz, al día siguiente, vestido con un mono de trabajo y fue a la casa de la Abuela (Calle Dr. Cárceles), y aunque había muchos soldados en la calle y nuestro Padre llevaba la tonsura abierta, nadie se dio cuenta ni lo identificó como sacerdote. En una tertulia preguntaron a don Alvaro porqué no había acompañado al Padre en el paso por los Pirineos: "Cuando empezó la guerra en España en 1936, yo pertenecía a la quinta anterior a la class di ferro: la primera que llamaron a filas. No me presenté porque hubiera tenido que formar parte de un ejército declaradamente contrario a la Iglesia. Más tarde, si comparecía con tanto retraso, me esperaba la pena de muerte. Por eso no podía salir de Madrid; nuestro Fundador dispuso que permaneciera allí hasta que pudiese escapar".

 

• 45º Adolfo Rodríguez Vidal (de 48 pitajes)

20/07/2023

20-VII-40

 

• 46º Federico Suárez Verdaguer (de 48 pitajes)

21/07/2023

21-VII-40

 

• 47º Javier Silió (de 48 pitajes)

22/07/2023

VII-40

 

Santiago, Apóstol (C)

25/07/2023

 

San Joaquín y Santa Ana (D)

26/07/2023

 

año 1940

27/07/2023

Nuestro Padre viaja por primera vez en avión. Hizo el viaje de Madrid a Barcelona con motivo de la instalación del primer Centro de la Obra en esa ciudad: El Palau. Refiriéndose a este vuelo comentaba divertido nuestro Padre: "También es cierto (...) que aquellos saludos (gloria in altissimis Deo!), brotaban sentidos y espontáneos sobre las nubes". Esa misma tarde nuestro Padre da por primera vez la meditación a los de Casa y de San Rafael que estaban por ahí y, con eso, se da por inaugurado el Centro. Los asistentes, por falta de sillas —sólo tenían un par de mesas y dos sillas que se compraron para evitar que nuestro Padre viese el piso totalmente desamueblado— se tuvieron que sentar en el suelo encima de unos periódicos. Anota uno de los asistentes a la meditación: "La palabra del Padre nos comunicó fuego con el que mantener vivo el incendio de Amor, que el Señor con su infinita bondad quiso que se provocase en nosotros". Estaba comenzando la labor en Barcelona y casi inmediatamente comenzó una campaña de calumnias y acusaciones muy fuertes contra la Obra y nuestro Padre. Se decía que la excomunión de nuestro Padre no podía tardar en llegar. Nuestro Padre contaba: "fueron unos años especialmente despiadados, en los que fui la escupidera de todo el mundo". Refiriéndose a esos años de persecución en Brcelona, decía nuestro Padre: "De mí decían que era un hereje. Lo propalaban ciertas personas, que iban como locos de casa en casa, hablando con los padres de los chicos que acudían a un Centro de la Obra. Hubo familias que echaron del hogar a sus hijos, por no querer perder la vocación ni separarse de don Josemaría, como me llamaban... Luego, con el paso de los años, muchos de esos padres han venido a verme, llorando, para pedir perdón de rodillas. A mí me daba mucha pena. Les respondía: no tengo nada que perdonaros. Os engañaron; vosotros defendíais el alma de vuestros hijos". Don Alvaro recordaba: "¡Qué momentos tan duros! ¡qué soledad la de nuestro Padre! Recuerdo ahora aquella carta de nuestro Fundador, en la que prohibía que ni entre nosotros mismos hablásemos de lo que estaba ocurriendo. Era un clamor en toda España". Una vez, llegó una carta brevísima de nuestro Padre al Palau: "¡Que Jesús bendiga a mis hijos del Palau! Spe gaudentes, in tribulatione patientes, orationi instantes. Os abraza. Mariano". Decía nuestro Padre: "Nos insultaban desde los púlpitos y confesonarios. En un colegio de monjas llegaron a quemar Camino delante de las alumnas, como si se tratase de un libro herético. Fue una persecución violentísima". Nuestro Padre indicó que, en aquellas circunstancias no se hiciera un proselitismo intenso. Don Alvaro recordaba: En Barcelona, en el piso que llamaban El Palau había una cruz de palo bastante grande. Algunas personas comenzaron a propalar que hacíamos sacrificios humanos, que crucificábamos gente. ¡Parece mentira que pueda pensarse una cosa así! Pero lo dijeron". Nuestro Padre mandó cambiar la cruz por otra más pequeña y fue entonces cuando nuestro Padre pidió a don Leopoldo Eijo y Garay que concediera indulgencias a todos aquellos que besaran la cruz de palo. El 21 de mayo de 1941, nuestro Padre hizo un viaje a Barcelona —de incógnito— y se hospedó en la casa de un sacerdote amigo suyo que era el que confesaba a los de la Obra que había entonces en Barcelona. Contaba nuestro Padre refiriéndose a este viaje: "Antes de ir a Barcelona, el Nuncio me aconsejó: vaya con nombre supuesto... Algún día os divertiréis mucho, conociendo episodios de nuestra historia interna. Vosotros no sabéis, por ejemplo, que el gobernador de una gran ciudad dio orden de meterme en la cárcel en cuanto pusiera los pies allí. Tuve que ir con nombre supuesto. No era mala persona, pero le engañaban". Como se hospedaba en casa de ese amigo suyo sacerdote: "tenía que ir a aquella casa (El Palau) cuando ya era un poquito tarde, a las diez y media o las once de la noche, porque había gente dispuesta a armar jaleo".

 

• 7º José María Hernández de Gº (de 48 pitajes)

28/07/2023

28-VII-1935
7-XII-1972

 

año 1940

29/07/2023

Se firma el contrato para la renta de la casa en la esquina de Diego de León y Lagasca, en Madrid, porque Jenner ya era insuficiente. Hubo muchas dificultades económicas para alquilarlo, pero nuestro Padre no se detuvo: "Hizo falta fe y audacia, pero si no lo hubiéramos hecho, todavía estaríamos en Jenner". En octubre se trasladaron a vivir la Abuela, Tía Carmen y Tío Santiago, Isidoro y otros cuantos más. La Abuela vivió en esta casa hasta su muerte en abril de 1941. Nuestro Padre se trasladó a vivir en noviembre y escogió para él la peor habitación: era sumamente fría en invierno —no había dinero para pagar la calefacción— y la más calurosa en verano. Nuestro Padre escogió la mejor habitación para instalar el oratorio, que tenía planta ovalada. Este detalle —ser una habitación ovalada— dio lugar a murmuraciones por parte de algunos. En 1951 se recibió en Roma una denuncia contra nuestro Padre, acusándolo de que el oratorio de el Centro era elíptico y alegando extrañas sospechas. Este oratorio fue testigo de muchas anécdotas de la vida de nuestro Padre. En él velaron a la Abuela. Fue en este oratorio a donde nuestro Padre bajó aquella noche de 1942: "... estaba en el punto de mira de demasiadas acusaciones, habladurías, injurias y calumnias. Había comenzado la 'contradicción de los buenos'. Esa noche, desvelado e inquieto por los ataques que se lanzan contra él, baja al oratorio, solo, de rodillas junto al Sagrario, llora como un hombre que no se puede defender. Llora sin preocuparse de enjugar las lágrimas que caen por sus mejillas. Al cabo de un rato dice: 'Señor, si Tú no necesitas mi honra, yo ¿para qué la quiero?'. Nuestro Padre comentaba en 1968, refiriéndose a este oratorio: "Recuerdo que allí han velado mis hijos los restos de mi madre. Recuerdo que allí hemos recibido muchas gracias del Señor... Recuerdo que, junto a ese sagrario pobre, yo reunía a vuestros hermanos que hoy ya son mayores y les contaba las cosas agradables y las desagradables. Me gustaba mucho contárselas junto a Jesús Sacramentado. Pedía licencia al Señor, y después hacíamos una tertulia en la que hablaba yo solo. Las grandes noticias de la historia de la Obra las he dado siempre pegado al Sagrario, y, durante unos años, en esta casa". Esta casa es actualmente la sede de la Comisión Regional de España. En la cripta de Diego de León están los restos de los Abuelos.

 

año 1938

29/07/2023

Guerra civil en España. Nuestro Padre se encuentra viviendo en Burgos junto con don Pedro Casciaro, D. Francisco Botella y D. José María Albareda (nuestro Padre se fue a vivir a Burgos después de cruzar el Pirineo). Este día, D. Pedro Casciaro, caminando por la calle en Burgos junto con don José María Albareda, se cruza con la Sra. Bermúdez, esposa del Administrador de Propiedades en la Delegación de Hacienda de Burgos. Se conocían de Albacete. Don Pedro notó que esa señora se le quedó mirando con sorpresa y disgusto. El papá de D. Pedro y el esposo de la Sra. Bermúdez habían militado, antes de la guerra, en partidos políticos rivales. Uno o dos días después nuestro Padre se entera que el Sr. Jorge Bermúdez, que guarda una cierta antipatía hacia el papá de don Pedro desde los años de Albacete, tiene intención de levantar una falsa denuncia, delante de las autoridades militares de Burgos, contra don Pedro: haberse pasado a la zona nacional como espía. Eso le podía costar a don Pedro la cárcel o el fusilamiento, pues una denuncia del Sr. Bermúdez —por su cargo— tendría mucho peso entre las autoridades militares. Nuestro Padre, al enterarse, le sugiere a don Pedro ir a visitar a la señora Bermúdez y él se propone hablar personalmente con el Sr. Bermúdez y lo hace el 1 de agosto. La gestión de don Pedro con la señora Bermúdez no tiene éxito. Hace ver a don Pedro que no tiene ninguna intención de detener la denuncia de su esposo ni de animarlo a aclarar las cosas. Don Pedro sale de la entrevista un tanto contrariado. Nuestro Padre va a ver al señor Bermúdez el 1 de agosto.

 

• 48º Rafael Escolá (de 48 pitajes)

31/07/2023

31-VII-40

 

año 1938

01/08/2023

Nuestro Padre visita, a primeras horas de la mañana, acompañado de don José María Albareda, al Sr. Jorge Bermúdez (ver 29-VII), para pedirle que no haga la falsa denuncia de don Pedro ante las autoridades de Burgos. El Sr. Bermúdez se niega rotundamente, pues sabe que el papá de don Pedro militó en un partido político de izquierdas: "¡tanto el padre (de don Pedro), como el hijo la tienen que pagar!". Nuestro Padre se esforzó por hacerle ver que cometía una gran injusticia, puesto que don Pedro jamás había tenido nada que ver con las actividades políticas de su padre y era un buen cristiano, pero Bermúdez no quiso ceder en lo más mínimo. Nuestro Padre le dijo entonces que no querría encontrarse en su lugar y presentarse al juicio de Dios con ese rencor en el alma; que pensara que el Señor podía pedirle cuenta aquel mismo día de lo que pretendía hacer, o castigarle en sus hijos, pero el Sr. Bermúdez no cedió nada y la entrevista termina en un tono muy amargo. Nuestro Padre sale de la entrevista silencioso y dolido. D. José María Albareda, al ir bajando la escalera del edificio, le oye decir en voz baja: "... mañana o pasado, entierro", pero no entiende exactamente a qué se refiere. Esa misma tarde se enteran del inesperado fallecimiento del Sr. Bermúdez. D. Pedro, de la impresión, acaba en cama. Nuestro Padre le hace ver que tiene que agradecer a Dios el cuidado que tenía con él, y que no se preocupara porque estaba moralmente seguro que Dios había concedido al Sr. Bermúdez el arrepentimiento final. Pocas semanas después uno de los hijos del Sr. Bermúdez muere en un accidente aéreo. D. Pedro se lo comunica a nuestro Padre y dice: "Hasta cierto punto, era de esperar...; encomiéndale; yo también lo haré".

 

Nuestra Señora de los Ángeles (D)

02/08/2023

 

Santo Cura de Ars (C)

04/08/2023

 

Dedicación de la Basílica de Santa María la Mayor (C)

05/08/2023

 

año 1958

05/08/2023

(ó día 7)-- Nuestro Padre se encuentra caminando por las calles de Londres. Ve todo aquel ir y venir de gente de muchas naciones y lenguas. Gente muy fría, que caminan "en silencio, sin mirarse, abstraida de todos los demás". Un tanto descorazonado, nuestro Padre se vuelve a Dios y le dice: "Esto se te ha escapado de las manos... Londres es mucho Londres... ¡Yo no puedo, Señor, yo no puedo!". Y, entonces, nuestro Padre escucha la voz de Dios dentro de sí: ¡Tú no puedes nada, pero Yo lo puedo todo! . Contaba nuestro Padre: "Me encontraba hace poco en una nación a la que quiero mucho. Allí pululan las sectas y las herejías, y reina una gran indiferencia ante las cosas de Dios. Al considerar este panorama me desconcerté y me sentí incapaz, impotente: Josemaría, aquí no puedes hacer nada.. (...) De pronto, en medio de una calle por la que iban y venían gentes de todas las partes del mundo, dentro de mí, en el fondo de mi corazón, sentí la eficacia del brazo de Dios: ¡tú no puedes nada, pero Yo lo puedo todo!, tú eres la ineptitud, pero Yo soy la omnipotencia. Yo estaré contigo, y ¡habrá eficacia!". Contestando a una pregunta sobre este suceso decía don Alvaro en una tertulia en Inglaterra el 19 de julio de 1980: "Fue enseguida de venir. Era el celo por las almas, que nuestro Padre tenía en grado superlativo. Ahora lo recuerdo perfectamente. Nuestro Padre pensaba: Señor, aquí parece que está todo por hacer... Vuestros hermanos habían trabajado mucho y muy bien, pero esto es tan grande... Londres es mucho Londres, decía el Padre, sintiendo la impotencia suya y de todos nosotros, pobres instrumentos. —Señor, que no puedo nada, decía en su oración mientras caminaba por la calle. Y esta fue la respuesta divina: tú no puedes nada, pero Yo lo puedo todo. Enseguida se puso en movimiento, y buscó dos iglesias. Una, que estaba cerca de la Universidad de Londres, pertenecía a una secta protestante: todos los ministros de esa secta dicen que son obispos y que cuando se muera el último, se terminará el mundo; ¡nada menos! Quisimos verla, con intención de conseguir hacernos cargo de ella, aunque no tuviésemos dinero. No nos dejaron visitarla por ser católicos. La segunda estaba cerca de Oxford Street, en Hanover Square. Yo hice muchas gestiones para obtener el dinero necesario, porque me lo mandó el Padre. Pero no salió adelante. Desde el principio decía nuestro Padre que Londres es una encrucijada mundial. Empleaba esta palabra: encrucijada, un lugar donde coincide gente de todo el mundo. Y pensó en poner aquí un duplicado de nuestra sede central. Nos dirigimos a una agencia de compra-venta de casas, y con ese motivo vinimos a ver Wickenden Manor. Nuestro Padre quería que al mismo tiempo fuese un lugar para venir aquí cuando en Roma aprieta el calor, y trabajar a gusto. Entonces no pudo ser, pero todo eso se hará, en otra parte. Nuestro Padre puso en marcha todas esas gestiones en una semana". En 1999, durante la convivencia de consiliarios en Roma, el consiliario de Inglaterra contó al Padre que, en una iglesia confiada a sacerdotes de la Obra en Londres, muy cerca de la calle donde nuestro Padre tuvo aquella locución, la atención pastoral ha ido cada vez más en aumento: confesiones, etc. El Padre comentó que es la respuesta de Dios a la oración de nuestro Padre.

 

año 1939

06/08/2023

Nuestro Padre bendice los pisos de la calle de Jenner donde se instala la nueva Residencia después de terminada la guerra civil de España. La anterior —Ferraz 16— había quedado totalmente destruida y se había perdido todo el mobiliario: era totalmente inhabitable. Desde su regreso a Madrid —28 de marzo—, hasta esta fecha, nuestro Padre y los de Casa, junto con la Abuela, Tía Carmen y Tío Santiago, estuvieron viviendo en la casa rectoral del Patronato de Santa Isabel. Como nuestro Padre había pedido a la Abuela su colaboración para dar a los primeros Centros de la Obra tono de familia, en esta Residencia se habilitaron unas habitaciones para que vivieran la Abuela y los hermanos de nuestro Padre. La decoración del oratorio de la Residencia fue motivo de calumnias por parte de algunos que no entendían latín —se habían escrito frases de la Sagrada Escritura en los frisos junto al techo— ni estaban familiarizados con los símbolos tradicionales de la iconografía cristiana: los panes, las espigas, la vid, etc., que separaban las palabras. También fue motivo de calumnias la cruz de palo —tamaño natural— que nuestro Padre puso en una de las paredes laterales del oratorio. En la Residencia vivían 40 estudiantes. La Abuela y Tía Carmen se encargaban de la administración. Eran tiempos de posguerra y escaseaban los víveres. Todo estaba racionado. En esta Residencia comenzaron varias costumbres de la Obra. Se comenzó a rezar en las Preces la oración por el obispo de la diócesis. Al principio nuestro Padre quiso que se mencionara el nombre del odinario del lugar pero, más adelante, adoptó la fórmula actual, pues por los frecuentes desplazamientos, no era fácil conocer el nombre del obispo de cada diócesis. Un día, durante una tertulia, nuestro Padre interrumpió el hilo de lo que estaba diciendo, para pedir que rezaran un Acordaos por un hijo suyo (don Alvaro) que en aquellos momentos lo necesitaba de modo especial (ver Surco 472). "Una noche durante la tertulia —relata uno de los que fueron residentes— nuestro Padre nos habló de la devoción al Santísimo Sacramento en los primeros viernes de mes. Sin darnos cuenta, acogimos su idea como propia. Entre los residentes compramos un viril para la exposición solemne del Santísimo. Desde entonces, las noches del primer jueves del mes al viernes siguiente, en todas las casas de la Obra está expuesto el Santísimo, adorado ininterrumpidamente por turnos de vela". Nuestro Padre dirigía en la Residencia, cada semana, de quince a veinte círculos y, cada semana, preguntaba a todos qué nuevos amigos podían invitar. Fue en enero de 1940 cuando nuestro Padre comunicó que, en lo sucesivo, no daría más los círculos sino que los darían los mayores en Casa. Entonces, se hicieron los guiones de los círculos. La mayor parte de los residentes acudían a la catequesis y a las visitas a pobres. Desde esta Residencia comenzaron los viajes a Barcelona, Zaragoza, Valencia y Valladolid para extender la Obra. En verano de 1940 se buscaron en Madrid dos nuevas sedes. Se encontraron Diego de León y la casa de Martínez Campos. En octubre de 1940 se trasladó nuestro Padre a Diego de León, donde el año siguiente nacería el primer Centro de Estudios. A Martnez Campos se trasladaron los más mayores. Jenner funcionó 4 años. En 1943 se trasladó la Residencia a la sede de la Moncloa.

 

Transfiguración del Señor (C)

06/08/2023

 

año 1970

06/08/2023

Nuestro Padre está en Premeno, en Villa Gallabresi, durante el verano. El año 1970 ha sido especialmente duro para nuestro Padre que ve y siente una fuerte animadversión de parte de ciertas élites del alto clero en Roma. Ya en 1969 nuestro Padre había pedido a Paulo VI que desbaratara una "Comisión" —de dos o tres eclesiásticos "notoriamente hostiles a la Obra"— que se había formado en Roma para "revisar" —según ellos— el status jurídico de la Obra, cosa que nadie había pedido, y que ha creado un clima de desconfianza, incómodo, hacia nuestro Padre, de parte de muchas otras personas, también eclesiásticos del alto clero romano. Nuestro Padre acaba de hacer su oración y se dispone a comenzar la Misa. Antes de revestirse, dice a don Javier: "Siéntate un momento, por favor...". Don Javier se sienta en una de las sillas y nuestro Padre, mirando al Sagrario le dice: "Esta misma mañana me ha ocurrido algo, y quiero que lo sepas. Hace un rato, estando yo en mi cuarto, antes de venir al oratorio, mientras con la mente y con el corazón le insistía al Señor en que la Obra tiene que poder hacer toda la labor de almas para la que El la ha querido que exista en la tierra, sentí que el Señor ponía en mi alma unas palabras de la Escritura... Esas palabras me han llenado de confianza y me han dado un empuje nuevo, para arreciar en la petición; para ser perseverantemente rezador; y para instar a mis hijas y a mis hijos a que no dejen nunca ¡ni un solo instante! la oración, que es la única arma del Opus Dei... Lo que he escuchado en mi interior ha sido: Clama, ne cesses!... Esas palabras me han venido, sin yo haberlas buscado ni pensado... No sé... estoy conmovido... Se me ha reproducido por dentro aquel mismo ambiente de los comienzos de la Obra". Aludiendo a esta locución, escuchada en Premeno, dice nuestro Padre a un grupo de hijas suyas: "Ahora ya no lloro, pero desde el 6 de agosto de 1970 he clamado sin cesar, con la plena convicción de que Dios lo quiere. Y os digo a vosotras: ¡clamad, rezad, gritad desde el fondo de vuestro corazón!". Es la época en la que nuestro Padre sufre inmensamente por la situación de la Iglesia y reza pidiendo a Dios que termine el tiempo de prueba y que las cosas vuelvan a su cauce. Es una época de duros ataques en contra de la Obra, por parte de algunos que no quieren entender la naturaleza de la Obra y ponen duros obstáculos a la posibilidad de una solución jurídica. Más bien quieren obligar las circunstancias para que la Obra tome otros cauces jurídicos. Este clima dura varios años. En 1971 nuestro Padre, por este motivo, repite aquella oración: "Señor, Dios mío, en tus manos abandono lo pasado, lo presente y lo futuro, lo pequeño y lo grande, lo poco y lo mucho, lo temporal y lo eterno".

 

año 1931

07/08/2023

Fiesta de la Transfiguración de Nuestro Señor Jesucristo. Nuestro Padre está celebrando la Santa Misa en un altar lateral del Patronato de Enfermos: "Llegó la hora de la Consagración: en el momento de alzar la Sagrada Hostia, sin perder el debido recogimiento, sin distraerme —acababa de hacer in mente la ofrenda al amor misericordioso—, vino a mi pensamiento, con fuerza y claridad extraordinarias, aquello de la Sagrada Escritura: et si exaltatus fuero a terra, omnia traham ad meipsum". Y continúa nuestro Padre en sus Apuntes Intimos: "Ordinariamente, ante lo sobrenatural, tengo miedo. Después viene el ne timeas!, soy Yo. Y comprendí que serán los hombres y mujeres de Dios, quienes levantarán la Cruz de las doctrinas sobre el pináculo de toda actividad humana.. Y vi triunfar al Señor, atrayendo a Sí todas las cosas". La "ofrenda al amor misericordioso" es aquella oración que rezaba nuestro Padre todos los días en la Misa al hacer la elevación del pan, y que era una oración muy difundida por entonces: "Padre Santo, por el Corazón Inmaculado de María, os ofrezco a Jesús vuestro Hijo muy amado; y me ofrezco a mí mismo en El, por El y con El, a todas sus intenciones y en nombre de todas las creaturas". En una carta escrita en 1947, nuestro Padre escribió: "Me da vergüenza, pero os lo escribo cumpliendo con las indicaciones que he recibido: pocas cosas de éstas os contaré. Aquel día de la Transfiguración, celebrando la Misa en el Patronato de Enfermos, en un altar lateral, mientras alzaba la Hostia, hubo otra voz sin ruido de palabras. Una voz, como siempre, perfecta y clara: Et ego, si exaltatus fuero a terra, omnia traham ad me ipsum. Y el concepto preciso: no es en el sentido en que lo dice la Escritura: te lo digo a ti en el sentido de que me pongáis en lo alto de todas las actividades humanas; que, en todos los lugares del mundo haya cristianos con una dedicación personal y libérrima, que sean otros Cristos".

 

Aniversario de la Ordenación sacerdotal del Padre [Don Javier]

07/08/2023

 

año 1936

09/08/2023

Después del ataque al Cuartel de la Montaña el 19 de julio, situado enfrente de la Residencia de Ferraz 16, nuestro Padre tuvo que salir de Ferraz, al día siguiente, vestido con un mono de trabajo y fue a la casa de la Abuela (Calle Dr. Cárceles). Comenzaron los asesinatos de sacerdotes y religiosos por todo Madrid. Nuestro Padre estuvo escondido en la casa de la Abuela hasta este día 9. Alguien comunicó la sospecha de que en breve se harían registros en ese edificio, pues se sabía que existían varias personas escondidas. Nuestro Padre se marchó, dejando a la Abuela, a tía Carmen y tío Santiago, y poco después comenzaron los registros. La Abuela le dio una de las dos alianzas que llevaba —la del Abuelo— para que nuestro Padre se la pusiera en la mano. Estuvo en casa de un amigo —en la calle Sagasta— hasta finales de agosto. Mientras, se sucedían las noticias de asesinatos de religiosos y sacerdotes. A algunas personas (entre ellas, las primeras de la Obra) les llegó la falsa noticia —con lujo de detalles— del asesinato de nuestro Padre (durante toda la guerra civil, los comunistas asesinaron casi 7 mil personas entre sacerdotes y religiosos). Septiembre lo pasó en un piso de la calle Serrano, que era de unos argentinos amigos de don Alvaro. El 1 de octubre tuvo que abandonar este refugio, y pasó varios días durmiendo donde y como podía. Poco después, consiguió escondite en un sanatorio psiquiátrico, haciéndose pasar por enfermo mental, que dirigía el Dr. Suils, conocido de nuestro Padre de los tiempos de Logroño. Su estancia en el manicomio fue especialmente dura, también porque se agravó el reumatismo que padecía: llegó a pasar cerca de dos semanas sin poder moverse. La inmovilidad de las articulaciones fue tan seria que le tenían que dar de comer. Incluso el Sanatorio sufrió un registro por parte de los milicianos pues estaban informados de que se escondía gente sana ahí. Un enferma mental repetía constantemente a nuestro Padre: usted es San José. Contaba don Alvaro en una tertulia en Roma el 11 de marzo de 1981: "Ya sabéis que, durante la guerra civil española, tuvimos que internar a nuestro Padre en un manicomio para salvarle la vida. Por aquella época, en Madrid, ser sacerdote era tener firmada la sentencia de muerte..., y nuestro Fundador se escondía en un sitio y en otro, donde podía, para escapar. Uno de esos lugares fue un manicomio dirigido por el Dr. Suils, un antiguo compañero suyo de colegio en Logroño. Había en aquella casa locos de verdad, y otras personas que se hallaban refugiadas. Uno de éstos era el hermano del Duqe de Alba; lo sacaron de allí para matarlo. El Padre fingía que estaba loco. Un día le avisaron que una de las enfermeras —la pobrecilla era muy contraria a la religión— sospechaba que no era un enfermo mental: eso constituía un peligro evidente, pues podía denunciarle en cualquier momento. Entonces, nuestro Padre decidió darle un buen susto y hacerle creer que estaba loco. Una vez que coincidió con ella en un pasillo, puso cara de perturbado mental, la empujó fuertemente y la encerró bajo llave en una habitación mientras le decía: no se lo diga a nadie, pero yo soy el Dr. Marañón... Era un médico muy famoso en España. La enfermera se asustó mucho, y desde entonces se quedó convencida de que el Padre estaba loco de remate. Como aquel refugio no era demasiado seguro —los milicianos hacían registros de vez en cuando—, lo sacamos de allí en cuanto fue posible. Entre los enfermos de verdad, había una mujar, ya mayor, catalana, que era temible. Pasaba como lista a los que estaban ahí, y les echaba en cara todo lo malo, cosas tremendas. Pero al llegar al Padre, decía: don José no es don José, sino San José, porque es muy bueno; es bisbe, obispo, afirmaba, porque se daba cuenta de que era sacerdote". Por otro lado, a pesar del enorme riesgo que suponía para su vida: "Nuestro Padre había advertido al director del manicomio que, como sacerdote, no podía permitir que matasen a alguno de los que estaban refugiados allí, sin antes darle la absolución. Estaba dispuesto a hacer esto, aún jugándose la vida. Se disgustó profundamente cuando una vez se llevaron a dos personas, sin que nadie le dijera nada". Se conserva una carta escrita por nuestro Padre (del 12-III-1937), escrita desde el manicomio y dirigida, en clave, a todos sus hijos. Es una de las primeras cartas firmadas con el nombre de Mariano. Entre otras cosas le interesaba saber qué había sucedido con don José María Hernández de Garnica, que se hallaba preso en la cárcel. A principios de marzo de 1937, nuestro Padre pudo refugiarse en la Legación de Honduras donde estuvo hasta el 31 de agosto del mismo año. La Abuela tuvo oportunidad de volver a ver a nuestro Padre en la Legación de Honduras; y estaba tan delgado y pálido que no lo reconoció sino hasta que oyó: "¡Qué alegría verte, mamá!". Salió de la Legación y, para poder continuar su actividad sacerdotal —algo había podido hacer, saliendo del Consulado con documentación falsa—, se fue a vivir a un ático de la Calle Ayala: charlaba con gente, confesaba, celebraba Misa, llevaba la Comunión, daba meditaciones, incluso organizó un curso de retiro —a este Curso de retiro asistió Tomás Alvira, que así conoció a nuestro Padre—, todo con riesgo de su vida. Fue a finales del verano de 1937 que nuestro Padre comenzó las gestiones para pasar a la zona libre de España. En octubre se fue a Valencia y de ahí a Barcelona. El 19 de noviembre comenzó el paso de los Pirineos, que terminó el 2 de diciembre de 1937, en que llegó a Andorra.

 

año 1929

11/08/2023

Dando nuestro Padre la Bendición con el Santísimo en la iglesia del Patronato de Enfermos, pide "una enfermedad fuerte, dura, para expiación", y se da cuenta que el Señor le ha escuchado. En una tertulia (14-II-89), recordaba don Alvaro: "En los Apuntes Intimos de nuestro Padre se ve que en un determinado momento empieza a pedir al Señor que le conceda una enfermedad fuerte. Lo estuvo pidiendo hasta que su confesor le indicó que no lo hiciera. Nuestro Fundador se consideraba un instrumento inepto y sordo, y pensaba que con una enfermdad de categoría podría reparar mejor y ser así más agradable a los ojos de Dios. El Señor no se lo concedió entonces, pero sí más tarde, para que viera que le había escuchado: la diabetes". En 1944 le declaran a nuestro Padre una diabetes melitus, que se le descubre cuando estaba dando un Curso de Retiro a los mojes del Monasterio del Escorial. La enfermedad le durará diez años, y nuestro Padre llevará con alegría muchísimas molestias: dolor de cabeza constante, cansancio, sed casi crónica, etc. El médico que le atendió en Roma dejó escrito que era el caso de diabetes más grave que le había tocado tratar. Se cura en abril de 1954, pero le quedan muchas secuelas insuficiencia renal, diplopia, alguna cardiopatía con transtornos circulatorios...

 

Ordenación sacerdotal del Padre [don Fernando-1971] (D)

15/08/2023

 

año 1951

15/08/2023

Nuestro Padre hace la Consagración de la Obra al Corazón Dulcísimo de María en la Santa Casa de Loreto, después de celebrar la Santa Misa, pues intuye que algo grave está tramándose contra la Obra: "Estoy tamquam leo rugiens, como un león rugiente, en vela, en guardia... Me siento como un ciego que se tiene que defender, pero que sólo puede dar bastonazos en el aire: porque no sé qué pasa, pero algo pasa...". El día anterior (día 14) había pasado por Castelgandolfo donde estaban los del Colegio Romano haciendo ca para pedirles que encomendaran sus intenciones. El Director del Colegio Romano —D. José Luis Massot— dice a todos que, mientras dure el viaje del Padre, pueden usar la mortificación corporal libremente. Algunos deciden usar el cilicio incluso mientras duermen. Nuestro Padre llegó a Loreto el día 14 por la tarde y rezó unos 20 minutos. El día 15 celebró la Misa en el Altar de la Santa Casa y, durante la Misa, sin fórmula preparada, hizo la Consagración de la Obra. Contaba don Alvaro en una meditación el 15 de agosto de 1976: "Cuando realizó aquella Consagración, nuestro Fundador llevaba varios meses inquieto, desasosegado, como en zozobra. El Señor le hacía comprender que algo grave estaba sucediendo, pero el Padre no sabía lo que era". Nuestro Padre acudió a la Santa Casa de Loreto "para celebrar la Santa Misa y, sin fórmula, pero con palabras encendidas y llenas de fe, hacer esa Consagración. En la Misa, la hizo con el corazón; y después de la Misa, hablando en voz baja a los que estábamos a su lado, renovó esa Consagración que acababa de realizar, en nombre de toda la Obra. Y la maraña se deshizo". Como la pequeña capilla estaba llena de gente, para hacer su acción de gracias, nuestro Padre hubo de meterse en el pequeño pasillo que hay detrás del altar. Nuestro Padre recordaba: fue "una ceremonia muy sencilla, sin pompa externa, en medio del bullicio de la gente, acompañado por tres hijos míos". Regresó a Roma tranquilo. En enero de 1952 el Card. Schuster comunicó a D. Juan Udaondo y a Juan Masiá que digan a nuestro Padre: "que se acuerde de su paisano José de Calasanz... ¡y que se mueva!" (San José de Calasanz fue expulsado, por calumnias y mentiras que se dijeron contra él, de la Congregación que él mismo había fundado). Efectivamente, después de investigar más a fondo, nuestro Padre se entera que, personas ajenas a la Obra, pero con influencia en la Curia Romana, pretendían que Pío XII firmara un decreto por el cual se expulsaba a nuestro Padre del Opus Dei y la sección de varones y la sección femenina quedaban erigidas en dos instituciones separadas. Nuestro Padre, entonces, redactó una carta a Pío XII pidiéndole que detuviera aquello. Al leer la carta Pío XII comentó al Card. Tedeschini, que fue quien le llevó la carta de parte de nuestro Padre: Pero, ¿quién ha pensado tomar semejante medida?, y deshizo todo inmediatamente. Aquello se paró en seco, pero, comentaba don Alvaro: "...aquello era como un puñal hincado junto al corazón, que bastaba solamente empujar". En noviembre de 1959, Nuestro Padre está de tertulia con un grupo de alumnos del Colegio Romano. Uno de ellos le pregunta a nuestro Padre: Padre, cuéntenos qué pasaba en 1951 y 1952, cuando querían dividir la Obra en dos ramas y expulsarle a usted... ¿Quiénes estaban detrás de aquella persecución?. Respondiendo a la pregunta que le hacía este de Casa, nuestro Padre comenta: "Mira, hijo, ahí en el Cortile Vecchio hay una lápida, que podéis leer, y que está muy clara. Está en castellano puro. Esa la escribí yo, sentado encima de unas piedras, cuando estaban construyendo aquello... Lleno el corazón de amargura, pero feliz ¡muy feliz! Nunca —ni siquiera entonces— he perdido la alegría. Aquello lo paramos entre don Alvaro y yo. Pero tú me dices: 'Padre, cuéntenos... quiénes estaban detrás', y yo tengo que deciros que hay muchas cosas que las sabréis en el Cielo. En la tierra, no. Mejor que no...". (cfr. también cn VIII-95, p. 54). Don Alvaro, en una tertulia en 1977 añadía otros detalles en relación con esta Consagración hecha por nuestro Padre: "En esta ocasión se reunían todas las dificultades. De una parte, las de orden material que, aunque no nos hacían perder la paz, nos quitaban mucho tiempo. La Obra se encontraba en plena expansión y necesitaba disponer de adecuados instrumentos apostólicos. En Roma, se estaban construyendo los edificios de la sede central, no teníamos dinero, y los apuros económicos eran constantes. Pero, sobre todo, existían obstáculos —mucho más graves— de orden intelectual y espiritual. Eran momentos en los que el Opus Dei se abría fatigosamente camino, y algunos no entendían este fenómeno espiritual y jurídico que el Señor había suscitado en medio del mundo. El diablo estaba empeñando en hacernos la guerra, moviendo lo que nuestro Padre —con superabundancia de caridad— denominaba la contradicción de los buenos".

 

Asunción de Nuestra Señora (A)

15/08/2023

 

San Pío X (C)

21/08/2023

 

Santa María, Reina (C)

22/08/2023

 

año 1971

23/08/2023

Está nuestro Padre en un pueblito del norte de Italia llamado Caglio. Ha celebrado la Misa y está desayunando leyendo el periódico, cuando siente con nitidez una locución de Dios con palabras muy precisas: Adeamus cum fiducia ad thronum gloriae ut misericordiam consequamur! Inmediatamente nuestro Padre cuenta lo ocurrido a don Alvaro y a don Javier, que se encuentran con él. Les hace notar que la frase que ha oído no es idéntica al texto de la epístola a los Hebreos, porque ahí dice ad thronum gratiae... Sin la menor vacilación nuestro Padre les dice —son épocas en las que nuestro Padre está sufriendo mucho por la situación de la Iglesia— que Thronum Gloriae hay que tomarlo como referido a la Virgen, Trono de Dios.

 

Aniversario del anuncio de erección de la Obra en Prelatura personal (1982) (D)

23/08/2023

 

año 1982

23/08/2023

Juan Pablo II hace pública su decisión de erigir el Opus Dei en Prelatura Personal. Sin embargo, se informa también que la publicación del decreto de Erección se retrasa por "motivos técnicos". El Papa ya había comunicado al Padre, el 7 de noviembre de 1981 —para que lo dijese únicamente al Consejo General y a la Asesoría Central—, que había decidido dar los pasos oportunos para erigir la Obra en Prelatura Personal. El Papa deseaba ver la reacción del Episcopado mundial ante la noticia, puesto que era la primera vez que se iba a erigir una Prelatura Personal. La reacción fue totalmente positiva. Contaba don Julián Herranz que este mismo día se descompuso la lavadora de la lavandería de Cavabianca. En pleno "ferragosto" consiguieron ellas un técnico que arreglara la máquina esa misma tarde. Una Auxiliar, con cara de indignada, comentó: ¿es que en todo el Vaticano no pueden conseguir un técnico que los saque del apuro y resuelva el problema técnico? "Esos motivos técnicos —contaba don Alvaro en una tertulia el 28 de noviembre de 1982— consistían en que el Papa había dispuesto que se mandara un escrito, que luego ha aparecido redactado y firmado por el Cardenal Baggio, Prefecto de la Sagrada Congregación para los Obispos: es ese artículo de fondo que habéis leído en L´Osservatore Romano. Podía haberse hecho en tres días, pero Juan Pablo II quiso esperar, con picardía santa: como los documentos ya estaban distribuidos, seguramente se filtraría su contenido, y se vería la reacción en los medios informativos. Además —razonaba el Papa—, como ahora estamos en verano y mucha gente no está en su lugar habitual de trabajo, es mejor esperar unos meses. De modo que lo de agosto no fue una especie de dilata. El Papa fijó entonces la fecha en que había de publicarse: el primer domingo de adviento, al que el Papa le tiene mucha devoción". El sábado 27 de noviembre de 1982 se hicieron públicos los decretos por los cuales el Papa erigía la Obra en Prelatura Personal.

 

año 1932

23/08/2023

Nuestro Padre deja escrito que "en todas nuestras Casas, en sitio visible, se pondrá el versículo del capítulo 15 de San Juan: hoc est praeceptum...". Por entonces nuestro Padre vivía con su familia en el piso de la Calle Martínez Campos (donde comenzó propiamente la labor de San Rafael), y soñaba con poder alquilar un piso para instalar una academia, pero no tenía dinero para hacerlo. A duras penas lograba pagar el alquiler de la casa en la que vivía con la Abuela y sus hermanos.

 

año 1930

24/08/2023

Pide la admisión Isidoro. Nuestro Padre siempre contaba el pitaje de Isidoro como algo providencial. En la tertulia que tuvo don Alvaro el 24 de agosto de 1980 en Manchester con los de Casa contaba: "Hoy se cumplen cincuenta años desde que Isidoro Zorzano pidió la admisión en la Obra, una de las primeras vocaciones. Nuestro Padre pensaba en él desde que recibió la luz de Dios para fundar el Opus Dei. Había sido compañero suyo en el bachillerato. No se veían desde entonces, pero nuestro Padre rezaba mucho por él. Un día, en Madrid, al salir del sitio donde se encontraba, el Padre sintió como una fuerza que le impulsaba a volver a su casa por unas calles distintas a las que recorría habitualmente. Y se encontró con Isidoro, que entonces era un joven ingeniero de ferrocarriles que trabajaba en el sur de España. A él le había sucedido lo mismo y se lo comentó a nuestro Padre: yo vine por aquí —le decía—, porque me ha traído algo especial. No suelo pasar por esta calle. Nuestro Fundador vio que aquello era providencial. Y le habló de la vocación al Opus Dei. Y recibió la vocación y fue fiel. Esto ocurrió un día como hoy, fiesta de San Bartolomé Apóstol. Siempre que llegaba esta fecha, nuestro Padre expresaba con gozo a Dios su agradecimiento, porque Isidoro fue una de las primeras vocaciones".

 

San Bartolomé (C)

24/08/2023

 

• 1º Isidoro Zorzano (de 48 pitajes)

24/08/2023

24-VIII-1930
15-VII-1943

 

año 1936

30/08/2023

Nuestro Padre con Juan Jiménez Vargas y Juan Manuel Sáiz de los Terreros se esconde en una buhardilla, para evitar ser arrestados por los soldados durante los días de la guerra. Es última hora de la mañana y los milicianos aparecen inesperadamente. Sin embargo, llegan hasta la puerta de la buhardilla y pasan de largo. Nuestro Padre les dice a los dos: "soy sacerdote. Estamos en momentos difíciles, si queréis haced un acto de contrición y os doy la absolución".

 

año 1934

30/08/2023

Nuestro Padre celebra la Misa en el Santuario del Cerro de los Angeles (Madrid), acompañado de Juan Jiménez V. y Ricardo F. Vallespín, y —anota en sus apuntes íntimos—: "en la acción de gracias, sin llevarlo preparado de antemano, se me ocurrió consagrar la Obra a la Santísima Virgen".

 

año 1946

31/08/2023

Nuestro Padre vuelve a Madrid (desde Roma: 1a. estancia) con el Breve Apostólico Cum Societatis y la Carta Brevis sane de alabanza de los fines.

 

año 1937

31/08/2023

Nuestro Padre deja la Legación de Honduras. Se traslada a vivir a una pensión, en el ático del número 67 de la calle de Ayala, con Juan Jiménez Vargas.

 

• 13º José María Albareda (de 48 pitajes)

01/09/2023

1-IX-1937
27-III-1966

 

año 1929

01/09/2023

(Sin día claro) Después de dos años de vivir nuestro Padre y su familia en el piso de la calle Fernando el Católico, se trasladan a vivir a la calle de José Marañón. La nueva vivienda era un anexo al Patronato de Enfermos, con entrada independiente por esa calle. El cambio no era con afán de mejora material sino porque el piso estaba asignado a la capellanía. Era holgado para una persona pero muy reducido para una familia; sin embargo, tenía la ventaja que comunicaba con el edificio principal. De modo que nuestro Padre podía pasar a la iglesia sin tener que salir a la calle. Quizá este cambio facilitó que la Abuela viese con más frecuencia a nuestro Padre pero, al mismo tiempo, su actividad crecía: obligaciones inherentes a la capellanía del Patronato; visitas a los barrios pobres de Madrid visitando enfermos y necesitados; mantenimiento económico de la familia; pago de los estudios de doctorado en Derecho. La retribución de la capellanía del Patronato era insuficiente. Por eso, nuestro Padre daba clases en la Academia Cicuéndez y clases particulares. Tío Santiago tenía ya diez años y asistía a la escuela. Nuestro Padre corría con los gastos de los estudios. Al mismo tiempo le apremiaba el sacar adelante todo lo que Dios le había hecho ver en relación con la Obra, que se centraba fundamentalmente en conocer cada vez más jóvenes, darles formación y dirección espiritual. Lo que acababa sucediendo es que posponía todo lo relacionado con su tesis doctoral: "No tengo dinero —escribía en sus Catalinas—. Como he de trabajar —a veces excesivamente— para sostener mi casa, no me queda ni tiempo, ni humor para los trabajos inmediatos de esos doctorados".

 

año 1991

01/09/2023

Primera ocasión en que El Padre ordena sacerdotes a un grupo de hijos suyos. Ordenó a 20 numerarios. El Padre había llegado a Torreciudad el 29 de agosto para estar con los ordenandos. Esos días habían sido los más calurosos del verano. El Padre pidió oraciones y los días anteriores a la ordenación estuvo lloviendo; y el domingo —día de la ordenación— amaneció con una temperatura muy agradable. La ceremonia de ordenación fue en Torreciudad. El Padre decía, entre otras cosas, en la homilía: "Mi pensamiento, necesaria y más constantemente que lo habitual, vuela hacia nuestro queridísimo Fundador, que, con su ejemplar entrega a Dios, ha hecho posible lo que ahora contemplamos". Ya casi al final de la homilía, dijo: "Permitidme que vaya ahora, con la memoria, al 25 de junio de 1944, cuando rebimos la ordenación sacerdotal los tres primeros. Aquel día nuestro Fundador comentó que, cuando pasaran los años y nos preguntaran qué decía el Padre en aquella ocasión, habíamos de responder que nos recordó lo de siempre: oración, oración, oración; mortificación, mortificación, mortificación; trabajo, trabajo, trabajo. Yo, en esta jornada de alegría, bajo la mirada amorosa de Nuestra Señora de los Angeles de Torreciudad, os digo que el Padre, en este día en que por vez primera ordenó sacerdotes a un grupo de hijos suyos, pedía para ellos y para los demás fieles de la Prelatura, una sola cosa: fidelidad, fidelidad, fidelidad".

 

año 1934

01/09/2023

Nuestro Padre y los de Casa toman posesión de Ferraz 50 para comenzar las obras de remodelación de la Residencia. Para nuestro Padre suponía una gran ilusión la instalación de la Casa por el crecimiento de la labor apostólica que traería.

 

año 1969

01/09/2023

Nuestro Padre inaugura en Roma un Congreso General Especial: "para reafirmar, en primer lugar, el deseo de vivir de acuerdo con nuestro espíritu genuino la dedicación al Señor".

 

año 1932

01/09/2023

(Sin día claro) Pide la admisión María Ignacia García Escobar, que está gravemente enferma de tuberculosis. Estaba internada en el Hospital del Rey (también llamado de incurables). Murió ofreciendo todos sus dolores por la Obra. Contaba don Alvaro en una tertulia: "El Hospital del Rey estaba destinado a tuberculosos y a otras personas con enfermedades contagiosas. En aquellos años, casi ninguna tenía curación. Tan elevado era el número de enfermos, que habían tenido que colocar las camas muy juntas, sin espacio ni para una mesilla de noche entre cama y cama. Nuestro Padre tenía 29 ó 30 años cuando atendía aquel hospital, y no dejó que nadie muriera sin recibir los sacramentos; como estaban las camas una pegada a la otra, para confesar tenía que acercar la cabeza a la almohada del enfermo y hablarle al oído. Lo hacía sin ningún miedo al contagio. En aquel hospital surgió la primera vocación de expiación, como decía entonces nuestro Fundador. Aquella primera, María Ignacia García Escobar, falleció con dolores tremendos, pero con una alegría también enorme. Antes de morir, decía: muy grande debe ser la Obra, cuando Dios me pide tanto sufrimiento". Murió el 13 de septiembre de 1933.

 

Aniversario de la petición de admisión del Padre (D)

07/09/2023

Don Fernando Ocáriz

 

año 1931

08/09/2023

Fiesta de la Natividad de Nuestra Señora. Nuestro Padre se encuentra pasando pruebas muy difíciles. Más tarde se refiere a estas tribulaciones como el medio del que se servía Dios para purificar sus afectos y para llevarle a un abandono total en la Providencia divina. Escribe en sus Catalinas: "Ayer por la tarde, a las tres, salí al presbiterio de la Iglesia del Patronato a hacer un poco de oración delante del Santísimo Sacramento. No tenía gana. Pero, me estuve allí hecho un fantoche. A veces, volviendo en mí, pensaba: Tú ya vez, buen Jesús, que, si estoy aquí, es por Ti, por darte gusto. Nada. Mi imaginación andaba suelta, lejos del cuerpo y de la voluntad, lo mismo que el perro fiel, echado a los pies de su amo, dormita soñando con carreras y caza y amigotes (perros como él) y se agita y ladra bajito... pero sin apartarse de su dueño. Así yo, perro completamente estaba cuando me di cuenta de que sin querer, repetía unas palabras latinas, en las que nunca me fijé y que no tenía porqué guardar en la memoria (...). Dicen así las palabras de la Escritura: et fui tecum in omnibus ubicumque ambulasti, firmans regnum tuum in aeternum (...). Hoy mismo, cuando he vuelto a leer estas palabras (pues, repito, como si Dios tuviera empeño en ratificarme que fueron suyas, no las recuerdo de una vez a otra) he comprendido bien que Cristo-Jesús me dió a entender, para consuelo nuestro, que ´la Obra de Dios estará con El en todas las partes, afirmando el reinado de Jesucristo para siempre". En 1947, escribió nuestro Padre haciendo referencia a este suceso: "Los primeros pasos, verdaderamente, no han sido nada fáciles. Pero, el Señor, tantas veces cuanto han sido necesarias —y no hablo de milagrerías, sino del modo corriente de tratar el Padre del Cielo a sus hijos, cuando son almas contemplativas—, ha acudido en cada caso a darnos una fortaleza sobrenatural. Y El hacía escuchar su locución clara, hacia el año treinta, no una vez, sino varias veces, diciendo: et fui tecum in omnibus ubicumque ambulasti!, he estado y estaré contigo dondequiera que vayas". Dios le hizo entender a nuestro Padre con esa locución la continuidad ininterrumpida de la misión de la Obra en la tierra. Fortalecido por esta locución, escribió nuestro Padre en 1932: "Tened la completa seguridad, por tanto, de que la Obra cumplirá siempre, con eficacia divina, su misión; responderá siempre al fin para el cual la ha querido el Señor en la tierra; será con la gracia divina —por todos los siglos— un instrumento maravilloso para la gloria de Dios". Y en otro lugar de sus Catalinas, anota: "Mientras veremos caer grandes "apostolados" bullangueros, que ahora levantan fervor y entusiasmos humanos, la Obra de Dios, cada vez más poderosa y recia, durará hasta el fin".

 

Natividad de Nuestra Señora (C)

08/09/2023

 

año 1931

09/09/2023

Tribulación y desamparo grandes de nuestro Padre, que deja reflejado en las anotaciones de sus Apuntes Intimos. Al mismo tiempo crece en él el sentido de su filiación divina.

 

año 1932

12/09/2023

Nuestro Padre va al convento de los carmelitas descalzos de Madrid a entregar una instancia para ser admitido en la Orden Tercera del Carmen Descalzo. La fecha de ingreso en la Orden Tercera, en respuesta a su instancia fue 2-X-1932 (se hizo terciario carmelita, según escribe en sus Apuntes Intimos: "para obligar más a mi Madre Inmaculada y proporcionar sufragios a las almas del Purgatorio").

 

Santísimo nombre de Maria (C)

12/09/2023

 

año 1933

13/09/2023

Muerte de María Ignacia García Escobar en el Hospital del Rey (también llamado de incurables). Estaba gravemente enferma de tuberculosis. Había pedido la admisión a la Obra el 9 de abril de 1932. Fue lo que nuestro Padre llamó la primera vocación de expiación. Ofrecía todos sus dolores y sufrimientos por la Obra. Nuestro Padre la conoció a través de don José María Somoano. Durante el tiempo que fue de Casa, y —desde entonces— venía ofreciendo a Dios todos sus sufrimientos por la Obra. Llevaba un año en la Obra cuando entró en la fase terminal de su enfermedad: "Tenía dolores terribles; estaba llagada de pies a cabeza; la última vértebra la tenía deformada y sobresalía tremendamente. Se había quedado consumida, incluso mucho más pequeña de estatura". Murió ofreciendo su vida y sus dolores por la Obra. Nuestro Padre escribió en su nota necrológica: "En las vísperas de la Exaltación de la Santa Cruz, 13 de septiembre, se durmió en el Señor esta primera hermana nuestra, de nuestra casa del Cielo. ¡Qué paz la suya! —¡Cómo hablaba, con qué naturalidad, de ir pronto con su Padre-Dios... y cómo recibía los encargos que le dábamos para la Patria..., las peticiones por la Obra! Un sacerdote hermano nuestro, fue el instrumento del Señor para que María viniera a la Obra —vocación de expiación— a ofrecerse víctima voluntaria por la santificación de los demás... Aun antes de conocer la Obra de Dios ya aplicaba María por nosotros los terribles sufrimientos de sus enfermedades. —Y recibía Jesús esos dolores en olor de suavidad..., apretando su víctima, cargando más la cruz..., tanto que hubo de decir la enferma a aquel sacerdote santo —nuestro hermano don José María Somoano—: "Don José María, pienso que su intención tiene que valer mucho, porque desde que usted me indicó que pidiera y ofreciera, Jesús se está portando muy espléndido conmigo". La oración y el sufrimiento han sido las ruedas del carro de triunfo de esta hermana nuestra". Contaba don Alvaro en una tertulia: "El Hospital del Rey estaba destinado a tuberculosos y a otras personas con enfermedades contagiosas. En aquellos años, casi ninguna tenía curación. Tan elevado era el número de enfermos, que habían tenido que colocar las camas muy juntas, sin espacio ni para una mesilla de noche entre cama y cama. nuestro Padre tenía 29 ó 30 años cuando atendía aquel hospital, y no dejó que nadie muriera sin recibir los sacramentos; como estaban las camas una pegada a la otra, para confesar tenía que acercar la cabeza a la almohada del enfermo y hablarle al oído. Lo hacía sin ningún miedo al contagio. En aquel hospital surgió la primera vocación de expiación, como decía entonces nuestro Fundador. Aquella primera, María Ignacia García Escobar, falleció con dolores tremendos, pero con una alegría también enorme. Antes de morir, decía: muy grande debe ser la Obra, cuando Dios me pide tanto sufrimiento".

 

Exaltación de la Santa Cruz (B)

14/09/2023

Se conmemora la recuperación de la Cruz por parte de Heraclio ante los persas, que la habían robado de Jerusalén (la escena que hay pintada en la pared de Galleria della Campana en VT, representa este hecho)

 

año 1931

14/09/2023

Aún resonaba en el alma de nuestro Padre la locución del 7 de agosto de este mismo año —et Ego si exaltatus fuero a terra, omnia traham ad meipsum!—, cuando Dios le muestra el camino de la perennidad de la Obra, por identificación de sus miembros con Jesucristo en la Cruz. Escribe nuestro Padre en sus Apuntes Intimos: "Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz: 1931. ¡Cómo me hizo gozar la epístola de este día! En ella el Espíritu Santo, por San Pablo, nos enseña el secreto de la inmortalidad y de la gloria (...). Este es el camino seguro: por la humillación, hasta la Cruz: desde la Cruz, con Cristo, a la Gloria Inmortal del Padre" (Ap. Int. 284).

 

Dolores de Nuestra Señora (C). Elección de D. Álvaro

15/09/2023

 

• 16º José Orlandis (de 48 pitajes)

15/09/2023

15-IX-1939

 

año 1949

15/09/2023

Se queda reservado el Santísimo en el primer Sagrario de la Obra en USA, en Woodlawn Residence, junto al campus de la Universidad de Chicago. Los primeros de Casa habían llegado a USA el 17 de febrero de 1949.

 

año 1935

15/09/2023

Comienza nuestro Padre un Curso de Retiro personal en el Convento de los Redentoristas de Madrid. Era el tercer Curso de Retiro que hacía después del 2 de octubre de 1928 (ver Cursos de Retiro).

 

año 1975

15/09/2023

Elección de D. Alvaro como primer sucesor de nuestro Padre. En una tertulia contaba don Alvaro porqué el Consejo General escogió esta fecha para elegir al sucesor de nuestro Padre: "Había que elegir al sucesor. Al Secretario General, que es quien queda haciendo cabeza, corresponde convocar —en el plazo de quince días desde el fallecimiento del Padre— el Congreso General Electivo, que debe reunirse antes de que pasen tres meses. Me tocaba decidir a mí, oído el parecer del Consejo General. Llevé el asunto a la oración, después de haber leído muy bien lo que había dispuesto nuestro Padre. Y pensé una serie de puntos. Sabemos que nuestro Padre, aunque se fue al Cielo de una manera tan imprevista, quería que después de su muerte todo siguiese igual. A finales de junio —al menos en Europa— termina el curso académico y se tienen las Convivencias que están ya todas programadas. En mi oración entendí que al Padre le gustaría que todas esas Convivencias y Cursos Anuales se hiciesen tal y como estaban dispuestos. Si yo llamaba a los Electores, produciría un transtorno muy grande. Para cumplir la voluntad del Padre era mejor no precipitar nada. Pensé también en otra cosa fundamental. Fijaos que son todas razones sobrenaturales. Junto a mi deseo de obedecer fielmente a las normas establecidas por nuestro Padre, el Señor me hacía ver la realidad de la Obra. Pues, considerando la salud espiritual de la Obra —esta maravilla que había dejado nuestro Padre sobre la tierra— en la presencia de Dios entendí también que no era preciso ni prudente precipitar la elección. Después, por respeto a nuestro Fundador y por estas circunstancias de unidad tan sobrenatural y humana que os he dicho, pensé que cuanto más tiempo continuase gobernando la Obra desde el Cielo, sin otro intermediario que el Secretario general, sería mejor. Así que decidí: vamos a agotar el plazo". El Congreso Electivo comenzó el día 14, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, y la primera sesión electiva fue este día, en que don Alvaro salió elegido en la primera votación por unanimidad. Sobre esto, comentaba don Alvaro: "Nuestro queridísimo Padre poseía una doble paternidad: la fundacional y la espiritual. En la primera no podía tener sucesor, porque es exclusivamente suya: la que Dios Nuestro señor infundió en su corazón el 2 de octubre de 1928, haciéndole Fundador del Opus Dei y Padre de los Padres que le sucediesen. La paternidad espiritual, en cambio, existirá siempre en la Obra, hasta el fin de los tiempos, porque somos una familia de vínculos sobrenaturales". En otra ocasión, refiriéndose a todos los años que estuvo junto a nuestro Padre, dijo: "No fue nuestro Padre el que me eligió para tenerme a su lado; solía comentar que era cosa del Espíritu Santo. Los demás, por un motivo u otro, no podían estar junto a nuestro Padre. Así que Dios me escogió a mí: así lo dijo muchas veces nuestro Fundador". Don Florencio contaba que, en alguna ocasión nuestro Padre había comentado: "Cuando yo muera, si no elegís a don Alvaro es que sois unos tontos...". Este mismo día 15, don Alvaro dijo otras palabras: "En este momento solemne e irrepetible, pido a Dios que use de su misericordia con nosotros, si no fuéramos fieles. Como tenemos el don de la libertad, si alguno se obstinara, podría ser infiel a la gracia de Dios y al espíritu de nuestro Padre. Si esto sucediera alguna vez, que los huesos del Padre, que tenemos aquí abajo, se levanten para maldecirle". Y, en la tertulia después de la elección, aclaró el sentido de lo que quería decir: "Para un miembro de la Obra que tenga la desgracia de no ser fiel va toda la comprensión, el cariño y la misericordia de todos, con el propósito traducido en realidades concretas, de sacarlo adelante. Pero si no se trata sólo de un miembro de la Obra, sino de un sucesor de nuestro Padre que quisiera apartarse del espíritu de nuestro Fundador, que sea maldito. Comprendo —y perdonad que me emocione al decirlo— que es una palabra muy fuerte, pero no la retiro".

 

año 1939

17/09/2023

Domingo. Nuestro Padre está en Valencia. Poco antes se había comenzado a instalar el primer piso en Valencia: El Cubil. Todavía no estaba terminado. En este piso se guardó la primera edición de Camino (terminada el 29 de septiembre de 1939), que ocupaba gran parte de la pequeña habitación, acomodada en una estantería pegada a la pared. Casi al mismo tiempo ha concluido la instalación de Jenner en Madrid (1a. Residencia después de la guerra civil), pidiendo dinero aquí y allá. En alguna carta a sus hijos menciona que le esperan durante esas semanas siete cursos de retiro para sacerdotes (todos de una semana). Ha dado un curso de retiro para universitarios. Al comenzar el curso académico daba cada semana de quince a veinte círculos más la dirección espiritual de todos los de San Rafael y de Casa. El agotamiento de nuestro Padre estaba llegando a su límite. Este día fue a celebrar a la Catedral de Valencia. "El Vicario General de la diócesis de Valencia, que era don Antonio Rodilla —contaba nuestro Padre—, me dijo que tenía unos ornamentos muy buenos y quería que yo los estrenase. Fui a celebrar en la catedral la Misa en el altar de la Trinidad". "Antes del ofertorio -relata don José Orlandis-, nuestro Padre se volvió hacia los fieles y dijo que le perdonasen pero que no podía continuar, porque se sentía repentinamente enfermo... Y con paso vacilante, ayudado por don Alvaro y por otros, consiguió llegar hasta la sacristía. Allí, despojado ya de los ornamentos, vieron que el Padre sufría un súbito y fortísimo acceso de fiebre. En un taxi lo llevaron a El Cubil, se acostó en un catre, temblando de frío. Como no había ninguna cobija en la casa, le cubrieron con unas cortinas y unos viejos cartones amarillentos". Nuestro Padre recordaba: "Me llevaron a casa. Dormíamos sobre unos hierros y unas maderas, como en los cuarteles, y no había más ropa que unas cortinas de balcón, todas estropeadas. De modo que también aquí hemos vivido en la pobreza". Al enterarse, don Antonio Rodilla le invitó a trasladarse a su casa hasta que terminara de recuperarse, pero nuestro Padre no aceptó y prefirió quedarse en El Cubil. El día 19, ya superada la indisposición, bendijo la casa, antes de regresar a Madrid. Fue la única vez que a nuestro Padre le ocurrió tener que suspender la Misa. Como El Cubil era muy pequeño, dejó de usarse el 30 de julio de 1940, cuando se trasladaron a lo que sería la Residencia de Estudiantes en la calle de Samaniego. En El Cubil pidieron muchos la admisión: entre ellos don Florencio Sánchez-Bella y su hermano Ismael, don Federico Suárez, don Justo Martí y otros.

 

año 1934

17/09/2023

Nuestro Padre habla claramente a la Abuela, a tía Carmen y a tío Santiago de la Obra, para pedirles que —de la herencia que habían recibido de un pariente cercano— le ayuden económicamente en la instalación de la Academia DYA. La Abuela y tía Carmen se daban cuenta de algo, puesto que se percataban de la intensidad de las mortificaciones de nuestro Padre y de su apostolado. Don Alvaro contaba en una tertulia el 14 de febrero de 1980: "Nuestro Padre no contestaba nunca a la Abuela cuando, preocupada como buena madre por el futuro humano de su hijo, le decía: hijo mío, se te pasa el tiempo, tienes que hacer algo de lo que puedas vivir: ¿porqué no preparas unas oposiciones de catedrático, o para una canonjía. Nuestro Fundador callaba, no por ser un mal hijo, sino porque consideraba que la llamada que había recibido de Dios era cosa de su alma y nada más —era el secreto del Rey— hasta que la Iglesia no se pronunciase, o hasta que las circunstancias le llevasen a hablar. Y lo que le empujó a hacerlo fue la necesidad de medios económicos: hubo de pedir ayuda a la Abuela y a tía Carmen, después de hablarles de las dos Secciones de la Obra; ya anteriormente les había dicho que rezaran, sin explicarles más". Contaba el modo de colaborar de tío Santiago, entonces un niño, metiendo trozos de periódicos en un fichero que usaba nuestro Fundador. En una carta, nuestro Padre relataba a los de Casa cómo se desarrolló la conversación: "Al cuarto de hora de llegar a este pueblo (escribo en Fonz), hablé a mi madre y a mis hermanos, a grandes rasgos, de la Obra. ¡Cuánto había importunado para este instante, a nuestros amigos del Cielo! Jesús hizo que cayera muy bien. Os diré, a la letra, lo que me contestaron. Mi madre: "bueno hijo: pero no te pegues, ni me hagas mala cara". Mi hermana: "ya me lo imaginaba, y se lo había dicho a mamá". El pequeño: "si tú tienes hijos..., ¡han de tenerme mucho respeto los muchachos!, porque yo soy... ¡su tío!". Enseguida, los tres, vieron como cosa natural que se empleara en la Obra el dinero suyo. Y esto —¡gloria a Dios!—, con tanta generosidad que, si tuvieran millones, los darían lo mismo". En una tertulia el 1 de enero de 1974, recordaba nuestro Padre aquella ocasión en la que les habló a la Abuela y tía Carmen claramente de la Obra: "Fue cuando pusimos la primera Residencia. Como yo no tenía dinero, le pedí una ayuda. Hablé con mi madre y con mi hermana Carmen. Pensé que nos encontrábamos los tres solos, pero Santiago —con sus juegos de niño— había venido también. Estaba detrás de mí, y lo escuchó todo. Cuando oyó lo que les decía, me tiró de la sotana y me dijo: ¡claro!, por eso te ciliciabas. Se inventó un verbo nuevo. No me lo habían contado nunca. Yo metía los cilicios dentro de unos zapatos, en el armario, para que el chico no le los cogiera; pero en una ocasión, como lo revolvía todo, lo descubrió y se fue a mi madre: —Mamá, fíjate lo que le he pescado a Josemaría. —Déjalo donde estaba, le respondió. —¿Y qué es?, preguntó Santiago. —Un cilicio. Él se aprendió la palabra, y me la repitió al cabo de los años. Después de hablarle de la Obra, di a mi madre una historia de don Bosco: le gustaba recibir visitas, hacer punto, leer un poco... Pareció no hacer caso, pero al cabo del tiempo me dijo: —¿Qué quieres? ¿Que haga como la madre de don Bosco? ¡Ni hablar! —¡Pero si lo estás haciendo ya!, le contesté. Nos vino muy bien que mi madre y mi hermana quisieran encargarse de la Administración de nuestros primeros Centros. Si no, no hubiéramos tenido un verdadero hogar: nos habría salido una especie de cuartel". El dinero que les pidió nuestro Padre se lo dieron a pesar de que aquella herencia era la esperanza de salir de muchos apuros económicos. No les importó seguir con estrecheces y privaciones por ayudar a la Obra y a nuestro Padre. Cuenta la Baronesa de Valdeolivos que la familia de nuestro Padre se desprendió incluso de su propia hacienda y que en septiembre de 1933 estuvieron todos en Fonz, al fallecer Mosen Teodoro, hermano del abuelo, para disponer la venta de todo lo que tenían, que no era poco: "Recuerdo que en el Palau, la familia tenía una finca bastante grande. En el pueblo extrañó que quisieran deshacerse de todo. Con el tiempo se piensa más: debió ser muy triste para ellos, pero fue una demostración palpable del desprendimiento de las cosas de la tierra".

 

año 1898

19/09/2023

Boda de los Abuelos, en la Capilla del Santo Cristo de los Milagros, en la catedral de Barbastro.

 

año 1940

20/09/2023

Nuestro Padre bendice la Residencia de la calle de Samaniego en Valencia. El director era don Pedro Casciaro. Era la segunda que se abría después de la guerra, la primera fue Jenner, en Madrid. Nuestro Padre había llegado el día 17 y se le notaba muy cansado. El Vicario General de Madrid le había sugerido que se tomara unos días de descanso. Por eso, al llegar a la Casa dijo: "Vengo a no hacer nada", cosa que los hechos demostraron lo contrario. Por otro lado, había comenzado una dura campaña de calumnias e insidas sobre su persona, que habían llegado hasta la prensa. Nuestro Padre insistió en que habían de perdonar y que durante esos días estaba ofreciendo la Misa por las personas que difundían todas aquellas mentiras. El oratorio de Samaniego tardó en terminarse. Nuestro Padre celebró la primera Misa el 2 de noviembre de 1940 y dejó reservado el Santísimo. Ese oratorio fue el marco de algunas intervenciones especiales de Dios: "¡Cuántas misericordias del Señor, en aquel oratorio!", comentó alguna vez. Don Alvaro dejó escrito: "Celebraba nuestro Padre en el oratorio de nuestra casa de Samaniego, en Valencia, en el año 1941, y tuvo una clarísima locución interior, mucho más perceptible y concreta que si hubiera sido con ruido de palabras: para que se arreglen las cosas, se tienen que desarreglar: entraréis en (un sitio desde donde se había empezado a hacer mucho daño a la Obra) con más facilidad que en el Palacio episcopal. Inmediatamente después, nuestro Padre me comunicó ese imposible (entrar a ese sitio) —porque lo que había oído era un imposible—, y me dio un papel con esa locución escrita. El Palacio episcopal era el de Madrid, donde estábamos constantemente, porque el Obispo don Lopoldo Eijo nos llamaba para hablar, en larguísimas y afectuosas conversaciones. Y desde aquel mismo año, y durante muchos años, se entró en ese otro sitio con más facilidad que en el Palacio episcopal". Samaniego dejó de usarse en octubre de 1952 porque la casa ya estaba muy deteriorada por el paso de los años, pero el oratorio se trasladó y ahora se conserva en una capilla en Torreciudad.

 

San Mateo (C)

21/09/2023

 

año 1931

21/09/2023

Nuestro Padre celebra por primera vez la Santa Misa en la iglesia del Patronato de Santa Isabel. Poco antes había dejado el Patronato de Enfermos. Se había ofrecido a ser el capellán de esta comunidad de religiosas —Agustinas Recoletas de la Visitación de Nuestra Señora y las Agustinas de la Asunción— ante la dificultad —por la situación política de España— de que ellas consiguieran un sacerdote que las atendiera. Por otro lado, nuestro Padre necesitaba un lugar que le facilitara el desarrollo de la labor de la Sección Femenina y ahí podía contar con un confesonario de modo estable. De aquí salieron las primeras vocaciones de mujeres. Nuestro Padre comenzó a ejercer como capellán de Santa Isabel, aunque sin nombramiento oficial, desde septiembre de 1931. No recibía ninguna retribución económica. El 31 de enero de 1934 recibió autorización de ocupar la casa destinada al capellán del Patronato, aunque seguía sin recibir ninguna retribución económica por su trabajo. El 11 de diciembre de 1934 recibió el nombramiento de Rector del Patronato de Santa Isabel también sin recibir ninguna retribución económica. Al Patronato de Santa Isabel están ligados muchos sucesos de la vida interior de nuestro Padre y de la historia de la Obra. El 16 de febrero de 1932, dando la comunión a la religiosas, tuvo lugar aquella locución: "Obras son amores y no buenas razones". En otra ocasión, el 4 de febrero de 1932, escuchó aquella locución: "Un borrico fue mi trono de gloria en Jerusalém". De ahí es la imagen del Niño Jesús que nuestro Padre pedía a las religiosas. "De vez en cuando —contaba don Alvaro— se lo daban al Padre y dejaban que lo tuviera un día en su casa. Y saben —porque alguna vez, en la época de Navidad, cuando la imagen estaba en la iglesia, lo habían visto— que el Padre lo cogía en sus brazos, y lo besaba, y le bailaba, después de celebrar Misa solamente para la comunidad". El 6 de diciembre de 1934, antes de celebrar Misa en la iglesia de Santa Isabel, nuestro Padre nombró Intercesor de la Obra a San Nicolás. Contaba: "Un día estaba en el Patronato Real de Santa Isabel, del que era Rector (...). Iba a celebrar la Misa, y tenía unos apuros económicos tremendos; dije, como San Nicolás es el santo de las dificultades económicas, y el santo de casar las incasables... ¡si me sacas de esto, te nombro Intercesor! Pero antes de subir al altar, me arrepentí y añadí: y si no me sacas, te nombro igual"... También en esta iglesia sucedió aquella anécdota de Juan el lechero. Nuestro Padre la contaba así: "Todas las mañanas oía, a la misma hora, un ruido como de cántaros de leche que entraba a la iglesia. Me decidí a averiguar de qué se trataba y me quedé esperando en la puerta. Al cabo, entró un hombre, cargando varios cántaros de leche y que se arrodillaba: —"¿Qué haces?, le pregunté. Y aquel hombre: —Padre, como no tengo tiempo de quedarme, simplemente le digo a Jesús: Señor, aquí está Juan, el lechero". Nuestro Padre se quedó repitiendo todo el día: "Señor, aquí está este desgraciado, que no te sabe amar como Juan el lechero". En esa iglesia, redactó, de una sola sentada, el libro Santo Rosario. Después de entrar en Madrid, acabada la guerra, nuestro Padre se instaló el mismo 28 de marzo de 1939, en la casa rectoral de Santa Isabel, después de comprobar que la Residencia de Ferraz 16 había quedado en ruinas. A los pocos días se trasladó ahí también la Abuela. Nuestro Padre fue Rector hasta el 1 de enero de 1946 cuando renunció al cargo porque ya no era compatible con su labor al frente de la Obra.

 

año 1931

22/09/2023

Se posesiona de nuestro Padre la gozosa claridad de saberse hijo de Dios y anota en sus Apuntes Intimos: "Estuve considerando las bondades de Dios conmigo y, lleno de gozo interior, hubiera gritado por la calle, para que todo el mundo se enterara de mi agradecimiento filial: ¡Padre, Padre! Y —si no gritando— por lo bajo, anduve llamándole así (¡Padre!) muchas veces, seguro de agradarle" (Ap. Int. 296).

 

año 1946

24/09/2023

Día de nuestra Señora de la Merced. Nuestro Padre se encontraba en Molinoviejo con varios de Casa. Por la mañana, con otros veinte, hace un día de retiro, predicado por nuestro Padre. Las dos ideas fundamentales del retiro fueron unidad —evitar la murmuración y hacer la corrección fraterna— y cuidar el espíritu de pobreza. A las doce, después de rezar el Angelus hicieron unos compromisos en la Ermita (los que ahora se hacen como preparación para la Fidelidad). En la Ermita había un altar de madera y un crucifijo y se encendieron dos velas. Nuestro Padre se arrodilló ante el altar —el suelo era de baldosas rojas, cubiertas con unos rodetes de esparto—, e hizo los compromisos. Después los hizo don Alvaro. Luego los demás, de tres en tres. Hicieron seis compromisos en total. Al acabar la ceremonia nuestro Padre aclaró que, en lo sucesivo, los compromisos no se harían en lugar sagrado, sino en cualquier habitación, delante de una imagen de la Virgen y un crucifijo. Al terminar la ceremonia, dijo: "Vendrán gentes de todo el mundo a besar este suelo (...). Quedarán las baldosas sobre las que nos hemos arrodillado, debajo del altar" (cfr. cn V-94, pp. 88ss).

 

Nuestra Señora de la Merced (D)

24/09/2023

 

año 1991

24/09/2023

Don Alvaro hace pública, en el oratorio de Santos Apóstoles en Villa Tevere, la fecha que Juan Pablo II ha elegido para la Beatificación de nuestro Padre. Se le habían propuesto distintas posibilidades y el Papa escogió el 17 de mayo pues todavía no haría para entonces mucho calor y no habría comenzado la época de lluvias. Este mismo día la noticia dio la vuelta al mundo. Para el día siguiente ya había confirmadas muchísimas reservaciones en hoteles y hospederías de Roma hechas desde distintos países del mundo. A partir de este día, no se hablaba de otro tema. En Roma, los más optimistas calculaban que a la Beatificación asistirían unas cincuenta mil personas. Durante los meses siguientes de preparación, la impresión de todos los que vivían en Roma iba creciendo al oír las noticias que llegaban de todas partes del mundo.

 

año 1948

25/09/2023

Comienza en Molinoviejo la primera convivencia de supernumerarios dirigida por nuestro Padre. Asisten 15. El 13 de enero de este mismo año, yendo en coche de Roma a Milán, nuestro Padre encontró el engarce canónico para que también las personas casadas pertenecieran a la Obra. El 2 de febrero había hecho la petición a la Santa Sede de aprobación de los estatutos correspondientes. Casi inmediatamente piden la admisión los tres primeros: Víctor García Hoz, Tomás Alvira y Mariano Navarro Rubio. Algunos de los asistentes a esta Convivencia todavía no habían hecho la petición de admisión y la hacen ahí. Dura 15 días. Nuestro Padre dirige y da casi todas las clases y meditaciones. Algunos de los asistentes fueron: Tomás Alvira, Víctor García-Hoz, Mariano Navarro, Vicente Mortes, Emiliano Amánn, Miguel, Antonio Ivars, Carlos... La convivencia duró hasta el 1 de octubre.

 

año 1941

25/09/2023

Nuestro Padre ha estado dedicando muchas horas, los meses precedentes, a predicar Cursos de Retiro para el clero diocesano. Arrecia la contradicción de los buenos. El agotamiento de nuestro Padre es casi extremo. En compañía de D. Ricardo se va a San Ildefonso de la Granja, una población de la provincia de Segovia, para descansar unos días. Se hospeda en el Hotel Europeo. En estos días, Dios le deja casi completamente a oscuras, y el demonio aprovechó para soplarle al oído: "todo lo que estás haciendo no es cosa de Dios, todo esto —remover almas, hacer que la gente deje su familia y se vaya contigo— es para dedicarse a una cosa tuya nada más... Los estás engañando...". En esta ocasión, la reacción inmediata de nuestro Padre fue decir: "Señor, si el Opus Dei no es para servir a la Iglesia, destrúyelo ahora mismo". La respuesta de Dios fue instantánea, llenarle de una paz sobrenatural y de una gran alegría. A partir de entonces, no tuvo ninguna duda más. El día 25 escribió una carta a don Alvaro en la que le dice: "...luego de la Consagración, sentí impulso interior (...) de hacer algo que me ha costado lágrimas: y, con lágrimas que me quemaban los ojos, mirando a Jesús Eucarístico que estaba sobre los corporales, con el corazón le he dicho de verdad: "Señor, si Tú lo quisieras, acepto la injusticia. La injusticia ya imaginas cuál es: la destrucción de toda la labor de Dios. Sé que le agradé. ¿Cómo me iba a negar a hacer este acto de unión con su Voluntad, si me lo pedía? Ya otra vez, en 1933 ó 1934, costándome lo que sólo El sabe, hice otro tanto".

 

Beatificación don Álvaro del Portillo

27/09/2023

 

año 1922

28/09/2023

Nuestro Padre recibe la tonsura de manos del Cardenal Soldevila (él solo) en una capilla del palacio episcopal, y toma posesión como Inspector del Seminario de San Carlos, que tuvo hasta el día de su ordenación sacerdotal. En aquella época los Inspectores del Seminario Conciliar eran todos sacerdotes; nuestro Padre fue el primero en recibir ese encargo sin serlo.

 

año 1920

28/09/2023

Nuestro Padre ingresa al seminario de San Carlos en Zaragoza. Pasaron cuatro años y medio —todo el tiempo estuvo adscrito al seminario de San Carlos—, hasta que recibió la ordenación sacerdotal. Al entrar regaló al portero del seminario el tabaco y las pipas que tenía y nunca más volvió a fumar. Para nuestro Padre fue un cambio muy fuerte de vida y de ambiente: "cuando yo entré en el seminario, solía tener, como acostumbraba antes, los zapatos y el vestido bien limpios: incomprensiblemente, por esta razón, para algunos (...) era yo el señorito. Otro motivo curioso de asombro (...) arrancaba de que me lavaba —trataba de ducharme— todos los días: de nuevo, el epíteto de señorito". En realidad le llamaban, despectivamente, el pijaito. Poco tiempo después, las burlas recayeron sobre su vida de piedad. Las visitas diarias a la Basílica del Pilar le valieron el sobrenombre de "rosa mística". También le llamaron "el soñador" por el entusiasmo con que hablaba a sus compañeros del apostolado que podrían hacer. A los diez días de entrar en el seminario se le nombró celador de la Asociación de Apostolado de la Oración para el curso 1920-1921, tal vez por descubrir en él, desde el primer momento, una sólida vida de piedad. "Era el único de los seminaristas —cuenta un compañero— que yo conocía que bajara a la iglesia en las horas libres". Encontró nuestro Padre otra fuerte contradicción en el seminario: "En Zaragoza, D. José López Sierra, el pobre Rector de S. Francisco a quien el Señor cambió de tal manera que, después de poner realmente todos los medios para que yo abandonara mi vocación (con intención rectísima hizo eso), fue mi único defensor contra todos".

 

San Miguel, San Gabriel, San Rafael (B)

29/09/2023

 

año 1943

29/09/2023

La Suprema Sagrada Congregación del Santo Oficio, como se llamaba entonces a la Congregación para la Doctrina de la Fe, da su venia para que otro Dicasterio de la Santa Sede conceda el permiso de la erección de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz. Don Alvaro comentaba en una tertulia (29-IX-1988): "Ese nihil obstat del Santo Oficio suponía tirar por los suelos la calumnia de que la doctrina predicada por nuestro Fundador constituía una herejía. El Santo Oficio afirmó que la Obra podía crecer y extenderse. Fue un motivo de acción de gracias, y lo sigue siendo ahora".

 

año 1946

29/09/2023

Ordenación Sacerdotal de don Pedro Casciaro. El día 8 de noviembre del mismo año nuestro Padre regresa a Roma y deja a don Pedro como Consiliario de España. Al enterarse de esto, una persona ajena a la Obra comenta: "Y ahora se va a Roma, y deja el Opus en manos de cuatro chisgarabís...". La persona que le escucha responde con más sentido sobrenatural: "Si ese Opus es Dei, permanecerá aunque no esté aquí el fundador. Y si no es una Obra de Dios, con fundador o sin fundador, se deshará ella sola".

 

año 1939

29/09/2023

Primera edición de Camino. Se hizo en Valencia, prologado por Mons. Xavier de Lauzurica. Nuestro Padre tuvo un ejemplar impreso en su mano el día 2 de octubre. Se editaron 2500 ejemplares que se agotaron en pocos meses. Nuestro Padre había terminado de escribirlo el 2 de octubre de 1939. Tardó en encontrar imprenta. Mientras, los que vivían con él en Burgos le ayudaron a hacer el índice alfabético y nuestro Padre barajó varias ideas de portada. Desde el principio pensó que el motivo principal fuera el número 999. Una de las ideas fue la de una fotografía de una carretera, en la que figurara el mojón indicador del kilómetro 999. Sobre este fondo iría el título: la palabra Camino escrita con grafía de nuestro Padre. Al final la portada fue otra. Al poco tiempo de su primera edición, comenzaron los ataques contra Camino, porque hablaba de ser santos enmedio del mundo. Alguna vez comentó nuestro Padre: "Camino está tomado, en parte, de unos cuadernos que escribí en honor de Sta. Catalina de Siena (las Catalinas ó Apuntes Intimos). Además, durante años fui haciendo fichas que recogían un suceso o anécdota concreta. Las ordené en 1933, y las llevé a la imprenta en 1934 con el nombre de Consideraciones Espirituales" (cfr. obr VI-1987, pp. 15ss). En alguna tertulia (Suiza II-81), el Padre contó una anécdota relacionada con Camino: "Este verano estábamos en Irlanda, y vi que en la versión irlandesa de Camino, en lugar de la tragedia de la mantequilla hablan de la tragedia de la mermelada. Dicen que no se concibe que un irlandés deje la mantequilla en el desayuno porque hace mucho frío. Pues precisamente nuestro Padre tomó esa anécdota de la autobiografía de un irlandés...".

 

año 1928

30/09/2023

Domingo. Nuestro Padre comienza el Curso de Retiro, en el Convento de los Paúles, en el que vió la Obra el martes 2 de octubre. El Curso de Retiro terminó el 6 de octubre. En noviembre de 1927 se había trasladado de la Residencia para sacerdotes en la calle Larrea a un piso que alquiló en la calle Fernando el Católico para vivir ahí con su madre y sus hermanos, que se trasladaron desde Zaragoza. El sostenimiento de ese piso dependía absolutamente de los ingresos de nuestro Padre. Tío Santiago recordaba que nuestro Padre daba clases particulares en el piso. También daba clases en la Academia Cicuéndez de Derecho Romano y de Derecho Canónico. Era además Capellán del Patronato de Enfermos y confesor de las escuelas de las Damas Apostólicas. Terminados los exámenes extraordinarios de septiembre en la universidad y en las academias, nuestro Padre tenía dos semanas de vacaciones. Entonces decidió hacer una tanda de ejercicios espirituales aprovechando esos días de asueto. Este domingo, se presentó en el convento de los Paúles provisto de sus efectos personales y de un buen puñado de papeles y hojas sueltas. En ellas había ido recogiendo, entre otras cosas, las gracias extraordinarias dispensadas por el Señor durante diez años, principalmente en forma de inspiraciones e iluminaciones. El 2 de octubre recibió la iluminación sobrenatural de la Obra mientras leía todos aquellos papeles, a los que antes no lograba darles una cierta unidad. De esas fichas, escribió: "tendría yo dieciocho años, o quizá antes, cuando me sentí impulsado a escribir, sin orden ni concierto...". Esas cuartillas las trasladó a su primer cuaderno de Apuntes Intimos, que acabó quemando, pues había en él muchos sucesos de carácter sobrenatural. Quemó ese cuaderno por temor a que alguien, con el paso del tiempo, pudiera considerarle un santo: "cuando no soy más que un pecador".

 

año 1940

01/10/2023

Se encuentran en Madrid, junto a nuestro Padre, varios de la Obra venidos desde diversas provincias, para pasar junto a él la Fiesta del día siguiente en que se cumplirían 12 años de la Fundación de la Obra. Nuestro Padre aprovecha para preguntarles a varios de ellos: "Si yo me muero, ¿continuarás con la Obra?". Todos se quedaron impresionados, y contestaron que, en tal caso, continuarían con la Obra, fieles a la llamada que habían recibido. Nuestro Padre añade con viveza: "¡Pues no faltaba más! ¡Bonito negocio habríais hecho si, en vez de seguir al Señor, hubiérais venido a seguir a este pobre hombre!".

 

año 1931

01/10/2023

(Sin día claro) Pocos días después de la oración del tranvía, nuestro Padre se acuesta una noche repitiendo muchas veces: Hágase, cúmplase....

 

año 1936

01/10/2023

Nuestro Padre se encuentra en plena guerra civil española huyendo de un lado a otro de Madrid. Contaba don Alvaro en algunas tertulias en 1976: "En aquellos momentos, el hecho de ser sacerdote constituía un peligro —muy grande y próximo— de perder la vida. Nuestro Padre abandonó el piso que ocupaba la Abuela. Aquella casa no era un lugar seguro para esconderse porque en la zona le conocían como sacerdote. Uno de esos días ahorcaron en un árbol, en plena calle, delante de la casa de la Abuela, a un hombre que se parecía mucho físicamente a nuestro Padre, pensando indudablemente que se trataba de él. Todos sus hijos tuvimos que escondernos. El Padre, apenas escontraba un refugio, celebraba lo que llamaba Misa seca. No podía celebrar una verdadera Misa ya que le faltaban las hostias y el vino. Al llegar el momento de la comunión, hacía una comunión espiritual. Yo conseguí refugiarme con mi hermano Pepe en un chalet de la calle Serrano. Nos reunimos en aquel chalet nuestro Padre, Juan Jiménez Vargas y yo. Así trasncurrieron unas tres semanas —de encierro total— y llegó el 1 de octubre de 1936. Nuestro Padre me preguntó varias veces: Alvaro, hijo mío, mañana es 2 de octubre; ¿qué caricia nos tendrá reservada el Señor? Pero Dios no quiso esperar al día siguiente. Al rato se presentó mi hermano Ramón para avisarnos de que nos amenazaba un peligro inminente. Venía muy alarmado: Están registrando las casas. Ayer y anteayer han asesinado a seis o siete personas, entre ellas a un sacerdote. Es posible que vengan también aquí. Entonces nuestro Padre decidió: Vamos a no tentar a Dios. Y sucedió algo que quizá los demás no advirtieron. Ante la posibilidad de un inmediato martirio, el alma de nuestro Padre se llenó de gozo con el pensamiento de entregar su vida por Dios; pero, al mismo tiempo, el Señor le dejó solo por unos momentos y —así lo explicaba nuestro Padre— vio su debilidad humana, sus pocas fuerzas: entonces sintió un miedo muy grande. Comprendió que toda su fortaleza era prestada. Entendió que ése era el regalo que el Cielo le hacía: la necesidad de confiar en el Señor, y no fiarse de sus fuerzas".

 

año 1941

02/10/2023

Comienza el primer Centro de Estudios en Madrid en Lagasca. A partir de abril, Tía Carmen quedó sola en la administración del Centro —las de Casa todavía no podían encargarse de llevarla— porque la Abuela falleció el 22 de abril de ese mismo año.

 

año 1928

02/10/2023

Este 2 de octubre (martes) nuestro Padre estaba en su celda (había comenzado un curso de retiro el día 30 de septiembre en el Convento de los Paúles en Madrid), después de haber escuchado una plática. Llevaba consigo las notas que había ido tomando durante los años anteriores sobre las iluminaciones y gracias que Dios le había concedido, y ahí, mientras leía aquellos papeles (Ap. Int. 306), recibió la iluminación sobrenatural de la Obra. Según el horario del retiro, nuestro Padre tuvo esa iluminación entre las diez y once de la mañana. Ya había celebrado la Santa Misa (entre siete y ocho). "Recibí la iluminación sobre toda la Obra, mientras leía aquellos papeles. Conmovido me arrodillé —estaba solo en mi cuarto, entre plática y plática— di gracias al Señor, y recuerdo con emoción el tocar de las campanas de la parroquia de Nuestra Señora de los Angeles (...) recopilé con alguna unidad las notas sueltas, que hasta entonces venía tomando" (Ap. Int. 306). Comentaba don Alvaro en una tertulia, refiriéndose a los años precedentes al 2 de octubre en la vida de nuestro Padre: "Dios le ayudaba con muchas mociones, con muchas locuciones (...) Con esas gracias operativas, con esas locuciones divinas, el Señor le iba preparando para el 2 de octubre de 1928, lo mismo que le disponía con tantos sufrimientos y tribulaciones (...). El 2 de ocubre , de repente Dios Nuestro Señor añadió a esas pinceladas todas las que faltaban en el cuadro, y nuestro Padre vio la Obra tal como era y como tiene que ser hasta el final de los siglos: por eso empleaba siempre el verbo ver. Le faltba todavía la Sección Femenina y la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, pero ya había visto desde un principio en la Obra a sacerdotes y seglares". Aunque nuestro Padre no olvidaba las mociones, gracias y locuciones que Dios le iba dando —muy frecuentes en los años precedentes al 2 de octubre— "con una gran prudencia sobrenatural —explicaba don Alvaro—, las escribía en fichas. Aquel 2 de octubre, estando nuestro Padre recogido en su habitación, después de celebrar la Santa Misa, se ocupaba en ordenar esas fichas para irlas leyendo y meditando. Y ese día no vio las anotaciones que tenía delante de los ojos, sino que Dios Nuestro Señor quiso que viese la Obra, tal como había de ser al cabo de los siglos. Así rompió el Opus Dei en el mundo: cuando nuestro Padre se disponía a meditar aquellas locuciones divinas, en la soledad de su habitación". De las campanas que sonaron aquel día, después de la guerra solamente quedó una. En el mes de octubre de 1972 se la regalaron a nuestro Padre, que comentó: "Los comunistas tiraron a la calle, desde lo alto de la torre, las campanas de la iglesia de Nuestra Señor de los Angeles. Se rompieron todas excepto una. Esa campana me la quiso regalar el clero de Madrid —el párroco, el Cardenal y sus obispos—, y está en Torreciudad. Cuando en la explanada se celebre la Santa Misa, en el momento de la Consagración sonará la campana de Nuestra Señora de los Angeles". Años después comentaría: "Si hubiera sabido lo que me esperaba, hubiera muerto: pero Dios Nuestro Señor me trató como a un niño: no me presentó de una vez todo el peso, y me fue llevando poco a poco".

 

año 1968

02/10/2023

Nuestro Padre se encuentra en Pozoalbero celebrando con varios de Casa el 40 aniversario de la Obra. Varios de los asistentes intentan que nuestro Padre, aprovechando la fiesta, les cuente algún favor sobrenatural relacionado con su persona y la Obra. Nuestro Padre no se da por enterado a pesar de la insistencia de algunos. Antes de levantar la tertulia, les dice: "Adrede no he querido contaros nada... He ido zafándome... Yo os mentiría, si os dijera que el Señor no ha tenido conmigo intervenciones extraordianarias. Lo ha hecho siempre que ha sido necesario para la Obra... Y son intervenciones que no deseo para nadie porque, aunque dejan el alma llena de paz, son también de una enorme exigencia (...) Pero muy especialmente en un día como hoy, no he querido contaros nada de eso, para que se os quede muy grabado que el camino nuestro es lo ordinario: santificar las acciones vulgares y corrientes de cada día..."

 

año 1938

02/10/2023

Décimo aniversario de la fundación de la Obra. Nuestro Padre por la situación de la guerra en España, solamente pudo pasarlo con don Pedro Casciaro, don Francisco Botella y don José María Albareda en Burgos. Antes, del 25 de septiembre al 1 de octubre había hecho en el Monasterio de Santo Domingo de Silos (cerca de Burgos), un curso de retiro él solo como preparación a este aniversario. En relación al 2 de octubre escribía: "¡Cuántos recuerdos y cuántas lágrimas y cuántas alegrías, en los diez años que pasaron! Es verdad que pienso también en la cuenta que habré de rendir a su hora".

 

año 1936

02/10/2023

Nuestro Padre cambia de refugio, durante la guerra, para evitar ser encontrado, y le ofrecen la llave de un departamento donde no vive más que la empleada doméstica, muchacha joven. Nuestro Padre responde al que le ofrece la llave —José María González Barredo—: "Hijo mío, ¿no te das cuenta de que soy sacerdote y de que, con la guerra todo el mundo está con los nervios rotos? No puedo ni quiero quedarme encerrado con una mujer joven día y noche. Tengo un compromiso con Dios, que está por encima de todo. Preferiría morir antes que ofender a Dios, antes de faltar a este compromiso de amor". Y tira la llave del departamento en una alcantarilla. Don Alvaro comentaba en una tertulia en junio de 1976: "Se acercó al agujero y la tiró. A eso se llama huir de las ocasiones y vivir heroicamente la prudencia. De una parte, el Padre no estaba dispuesto a librarse personalmente, y dejarnos a los demás en el peligro: esto tiene una historia más larga, que ya se escribirá. De otra, fiajos en el ejemplo de fortaleza también heroica, que nos dio". Se entera ese mismo día que han fusilado a don Lino Vea Murguía y a don Pedro Poveda, muy amigos suyos. Y contaba don Alvaro: "Nada más saludarme, se echó a llorar. Padre, ¿porqué llora? Fue un momento muy duro para mí —continúa don Alvaro— ver ese dolor del Padre. Como nuestro Fundador estaba muy metido en Dios, era también muy humano, y quería de veras a sus amigos. Lloró y se desahogó conmigo".

 

Santos Ángeles Custodios. Fundación de la Obra (1928) (A)

02/10/2023

 

año 1932

03/10/2023

Nuestro Padre comienza un Curso de Retiro en el Convento de los Carmelitas Descalzos de Segovia, donde reposan los restos de San Juan de la Cruz. Era el primer Curso de Retiro que hacía desde el 2 de octubre de 1928. Fue en este Curso de Retiro —el día 6—, cuando tuvo la moción interior de invocar por vez primera a los tres Arcángeles y a los tres Apóstoles como Patronos de la Obra. Terminó el 11 de octubre (ver Cursos de Retiro).

 

año 1972

04/10/2023

Inicia nuestro Padre su Catequesis en España y Portugal (terminó el 30 de noviembre). Durante esas semanas estuvo con más de ciento cincuenta mil personas en diferentes tertulias. La víspera de su regreso presidió un Te Deum en el oratorio de Castelldaura por los beneficios espirituales que Dios hizo llegar a tantas almas durante esos días. Meses más tarde, hojeando un ejemplar de "Dos meses de Catequesis", comentaba con expresión divertida a los que le acompañaban en ese momento: "Todo esto es por providencia de Dios, por querer de Dios... No ha sido una casualidad, ni algo querido por vosotros o por mí; la iniciativa ha sido del Señor. Y yo le doy las gracias, por haberme dado tanta doctrina y tan buena... ¡y tan poca vergüenza, para exponerla en público!".

 

año 1957

04/10/2023

Nuestro Padre comenta con Jesús Alvarez Gazapo algunas soluciones para la Cripta de Santa María de la Paz; algo en relación a su propia sepultura. Indica a Jesús que tome nota de un pequeño texto que va a dictarle "para cuando me enterréis". Tras el nombre y los apellidos, como único título debe ir la palabra: "Peccator", y a renglón seguido: "orate pro eo". "Si queréis, podéis añadir estas otras palabras: genuit filios et filias". Don Jesús toma nota sin decir nada, y nuestro Padre añade: "Pero, llegado el momento, debéis obrar con entera libertad". Nunca más volvió a hablar del asunto. Después de la muerte de nuestro Padre, don Alvaro escribía el 29 de junio, haciendo referencia a aquella sugerencia: "Yo he pensado en la presencia de Dios, que no podíamos escribir esa primera parte: tanto más, cuanto nos dejó en libertad. Me acuerdo de que, durante muchísimos años, el Padre se firmaba y todavía con frecuencia seguía firmándose: Josemaría pecador; o el pecador Josemaría: y decía de sí mismo, en su profunda humildad, que era "un pecador que amaba con locura a Jesucristo". Una gran lección más de humildad —insisto— para nosotros todos, pero me parece que no hubiéramos sido buenos hijos si hubiéramos grabado una inscripción así sobre su tumba (...). Esta anécdota, sencilla y edificante, recoge la desestimación que nuestro santo Fundador tenía de sí mismo. Sobre la gran losa de mármol verde muy oscuro, casi negro, de la tumba, interpretando el deseo de todas y de todos, mandé que, enseguida, con letras de bronce dorado, se pusiera solamente: EL PADRE".

 

año 1928

06/10/2023

Nuestro Padre termina el Curso de Retiro comenzado el 30-IX-1928. En este Curso de Retiro nuestro Padre vió la Obra. Terminado el curso de retiro, se incorporó a las tareas del Patronato de Enfermos donde venía trabajando y siguió con el mismo ritmo de trabajo: atención de enfermos, clases en la Academia Cicuéndez, atención de la Capilla del Patronato, etc. Enseguida se puso a buscar almas a quienes transmitir el mensaje de santidad. Repasó la lista de jóvenes que conocía de la Academia Cicuéndez. Uno de los primeros a los que habló de la Obra —sin llamarla así— fue Pedro Rocamora, al que conoció en 1928. Luego habló también a Julián Cortés y algún otro. "Hablaba —dice Pedro Rocamora— como un hombre inspirado. Nos asombraba, a los que estábamos junto a él, su conciencia plena de que tenía que entregar su vida a aquella idea. —Pero, ¿tú crees que eso es posible?, le preguntaba yo. Y él me contestaba: Mira, esto no es una invención mía, es una voz de Dios". Algunas veces, al terminar las clases en la Academia, por la tarde, se regresaba a su casa caminando mientras platicaba con varios de sus alumnos o se reunía a platicar con algún grupo de jóvenes, alrededor de una mesa, y les leía las anotaciones del cuaderno que llevaba consigo. Con mucha frecuencia iban a "El Sotanillo" —una chocolatería, cervecería y cafetería—, que estaba situado —en un semisótano— en un lugar muy céntrico de Madrid. Los propietarios del bar se acostumbraron a ver entrar a nuestro Padre rodeado de un grupo de estudiantes y decían siempre: "Ya ha llegado con sus discípulos".

 

año 1932

06/10/2023

Nuestro Padre ve en su oración personal que debe invocar a los Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael y a los Apóstoles Pedro, Pablo y Juan como Patronos de la Obra. Escribió nuestro Padre en una Carta fechada el 29 de septiembre de 1957: "Eran los primeros días de octubre de 1932 cuando, haciendo un retiro espiritual en el convento de los Carmelitas Descalzos de Segovia, con un aislamiento completo según era mi costumbre, sin que nadie me acompañara ni me diera conversación o plática alguna, pasaba largos ratos de oración en la capilla donde se guardan los restos de San Juan de la Cruz: y allí, en esa capilla, tuve la moción interior de invocar por vez primera a los tres Arcángeles y a los tres Apóstoles —cuya intercesión pedimos cada día todos los miembros de la Obra en nuestras Preces—, teniéndoles desde aquel momento como Patronos de las tres obras que componen el Opus Dei". Dos días después escribió en sus Apuntes: "Recé las Preces de la Obra de Dios, invocando a los Santos Arcángeles nuestros Patronos: San Miguel , S. Garbiel, S. Rafael... y ¡qué seguridad tengo de que esta triple llamada, a señores tan altos en el reino de los cielos, ha de ser —es— agradabilísima al Trino y Uno, y ha de apresurar la hora de la Obra!". Contaba don Alvaro en una tertulia: "Nuestro Padre se encomendaba al poder de los tres Arcángeles desde muy joven; en sus apuntes íntimos —los que escribió de su vida espiritual—, se ve cómo unas veces acudia a San Miguel, otras a San Gabriel, o a San Rafael, y otras a los Angeles Custodios; pero sin sistematizar aún el Patrocinio de los Arcángeles y de los Apóstoles de la Obra. Llegó un momento en que vio con más claridad. En octubre de 1932, haciendo su retiro espiritual en Segovia —cerca de Fuencisla, en el convento de los carmelitas descalzos de San Juan de la Cruz—, rezando junto a los restos del santo, recibió una moción de Dios para establecer el patronazgo de los tres Arcángeles y de los tres Apóstoles sobre la Obra, del modo en que lo vivimos". Contaba don Alvaro en una tertulia en Cavabianca el 29 de septiembre de 1988: "Nuestro Padre describió en sus apuntes íntimos cómo iba encomendado a San Miguel, a San Gabriel y a San Rafael las diferentes actividades apostólicas. Tiempo después, en Segovia, en el convento que hizo construir San Juan de la Cruz, rezando junto a los restos mortales de este gran santo, vio con claridad que los debía nombrar Patronos de la Obra. Era un lugar muy húmedo y nuestro Padre cogió un gran resfriado. Después, en ocasiones recordaba que Dios le hizo saber quiénes habían de ser los Patronos del Opus Dei, mientras sentía aquel malestar".

 

año 1913

06/10/2023

Muerte de Asunción, hermana de nuestro Padre (n. 15-VIII-1905). Tenía ocho años cuando cayó gravemente enferma. Estaba terminando el verano. Desde la muerte de sus otras dos hermanas —Rosario y Lolita—, nuestro Padre se había prodigado en cariños hacia su hermana Asunción, por la que sentía un particular cariño. Se llevaban tres años de edad. Estaba cierto día Asunción jugando con sus amigas, tratando de levantar un castillo de cartas de una baraja. Entre ellas, estaba nuestro Padre. Cuando más concentradas estaban para rematar la torre, nuestro Padre tuvo un arranque, tirando el castillo de un manotazo. Asunción y sus amigas comenzaron a llorar y nuestro Padre les dijo: "Eso mismo hace Dios con las personas: construyes un castillo y, cuando está casi terminado, Dios te lo tira". Uno de los días en que se esperaba el deselance de la enfermedad de Asunción, estaba nuestro Padre jugando con otros niños, y dijo: "Voy a ver cómo está mi hermana". Al preguntar a su madre, la Abuela le contestó: "Asunción ya está bien, ya está en el Cielo". Los Abuelos no querían que Carmen y nuestro Padre entrasen en el cuarto donde estaban velando a Asunción, amortajada. Pero, en un descuido nuestro Padre consiguió entrar para rezar y despedirse de su hermana. Por primera vez veía nuestro Padre un cadáver. Al darse cuenta, pasado el tiempo, de que sus tres hermanas habían muerto de la menor a la mayor, en años sucesivos, concluyó que él sería el siguiente. Un día se lo dijo a la Abuela: "El próximo año me toca a mí". La Abuela le recordó que la Virgen de Torreciudad le había curado: "No te preocupes, que yo te he ofrecido a la Virgen y Ella cuidará de ti".

 

Canonización de nuestro Padre (2002) (A)

06/10/2023

 

Nuestra Señora del Rosario (C)

07/10/2023

 

año 1967

08/10/2023

Nuestro Padre celebra la Misa en el Campus de la Universidad de Navarra ante miles de personas. En esa Misa pronuncia la homilía que luego sería publicada con el nombre de "Amar al mundo apasionadamente". Se conservan filmados unos minutos de esa Misa. La homilía que pronunció está grabada.

 

año 1964

10/10/2023

Nuestro Padre es recibido por Paulo VI por segunda ocasión en audiencia privada.

 

año 1943

11/10/2023

Entonces festividad de la Maternidad divina de María, la Sagrada Congregación de Religiosos de la Santa Sede, concede el nihil obstat para la erección canónica de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz. Nuestro Padre contaba: "Al celebrar ahora su Maternidad divina, recuerdo —no puedo menos de recordarlo— que la primera vez que la Santa sede puso sus manos sobre la Obra fue en esta festividad. Me encontraba con don Alvaro y me dijo: Padre, estará contento, porque mañana es la Virgen del Pilar. Y yo le contesté: fiesta por fiesta, todas las de la Virgen me conmueven; pero, puestos a escoger, prefiero la de hoy, la Matenidad. No sabía entonces que la Madre de Dios había intercedido por esta Obra de Dios, y se había dado la primera aprobación". Esta aprobación fue fruto de las gestiones de don Alvaro en la Santa Sede.

 

año 1948

11/10/2023

Se abre en Madrid el proceso ordinario para la Beatificación de Isidoro.

 

Aniversario de la Appositio manuum de la Santa Sede sobre la Obra (1943) (D)

11/10/2023

 

Primera vez que la Santa Sede pone sus manos sobre la Obra [Nihil Obstat para la SSS+] (D)

11/10/2023

11 de octubre de 1943

 

Nuestra Señora del Pilar [fiesta no lectiva en España] (D)

12/10/2023

 

año 1938

12/10/2023

Don Alvaro, Eduardo Alastrué y Vicente Rodríguez consiguen pasar de la zona comunista a la zona libre durante la guerra civil de España. Lo contaba don Alvaro en una ocasión: "Cuando empezó la guerra en España en 1936, yo pertenecía a la quinta anterior a la classe di ferro: la primera que llamaron a filas. No me presenté porque hubiera tenido que formar parte de un ejército declaradamente contrario a la Iglesia. Más tarde, si comparecía con tanto retraso, me esperaba la pena de muerte. Por eso no podía salir de Madrid; nuestro Fundador dispuso que permaneciera allí hasta que pudiese escapar. Mientras tanto se acentuó el hambre en Madrid de un modo tremendo. Yo dependía entonces de Isidoro Zorzano, que el Padre había nombrado Director; como era súbdito argentino, podía moverse con libertad. Tenía en casa de sus padres, en su mesa de despacho, cerrada con llave, la Eucaristía: la Santa Sede lo había autorizado para una circunstancia así. Un día, haciendo la oración ante el Santísimo, Isidoro supo que otros dos —que se encontraban en la misma situación— y yo, nos podíamos pasar al otro bando y no nos sucedería nada. Y nos dio permiso. El Señor también le hizo ver a nuestro Padre, en Burgos, que íbamos a pasarnos. Nos presentamos en la milicia en días diferentes y con otros nombres —como nos indicó Isidoro—, en un mes en que hubo bastante movimiento en los dos ejércitos: como los republicanos —realmente eran comunistas— habían sufrido muchos reveses en la guerra, hicieron numerosos cambios. Lo lógico hubiera sido que cada uno fuésemos a parar a un sitio diverso; pues nos mandaron al mismo regimiento, al mismo batallón, a la misma compañía y al mismo pelotón: ¡es increíble! Eramos dos cabos y un soldado raso. A mí me preguntaron: ¿sabes leer? Respondí: un poco. Y anotaron: semianalfabeto. Y me hicieron cabo; yo no tenía idea de nada, porque no había hecho aún el servicio militar. El mismo día en que llegamos al frente, nos pasamos al otro bando". Nuestro Padre e Isidoro habían sabido, de modo sobrenatural, varios meses antes, que en esa fecha conseguirían pasar a la zona nacional. El pueblo al que llegaron se llama Cantalojas. Al entrar en el pueblo, les esperaban varios hombres armados pues pensaban que los tres eran la avanzadilla de un regimiento republicano más numeroso, incluso estuvieron a punto de dispararles. La presencia de don Alvaro en zona libre era una de las grandes preocupaciones de nuestro Padre.

 

año 1931

15/10/2023

Enseñan por primera vez a nuestro Padre el Niño Jesús de Santa Isabel. Nuestro Padre había entrado a la clausura porque las monjas se hallaban atemorizadas. Acababa de aprobarse un artículo en la Constitución de España que suprimía las órdenes religiosas. Parecía que empezaría de nuevo la quema de conventos. Nuestro Padre las tranquilizó: "les hablé de Amor, de Cruz y de Alegría... y de victoria". De todos modos, era tal el ambiente que retiró el Santísimo: "Esta mañana, para purificar dos Copones, por no dejar el Santísimo Sacramento en la iglesia, comulgué casi medio copón, aunque di bastantes formas a cada religiosa". Cuando iba a salir de la clausura, le enseñaron al niño Jesús: "Al salir de la clausura, en la portería, me han enseñado un Niño que era un Sol. ¡No he visto Jesús más guapo! Encantador: lo desnudaron: está con los bracitos cruzados sobre el pecho y los ojos entreabiertos. Hermoso: me lo he comido a besos y... de buena gana lo hubiera robado". Desde entonces, todas las semanas le dejaban al "chiquitín". Era la época en la que nuestro Padre atravesba duras penas y pruebas y en la que pedía a Jesús una Cruz sin Cirineos. "Esa imagen —escribía don Alvaro— dio ocasión a nuestro Padre para que hiciese mucha oración y muchos actos de amor a la Humanidad Santísima de Jesús. Lo solía pedir a las monjas especialmente en épocas de Navidad, y lo bailaba y lo arrullaba y lo mimaba".Y escribía nuestro Padre en sus Apuntes Intimos: "El Niño Jesús: ¡cómo me ha entrado esta devoción, desde que vi al grandísimo Ladrón, que mis monjas guardan en la portería de su clausura! Jesús-Niño, Jesús-Adolescente: me gusta verte así, Señor, porque... me atrevo a más. Me gusta verte chiquitín, como desamparado, para hacerme la ilusión de que me necesitas".

 

año 1931

16/10/2023

Este día nuestro Padre recibe una gracia especial de Dios que le hace sentir de modo especial la filiación divina. Contaba don Alvaro en una tertulia: "La filiación divina fue un don de Dios para nuestro Padre. En el año 1931 estaba despidiendo a su familia en la estación de Atocha; marchaban para pasar los meses de calor fuera de Madrid. Allí se encontró con don Marcelino Olaechea, un sacerdote amigo suyo que luego sería arzobispo, y que entonces —a causa de la persecución religiosa— iba vestido de paisano; en aquellos momentos era casi una necesidad. Nuestro Padre, a pesar de todo, llevaba siempre la sotana. Después de conversar con ese sacerdote, regresó hacia su casa, que se encontraba al otro extremo de Madrid. Tomó el tranvía y, de repente, el Espíritu Santo comenzó a actuar en su alma, infundiéndole de modo intensísimo el sentido de la filiación divina. Primero en el tranvía y luego por la calle, nuestro Padre fue durante mucho tiempo haciendo oración y repitiendo en voz alta: Abba, Pater!, Abba, Pater!". Era una jornada luminosa, el sol lucía con mucho brillo y nuestro Padre se dirigía a casa de su madre. Escribió en sus Apuntes Intimos: "En Atocha compré un periódico y tomé el tranvía. A estas horas, al escribir esto, no he podido leer más que un párrafo del diario. Sentí afluir la oración de afectos, copiosa y ardiente. Así estuve en el tranvía hasta mi casa" (Ap. Int. 334). Años más tarde nuestro Padre escribía refiriéndose a este suceso: "La oración más subida la tuve (...) yendo en un tranvía y, a continuación vagando por las calles de Madrid, contemplando esa maravillosa realidad: Dios es mi Padre. Sé que, sin poderlo evitar repetía: Abba, Pater! Supongo que me tomarían por loco" (Instr. sg V-35). En una Carta (9-I-59) nuestro Padre recordaba: "Sentí la acción del Señor, que hacía germinar en mi corazón y en mis labios, con la fuerza de algo imperiosamente necesario, esta tierna invocación: Abba!, Pater! Estaba yo en la calle, en un tranvía (...). Probablemente hice aquella oración en voz alta. Y anduve por las calles de Madrid, quizá una hora, quizá dos, no lo puedo decir, el tiempo se pasó sin sentirlo. Me debieron tomar por loco. Estuve contemplando con luces que no eran mías esa asombrosa realidad, que quedó encendida como una brasa en mi alma, para no apagarse nunca". Curiosamente, antes de este suceso nuestro Padre escribe en sus Catalinas lo siguiente: "Quise hacer oración, después de la Misa, en la quietud de mi iglesia. No lo conseguí".

 

San Lucas (C)

18/10/2023

 

año 1947

20/10/2023

Se va a vivir a París definitivamente el primero, para comenzar la labor apostólica. Los comienzos en París nuestro Padre los había planeado y preparado desde 1936, pero la guerra civil española y, después, la Segunda Guerra Mundial, le obligaron a retrasar el proyecto en el que tenía tanta ilusión. Cuenta el protagonista: "El 18 de octubre fui a ver a nuestro Padre con otro de los que iría. Nos recibió en Diego de León. Casi enseguida nos dijo que deseaba darnos un trozo de la mortaja de Isidoro. Al final nos dio la bendición. Pocas horas después tomé el tren con dirección a Irún. Allí, en la estación, me esperaba otro que gestionaba sus papeles para ir también a Francia. Juntos fuimos hasta el puente internacional, que era preciso cruzar a pie, porque la frontera estaba cerrada. Llovía. En Hendaya tomé el tren a París. Llegué a la capital en la mañana del 20 de octubre, coincidiendo con una huelga de taxis. Como en el autobús urbano no admitían malestas, fui en metro hasta el Colegio de España, en la ciudad universitaria, donde tenía reservada una habitación. Allí viví alrededor de un mes, solo".

 

año 1946

21/10/2023

Nuestro Padre va definitivamente a Roma.

 

San Juan Pablo II (C)

22/10/2023

 

Fiesta de familia (antes San Rafael) (D)

24/10/2023

 

año 1966

24/10/2023

Nuestro Padre cuenta a los que están en la tertulia: "A mis sesenta y cinco años, he hecho un descubrimiento maravilloso. Me encanta celebrar la Misa, pero ayer me costó un trabajo tremendo. ¡Qué esfuerzo! Vi que la Santa Misa es verdaderamente Opus Dei, trabajo, como fue un trabajo para Jesucristo su primera Misa: la Cruz. Vi que el oficio del sacerdote, la celebración de la Santa Misa, es un trabajo para confeccionar la Eucaristía; que se experimenta dolor, y alegría, y cansancio. Sentí en mi carne el agotamiento de un trabajo divino" (tert 24-X-1966). En otra tertulia contaba nuestro Padre: "A mí nunca me ha costado tanto la celebración del Santo Sacrificio como ese día, cuando sentí que también la Misa es Opus Dei. Me dio mucha alegría, pero me quedé hecho migas (...) Esto sólo se ve cuando Dios lo quiere dar" (tert 9-XI-1966).

 

año 1952

26/10/2023

Nuestro Padre hace, en la fiesta de Cristo Rey, la Consagración de la Obra al Corazón Sacratísimo de Jesús, en el oratorio-biblioteca del Padre, en Villa Tevere. Poco tiempo antes había pedido a los de Casa en Roma que comenzaran a rezar: "Cor Iesu sacratissimum, dona nobis pacem", por la paz del mundo, por la paz interior que el mundo no puede dar, y para que esos señores nos dejen en paz...". Por esta época las necesidades económicas eran tremendas. Contaba don Alvaro en una tertulia en 1982: "Nuestro Padre pedía la paz para nuestras almas y la paz ante tantas dificultades que el demonio ponía delante. La Obra se hallaba recién aprobada como Instituto Secular, y ya se veía que aquello no podía ir bien; era una fórmula de compromiso que, como tal, encierra parte de las dos tesis: era como una bomba atómica. Nuestro Padre sufría. Era necesario buscar un camino seguro —eso le había encomendado un año antes a la Santísima Virgen— y poder trabajar en paz, sin que nos torciesen la vocación. Pedía también la paz económica, porque entonces andábamos metidos en obras, y no contábamos con nada". Don Alvaro, en una tertulia en 1977 añadía otros detalles en relación con esta Consagración hecha por nuestro Padre: "En esta ocasión se reunían todas las dificultades. De una parte, las de orden material que, aunque no nos hacían perder la paz, nos quitaban mucho tiempo. La Obra se encontraba en plena expansión y necesitaba disponer de adecuados instrumentos apostólicos. En Roma, se estaban construyendo los edificios de la sede central, no teníamos dinero, y los apuros económicos eran constantes. Pero, sobre todo, existían obstáculos —mucho más graves— de orden intelectual y espiritual. Eran momentos en los que el Opus Dei se abría fatigosamente camino, y algunos no entendían este fenómeno espiritual y jurídico que el Señor había suscitado en medio del mundo. El diablo estaba empeñando en hacernos la guerra, moviendo lo que nuestro Padre —con superabundancia de caridad— denominaba la contradicción de los buenos".

 

Cumpleaños del Padre [don Fernando] (B)

27/10/2023

 

año 1931

28/10/2023 - 29/10/2023  

Nuestro Padre deja de trabajar en el Patronato de Enfermos de Madrid. Había comenzado a colaborar en las actividades del Patronato un mes después de haber llegado a vivir a Madrid (llegó el 19-IV-1927). El nombramiento de capellán de la iglesia del Patronato se le concedió el 10 de junio de 1927 a petición de doña Luz Rodríguez Casanova, fundadora de las Damas Apostólicas. Nuestro Padre escribió más tarde: "La primera vez que se me dieron (licencias ministeriales) en la diócesis de Madrid, a petición de M. Luz Casanova fueron generales, si no recuerdo mal: de celebrar, confesar y predicar". Llevaba, pues, unos cuatro años trabajando en el Patronato cuando lo dejó. Se daba cuenta de que Dios le venía pidiendo de muchos meses atrás que dejara el Patronato de Enfermos para dedicarse con más intensidad a la Obra. Nuestro Padre tenía claro que debía tratar de quedarse en Madrid puesto que la Obra había nacido ahí. Pero, como sacerdote extradiocesano, tropezaba con la conocida dificultad de obtener permiso y licencias del Obispo de Madrid. Comenzó a pedir a Dios que le ayudara a resolver ambos problemas, y nuestro Padre anota: "Ha sido el señor quien ha puesto el punto final. Venía pidiendo yo en la Santa Misa que se arreglaran las cosas de modo que pudiera dejar de trabajar en el Patronato. Creo que fue el quinto día de hacer esta petición cuando el Señor me oyó: fue El: no cabe duda, porque accedió a mi súplica con creces... La concesión fue acompañada de humillación, injusticia y desprecio. ¡Bendito sea!". El 18 de junio de 1931 se le concedió el permiso de dejar las Damas Apostólicas del Patronato de Enfermos, pero nuestro Padre no quiso dejar de atenderlas hasta que las religiosas hallaron un sustituto. El último día que trabajó ahí fue el 28 de octubre de 1931. Escribió al día siguiente: "Otro favor del Señor: ayer hube de dejar definitivamente el Patronato, los enfermos por tanto: pero, mi Jesús no quiere que le deje y me recordó que El está clavado en una cama del hospital...". Poco tiempo antes anotaba en sus Apuntes Intimos: "Voy a dejar el Patronato. Lo dejo con pena y con alegría. Con pena, porque después de cuatro años largos de trabajo en la Obra Apostólica, poniendo el alma en ella cada día, bien puedo asegurar que tengo metido en esa casa Apostólica una buena parte de mi corazón... Y el corazón no es una piltrafa despreciable para tirarlo por ahí de cualquier manera. Con pena también, porque otro sacerdote, en mi caso, durante estos años, se habría hecho santo. Y yo, en cambio, ... Con alegría, porque ¡no puedo más! Estoy convencido de que Dios ya no me quiere en esa Obra: allí me aniquilo, me anulo. Esto fisiológicamente: a ese paso, llegaría a enfermar y, desde luego, a ser incapaz de trabajo intelectual". Nuestro Padre guardaba con especial cariño en su corazón la atención a tantos enfermos y moribundos de esos cuatro años: "pienso que algunos enfermos, de los que asistí hasta su muerte, durante mis años apostólicos (!), hacen fuerza en el Corazón de Jesús". Y en otro lugar de sus Apuntes escribió: "En el Patronato de Enfermos, quiso el señor que yo encontrara mi corazón de sacerdote". Este día de su despedida, el Señor permitió que sufriese un pequeño disgusto, que escoció muy deveras su sensibilidad. Un injusto comentario a sus espaldas del que se enteró luego. Don Alvaro contó después: "Se trató de una pequeñez sin importancia, según me aseguró, pero el Señor permitió que le doliera de veras". Nuestro Padre se despidió de las religiosas, no sólo olvidando lo que tanto le dolió sino pidiéndoles perdón por ello, y concluye este incidente, escribiendo: "Lo del Patronato lo arreglé como el Padre Sánchez me ha dicho: muy afectuosamente: les volví a rogar que perdonen cuanto haya podido desedificarlas con mi carácter, etc.". Nuestro Padre pasó entonces al Patronato de Santa Isabel. El cambio a Santa Isabel no fue una solución pensada por nuestro Padre. Fue más bien una consecuencia de las circunstancias políticas de España en aquellos momentos y de la generosidad de nuestro Padre que se enteró de que las religiosas no tenían sacerdote que las atendiera puesto que ir a celebrar ahí era exponer la vida ya que los alrededores eran rabiosamente anticlericales. Con esto, además, no resolvía el grave problema económico de la familia pues comenzó a trabajar en el Patroanto de Santa Isabel sin nombramiento oficial de ninguna clase y sin recibir retribución económica alguna. A los pocos días de atender la comunidad, las religiosas se dieron cuenta de que nuestro Padre era una ayuda que les llegaba del Cielo y decidieron hacer las gestiones oportunas para conseguir su nombramiento como capellán. La capellanía le daría continuidad eclesiástica para residir en Madrid (él estaba incardinado en Zaragoza, con permiso para estar en Madrid), puesto que nuestro Padre veía claramente que debía permanecer en la capital pues eso ayudaría al crecimiento de la Obra y sabía que el Obispo de Madrid estaba enviando a sus respectivas diócesis a todos los sacerdotes extradiocesanos. Nuestro Padre, sin embargo, no se metía en las gestiones: "En estos días las monjitas de Santa Isabel tratan de conseguir mi nombramiento como Capellán de aquella Santa Casa. Humanamente hablando, aun para la Obra, creo que me conviene. Pero, me estoy quieto. No busco ni una recomendación. Si mi Padre Celestial sabe que será para toda su gloria, El arreglará el negocio (13-VIII-31). Más adelante, anota en sus Apuntes: "que, siempre que convenga para la Obra, me proporcione esa colocación. Pero, si me ha de apartar, ni un milímetro, no la quiero, ni la pido".

 

Santos Simón y Judas (C)

28/10/2023

 

año 1931

29/10/2023

Considera repetidamente las palabras de la Sagrada Escritura: Timor Domini sanctus...

 

Todos los Santos (B)

01/11/2023

 

año 1927

01/11/2023

(Sin día claro) A finales de noviembre de 1927, nuestro Padre alquiló un pequeño piso en la calle de Fernando el Católico, en Madrid. Había llegado a la capital el 19 de abril de 1927 con la intención de hacer el doctorado en Derecho, conseguir trabajo y llevarse a la Abuela, Tía Carmen y tío Santiago a Madrid porque la situación en Zaragoza era insostenible ya para la familia. Primero vivió en una pensión, luego en la residencia de sacerdotes de la calle Larra —donde se puso en contacto con el Patronato de Enfermos, del que fue nombrado capellán— y luego se trasladó al piso de la Fernando el Católico. Para sostener a la familia —además del trabajo en el Patronato de Enfermos—, nuestro Padre comenzó a dar clases de Derecho Romano e Instituciones de Derecho Canónico en la Academia Cicuéndez. Además, para aumentar ingresos, daba clases particulares en el piso de Fernando el Católico. Nuestro Padre estuvo trabajando en la Academia hasta 1933 y las clases eran del turno de la tarde. Las clases que daba llamaban la atención por su altura y sentido práctico. Hizo buena amistad con muchos de sus alumnos y compañeros profesores. A muchos les llamaba la atención el porte distinguido y correcto de nuestro Padre. Un día, un profesor de la Academia comentó a los alumnos que, al terminar las clases, nuestro Padre dedicaba largos ratos a visitas a pobres y enfermos en barrios extremos de Madrid. No se lo creyeron del todo y, sobre si era cierto o no, hicieron apuestas entre ellos. Siguiéndole a escondidas fueron a parar al extremo norte, al barrio de Tetuán de las Victorias; y, otro día, al arrabal del pueblo de Vallecas, al sur.

 

año 1942

01/11/2023

(?) Llegan a vivir a Roma don José Orlandis y don Salvador Canals para hacer estudios de especialización. Son los primeros de la Obra que llegan a vivir a Roma. Nuestro Padre les da la bendición. Salen en avión desde Sevilla. Antes de salir de Madrid se despiden de Isidoro, a quien dicen que estarán fuera diez meses. Isidoro contesta: "Pues a la vuelta no me encontraréis, porque ya no estaré aquí; así que nos despedimos hasta el Cielo".

 

• 5º Ricardo Fernández Vallespín (de 48 pitajes)

04/11/2023

4-XI-1933
28-VII-1988

 

año 1933

04/11/2023

Pide la admisión D. Ricardo Fernández Vallespín. Era entonces un estudiante de arquitectura de la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid y le faltaba poco más de un año para terminar la carrera. La situación económica de la familia de don Ricardo no era buena y, para ayudar, daba clases particulares a un muchacho llamado José Romeo. Desde los tiempos de Zaragoza, nuestro Padre era amigo de esa familia. Y en casa de esa familia conoció a don Ricardo un día que fue para darle clase a José. Don Ricardo no se había planteado jamás ningún problema vocacional. Deseaba terminar cuanto antes la carrera y ganarse la vida. Se sintió atraído inmediatamente por nuestro Padre: "aquel sacerdote —escribió más tarde— que en sus palabras corrientes y sencillas, traslucía un alma plenamente dada a Dios". Y concertó una entrevista con nuestro Padre que tuvo lugar quince días después, en la casa de Martínez Campos. Don Ricardo acudió a la cita con la seguridad de que tendría "una influencia decisiva" en su vida. En aquella ocasión, al terminar de platicar con él, nuestro Padre le regaló un ejemplar de Historia de la Sagrada Pasión de La Palma y escribió como dedicatoria: "+ Madrid 29-V-33. Que busques a Cristo. Que encuentres a Cristo. Que ames a Cristo". En esta ocasión, nuestro Padre le habló de la Obra. Le explicó que para llevarla a cabo se necesitaba un grupo de amadores de Cristo que santificasen su trabajo en medio del mundo y que estuvieran clavados en la Cruz. Entusiasmado, cuenta don Ricardo, "le dije simplemento: —yo quiero ser "eso", porque ni siquiera sabía cómo se llamaba "eso" que era la Obra de Dios". A partir de ese momento, nuestro Padre le consideró de la Obra. Una de las primeras tareas que le encomendó fue la de buscar por todo Madrid una sede para la Academia DYA. Pocos días después anotaba en sus Catalinas: "Día 13 de noviembre de 1933. Estos días andamos a vueltas con los muebles, para el piso. Se encargó de comprarlos Ricardo F. Vallespín, porque se hace contrato a su nombre, y —siempre me quedo solo— a pesar de su venida, he de arreglar yo esa cuestión".

 

año 1932

05/11/2023

Muerte de Luis Gordon y Picardo. Era pariente de la Marquesa de Onteiro, madre de doña Luz Rodríguez Casanova, Fundadora de las Damas Apostólicas, en cuyo Patronato de Enfermos nuestro Padre era capellán desde 1927. A través de esta familia conoció a Luis Gordon y en 1931 pidió la admisión. Se convirtió rápidamente en una persona en la que nuestro Padre podía confiar porque era un hombre maduro —ingeniero industrial, promotor de una maltería en Ciempozuelos— y en 1931 era del grupo que habitualmente acompañaba a nuestro Padre alguna tarde al Hospital General de Madrid para atender a los enfermos y a prestarles diversos servicios: cortarles las uñas, limpiarles, peinarles, darles conversación. Es de Luis la anécdota que muchas veces contó nuestro Padre de esas visitas al Hospital General: "Entre los que me acompañaban en esas visitas, se contaba un hermano vuestro que fue el primero en morir, antes de la guerra de España. Era ingeniero industrial, y pertenecía a una familia muy conocida de Madrid. Un día tuvo que limpiar un orinal usado como escupidera. Vi que palidecía tremendamente, pero se dirigió a un pequeño cuarto del hospital, donde había un grifo y unas brochas para lavar esas cosas. Lo seguí, pensando que podía caerse redondo al suelo, y me lo encontré con la cara radiante de alegría. En vez de utilizar las escobillas, metía la mano para limpiar bien el orinal. Me quedé muy contento y le dejé hacer. Más tarde recogí este episodio en un punto de Camino; casi todos me recuerdan alguna anécdota. En ese lugar escribí lo que él, después, me contaba que había pensado: ¡Jesús, que haga buena cara! Todo esto servía, en aquellos momentos, para formar a vuestros primeros hermanos, pero hoy no estaría bien comportarse de esa manera. Ahora no puedo recomendarlo, aunque —insisto— entonces era una cosa buena". De ese suceso escribió nuestro Padre el n. 626 de Camino. En alguna ocasión don Pedro Casciaro le oyó comentar algo en relación a la muerte de Luis: "Recuerdo un hombre joven que tenía buena salud y no sólo buena salud, sino buena posición social y económica. Se llamaba Luis Gordon. Pero el Señor se lo llevó inesperadamente. Quizá el Señor quiso llevárselo para que la Obra naciera en una pobreza real, sin medios económicos propios, que nunca los tendrá. El había heredado ya una buena fortuna, que quiso dejar a la Obra, pero yo —siguiendo un impulso interior— lo disuadí". Si nuestro Padre hubiera aceptado aquella herencia, no se hubieran sufrido todos los apuros y agobios económicos de Ferraz y probablemente tampoco los que llegaron después.

 

año 1981

07/11/2023

Juan Pablo II decide erigir la Obra como Prelatura Personal y así lo comunica al Padre. La decisión se hizo pública hasta el 23 de agosto de 1982, porque Su Santidad decidió consultar a todos los obispos del mundo, pidiéndoles su opinión.

 

San Severino, mártir (D)

08/11/2023

 

año 1986

08/11/2023

Clausura del proceso romano sobre la vida y virtudes de nuestro Padre.

 

año 1931

08/11/2023

Nuestro Padre asiste por primera vez al ejercicio de la Congregación de San Felipe Neri para ayudar en la atención de los enfermos del Hospital General. Nuestro Padre había dejado (el 28-X-31) el Patronato de Enfermos en el que venía colaborando y trabajando desde 1927. Con la Fundación de la Obra, vio claramente que debía dejar el Patronato: "Estoy convencido de que Dios ya no me quiere en esa obra: allí me aniquilo, me anulo. Esto fisiológicamente: a ese paso, llegaría a enfermar y, desde luego, a ser incapaz de trabajo intelectual", escribía en sus Apuntes refiriéndose a que la atención por todo Madrid de enfermos y pobres le llenaba el día y las noches y casi no descansaba, al mismo tiempo que tenía que trabajar para sostener a su familia. Dejado el Patronato de Enfermos, nuestro Padre pasó a ser el Capellán del Patronato de Santa Isabel —donde el trabajo era exclusivamente de atención de la capellanía—, pero seguía con enormes deseos de continuar atendiendo enfermos. Por medio del sacristán de Santa Isabel se enteró de la Congregación de San Felipe Neri, que se ocupaba de atender a los enfermos del Hospital General (era una hermandad benéfica, no religiosa). Consultó con su confesor y anotó en sus Catalinas: "desde el próximo domingo, comenzaré a ejercitarme en ese hermoso oficio". El trabajo consistía en ir todos los domingos por la tarde a atender a los enfermos. En total eran unos doce los que se dedicaban a esta tarea. En las Constituciones se puntualizaba la manera de atender a los enfermos: "que se hagan las camas a los pobres, que se les laven los pies y corte el pelo, que se les corten las uñas, que —siendo necesario— se mundifiquen los vasos, etc.". A esta tarea dedicaban toda la tarde del domingo. A esta congregación —no era de religiosos, sino de personas que deseaban atender enfermos—, pertenecían también Luis Gordon, Jenaro Lázaro y Antonio Medialdea y fue en estas visitas donde nuestro Padre los conoció. Con el paso del tiempo, nuestro Padre fue llevando a otros estudiantes que conocía a que le ayudaran. Uno de ellos escribe: "Era un trabajo durísimo y muy desagradecido. El ambiente anticatólico lo invadía todo y muchos enfermos nos insultaban. Nos ocupábamos de arreglarles el cabello, afeitarles, cortarles las uñas, les lavábamos y les limpiábamos las escupideras. Daba un asco horrible. Ibamos los domingos por la tarde y salíamos con náuseas". Nuestro Padre, además, procuraba dar atención espiritual a los enfermos. Uno de los que lo acompañaba recuerda "la estela espiritual" que dejaba nuestro Padre a su paso "levantando el espíritu de los enfermos y moribundos". También en este hospital fue donde ocurrió aquella anécdota que contaba nuestro Padre. Era un domingo de febrero de 1932 y avisaron a nuestro Padre que un moribundo no quería recibir los sacramentos. Y escribió en sus Apuntes Intimos: "Era un gitano, cosido a puñaladas en una riña. Al momento, accedió a confesarse. No quería soltar mi mano y, como él no podía, quiso que pusiera la mía en su boca para besármela. Su estado era lamentable: echaba excrementos por vía oral. Daba verdadera pena. Con grandes voces dijo que juraba que no robaría más. Me pidió un Santo Cristo. No tenía, y le di un rosario. Se lo puse arrollado a la muñeca y lo besaba, diciendo frases de profundo dolor por lo que ofendió al Señor". Fue hasta el martes que nuestro Padre supo de la muerte de aquel hombre: "Un muchacho ha venido a contarme que el gitano murió con muerte edificantísima, diciendo entre otras frases, al besar el crucifijo del rosario: Mis labios están podridos, para besarte a ti. Y clamaba para que sus hijas vieran y supieran que su padre era bueno. Por eso, sin duda, me dijo: Póngame el rosario, que se vea, que se vea". Otro de esos domingos, quien acompañaba a nuestro Padre en su recorrido era Luis Gordon. Nuestro Padre contó muchas veces esta anécdota. Mientras él se ocupaba de atender a un tuberculoso, pidió a Luis que limpiara la bacina. Al verla llena de esputos se le escapó un gesto de repulsión, pero se contuvo y se fue al cuarto de servicio al fondo de la sala. Al darse cuenta, nuestro Padre salió inmediatamente tras él pensando que podría hasta desmayarse del asco, pero se lo encontró en plena faena, con el orinal lleno de agua y con la camisa rremangada hasta el codo y limpiando con la mano mientras decía en voz baja: ¡Jesús, que haga buena cara! Nuestro Padre llevó a muchos de los universitarios que iban poniendose en contacto con él a hacer visitas al hospital: José Romeo, Adolfo Gómez Ruiz, José Manuel Doménech, y otros. No eran gente habituada a faenas de hospital y, al terminar, salían con el estómago revuelto, con olores fétidos persistentes prendidos a la ropa y con la memoria de imágenes repulsivas de pus, llagas y miserias de toda clase. Apenas ponían los pies en la calle, más de uno vomitaba del asco. Las visitas que hacía la congregación eran los domingos por las tardes pero, por anotaciones en sus Apuntes Intimos, parece que nuestro Padre atendía a los enfermos también en otras horas. En verano de 1932, por los cambios políticos de España, se suspendieron las visitas al hospital, ya que el gobierno deseaba sustituir a todas las congregaciones y hermandades de beneficiencia por enfermeras profesionales y personal laico. Nuestro Padre pasó miles de horas atendiendo enfermos y moribundos en distintos hospitales. Había atendido a tantas personas en agonía que hasta en el piadoso ejercicio de amortajar cadáveres logró maña y pericia. Pero, nuestro Padre no hacía ostentación de su persona ni de sus trabajos y, por lo tanto, es difícil saber los hospitales que visitaba. Uno de los pocos datos sobre este asunto es el testimonio de alguine que le acompañó varias veces, un sacerdote que estudiaba en Madrid: "Fui a varios hospitales: al Hospital General, al Hospital del Niño Jesús, al Hospital de la Princesa, al Hospital del Rey. De esta experiencia escribió nuestro Padre, refiriéndose a los primeros años de la Obra: "Fueron unos años intensos, en los que el Opus Dei crecía para adentro sin darnos cuenta. La fortaleza humana de la Obra han sido los enfermos de los hospitales de Madrid: los más miserables; los que vivían en sus casa, perdida hasta la última esperanza humana; los más ignorantes de aquellas barriadas extremas".

 

Dedicación de la Basílica de San Juan de Letrán (C)

09/11/2023

 

Dedicación basílica S. Pedro y S. Pablo

18/11/2023

 

año 1937

19/11/2023

Comienza el paso de los Pirineos. Acompañan a nuestro Padre: Juan Jiménez Vargas, Pedro Casciaro, Francisco Botella, Miguel Fisac y José María Albareda. Luego se incorporan Manolo y Tomás Alvira. Nuestro Padre estuvo oculto en los bosques del Rialp del 22 al 27 de noviembre. Ahí organizó lo que llamó "nuestra casa de San Rafael", que en realidad era una cabaña de paja donde vivía el Padre con los de Casa. Esta "casa" estuvo presidida por una imagen de la Virgen del Pilar —una hoja de un folleto sobre Zaragoza—, que se conserva en Roma. "En cuanto parábamos en un sitio —contaba nuestro Padre— nos organizábamos muy bien: confeccionábamos un horario y nos distribuíamos los encargos. Estuvimos metidos en una cabaña de paja, después de limpiarla lo mejor posible, porque procurábamos cuidar la higiene (...)".

 

año 1937

21/11/2023

Paso del Pirineo. Los cinco que acompañan a nuestro Padre están dentro del horno de pan donde los han escondido. Prenden una pequeña vela. Nuestro Padre, discretamente, plantea a Juan Jiménez Vargas que piensa regresar a Madrid. Siente la obligación de volver con los que han quedado expuestos a mayor peligro. D. Juan le dice en tono enérgico: "¡Usted va adelante, vivo o muerto!". El Padre contaba en una tertulia en Roma el 14 de junio de 1999: "Juan tenía miedo porque, cuando nuestro Padre tomaba una decisión, la ponía en práctica. No es que no escuchara —ejercitó heroicamente la virtud de la prudencia—, pero había mencionado varias veces aquella frase del Señor: non veni ministrari sed ministrare... Decía nuestro Padre que Juan no era entonces muy experto en latines y lo mismo le daba ministrari que ministrare". Cuando le oyó decir aquello, contestó: ¡qué ministrari ni qué ministrare! ¡Usted pasa al otro lado con nosotros, o le llevamos!".

 

Presentación de Nuestra Señora (C)

21/11/2023

 

año 1965

21/11/2023

Son las 7:30 de la tarde. El Papa Paulo VI llega al Centro ELIS, en el barrio Tiburtino, de Roma para bendecir el Centro. Muchas personas se reunieron para ver al Papa y saludarlo. El ambiente era de fiesta. El Papa celebró la Santa Misa. Además de bendecir el Centro, bendice también la imagen de la Virgen que está ahora en la Ermita de la Universidad de Navarra. Cuando, al final, nuestro Padre pide la bendición al Papa, Paulo VI le invita a dar la bendición junto a él. Nuestro Padre comenta después: "Con que Pablo VI hubiera pasado diez minutos felices, me hubiera quedado contento. Pero me quedé corto (...). Porque estaban previstas dos horas para la visita, y estuvo tres horas largas. No tenía prisa. Se marchó feliz, feliz".

 

año 1949

22/11/2023

Sale nuestro Padre de Roma, acompañado de don Alvaro y don Ignacio —que conducía el coche—, rumbo a Austria y Alemania para hacer la prehistoria de esos dos países. Era la primera vez que nuestro Padre salía de Roma con este fin. Estuvo de paso en Génova y Milán. El día 28 llegaron a Bolzano, capital del Tirol meridional. Preguntaron por un hotel y les preguntaron si lo querían de ambiente y cocina tirolesa o italana. Nuestro Padre prefirió lo primero, como preparándose para su primera estancia en países de habla germánica. El día 29 llegaron a Insbruck a la hora de comer. El día 30 celebraron la Santa Misa en la Spitalkirche. Al terminar de celebrar salieron hacia Munich a donde llegaron a media tarde. Nuestro Padre recordaba: "La ciudad estaba medio destruida. El hotel donde nos alojamos, para subir las escaleras había que arrimarse a la pared, porque no tenía barandillas". El día 31 visitaron al Cardenal Faulhaber, que se interesó mucho por la Obra. La conversación tuvo que ser en latín. Al terminar la conversación el Cardenal se empeñó en que nuestro Padre y don Alvaro se quedaran a ver una película con él. Contaba nuestro Padre: "Una película... ¡en alemán!; no nos enteramos de nada. Pero nos invitó con tanto cariño, que accedí gustosísimo". Al terminar las gestiones que quería hacer en Munich, regresaron a Roma. El día 4 de diciembre estaban ya en casa. Había recorrido 3500 kms. en trece días.

 

año 1937

22/11/2023

Rosa del Rialp. Nuestro Padre se levanta por la mañana, con intención de celebrar la Santa Misa. En realidad esa noche no durmió; había llorado y pedido a la Virgen una señal clara de la decisión que debía tomar. Sigue profundamente afectado por la indecisión de seguir o no. Sale del horno y se dirige a la iglesia vecina, que está medio en ruinas. Mientras reza, ve una rosa de madera estofada, tal vez desprendida de un altar antiguo. Está intacta. Se disipan las dudas y le invade una gran paz. Regresa radiante a reunirse con el grupo y celebra la Santa Misa. Ese mismo día se incorporan al grupo Manolo y Tomás.

 

• 9º Francisco Botella (de 48 pitajes)

23/11/2023

23 XI-1935
29-IX-1987

 

• 8º Pedro Casciaro (de 48 pitajes)

23/11/2023

23-XI-1935
23-III-1995

 

año 1935

23/11/2023

Pide la admisión D. Pedro Casciaro. Don Pedro había llegado a vivir a Madrid —procedente de Murcia— para hacer los estudios universitarios en 1932. El 1935, un amigo suyo —Agustín Thomás Moreno—, le habló de nuestro Padre y, después de varias ocasiones de invitarlo a conocerlo, don Pedro accedió "por pura y simple curiosidad". A finales de enero de 1935 lo llevó a Ferraz 50, donde conoció la Academia DYA. Ahí conoció a nuestro Padre. En el mismo momento de presentarse, nuestro Padre pidió a Agustín que los dejara solos. "Me llamó poderosamente la atención su bondad, su alegría contagiosa, su buen humor... y le abrí mi alma como nunca había hecho con ninguna otra persona a lo largo de toda mi vida. No sabría precisar cuánto tiempo estuvimos hablando; lo más probable es que no pasara de tres cuartos de hora. Sólo recuerdo que al despedirme le dije: Padre, me gustáría que usted fuese mi director espiritual (...); yo no tenía por aquel entonces, una idea clara de lo que significaban esas dos palabras juntas". Poco tiempo después de conocerse, en alguna visita a nuestro Padre, don Pedro lo notó especialmente contento: acababa de recibir el permiso del obispo para que se quedase reservado el Santísimo Sacramento en el oratorio de Ferraz (que quedó reservado el 31 de marzo de 1935). Y siguió llevando dirección espiritual con nuestro Padre: "El Padre nunca me dijo nada por lo que se refiere a la vocación, y menos de vocación al Opus Dei". Después del verano de 1935, al regresar a Madrid, en septiembre de 1935, Miguel Fissac le comentó que se estaba planteando la posibilidad de ser de la Obra. Don Pedro empezó a plantearse: "¿Y si Dios me llamase a mí por ese camino?". Cuando se lo planteó a nuestro Padre le dijo que siguiera cuidando su vida de piedad y que procurara comenzar el curso escolar con mucho afán de estudio. Asistió, poco después, a un retiro mensual que nuestro Padre había organizado para reconectar a los que se habían ausentado de Madrid durante el verano. Nuestro Padre habló mucho de sacrificio, de la Cruz del Señor, de mortificación y del joven rico. "Ya en la primera meditación vi claro que no podía hacer lo del joven rico del Evangelio. Y al acabar el retiro, busqué al Padre y le pedí que me dejara ser miembro del Opus Dei. El Padre me aconsejó calma de nuevo. Me dijo que era preferible que esperara y que intensificara, mientras tanto, mi plan de vida espiritual. ¿Cuánto debía esperar? Al principio me habló de un mes. Me pareció muchísimo. Le pedí que acortara el plazo: cuatro, tres, dos semanas... fue un verdadero forcejeo: —Padre, desde que me he planteado la vocación, ya no tengo tranquilidad alguna para nada... Tanto insistí, que logré que me concediera un plazo más breve: nueve días. Nueves días me parecían en aquellos momentos una eternidad. ¿No se podrían acortar? "Haz un triduo —concedió entonces— encomendándote al Espíritu Santo, y obra en libertad, porque donde está el Espíritu del Señor allí hay libertad". Comenzó el triduo el 18 de noviembre. Al terminar, se había decidido totalmente y decidió pedir formalmente al Padre la admisión. Nuestro Padre le explicó que se hacía mediante una carta escrita de puño y letra, dirigida a él. Don Pedro interpretó que había que escribirla y enviarla por correo y así lo hizo. Escribió la carta y la echó en un buzón, calculando que llegaría a nuestro Padre al día siguiente. De este modo, pensaba don Pedro, cuando volviera a ver a nuestro Padre —varios días después— nuestro Padre ya tendría una respuesta para él. Efectivamente, fue a ver a nuestro Padre pocos días después.

 

año 1935

26/11/2023

Pide la admisión Francisco Botella.

 

año 1924

27/11/2023

Muerte del Abuelo en Logroño. Después del desayuno, el Abuelo se entretuvo jugando un momento con tío Santiago (iba para los seis años), se arrodilló un momento ante la imagen de la Virgen Milagrosa que estaba de turno en la casa. Al llegar a la puerta de la casa para salir, se desmayó. Dos horas más tarde, habiendo recibido los últimos sacramentos, moría sin haber vuelto en sí. El dueño del negocio donde trabajaba el abuelo, al ver que no llegaba, envió a Manuel Ceniceros para que averiguase lo que sucedía. Cuando llegó a la casa de los abuelos, el abuelo todavía vivía pero falleció poco después "con una santidad que invadía a toda la familia", según dice Manuel Ceniceros. Le encargaron que pusiera un telegrama a nuestro Padre para pedirle que se trasladara a Logroño. Nuestro Padre se trasladó desde Zaragoza al recibir el telegrama de que su padre estaba gravemente enfermo. El mismo Manuel fue a la estación a esperarlo, cuando nuestro Padre llegó, no tuvo más remedio que decirle la verdad. "Lo aceptó —dice Manuel— con una serenidad tan grande, que me sorprendió de una manera difícil de explicar". Nuestro Padre tuvo que pedir prestado a don Daniel Alfaro —capellán castrense—, para los funerales de su papá. Velaron el cadáver toda la noche. En alguna ocasión nuestro Padre dijo, refiriéndose al abuelo: "No lo recuerdo jamás con un gesto severo; le recuerdo siempre sereno, con el rostro alegre. Y murió agotado: con sólo cincuenta y siete años, pero estuvo siempre sonriente. A él le debo la vocación".

 

La Medalla Milagrosa (D)

27/11/2023

 

año 1982

27/11/2023

Sábado. Se hace pública la noticia de la Erección de la Obra, por Juan Pablo II mediante la Constitución Apostólica Ut sit, en Prelatura Personal. En todos los Centros del mundo se abrió un sobre —siendo las 12:00 am en Roma—, en el que se podía leer la nota por la que el Padre nos comunicaba la noticia y otros pormenores. El viernes 26 el Padre había terminado una novena de romerías pidiendo por la intención especial. Ya en las últimas horas del viernes, por algunos medios informativos vaticanos, comenzó a correr la voz de que a la mañana siguiente se entregaría el documento de erección de la Obra en Prelatura Personal. Don Alvaro reunió a los de Villa Tevere en el Oratorio de Santos Apóstoles al filo de las doce y dijo: "Dios Nuestro Señor ha oído tanta oración, ha acogido tanto sacrificio por la intención especial de nuestro Padre, y ha puesto la última piedra. No la hemos colocado nosotros: es el Señor quien lo ha hecho todo. Si hemos perseverado rezando, es porque El nos ha ayudado". Inmediatamente invitó a todos a rezar las Preces, y al llegar a la oración por el Romano Pontífice, repitió por tres veces la invocación: Oremus pro Beatissimo Papa nostro Ioanne Paulo... Luego comentaría: "Cuando empezamos a rezar las Preces me acordé de lo que hizo nuestro Padre al recibir la primera aprobación del Obispo de Madrid, en el año 1941. Reunió a sus hijos, nos dio la noticia y después rezamos juntos las Preces. Las dirigió el Padre y, al llegar al oremus pro Antistite nostro Leopoldo —antes se decía el nombre del ordinario del lugar—, lo rezó tres veces, en señal de agradecimiento. Yo me acordé de aquel episodio de hace más de cuarenta años y quise imitar a nuestro Fundador, repitiendo por tres veces: oremus pro beatissimo Papa nostro Ioanne Paulo". Entre otras cosas, don Alvaro dispuso que en todos los Centros hubiera un Solemne Triduo de acción de gracias, por lo que por tres días hubo Misa y Bendición Solemne con Te Deum. También dispuso don Alvaro que en lo que quedaba de 1982 y durante todo 1983 todos ofrecieran la Misa, la Comunión, el Rosario, el trabajo y las mortificaciones en acción de gracias por los dones recibidos por la solución de la intención especial. También dispuso que todos hicieran tres romerías a Santuarios de la Virgen: la primera al recibir la noticia, otra durante la estancia del Padre en México (que fue en abril-mayo de 1983). También nos pidió el Padre que, de ser posible, todos enviáramos a Juan Pablo II una carta o un telegrama agradeciendo la solución jurídica definitiva del Opus Dei. Llegaron al Vaticano miles y miles de cartas. "Han sido —contaba el Padre en la tertulia del 28 de noviembre en Villa Tevere— tantas horas y tantos años de trabajo, hecho con amor de Dios; tantas horas y tantos años de oración, de pequeñas y grandes mortificaciones, de aceptar con alegría las enfermedades y recibir con amor la misma muerte: los dolores de la separación del alma y el cuerpo, el sufrimiento de dejar en la tierra a los seres queridos... ¡Cuánto tesoro! Hemos calculado por encima de lo que humanamente se puede calcular, y se lo hemos hecho saber al Papa. Se ha emocionado: ¡millares y millares de Misas, millones de Rosarios...! Todo eso, ¿para qué? Para mover el Corazón de Dios (...) En los últimos años de su vida, decía nuestro Fundador: he ofrecido a Dios el sacrificio de no ver realizada en la tierra la intención especial; y lo ofrezco para que las hijas mías y los hijos míos que la vean sean más santos". Refiriéndose al trabajo que ha supuesto, el Padre contaba en una tertulia en Alemania el 8 de diciembre de 1982: "Os digo con mucha alegría que el Papa ha estudiado todo con detenimiento, hasta la última coma de los Estatutos y de los Decretos. Me lo contaba el Cardenal Prefecto para la Sagrada Congregación de Obispos. El Santo Padre le recibía los sábados por la tarde, y habitualmente hablaban del Opus Dei". En otra tertulia en Zurich el 9 de diciembre de 1982, el Padre se refirió al Papa: "Cuando ya lo había estudiado todo, y había decidido erigir la Obra en Prelatura personal faltaba fijar la fecha en que se haría pública la Declaración de la Sagrada Congregación para los Obispos. Conociendo la tierna devoción mariana del Papa, el Cardenal Baggio le sugirió: Santo Padre, en este mes hay algunas fiestas de la Virgen, muy bonitas... Y Juan Pablo II le contestó: no se trata de eso; para fijar la fecha, necesito del empujón de Dios".

 

Aniversario de la erección de la Obra en Prelatura personal (1982) (A)

28/11/2023

 

año 1924

28/11/2023

Entierro del Abuelo en el cementerio de Logroño. Sólo Nuestro Padre asistió al entierro porque la Abuela y tía Carmen se quedaron en la casa (no era costumbre que las mujeres asistieran a los entierros). Don Daniel Alfaro, sacerdote amigo de la familia, rezó el último responso. Bajaron la caja a la fosa y nuestro Padre echó el primer puñado de tierra. El sepulturero le entregó la llave del ataúd. Camino de regreso a casa, al cruzar el Ebro por el puente de hierro, tiró la llave al río: "¿Para qué quiero conservar esta llave, que puede ser para mí como una ligadura?", se dijo para sus adentros.

 

año 1937

28/11/2023

Misa celebrada por nuestro Padre en el Torrente de la Ribalera (Bosques de Rialp), durante el paso de los Pirineos. Acababa de llegar la expedición al barranco, después de caminar toda la noche. Sin esperar más, nuestro Padre escogió dentro de aquel lugar, protegido del viento, las piedras que mejor pudieran servir de altar. Temía irreverencias, pues durante la marcha nocturna había escuchado algunas blasfemias, pero anunció que era sacerdote e iba a celebrar, y que podía asistir quien quisiera. Había allí más de veinte personas que no habían asistido a Misa desde julio de 1936. La expectación fue grande. Uno de los asistentes a esa Misa —Antonio Dalmases, estudiante universitario que venía con otro grupo y que se había incorporado a la expedición en la que iba nuestro Padre— escribió en su diario: "hoy he asistido a Misa y ha sido con una emoción indescriptible. No sé si por las circunstancias (de estar huyendo de la zona comunista de España) o porque el sacerdote es un santo".

 

año 1990

29/11/2023

Don Alvaro recibe la noticia, de parte del Cardenal Prefecto de la Congregación para los obispos, Bernardo Gantin, de que el Papa ha decidido nombrarlo obispo y que solamente hace falta su consentimiento. Don Alvaro explica que debe consultarlo con su confesor, y don Javier, que está junto a él, le dice sin pensarlo más: "acepte". "Luego —explicaba don Alvaro en una tertulia— escribí una carta al Santo Padre diciendo que me habían comunicado su decisión de nombrarme obispo (...); por eso lo más seguro es obedecer". La noticia de su nombramiento episcopal se hizo pública el 7 de diciembre de 1990. Ya antes, con motivo de la erección de la Obra en Prelatura personal en 1982, el Papa había tenido intención de nombrarle obispo. Pero, en esa ocasión, el Padre pidió al Papa que no lo hiciera, pues no quería que alguno pudiera interpretar erróneamente la insistente petición de oraciones y sacrificios, por parte de don Alvaro, para conseguir de Dios la solución jurídica definitiva, como una petición para que fuera nombrado obispo. Incluso, para dejar claro delante del Papa que no quería que se prestara a malas interpretaciones por parte de nadie, dijo al Papa: "si usted insiste en nombrarme obispo, yo dimito como Prelado del Opus Dei".

 

San Andrés (C)

30/11/2023

 

año 1931

30/11/2023

Comienza nuestro Padre su Novena a la Inmaculada de este año. Este mismo día, anota en sus Catalinas: "al rezar el rosario o hacer —como ahora en adviento— otras devociones, contemplo los misterios de la vida, pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo, tomando parte activa en las acciones y sucesos, como testigo y criado y acompañante de Jesús, María y José". Ya por entonces se había acostumbrado a rezar el Rosario contemplando los misterios de la vida de Nuestro Señor como un niño pequeño. Al segundo día de la Novena, 1 de diciembre, esperaba —sin pedirlo— un favor, una señal de progreso en el camino de infancia espiritual, como regalo de esa novena a la Virgen. Y escribe: "Madre Inmaculada, Santa María: algo me darás, Señora, en esta novena a tu Concepción sin mancha. Ahora ya no pido nada —como no me lo manden—, pero te expongo ese deseo de llegar a la perfecta infancia espiritual". Y una mañana de esta novena, después de celebrar la Santa Misa, al terminar la acción de gracias, escribió de una sentada, junto al presbiterio, en la sacristía de Santa Isabel, el Santo Rosario. No consta exactamente el día que lo escribió, pero sí que el día 7 de diciembre ya lo estaba leyendo a dos jóvenes para ayudarles a rezar el rosario. Envió el original manuscrito a su confesor, el P. Sánchez, con una nota: "le entrego estas cuartillas a velógrafo, con el fin de empujar a nuestros amigos por el camino de la contemplación". Y el 1 de enero de 1932 anota en sus Catalinas: "Ayer estuve con el Padre Sánchez. Me devolvió, acotadas, las cuartillas mías sobre el santo rosario". El P. Sánchez le indicó algunos párrafos que podían quitarse y nuestro Padre obedeció. Lo publicó más adelante, en 1934 en Madrid. La primera edición después de la guerra civil es de octubre de 1939. La primera edición comercial es de 1945.

 

• 2º Luis Gordon (de 48 pitajes)

01/12/2023

1-XII-1931
5-XI-1932

 

año 1931

01/12/2023

(Sin día claro) Nuestro Padre siente que el infierno brama contra la Obra de Dios. Sucedió "a las doce de la mañana de un día de sol, en el paseo de Martínez Campos". Nuestro Padre escribió en sus Apuntes: "el infierno rabia, brama y ruge, porque Satanás entrevé las almas que la Obra de Dios llevará a Jesús y el conjunto de su actuación en el mundo: el efectivo reinado de Cristo en toda la sociedad: Regnare Christum volumus". (Ap. Int. 393)

 

año 1937

02/12/2023

Termina el paso de los Pirineos. Nuestro Padre y los que le acompañaban, al amanecer del día 2, llegan a Sant Juliá de Loira, Andorra. Parados en medio del camino rezan la Salve para agradecer a la Virgen haber llegado con bien. Comienza a nevar intensamente. Por fin en Andorra pudo celebrar nuestro Padre con ornamentos y vasos sagrados después de 17 meses de vivir en clandestinidad. Le atendió y ayudó un sacerdote llamado Pujol Tubau. Nuestro Padre, en cuanto lo vio, exclamó: "¡Gracias a Dios que vemos un cura! Nuestro Padre iba vestido con el pantalón de pana y el suéter de cuello alto. Le explicó que acababa de escapar a través de la frontera y que deseaba celebrar la Misa para dar gracias a Dios. Pudo celebrar al día siguiente en el altar mayor de la iglesia de San Esteban. El Padre Pujol dejó escrito: "recibí una profunda impresión de piedad —no se le olvidó el recuerdo después de 30 años— por la devoción con que ofició, así como por el rato que permanecieron después, él y los que le acompañaban, dando gracias y haciendo oración ante el Sagrario". Nuestro Padre nunca olvidó este detalle de amabilidad y durante toda su vida agradeció de muchas maneras las atenciones que el P. Pujol había tenido con él. Fueron tantas que el P. Pujol escribió: "Poco podía imaginar que de aquel breve encuentro en Andorra, con aquella riada constante de refugiados, fuera a establecerse un trato tan afectuoso y permanente como el que mantengo con los miembros del Opus Dei".

 

año 1955

04/12/2023

Nuestro Padre está por segunda ocasión en Viena. Este día celebró la Santa Misa en la Catedral de San Esteban y rezó ante la imagen de la Virgen de Santa María Pötsch: "Nada más entrar en la catedral —contaba nuestro Padre—, por la puerta principal, a la derecha, se encuentra ese altar. Comenzamos allí a encomendar, y comencé también a invocar a la Virgen: Sancta Maria Stella Orientis, filios tuos adiuva! Hay allí un cuadro antiguo, con una imagen de la Virgen. Y aquella misma tarde fuimos a hablar con el obispo coadjutor: le dije que habíamos invocado a la Virgen así, y quedó encantado, porque aquella imagen había venido del oriente". Concretamente fue durante la acción de gracias de la Misa cuando nuestro Padre invocó a Nuestra Señora con esta jaculatoria que posteriormente repetiría millares de veces. La apuntó en su agenda, y a la vuelta a Roma entregó esa hoja de agenda al Rector del Colegio Romano, para que la colocaran en el diario del Centro. Además nuestro Fundador quiso dedicar a la Virgen, bajo la advocación de Stella Orientis, uno de los oratorios de Villa Tevere. En el retablo se ha colocado la imagen ante la que se comenzaron a hacer, en la casa de la Abuela, los comentarios del Evangelio.

 

año 1931

04/12/2023

Escribe nuestro Padre el libro "Santo Rosario", de un tirón. (Pudo haber sido el 3 ó el 5 de diciembre). Al terminar su acción de gracias después de celebrar la Misa en la iglesia de Santa Isabel. Contaba don Alvaro en una tertulia en Cavabianca (14-X-1984): "Santo Rosario lo escribió nuestro Padre de una sentada, como prolongación de su acción de gracias de la Santa Misa, en el Patronato de Santa Isabel: sobre una mesa que hay entre la iglesia y la sacristía, yendo hacia la salida del presbiterio. Decía algunas cosas más. Pero su confesor, al que nuestro Padre enviaba todo, le dijo que se podía quitar esto y lo otro. Y lo quitó. Luego, cuando he visto el original, me ha dado mucha pena porque hay otras cosas muy bonitas. Todos tenemos tendencia a corregir la plana a los demás... Pero nuestro Padre, con esa confianza en lo que venía de Dios, le hizo caso". El comentario al tercer misterio gozoso del Rosario tiene, sin duda, acentos personales —"cojo en mis brazos al Niño y me quedo horas y horas diciéndole cosas dulces y encendidas (...), y le bailo, y le canto, y le llamo Rey..."—, pues nuestro Padre solía hacer eso con el Niño Jesús que tenían las religiosas del convento.

 

San Nicolás de Bari intercesor (C)

06/12/2023

 

año 1934

06/12/2023

Nuestro Padre —ante los apuros económicos de la residencia de Ferraz—, nombra a San Nicolás de Bari Patrono para las cuestiones económicas. Contaba nuestro Padre: "Un día estaba en el Patronato Real de Santa Isabel, del que era Rector (...). Iba a celebrar la Misa, y tenía unos apuros económicos tremendos; dije, como San Nicolás es el santo de las dificultades económicas, y el santo de casar las incasables... ¡si me sacas de esto, te nombro Intercesor! Pero antes de subir al altar, me arrepentí y añadí: y si no me sacas, te nombro igual. El apuro económico era grande; materialmente quizá sería poco; pero sería el que hoy supondrían bastantes millones".

 

año 1990

07/12/2023

Se hace pública la noticia de que el Papa ha decidido nombrar obispo a don Alvaro. El Padre reunió a los de Villa Tevere en el oratorio de Santos Apóstoles y les dijo: "Quería comunicaros que el Papa ha decidido nombrar obispo al Prelado del Opus Dei: hoy, a las doce, se ha hecho pública la noticia. El Prelado recibirá el Sacramento del Orden en plenitud: habrá una nueva efusión del Espíritu Santo sobre la cabeza de la Obra y, por la Comunión de los Santos, de algún modo, sobre todo el Opus Dei". A muchos de los presentes no pasó desapercibida la humildad del Padre, que no quiso hablar en primera persona. Don Alvaro eligió como lema de su escudo episcopal una de las frases que nuestro Padre usaba para resumir la finalidad apostólica del Opus Dei: Reganre Christum volumus! Al día siguiente —8 de diciembre— don Alvaro tuvo en Cavabianca una larga tertulia con los del Colegio Romano en la que contó muy pormenorizadamente cómo se enteró de todo lo del nombramiento por parte del Papa (ver: 29-nov-1990).

 

año 1933

08/12/2023

Nuestro Padre bendice la Academia DYA en la calle Luchana No. 33. Hasta entonces nuestro Padre había venido haciendo la labor apostólica donde buenamente podía: en casa de su mamá en la calle Martínez Campos (aquí comenzó); en el bar "El Sotanillo"; luego utilizó el Asilo de Porta Coeli (ahí se tuvo el primer círculo); luego la casa rectoral del Patronato de Santa Isabel. En la Academia se daban clases de Derecho y Arquitectura, de ahí las siglas. Para nuestro Padre las siglas significaban: Dios y Audacia. Este día comenzó nuestro Padre otro cuaderno de sus Catalinas y anotó: "En primer lugar, que se bendijo la Casa del Angel Custodio. El día de la Inmaculada, improvisadamente, obsequiamos de ese modo a nuestra Madre. ¡Qué entusiasmo en nuestros chicos para arreglar la casa!". Era un paso importante. Desde entonces, la labor de San Rafael se dejó de hacer en la casa de la Abuela en la calle de Martínez Campos. El 19 de marzo de 1975 decía nuestro Padre en una meditacion: "La primera labor corporativa fue la Academia que llamábamos DYA —Derecho y Arquitectura— porque se daban clases de esas dos materias; pero significaba Dios y Audacia, para nosotros". La Academia, aunque era un piso de pocas habitaciones, funcionaba como un centro cultural y de enseñanza. Se daban clases de temas profesionales y se organizaban ciclos de conferencias, también de cuestiones doctrinales, como apologética, que dirigía un sacerdote, don Vicente Blanco. Se tenían también las clases de formación espiritual y apostólica para los socios de la Obra y para los que, sin ser de la Obra, participaban en la labor. Nuestro Padre atendió ahí, desde entonces, la dirección espiritual. Uno de los sacerdotes que lo ayudó por entonces escribió que nuestro Padre: "pretendía abarcar todos los ámbitos de la sociedad con su apostolado; no temía a la Universidad de aquellos años, sino que procuraba contrarrestar la labor negativa de algunas cátedras de la Universidad, proporcionando una buena formación doctrinal a los muchachos que frecuentaban la Academia". Nuestro Padre escribió en sus Apuntes: "Para los de San Rafael, la academia no es la academia, es su casa". Aunque la Academia era relativamente pequeña, fueron grandes los apuros económicos de nuestro Padre para instalarla. La familia de nuestro Padre le ayudó grandemente. Es de esta época cuando ocurrió aquel comentario de tío Santiago y que recordaba nuestro Padre: "Cada día, cuando me marchaba de casa de mi madre, venía mi hermano, metía las manos en mis bolsillos, y me preguntaba: ¿qué te llevas a tu nido?". Por las tardes, cuando volvía de confesar o de visitar enfermos, nuestro Padre llegaba a la Academia que se encontraba llena de gente. Se sobreponía al cansancio y se metía en la cocina del piso para recibir charlas y oir confesiones. Tantos eran los penitentes que desfilaban por ahí que, bromeando, decía que aquella cocina era toda una Catedral. Lo que los de San Rafael daban como limosna a la Academia no alcanzaba para cubrir el alquiler mensual. Es de esta academia la anécdota del reloj. Por tres ocasiones estuvieron ahorrando para comprar uno de pared y colocarlo. Por tres veces tuvieron que gastar el dinero en algo más urgente, hasta que un día una persona les regaló el reloj, "con la condición de que no se lo coman". "Estábamos tan contentos —escribió nuestro Padre— que le hicimos una fotografía". Los apuros económicos fueron creciendo y muchos aconsejaban a nuestro Padre que aquello era una locura: "Acabada de abrir la Casa del Angel Custodio, ya me aconsejaba —lleno de apuro— un Hermano mío sacedote que la cerrara, porque era un fracaso. Efectivamente (no contaré el proceso), no la cerré y ha sido un éxito inesperado, rotundo". El 19 de marzo de 1975 en Cavabianca, recordaba nuestro Padre en la tertulia con los alumnos del Colegio Romano: "Hemos pasado por delante del edificio, hace poco tiempo (tres meses antes nuestro Padre había estado en Madrid y cruzó un día por la calle Luchana), y el corazón me latía fuerte... ¡Cuántos sufrimientos! ¡Cuánta contradicción! ¡Cuánta charlatanería! ¡Cuántas mentirotas!...". Pocos meses después de abierta la Academia, el 5 de enero de 1934, con todos los agobios económicos encima, nuestro Padre proponía a los de Casa abrir la primera Residencia, pues así habría oportunidad de tener Sagrario y dejar el Santísimo.

 

año 1943

08/12/2023

Erección canónica de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz por D. Leopoldo en Madrid. Eso permitió a nuestro Padre resolver la incardinación de sacerdotes Numerarios al Opus Dei.

 

Inmaculada Concepción (A)

08/12/2023

 

año 1932

09/12/2023

Se traslada nuestro Padre del piso que había alquilado en la calle Viriato de Madrid al piso de la Calle Martínez Campos, n. 4. Anotó en sus Apuntes Intimos: "Luego de hacer repetida oración al Señor, encontré de modo providencial un pisisto decente para vivir con mi familia. Deo gratias. He pedido un crédito a la "Corporación", para pagarlo, como el otro, en un año. Asi puedo cambiar de casa". El contrato de alquiler tiene fecha del 10 de diciembre. Nuestro Padre se encontraba por entonces prácticamente sin dinero. A los pocos días de firmado el contrato anota en sus Apuntes Intimos: "Ayer se paró mi reloj de bolsillo. Resultaba el caso un compromiso, para mí: porque no tengo otro reloj y porque mi capital asciende, en la actualidad, a setentaicinco céntimos. Hablando con mi Señor, le indiqué que mi Angel Custodio, a quien El ha dado más talento que a todos los relojeros, arreglara mi reloj. Pareció no oírme, puesto que volví a mover y a tocar y retocar, en vano, el reloj estropeado. Etonces me arrodillé y comencé un padrenuestro y un ave, que me parece que no llegué a terminar, porque cogí de nuevo el reloj, toqué las saetas.. ¡y echó a andar! Di gracias a mi buen Padre". Y concluye refiriéndose a su Angel custodio: "el Relojerico, le llamaré desde ahora". El cambio de piso no respondía solamente a un motivo de comodidad (en el piso de la calle Viriato no cabían ni las sillas), sino el deseo de nuestro Padre de contar con un lugar más amplio donde reunirse con los universitarios que venía tratando. Fue en el piso de la Calle Martínez Campos donde nuestro Padre empezó a reunirse con sacerdotes y estudiantes: allí tenía tertulias con ellos y les daba charlas de formación. En ese piso se hizo un intenso apostolado con la colaboración cariñosa de la Abuela y tía Carmen. Ciertamente la familia de nuestro Padre no contaba en ese momento con el desahogo económico necesario para atender a todos los que comenzaron a frecuentar el piso, pero la Abuela supo poner todo a disposición de nuestro Padre sin ninguna queja. Por ejemplo, con frecuencia los invitaban a merendar: "no permitía darse cuenta a primera vista de lo que esas invitaciones significaban de auténtico sacrificio". Nuestro Padre se esforzaba por hacer comprender a los primeros de la Obra el ambiente de familia que tendría la Obra. "Su madre y sus hermanos —cuenta Jenaro Lázaro— colaboraron gustosamente en esa tarea". En este piso, también, comenzó la costumbre del Comentario del Evangelio. Fue en este piso donde nuestro Padre conoció a Juan Jiménez Vargas. En la segunda entrevista que tuvo con él —el 4 de enero de 1933—, don Juan pidió la admisión. Don Juan comenzó a llevar a sus amigos, y con ellos tuvo nuestro Padre el primer círculo —el 21 de enero de 1933—, pero no en el piso de la Calle Martínez Campos sino en el Asilo de Porta Coeli donde, al terminar, dió aquella bendición a los tres que asistieron (Juan y dos amigos) y en la que vió "a trescientos, tres mil, trescientos mil, tres millones...". En febrero de 1933 nuestro Padre les dió por primera vez a los de la Obra el plan de vida. En mayo de 1933, en este piso, nuestro Padre tuvo una primera conversación con don Ricardo Fernández Vallespín; en junio conoció a Manuel Sáinz de los Terreros. De todos modos, como la labor comenzó a crecer, para marzo de 1933 ya estaba buscando la sede de la Academia que quería instalar (lo que fue DYA).

 

Nuestra Señora de Loreto (D)

10/12/2023

 

año 1930

10/12/2023

Se rezan por primera vez las Preces. Nuestro Padre con los otros tres de Casa: D. Norberto (sacerdote), Isidoro Zorzano y José Izasa.

 

año 1934

11/12/2023

Después de trabajar tres años como capellán, nuestro Padre recibe el nombramiento de Rector del Patronato de Santa Isabel. El nombramiento se lo da —de acuerdo a las normas del nuevo Régimen— el Presidente de la República, don Niceto Alcalá Zamora, por tratarse de Patronatos reales. Nuestro Padre antes de aceptar el nombramiento, pide el permiso oportuno tanto al Obispo de Madrid como al Arzobispo de Zaragoza, de quien depende.

 

año 1937

11/12/2023

Nuestro Padre celebra por primera vez en Lourdes después de haber cruzado los Pirineos y haber estado unos días en Andorra en espera de poder pasar a España. Cuenta don Pedro que iban: "apiñados dentro del vehículo y ateridos de frío. No puedo precisar cuándo supe que nuestro Padre había decidido que no fuéramos directamente a Hendaya, sino que nos desviáramos del camino —desviación que supuso unas horas más— para hacer una escala en el viaje, a fin de ir a darle gracias a Nuestra Señora de Lourdes. Posiblemente nos lo comentó en Andorra, pero nada me extrañaría que lo hubiera deseado y pensado desde antes de salir de Barcelona". Pasaron la noche en Saint Gaudens y al día siguiente salieron hacia Lourdes. Tuvieron tiempo de hacer la oración y rezar una parte del Rosario. Y continúa don Pedro: "Llegamos a Lourdes todavía muy temprano. Todo estaba cerrado, a excepción de la Cripta de la Basílica del Rosario. Nuestro Padre deseaba celebrar cuanto antes la Santa Misa y se veía que, desde que salimos de Saint Gaudens, se estaba preparando, porque nada habló durante el trayecto. Una vez que entramos en la Basílica, yo le acompañé a la sacristía. Allí explicó a un sacerdote cuál era la situación en que viajábamos". Y continúa el relato don Alvaro: "En aquella época los sacerdotes vestían con dignidad. Nuestro Padre iba con la misma ropa que había utilizado durante la fuga por los Pirineos: unos pantalones de pana y un jersey de cuello alto. No había tenido oportunidad de conseguir una sotana. Y aquellos buenos sacerdotes de Lourdes, cuando le vieron así, no querían dejarle celebrar la Santa Misa. En vez de tratar a nuestro Padre con cariño, como a un hermano que consigue escapar de los comunistas, le hicieron sufrir con toda su buena voluntad. Pero nuestro Padre les convenció y pudo renovar en Lourdes el Santo Sacrificio". Le ayudó la Misa D. Pedro Casciaro. Antes de empezar, cuando estaba por hacer la Señal de la Cruz, Nuestro Padre se dirigió a D. Pedro y le dijo: "supongo que ofrecerás la Misa por tu padre, ... para que el Señor le dé muchos años de vida cristiana". D. Pedro responde: así lo haré, Padre. Nuestro Padre añade: "Hazlo, hijo mío; pídelo a la Virgen, y verás qué maravillas te concederá". Efectivamente, después de la guerra civil el papá de don Pedro tuvo que exiliarse en una ciudad de Africa —Orún—, donde vivió varios años. No había sido nunca un hombre creyente ni practicante. Sufrió muchas privaciones que le ayudaron a vivir como cristiano fervoroso, con una piedad sincera. Durante los últimos once años de su vida fue hombre de oración, de Misa y Comunión diarias. Acabó queriendo mucho a nuestro Padre y fue nombrado cooperador. El papá de D. Pedro murió el 10 de febrero de 1960, víspera de la fiesta de la Virgen de Lourdes.

 

Aniversario fallecimiento don Javier

12/12/2023

 

año 1931

12/12/2023

Inter medium montium pertransibunt aquae! Nuestro Padre dejó constancia de esta locución en un apunte del 13 de diciembre de 1931. Don Alvaro explicó en una tertulia: "En unos apuntes que escribió (nuestro Padre) sobre su vida espiritual, anota una moción de Dios recibida el 12 de diciembre de 1931, fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe. Explica que durante todo ese día estuvo repitiendo unas palabras de la Sagrada Escritura que, sin motivo concreto, le venían al corazón y a los labios: "inter medium montium pertransibunt aquae" (...). Las repetía sin saber por qué, hasta que de improviso vino la iluminación del Señor, que le llevó a anotar el hecho (...). Nuestro Padre entendió entonces, con especial claridad, que el Opus Dei, con la gracia de Dios, se extendería por los cuatro puntos cardinales". En sus Apuntes Intimos nuestro Padre anotó el 13 de diciembre de 1931: "...sin hacer oración, me encontré —como otras veces— diciendo inter medium montium pertransibunt aquae. Creo que, en estos días, he tenido otras veces en mi boca esas palabras, porque sí, pero no es de importancia. Ayer las dije con tanto relieve, que sentí la coacción de anotarlas: las entendí; son la promesa de que la Obra de Dios vencerá los obstáculos, pasando las aguas de su Apostolado a través de todos los inconvenientes que han de presentarse".

 

Nuestra Señora de Guadalupe (D)

12/12/2023

 

año 1971

12/12/2023

Nuestro Padre, durante su acción de gracias después de celebrar la Misa, escribe en una ficha: "en tu providencia has hecho al hombre tan frágil, que es loco si se atribuye a sí mismo algo bueno".

 

año 1953

12/12/2023

Nuestro Padre erige el Colegio Romano de Santa María, coincidiendo con la festividad de la Virgen de Guadalupe y dentro del Año Mariano que Pío XII había declarado —iniciando el 8 de diciembre— con motivo del centenario de la definición dogmática de la Inmaculada Concepción. Desde este momento, nuestro Padre comenzó a hablar del inicio de clases del Colegio Romano de Santa María pero, aunque llegaron varias de Casa procedentes de distintas regiones, el trabajo de la Administración de Villa Sacchetti al que se sumaba el del inicio de la atención de la imprenta para las publicaciones internas, hacía que no pudiera iniciarse. Así llegó el 14 de febrero de 1954. Por la tarde, nuestro Padre dirigió la meditación en el oratorio del Corazón de María. Al final de la tarde, nuestro Padre comunicó, por teléfono, que daba por comenzado el Colegio Romano de Santa María. Se escribió en una publicación interna: "No hubo ningún acto especial para inaugurarlo. Para nosotros inaugurar es empezar. Y eso es lo que hemos hecho. Sabemos que en Casa no se celebran las primeras piedras, que las últimas son las que interesan. Por eso, sin ruido, como siempre, nació el Colegio Romano. El Padre nos reunió un momento; explicó el fin que se pretende, la eficacia de la labor, el fruto maravilloso que veremos pronto, con una condición: nuestra fidelidad". A partir de ese momento, el trabajo habitual se vio aumentado por las horas de clase. Siguieron atendiendo los encargos de la Administración y la imprenta en las publicaciones internas. El 17 de octubre de 1954 nuestro Padre les concedió la cruz de palo por ser la primera promoción de alumnas del Colegio Romano.

 

año 1931

15/12/2023

Nuestro Padre sufre una agresión en Atocha, por parte de unos desconocidos, mientras va por la calle. Pocos días antes había compuesto Santo Rosario. Al salir de Santa Isabel, nuestro Padre veía una imagen de la Virgen en la terraza de una casa de la calle de Atocha. Nuestro Padre lo escribió en sus Catalinas: "Octava de la Inmaculada Concepción, 1931: En la tarde de ayer, a las tres, cuando me dirigía al colegio de Santa Isabel a confesar las niñas, en Atocha por la acera de San Carlos, esquina casi a la calle de Santa Inés, tres hombres jóvenes, de más de treinta años, se cruzaron conmigo. Al estar cerca de mí, se adelantó uno de ellos gritando: "¡le voy a dar!", y alzaba el brazo, con tal ademán que yo tuve por recibido el golpe. Pero antes de poner por obra esos propósitos de agresión, uno de los otros dos le dijo con imperio: "No, no le pegues". Y seguidamente, en tono de burla, inclinándose hacia mí, añadió: "¡Burrito, burrito!". Crucé la esquina de Santa Isabel con paso tranquilo, y estoy seguro de que en nada manifesté al exterior mi trepidación interna. Al oírme llamar, por aquel defensor, con el nombre —burrito, borrico— que tengo delante de Jesús, me impresioné. Recé en seguida tres avemarías a la Santísima Virgen, que presenció el pequeño suceso, desde su imagen puesta en la casa propiedad de la Congregación de San Felipe". Y don Alvaro comentaba: "No le gustaba a nuestro Padre narrar sucesos de tipo sobrenatural, que tenían relación con su persona. Sin embargo, esta anécdota me la ha referido en más de una ocasión. Hacía notar, al contarla, que la hora no era propicia a engaños, porque se trataba de un día de mucho sol, y eran solamente las tres de la tarde. Al contarme lo que dijo al Padre su defensor, me dijo que había oído burrito, burrito: y este modo que empleaba nuestro Padre, para llamarse a sí mismo, no lo conocía nadie —aparte de Dios Nuestro Señor— más que su confesor, el P. Sánchez. El Padre atribuyó el ataque a una acción diabólica, y la defensa a su Angel Custodio". Al día siguiente del suceso, escribió en sus Catalinas: "16 de diciembre de 1931: Ayer estuve como cansado, a consecuencia indudable del asalto de la calle de Atocha. Estoy convencido de que fue cosa diabólica. D. Norberto lo cree así también. El que trató de agredirme tenía una cara de insensato terrible. De los otros dos no recuerdo nada. Entonces —y después tampoco— no perdí la paz. Fue una trepidación fisiológica, que me aceleró la marcha de mi corazón y que me di cuenta de que no se manifestó al exterior, ni en un gesto. Me pasmó, según conté, el tono de ironía, de burla que empleó para llamarme, por dos veces, burrito. Instintivamente, elevé mi corazón y me puse a rezar tres avemarías a nuestra Señora. Después anoté a la letra en mi cuartilla las frases de aquella gente".

 

Cumpleaños Papa Francisco

17/12/2023

 

año 1939

18/12/2023

Nuestro Padre lee su tesis doctoral en la Facultad de Derecho de Madrid: La Abadesa de las Huelgas. Obtuvo la calificación de sobresaliente. Todo el trabajo que había hecho, antes de la guerra —una investigación sobre la ordenación sacerdotal de mestizos y cuarterones en los siglos XVI y XVII— se perdió totalmente.

 

año 1948

18/12/2023

Embarcan en Bilbao D. Pedro y otros rumbo a México. Fueron 31 días de navegación en el Marqués de Comillas, hasta que llegaron a Veracruz. El día anterior nuestro Padre les había dado la Bendición en Molinoviejo y la imagen de la Virgen del Rocío.

 

año 1924

20/12/2023

Nuestro Padre recibe el Diaconado de manos de don Miguel de los Santos Díaz-Gomara, en la iglesia del Seminario de San Carlos. Poco después, en ese mismo templo, nuestro Padre administró por primera vez la Comunión a la Abuela: "Aquí, en este altar, yo me acerqué tembloroso para coger la forma sagrada y dar por primera vez la Comunión a mi madre" (cfr. obr XII-1960, p. 25).

 

año 1922

21/12/2023

Nuestro Padre recibe el Exorcistado y Acolitado.

 

• 17º Fernando Valenciano Polack (de 48 pitajes)

23/12/2023

23-XII-1939

 

Natividad del Señor (A)

25/12/2023

 

año 1994

25/12/2023

Fallecimiento de Tío Santiago. Había nacido el 28-II-1919. La historia de Tío Santiago tiene mucho que ver con la vocación de nuestro Padre. Cuando decidió hacerse sacerdote para estar mejor dispuesto a secundar la Voluntad de Dios, comprendió que su decisión había desbaratado los planes que sus padres se habían trazado, contando con su ayuda y compañía para rehacer el patrimonio familiar. Por eso, rezó con fervor a Dios para que les enviara otro hijo varón. Su alegría fue grande cuando su madre le comunicó meses más tarde que esperaba otro hijo. Nuestro Padre no dudó ni un momento de que, como había pedido, nacería un niño. La vida de tío Santiago estuvo muy unida a la de nuestro Padre a raíz de la muerte del Abuelo. Vivió en distintos lugares, cambiando de casa con frecuencia, sin protestar y sin pedir nada para sí.

 

San Juan, Apóstol y Evangelista (B)

27/12/2023

 

año 1946

27/12/2023

Llegan a Roma las primeras mujeres de la Obra para encargarse de la Administración del piso que hay en Piazza de Città Leonina: Encarnación Ortega, Dora Calvo, Julia Bustillo, Rosalía López y Dora del Hoyo. Nuestro Padre y don Alvaro van al aeropuerto militar de Ciampino en Roma para recibirlas. Como no caben en Città Leonina, deben irse a vivir a otra casa mientras se disponen las puertas y muros de separación y se acondicionan unas habitaciones. No hay dinero. Disponen de pocas cosas, a veces no hay ni leña ni gas para cocinar. Cuando nuestro Padre no tiene más remedio que invitar a comer a algún eclesiástico al piso de Città Leonina, eso supone que todos se quedan sin cenar o sin desayunar. Nuestro Padre tenía previsto que las de la Administración se trasladaran a vivir a Roma mucho más adelante, cuando tuvieran mejores condiciones. Lo que le motivó a adelantar la fecha —a pesar de las dificultades que aquello traería consigo—, fue darse cuenta que la señora que hacía la limpieza del Oratorio —una mujer húngara que no tenía fe— era poco delicada y piadosa.

 

año 1931

28/12/2023

Le sucede a nuestro Padre una experiencia mística (lucero) que dejó anotado en sus Apuntes Intimos.

En su trato místico con la Virgen de los Besos está inspirada una de las más bellas y sublimes páginas de los Apuntes. No es un ensueño literario, como a primera vista pudiera parecer, sino candente experiencia interior. Una experiencia mística, en que la audacia del deseo se hace mandato, y con él abren los niños el reino de los Cielos.
Llegó el 28 de diciembre, fiesta de los Santos Inocentes, día en que tradicionalmente se gastan bromas, las llamadas "inocentadas". El capellán fue a Santa Isabel y se encontró con que, por veinticuatro horas, una novicia haría de priora en el convento, y de subpriora la monja más joven. Con gran regocijo se veía a las madres graves y ancianas cumplir los menesteres impuestos por la priora del día. Al volver don Josemaría a casa besó a su Virgen, comenzó la meditación y se le fue el santo al cielo. Y tomando la pluma escribió, sumido en oración, esta catalina:
Un niño visitó cierto Convento […].
Niño: tú eres el último burro, digo el último gato de los amadores de Jesús. A ti te toca, por derecho propio, mandar en el Cielo. Suelta esa imaginación, deja que tu corazón se desate también… Yo quiero que Jesús me indulte… del todo. Que todas las ánimas benditas del purgatorio, purificadas en menos de un segundo, suban a gozar de nuestro Dios…, porque hoy hago yo sus veces. Quiero… reñir a unos Ángeles Custodios que yo sé -de broma, ¿eh?, aunque también un poco de veras- y les mando que obedezcan, así, que obedezcan al borrico de Jesús en cosas que son para toda la gloria de nuestro Rey-Cristo. Y después de mandar mucho, mucho, le diría a mi Madre Santa María: Señora, ni por juego quiero que dejes de ser la Dueña y Emperadora de todo lo creado. Entonces Ella me besaría en la frente, quedándome, por señal de tal merced, un gran lucero encima de los ojos. Y, con esta nueva luz, vería a todos los hijos de Dios que serán hasta el fin del mundo, peleando las peleas del Señor, siempre vencedores con El… y oiría una voz más que celestial, como rumor de muchas aguas y estampido de un gran trueno, suave, a pesar de su intensidad, como el sonar de muchas cítaras tocadas acordemente por un número de músicos infinito, diciendo: ¡queremos que reine! ¡para Dios toda la gloria! ¡Todos, con Pedro, a Jesús por María!… (Ap. Int. 517).

 

año 1917

29/12/2023

Nuestro Padre ve las huellas en la nieve en Logroño del Padre José Miguel de la Virgen, fraile descalzo, que atendía el convento de las carmelitas (puede haber sido entre el 28 de diciembre de 1917 y el 9 de enero de 1918, no consta la fecha exacta. El día 2 de enero cayó una nevada particularmente intensa). Nuestro Padre se paró a examinar con curiosidad la blanca impronta marcada por la pisada desnuda y, conmovido en la raíz de su alma, se preguntó: "Si otros hacen tantos sacrificios por Dios y por el prójimo, ¿no voy a ser capaz de ofrecerle algo?". Comentando el suceso, muchos años después, le oyó don Jesús Gazapo a nuestro Padre: "En 1964, hablándome de su vocación al sacerdocio, nuestro Padre me dijo, preguntándose a sí mismo: "¿Cuál ha sido el origen de mi vocación sacerdotal? —Una cosa aparentemente fútil: la huella de los pies descalzos de una carmelita sobre la nieve"; y me explicó cómo, pensando en el sacrificio que aquel religioso hacía por amor de Dios, se preguntó qué hacía él por el Señor. Pensó entonces que quizá Dios le llamaba allí mismo, en la calle, y que, si así fuese, por su amor a la Eucaristía se hubiera llamado Fray Amador de Jesús Sacramentado". Nuestro Padre decía: "comencé a barruntar el Amor; a darme cuenta de que el corazón me pedía algo grande y que fuese amor". Nuestro Padre cambió radicalmente de actitud. Don Alvaro comentaba: "Se trató de un cambio dictado por la disponibilidad de hacer algo grande, heroico si fuese necesario, por el Señor; la disponibilidad que busca activamente seguir la Voluntad divina". Fue a ver al padre José Miguel y se puso bajo la dirección espiritual del carmelita. Comenzó a asistir diariamente a la Santa Misa. Nuestro Padre hizo un propósito de entrega total a Dios, sin pedir de antemano pruebas ni señales extraordinarias.

 

año 1931

30/12/2023

Le prestan por primera vez a nuestro Padre el Niño Jesús del Convento de Santa Isabel. Envuelto en su manteo se llevó nuestro Padre al Niño Jesús, para felicitar juntos las pascuas navideñas a varias personas. Aprovechando esta salida del Convento, nuestro Padre le tomó una foto al Niño. Escribió en sus Catalinas: "Hoy me llevé el "Niño de Santa Teresa". Me lo dejaron las madres Agustinas. Fuimos a felicitar las Pascuas a Fray Gabriel, en los Carmelitas. El hermanito se alegró y me regaló una estampa y una medalla (...). Luego, a casa de Pepe R., donde retratamos al Chico. Antes de ir a casa, subí a la de D. Norberto, para que vieran al Nene. En casa mamá rezó en voz alta un padrenuestro y avemaría. Y aquí tendré a Jesús hasta mañana". En la estampa con una foto de esa imagen del Niño Jesús, que las religiosas han editado, está escrito por ellas: "Muy viva se conserva aún entre las religiosas contemplativas la memoria de aquel joven sacerdote amantísimo de la Eucaristía y muy dado a la oración. Y cultivan el recuerdo de algún lance singular habido entre el padre Escrivá y el Divino Niño. Se cree que de él recibió alguna gracia muy extraordinaria. El Padre se llevaba con frecuencia a su habitación la ya célebre imagen, con permiso de la Priora. Y al devolverla se manifestaba conmovido y jubiloso. Por entonces, ardía en fervores místicos, y escribió el libro CAMINO con el título de CONSIDERACIONES ESPIRITUALES, así como su tratadito EL SANTO ROSARIO".

 

año 1939

30/12/2023

Primer viaje de nuestro Padre a Barcelona después de la guerra civil española para sentar las bases de la labor de la Obra. Iba acompañado de don Alvaro. En esta ocasión vieron a Alfonso Balcells y un amigo de Alfonso. Por la noche regresaron a Valencia. Nuestro Padre pudo volver a Barcelona hasta el 31 de marzo de 1940, esta vez acompañado de don Alvaro, Isidoro y don José María Hernández de Garnica. Fue en esta ciudad, en un viaje posterior de nuestro Padre —el 14 de mayo de 1940—, que pidió la admisión don José María, hermano de don Pedro Casciaro.

 

La Sagrada Familia (A)

31/12/2023

 

año 1974

31/12/2023

Nuestro Padre hace la consagración del altar del oratorio de la Virgen de Guadalupe que está en Cavabianca. En el acta que se colocó en el altar, hecha por nuestro Padre, está escrito: "Dum ita peragebam... recordaba la visita que hice a su Santuario en México, donde oré por un largo espacio de tiempo que me pareció un instante, y pedía por la paz del mundo, por la santidad de la Iglesia y de los socios del Opus Dei, rogándole que fuese: Stella, quae iter nostrum semper illuminet; Robor et Fortitudo, quae ad proelium amoris et pacis nos excitet;Turris in media civitate posita, quae nos defendat atque protegat; Regina nostra, quae filiorum corda integra recipiat eaque Deo tradat et offerat; Mater nostra, quae amare nos doceat Iesum Christum et cum Ipso, Deo Patri et Deo Spiritu Sancto, qui amor continuum neque umquam in nobis desiderium accedat, opere et veritate, ad hunc ipsum amoren animas trahendi". Cuando don Alvaro estuvo en México en 1983, durante la Novena que hizo a la Villa, tuvo oportunidad de saludar y conocer a muchas personas. Una de ellas fue un señor que trabaja en la Villa y que quedó muy impresionado del cariño de don Alvaro hacia las personas y de su devoción a la Virgen. Uno de los últimos días que don Alvaro estuvo en la Villa, este señor se acercó a uno de los que acompañaban a don Alvaro y le dijo que quería regalarle algo al Padre, y le entregó un pedazo de paño diciéndole que, hace muchos años, cuando se iba a poner definitivamente la imagen de la Virgen entre los dos vidrios que la protegen, él estaba presente en la operación y, antes de que pusieran la imagen en los vidrios, a él le pareció que la cara de la Virgen y las manos estaban un poco llenas de polvo, por lo que decidió limiarlas delicadamente con un paño. Ese paño lo conservaba como una reliquia que había tocado la cara y las manos de la Virgen y, al ver el cariño del Padre, había decidido darle un pequeño pedazo. Cuando el Padre recibió el regalo, le dio mucha alegría y se lo llevó a Roma. Un pedazo del trozo que le dieron está colocado en el marco de la imagen de la Virgen de Guadalupe en este oratorio.

 

año 1959

31/12/2023

Nuestro Padre celebra por primera vez la Santa Misa en el oratorio de Santa María de la Paz en Villa Tevere, ahora Iglesia Prelaticia.

 

año 1932

01/01/2024

Nuestro Padre explica la Obra a D. José María Somoano, sacerdote amigo suyo que conoce desde hace tiempo, y éste pide ser admitido. Nuestro Padre escribe en sus Apuntes Intimos: "No fue inútil la oración y expiación; ya pertenece este amigo a la Obra". Don José María había sido ordenado sacerdote en 1927 y en 1931 desempeñaba el cargo de capellán del Hospital del Rey (también llamado Hospital Nacional de Enfermedades Infecciosas). Nuestro Padre se da cuenta, con el correr de los meses, lo identificado que llega a estar don José María con el espíritu de la Obra y con toda la labor apostólica. Escribe en sus Apuntes Intimos: "Con José María Somoano hemos conseguido, como se dice por ahí, un enchufe magnífico, porque sabe nuestro hermano, admirablemente, encauzar el sufrimiento de los enfermos de su hospital, para que el Corazón de nuestro Jesús acelere la hora de su Obra, movido por tan hermosa expiación". Nuestro Padre planea apoyarse en él para el crecimiento de la labor y para la formación de las nuevas vocaciones. Murió el 16-VII-1932, probablemente envenenado, por el ambiente anticlerical de la época. Nuestro Padre estaba convencido que había muerto en olor de santidad y, además, mártir. Fue el primer sacerdote que entendió y se identificó con el espíritu de la Obra. A través de D. José María, nuestro Padre conoció a María Ignacia García Escobar, quien fuera la primera vocación de expiación que llegó a la Obra.

 

Santa María Madre de Dios (A)

01/01/2024

 

año 1975

01/01/2024

Está nuestro Padre en la sala de Comisiones en Villa Vecchia celebrando con los del Consejo General la llegada del año nuevo. Se le ve muy alegre. En cierto momento, aunque él no toma nunca nada desde hace muchos años, propone un brindis. Invita a todos sus hijos a unirse "¡con más fuerza que antes!" a las intenciones de su Misa. Y añade: "porque este año que ahora comienza, estaré mucho más unido al Señor que nunca". Luego alguno comentó que ninguno de los que brindaron en ese momento pudo imaginar el alcance profético de las palabras de nuestro Padre.

 

Santísimo Nombre de Jesús (C)

03/01/2024

 

año 1948

03/01/2024

Primera vez que nuestro Padre estuvo rezando a la Santísima Virgen en el Santuario de Loreto en Italia. Después de rezar en la Santa Casa, nuestro Padre preguntó a don Alvaro: "¿Qué le has dicho a la Virgen?". Y don Alvaro respondió: "Pues, he repetido lo de siempre, pero como si fuera la primera vez. Le he dicho: te pido lo que te pida el Padre". Regresaron a Roma al día siguiente (4-I).

 

año 1933

04/01/2024

Pide la admisión Juan Jiménez Vargas. Era la segunda vez que se veía con nuestro Fundador. En esta entrevista nuestro Padre le expuso el panorama sobrenatural de la Obra y don Juan pidió la admisión. Había conocido a nuestro Padre a comienzos de 1932, en una visita puramente casual de pocos minutos: simplemente acompañaba a un amigo suyo —Adolfo Gómez— que iba a confesarse con nuestro Padre. Era estudiante de medicina de una familia media. Don Juan se dio cuenta de que nuestro Padre pedía con frecuencia a los que se confesaban con él, nombres de amigos que pudieran presentarle. Don Juan fue uno de los tres que asistieron al primer círculo que dio nuestro Padre en el Asilo de Porta Coeli (el 21-1-1933). Poco después de haber asistido a este primer círculo —en realidad, al día siguiente— comenzó la catequesis en el barrio de Tetuán, que era entonces de los peores de Madrid tanto por su pobreza como por su ambiente anticlerical. "Aquello era repulsivo", decía don Juan refiriéndose al modo como muchas personas vivían en Tetuán. Allí comprobó que nuestro Padre tenía mucha experiencia en el trato con niños.

 

• 3º Juan Jiménez Vargas (de 48 pitajes)

04/01/2024

4-I-1933
29-IV-1997

 

año 1934

05/01/2024

Nuestro Padre se reúne con dos sacerdotes de los que le ayudaban a atender la labor apostólica y tres profesionales de la Academia DYA para analizar la situación de la academia y para ver posibles planes de crecimiento, a pesar de que la Academia estaba en grandes dificultades económicas. D. Ricardo Fdez-Vallespín cuenta que los dos sacerdotes opinaron que lo mejor era cerrar el piso —la Academia—, ya que mantenerlo abierto, sin recursos, "era como tirarse de un aeroplano sin paracaídas". Nuestro Padre les propone, sin embargo, abrir una Residencia de estudiantes en una casa más grande. Los sacerdotes se espantan. -(P)- NOTA: la atención de la labor de San Rafael en Madrid tuvo en los comienzos varias sedes: -(P)- 1a.) Casa de Martínez Campos, donde vivían la Abuela y hermanos de nuestro Padre, donde se reunió por primera vez con los de Casa y San Rafael: ahí comenzó la costumbre del Comentario del Evangelio. Sin embargo, el primer círculo de San Rafael no se tuvo aquí, sino en el Patronato de Santa Isabel que fue en donde nuestro Padre dió aquella bendición —después del primer círculo— en la que vió "no tres, sino trescientos, tres mil, tescientos mil, tres millones...". -(P)- 2a.) Academia DYA en Luchana 33, donde no vivía nadie. Se daban clases de Derecho y Arquitectura, y de ahí las siglas de la Academia. Sin embargo para nuestro Padre significaban: Dios y Audacia. -(P)- 3a.) La Residencia en Ferraz 50 (a donde se trasladó también la Academia DYA). Aquí se tuvo el primer Sagrario. -(P)- 4a.) La Residencia se traslada a Ferraz 16 pues nuestro Padre quería ampliar la Residencia —a pesar de los enormes problemas económicos que eso suponía— para poder hacer más labor apostólica. Esta Residencia fue la que quedó completamente destruida por la guerra civil española. -(P)- 5a.) Jenner. Fue la Residencia que nuestro Padre abrió inmediatamente después de la guerra civil. -(P)- Después se fueron poniendo otros Centros. El primero, fuera de Madrid fue en Valencia.

 

Aniversario de la Ordenación episcopal de don Javier

06/01/2024

 

Epifanía del Señor (A)

06/01/2024

 

año 1932

06/01/2024

Anota nuestro Padre en sus Catalinas: "Hice mi oración: quiero hacer constar que, entre otras cosas, postrado de bruces, con la frente en el suelo, he dicho: Jesús, que perseveren todos estos primeros, siguiendo la vocación como los Magos siguieron la estrella, despreciando los consejos de Herodes..., que no les faltarán" (Ap. Int. 547).

 

año 1991

06/01/2024

Consagración Episcopal de don Alvaro por parte de Juan Pablo II en la Basílica de San Pedro. En alguna tertulia don Alvaro comentó que, después de la solución jurídica de la Obra en 1982, pensaba que su sucesor sí llegaría a ser obispo pero él no: "era lógico que, antes o después —decía en la tertulia del 8-XII-1990—, se produjera este hecho. Pero no lo esperaba para mí, sino para mi sucesor...". También dijo, haciendo referencia a la postración previa a la imposición de las manos por parte del Papa: "al meditar en esa postración física que tiene lugar mientras se invoca a los santos (...) pedía a Dios nuestro Señor (...) la fidelidad para todos. Rogaba: ¡que seamos fieles!, ¡que seamos fieles! (...). Has empezado a realizar la obra buena en cada miembro del Opus Dei, en cada hija y en cada hijo mío, y la terminarás; pero eso sólo será posible si nosotros queremos, si te dejamos hacer. Que queramos ser fieles, y lo seamos".

 

año 1995

06/01/2024

Consagración Episcopal del Padre (D. Javier) por parte de Juan Pablo II. Al referirse al lema episcopal que había elegido —Deo omnis gloria!— comentó: "... junto al que eligió don Alvaro —regnare Christum volumus!—, y aquel otro: Omnes cum Petro ad Iesum per Mariam!, compendian todos nuestros afanes...". Al día siguiente de su ordenación episcopal el Padre concelebró en San Eugenio con todos los Consiliarios. Al final de la Misa —como había sucedido con don Alvaro en una Misa similar en 1991—, el Padre recorrió el pasillo central de la Basílica de San Eugenio —repleta de gente— dando la Bendición. El Padre iba sonriendo y todos en la Basílica estaban aplaudiendo. El recorrido duró muchos minutos aunque el Padre no pudo llegar al fondo del pasillo por la cantidad de personas. Fue entonces cuando el Padre se dió cuenta de que muchas de esas personas habían estado, detrás de las columnas de San Eugenio, sin poder ver nada durante toda la Misa. El Padre comentó en una tertulia del día 8: "Ayer dí muchas gracias a Dios por todo, pero me conmovió profundamente en la Basílica de San Eugenio, al final —cuando hubiera querido quedarme tiempo y tiempo con cada una y cada uno de vosotros—, ver tanta gente heroica, santa, con una vida escondida, que estaba en un rincón, al fondo de la iglesia, felicísima, sin estar nunca en primer lugar. Ese es el Opus Dei: tantas personas santas, que trabajan en lugares donde nadie les puede decir: ¡gracias!; tampoco esperan que se las den porque lo que buscan es el amor de Dios. Ese es el Opus Dei...". Pocos días más tarde en una tertulia en Cavabianca alguien preguntó al Padre qué intenciones habían pasado por su corazón en la ceremonia de su ordenación episcopal: "Estuve pidiendo constantemente por la santidad y la unidad de la Obra: que vivamos perfectamente cada día, y en cada momento, el espíritu que nos ha legado nuestro Padre para que seamos santos (...) He pedido la santidad y la unidad de la Obra (...) Esa fue mi oración en aquellos momentos..".

 

Muere Doña Luz Rodríguez Casanova

08/01/2024

Era hija doña Luz de D. Florentino Rodríguez Casanova y de doña Leónides García San Miguel, y nació en 1873. El título del marquesado de Onteiro, para sí y sus descendientes, se le otorga a la madre, ya viuda, por Real Despacho de 15-VII-1891, en atención a los servicios públicos de su marido.
Doña Luz Rodríguez Casanova funda las Damas Apostólicas en Madrid el 24-V-1924, cuya aprobación definitiva se obtiene de Pío XII en 1950. Muere en olor de santidad el 8-I-1949. El 25-I-1958 se abre su Proceso de Beatificación (cfr. E. Itúrbide, El Amor dijo sí. Luz R. Casanova, Pamplona 1962).

 

año 1938

09/01/2024

Carta Circular de nuestro Padre, dirigida a todos los de Casa, escrita al día siguiente de llegar a Burgos. Casi al final de la Carta escribe: "Hace tiempo, se hacía sentir la necesidad de incluir una petición "Pro Patre", en la oración oficial de la Obra. Desde el 14 de febrero próximo (...), se comenzará a rezar en nuestras Preces (...), "Oremus pro Patre", y se dirá: "Misericordia...".

 

Aniversario del nacimiento de nuestro Padre (1902) (A)

09/01/2024

 

año 1939

09/01/2024

Carta Circular de nuestro Padre, dirigida a todos los de Casa, escrita en "la Casa de San Miguel de Burgos" (un cuarto de una casa en la calle Concepción 9, 3o izq.). Ahí escribe: "No me preocupan los obstáculos exteriores: con facilidad los venceremos. No veo más que un obstáculo imponente: vuestra falta de filiación y vuestra falta de fraternidad, si alguna vez se dieran". En esta misma Carta introduce nuestro Padre en las Preces "Ad Iesum Christum Regem", y "Christe, Fili Dei vivi, miserere nobis".

 

año 1932

09/01/2024

Tercera Carta Fundacional de nuestro Padre dirigida a todos los miembros de la Obra: Carta Res omnes.

 

año 1972

09/01/2024

Alguien pregunta a nuestro Padre en la tertulia, qué le podíamos regalar con motivo de su cumpleaños. Nuestro Padre responde: "la sinceridad: sinceridad en la Confesión y en la charla fraterna".

 

1914

11/01/2024

Aniversario del nacimiento de Dora

 

1938

12/01/2024

Señor, ¡danos cincuenta hombres que te amen sobre todas las cosas!

3. "Viajante de mi Señor Jesucristo"

Los proyectos a medio plazo que se había fijado el Fundador se extendían hasta la terminación de la guerra, hasta que llegara el momento de entrar en Madrid. Don Josemaría era de los muchos optimistas, aunque a veces no lo viera claro, para quienes el final de la contienda resultaba ahora casi inmediato (71). Motivo que le urgía a emprender una fecunda campaña apostólica a fin de contar con más almas y medios materiales para recomenzar otra vez en Madrid. Señor, ¡danos cincuenta hombres que te amen sobre todas las cosas!, pedía ante el sagrario. Necesito un milloncejo -escribía al Obispo de Vitoria-, además de cincuenta hombres que amen a Jesucristo sobre todas las cosas (72). Pero como no le iban a venir mansamente a las manos ni las vocaciones ni las pesetas, se preparó para lanzarse en su busca... AVP

 

año 1948

13/01/2024

Nuestro Padre va viajando con don Alvaro en coche de Roma a Milán. Va callado. Es un día frío, con densa niebla en la carretera. El silencio de nuestro Padre se prolonga hasta la altura de Pavía. De repente, exclama: "¡caben!". Es en ese momento que nuestro Padre ve claramente cómo pueden pertenecer al Opus Dei las personas casadas. Pocos días después —el 2 de febrero— formula su petición a la Santa Sede para poder admitir en la Obra a personas casadas.

 

año 1902

13/01/2024

Bautizo de nuestro Padre en Barbastro. Le administró el Bautismo el sacerdote D. Angel Malo, Regente de la Vicaría de la Catedral, Nuestra Señora de la Asunción. Fueron sus padrinos D. Mariano Albas y Da. Florencia Albás, tíos de nuestro Padre. Le pusieron los nombres de José María (luego nuestro Padre los unió, formando solamente uno), Mariano (por su padrino de bautizo, primo de la Abuela, que después de enviudar se ordenó sacerdote) y Julián (santo del día en que nació). Fue a partir de la guerra civil española que nuestro Padre —por precaución ante la censura del correo— adquirió la costumbre de firmar sus cartas con el nombre de Mariano. En una tertulia en Roma (II-81) contaba don Alvaro en Cavabianca: "De pequeñito —lo sé porque a veces me lo ha contado— quería llamarse como el Abuelo, al que tanto quería: José, o Pepe, como se dice en España a los que llevan ese nombre. Y cuando alguien le llamaba José María —era pequeñito, pequeñito— decía: no, José. —Pero si te llamas José María, le explicaban. —Sí, pero después viene María-no, replicaba nuestro Padre. Años después, comentaba arrepentido: ¿cómo pude decir yo de pequeño ese disparate? Fue un detalle del que se sirvió el Señor para que fuese aún más amante de la Santísima Virgen. Sólo lo sabíamos don Javier y yo, porque no lo contaba casi nunca".

 

año 1932

14/01/2024

Recita junto a la enferma moribunda en el Hospital General: "Bendito sea el dolor. Amado sea el dolor. Santificado sea el dolor... ¡Glorificado sea el dolor!" (Camino 208). Contaba nuestro Padre, recordando este suceso, en una tertulia en Lisboa en 1972: "Esas palabras las escribí en un hospital, a la cabecera de una moribunda a quien acababa de administrar la extremaunción. ¡Me daba una envidia loca! Aquella mujer había tenido una gran posición económica y social en la vida, y estaba allí, en un camastro de un hospital, moribunda y sola, sin más compañía que la que podía hacerle yo en aquel momento, hasta que murió. Y ella —tenía todos los dolores morales y todos los dolores físicos— repetía, paladeando, ¡feliz!, esas palabras. Nuestro Padre había conocido a esta enferma en el Hospital de la Princesa (también llamado de incurables), con el cuerpo destrozado de dolor, debido a las enfermedades que había adquirido por haber llevado una vida muy desordenada, pero ahora estaba arrepentida. Nuestro Padre le administró los últimos auxilios espirituales, y cuando estaba ya muriendo en medio de muchos dolores, nuestro Padre le fue susurando al oído la letanía del dolor. "Ella la iba repitiendo, con la voz rota, pero gritando (...) Poco después moría, y en el Cielo está, y nos ha ayudado mucho", contaba nuestro Padre. En una tertulia de 1974, nuestro Padre explicó: "Era una pobre mujer perdida, que había pertenecido a una de las familias más aristocráticas de España. Yo me la encontré ya podrida; podrida de cuerpo y curándose en su alma, en un hospital de incurables. Había estado de carne de cuartel, por ahí, la pobre. Tenía marido, tenía hijos; había abandonado todo, se había vuelto loca por las pasiones, pero luego supo amar aquella criatura. Yo me acordaba de María Magdalena: sabía amar". "El sufrimiento es una prueba de que se sabe amar, de que hay corazón".

 

año 1973

14/01/2024

Durante una reunión de trabajo con las directoras de la Asesoría Central, interrumpe lo que están tratando para decirles: "Rezad por la Iglesia, hijas. La situación es muy grave. Parece como si nuestra Madre estuviera para morir... Aunque ya sabéis que la Iglesia no morirá, porque así lo ha prometido el Señor (...). Con todo, tengo que deciros que las cosas están muy mal, porque no sería buen padre y pastor si no os lo dijera... Muchas veces prefiero no haceros sufrir y pasar las penas solo...". Y apenas un mes después: "Hijas mías, tengo una gran congoja en el alma, por la Iglesia, por esta Madre buena que está tan maltratada... Los traidores están dentro..." Y a este respecto contaba don Alvaro: "Nuestro Fundador sufría enormemente ante esa desolación, viendo que muchas almas —que en circunstancias normales habrían sido fieles— se precipitaban por el camino del infierno. Su dolor era tan grande que, muchas veces, sin espectáculo, lloraba (...). Le sucedía especialmente al celebrar la Santa Misa, o durante su acción de gracias".

 

Conmemoración del Bautismo del Señor (C)

14/01/2024

 

año 1949

18/01/2024

D. Pedro Casciaro llega a México a comenzar la labor de modo estable. Desembarcó en Veracruz después de un viaje de 31 días en el Marqués de Comillas. "Lo único con valor material, en el equipaje, era un sagrario de Talleres, regalo de un viejo amigo". La primera noche —del 18 al 19— la pasaron en el Hotel Guardiola, después de muchas horas en carro desde Veracruz hasta la Cd. de México: "era imposible dormir por la emoción, pero también por los golpes atronadores producidos por el inmenso martillo de presión, con el que estaban clavando los pilotes para la cimentación de la Torre Latinoamericana". A los pocos días alquilaron una casa en la calle de Londres 33. -(P)- En verano se trasladaron a Nápoles 70 (1a. Residencia): ahí pidió la admisión el primero: D. César García Sarabia. -(P)- Luego alquilaron Nápoles 68, 66 y 64 para ampliar la Residencia. -(P)- Poco después rentaron el departamento de Georgia, que fue donde comenzó el Centro de Estudios. Este departamento duró pocos meses porque se trasladaron a uno mejor. -(P)- El primer Curso Anual lo hicieron en La Gavia, una hacienda que les prestaron y que sirvió durante algún tiempo para tener los Cursos de Retiro y los Cursos Anuales y Convivencias.

 

• 18º José Luis Múzquiz (de 48 pitajes)

21/01/2024

21-I-1940
21-VI-1983

 

año 1933

21/01/2024

Nuestro Padre da por primera vez un Círculo en el Asilo de Porta Coeli. Nuestro Padre acudía al asilo a confesar a muchachos pobres: "era una obra que llevaban adelante unas monjitas, para recuperar a los golfos: son esos muchachos —contaba nuestro Padre— que pierden el sentido común, el sentido de la dignidad del trabajo, y roban... poca cosa. No eran malos, pobres hijos. Yo iba con mucha alegría a darles unas lecciones de catecismo, a prepararles para la confesión, a escuchar sus confesiones y sus conversaciones". Aunque, como decía nP, "la labor de san Rafael comenzó en casa de mi madre, en la calle Martínez Campos, de Madrid", nuestro Padre quiso dar más formalidad al primer círculo y por eso los citó en el Asilo de Porta Caeli. Escribió en sus Apuntes Intimos: "El sábado pasado, con tres muchachos y en Porta Caeli di comienzo, gracias a Dios, a la obra patrocinada por San Rafael y San Juan. Hice después de la charla, exposición menor, y les di la bendición con el Señor". Como nuestro Padre acudía ahí a confesar a los niños —"golfos, decía nuestro Padre, en el sentido llano y madrileño de la palabra"-, que atendían las religiosas del asilo, les pidió que le dejaran un aula que tenían y le permitieran utilizar después la capilla. Nuestro Padre había rezado y había hecho rezar mucho, había ofrecido muchos sacrificios por este primer círculo que iba a dar. Había invitado a diez —de los que solían ir a confesarse a casa de su madre en la Calle Martínez Campos— y asistieron solamente tres —todos estudiantes de medicina—: Juan Jiménez Vargas, José María Valentín-Gamazo y Vicente Hernando Boscos. Contaba don Juan que: "Asistimos tres estudiantes de medicina: Vicente, José María y yo. El primero no entendía aquello, y no volvió. José María continuó yendo a los círculos, también en la Academia DYA". A don Juan, nuestro Padre lo había conocido poco antes, y en la segunda entrevista que tuvo con él (el 4-I-33) le habló de la Obra y don Juan pidió la admisión. Don Juan invitó a sus amigos y con ellos, y otros conocidos de nuestro Padre, se decidió a tener el primer círculo. "Vinieron sólo tres. ¡Qué descalabro, ¿verdad?! ¡Pues, no! Me puse muy contento...". El círculo lo tuvieron en una habitación "que aquellas buenas monjas cedieron a nuestro Padre —escribe don Juan—; era una sala de visitas bastante fea que había junto a la capilla, sin más mobiliario que una mala mesa y unas sillas paupérrimas". Nuestro Padre colocó, presidiendo la sala de visitas, una imagen de la Virgen; aquella que se veía que había sido de un catecismo, y que nuestro Padre había encontrado —sucia y pisada— tirada en la calle y que había mandado enmarcar, que desapareció en la guerra civil de España. Al terminar el círculo se fueron al oratorio, que presidía un cuadro de la Santísima Trinidad, y les dió la Bendición con el Santísimo. En la Bendición, contaba nuestro Padre, "tomé al Señor Sacramentado en la custodia, lo alcé, bendije a aquellos tres..., y me pareció que el Señor bendecía no a tres, ni a tres mil, ni a trescientos mil, ni a tres millones: bendecía a una muchedumbre de gente de todos los colores (...) Y me he quedado corto, porque es una realidad a la vuelta de casi medio siglo. Yo me he quedado corto, porque el Señor ha sido mucho más generoso" (cfr. Sastre, p. 146). Don Juan Jiménez Vargas dejó escrito que aquel día le impresionó: "la manera de rezar de nuestro Padre, de abrir el Sagrario, de arrodillarse y, sobre todo, la manera de tener la Custodia en sus manos y de dar la Bendición". Sigue contando don Juan: "Pocos días después del primer círculo comenzó la catequesis en el barrio de Los Pinos, en Tetuán. Muchas circunstancias desagradables —mal olor, falta de higiene, etc—, hacían que aquellas actividades en ocasiones resultaran claramente repulsivas. Por eso, al saber que nF llevaba varios años ejercitándolas en silencio, comprendí que aquello sólo podía explicarse por un motivo muy sobrenatural y por una vida espiritual de verdadera santidad".

 

Elección Padre (B)

23/01/2024

 

año 1929

23/01/2024

Nuestro Padre en Madrid, está junto al lecho de una moribunda a la que nuestro Padre considera que muere con santidad de vida. Le dice, como dándole un encargo, "¡si no he de ser un sacerdote, no bueno, ¡santo!, di a Jesús que me lleve cuanto antes".

 

Aniversario de la elección de don Fernando como Prelado (B)

23/01/2024

 

año 1964

24/01/2024

Nuestro Padre es recibido por primera vez por Paulo VI en audiencia privada. Hablaron un buen rato a solas, pero al final del encuentro también don Alvaro entró para saludar al Papa.

 

Santa María de la Paz (C)

24/01/2024

 

Conversión de San Pablo (D)

25/01/2024

 

Santo Tomás de Aquino (C) -> ver nota

28/01/2024

Sólo fiesta en las comisiones regionales y en los centros de estudio

 

año 1975

29/01/2024

Nuestro Padre inicia el que será su último viaje a América. Sale este día con rumbo a Venezuela. Nuestro Padre había estado en Venezuela durante su Catequesis de 1974, pero no pudo tener tertulias pues se encontraba muy mal de salud, ya que, previamente, había estado en Brasil, Argentina, Chile, Perú y Ecuador, donde le dió el tremendo soroche del que no pudo reponerse. Por tanto, prometió que volvería a Venezuela. Este tercer viaje a América ya le suponía mucho esfuerzo. Antes de salir, comentó a algunas de la Asesoría en el comedor de Villa Vecchia: "Hijas mías, yo no tengo ningunas ganas, ningún deseo de hacer este viaje. Voy allí, a América, otra vez, porque es voluntad expresa de Dios que vaya... Pero yo no tengo fuerzas para ir. Voy también por amor a mis hijos, y me identifico con la voluntad de Dios; pero si no fuese así, yo no haría este viaje". Nuestro Padre ha perdido ya casi completamente la visión del ojo derecho, y con el izquierdo ve ya muy poco debido a unas cataratas que se le han formado. Tiene un agotamiento casi crónico. Don Alvaro comentó después que nuestro Padre antes de las tertulias muchas veces estaba acostado y apenas podía moverse debido a ese agotamiento crónico, pero que cuando él y don Javier le avisaban que faltaban cinco minutos, nuestro Padre sacaba fuerzas del alma y se levantaba casi arrastrándose, pero que luego, durante la tertulia ponía tanto esfuerzo que no se le notaba nada su cansancio y que, entonces, él y don Javier volteaban a verse uno al otro como no dando crédito a lo que veían hacer a nuestro Padre. Al terminar la tertulia nuestro Padre tenía que volver a acostarse de puro agotamiento. Nuestro Padre terminó este viaje en Guatemala, donde volvió a enfermar.

 

• 19º Jesús Arellano (de 48 pitajes)

01/02/2024

1-II-1940

 

año 1939

02/02/2024

Como muestra de su devoción a la Virgen nuestro Padre da esta fecha a la terminación de Camino. Así, hace constar en la primera edición: "se acabó de escribir este libro en Burgos, el día de la Purificación de la Bienaventurada Virgen María, año de 1939". En realidad nuestro Padre terminó de escribirlo el 22-I-1939, pues don Pedro escribió a don Francisco Botella: "... ya se acabaron las ´Consideraciones´ (está haciendo referencia a la publicación de Consideraciones: sólo se hizo una edición, de 500 ejemplares en abril de 1938); ayer por la noche terminó el Padre la que hace el número 999. Ahora está pasándolas, debidamente ordenadas, a máquina". Se publicó el 29-IX-1939.

 

Presentación del Señor (C)

02/02/2024

 

año 1940

02/02/2024

Nuestro Padre celebra por primera vez la Santa Misa en El Cubil. El Cubil era el piso que se había instalado en Valencia (primer piso que se instaló fuera de Madrid). Nadie antes había celebrado ahí. Un sacerdote amigo de nuestro Padre prestó los objetos litúrgicos necesarios. A esa Misa asistieron, entre otros, don Federico Suárez y don Justo Martí (todavía no eran de la Obra). Antes de comenzar la Misa, nuestro Padre dirigió la meditación. Habló sobre la eficacia del sacrificio y la necesidad de enterrarse y morir, como el grano de trigo, para dar fruto. Los de Casa veían hecha realidad esa afirmación en la persona de nuestro Padre. Nuestro Fundador había bendecido El Cubil el 19 de septiembre de 1939. Ahora, era tal la cantidad de universitarios que iban al Cubil a los medios de formación que no cabían en la casa. Todos querían hablar con nuestro Padre. Cuando iba a comenzar nuestro Padre el círculo para los de Casa, se pedía a los de San Rafael que se fueran, porque no cabían todos. "Se nota la ansiedad por escuchar al Padre", escribía uno de Casa. Otro escribía durante una visita de nuestro Padre en la que dedicaba largos ratos a hablar con los de Casa y de San Rafael caminando junto al río Turia: "El Padre dice que necesita distraerse y tomar el sol; lo cierto es que quiere reventarse a fuerza de andar, pues desde hace dos días tiene los pies hinchados, como siempre que viene a Valencia. Así saldrá la casa, y el retiro de mañana dará fruto cumplido... ¡Y nosotros hechos unos melones!". Para estas fechas ya se había comenzado también en Barcelona, Valladolid y Zaragoza.

 

año 1975

04/02/2024

Inicia nuestro Padre su tercer viaje a América. En esta ocasión estuvo en Venezuela y Guatemala. Regresó a Roma el 25 de febrero. Las últimas tertulias —en Guatemala— ya no pudo tenerlas pues enfermó. Al cabo de unos días, el médico —viendo que nuestro Padre seguía mal—, sugirió que regresara a Roma.

 

año 1932

04/02/2024

Se despide del Santísimo en Santa Isabel y dice: "Jesús, aquí está tu borrico... Tú verás qué haces con tu borrico". Y oye como respuesta: "Un borrico fue mi trono de gloria en Jerusalem". Con respecto a esta locución nuestro Padre decía en una meditación (14-II-1964): "... esas intervenciones del Señor eran cosas que me conmovían, que me turbaban, que me llevaban —a pesar de mis cuatro cursos, quizá seis, de Sagrada Escritura con las mejores calificaciones— a ignorar en aquel momento todo lo que dice el Evangelio. ¡Ay, Dios mío, esto es del diablo! Y, en una ocasión, fui desde Santa Isabel a casa de mi madre para ver qué estaba escrito en el Evangelio. Y encontré todo exacto...".

 

año 1931

04/02/2024

Nuestro Padre se entrevista con don Pedro Poveda, por aquel entonces Secretario del Patriarca de las Indias. Nuestro Padre estaba buscando un modo de incardinarse en la diócesis de Madrid para poder permanecer ahí de modo estable (nuestro Padre estaba incardinado a la diócesis de Zaragoza), ya que los sacerdotes extradiocesanos estaban mal vistos por los demás sacerdotes diocesanos. Don Pedro le ofreció el nombramiento de Capellán de Honor de su Majestad. Le explicó que se trataba de un título honorario, sin encargo pastoral, con ciertos privilegios (entre otras cosas, de vestimenta). Nuestro Padre preguntó si ese nombramiento le daba posibilidad de incardinarse. A la respuesta negativa de don Pedro, nuestro Padre respondió: "pues, entonces, no me interesa para nada". Don Pedro quedó impresionado de nuestro Padre puesto que muchos sacerdotes ambicionaban un cargo así. Contaba el Padre —don Javier—: El cargo era una meta que muchos ambicionaban. A consecuencia de esa conversación, nació entre ambos sacerdotes una honda amistad y, a pesar de la diferencia de edad que había, don Pedro Poveda llamaba muchas veces a nuestro Padre, para confiarse fraternalmente, para pedirle consejo y ayuda en el ministerio sacerdotal".

 

Dedicación Nuestra Señora de los Ángeles en Cavabianca (B)

04/02/2024

4 de febrero de 1990

 

año 1945

06/02/2024

Nuestro Padre reza por primera vez en la Capelinha de Fátima. El santuario estaba aún en construcción. Nuestro Padre había ido a saludar a Mons. López Ortiz, entonces obispo de Tuy, que era muy amigo suyo. Cuando el obispo le propuso conocer a Sor Lúcia, la vidente de Fátima, que por entonces residía en esa ciudad, nuestro Fundador respondió: "¡Me daría mucha alegría!". Ese encuentro influyó en el curso de la expansión de la Obra. Nuestro Padre había proyectado empezar la labor en Francia, pero entendió, ante el ruego de Sor Lúcia, que el Opus Dei debía ir primero a Portugal. Fue ella misma la que resolvió la dificultad del paso de frontera. Nuestro Padre lo recordó en alguna ocasión: "Estaba yo en una ciudad gallega, y vino a verme Sor Lúcia, una de las videntes de Fátima. La traté con sequedad, porque sabía que era una persona santa, y no sólo no se enfadó, sino que volvió para decirme que el Opus Dei tenía que ir a Portugal. Le contesté que no teníamos pasaporte, pero ella respondió: eso lo arreglo yo enseguida. Llamó por teléfono a Lisboa y nos consiguió un documento para pasar la frontera. No hablamos para nada de las apariciones de la Virgen; nunca lo he hecho. Siempre que la veo, le recuerdo que tiene una buena parte en el comienzo de la Obra en Portugal". En ese primer encuentro con Sor Lúcia, nuestro Padre, sin más preámbulos le dijo: "Hermana Lúcia, si usted, que recibió tantas gracias de Dios, y yo, que también recibo tantas gracias de Dios, nos somos fieles, ¡la hacemos buena! ¡Podemos no ir al Cielo!". Y Sor Lúcia contestó: "También yo he pensado en eso muchas veces". Nuestro Padre regresó a Fátima dos veces más en este mismo año: en junio y en septiembre. El 5 de febrero de 1946 llegaron los primeros de Casa a Coimbra para quedarse a vivir. En esta ciudad se puso el primer Sagrario.

 

• 22º Francisco Ponz (de 48 pitajes)

10/02/2024

10-II-1940

 

año 1933

10/02/2024

Pide la Admisión Jenaro Lázaro. Nuestro Padre lo conoció con motivo de sus visitas al Hospital General de Madrid para atender a los enfermos. Jenaro era escultor, "un hombre hecho, artista y empleado en los ferrocarriles", escribió nuestro Padre en sus Apuntes. Cuando terminaban los domingos las visitas, Jenaro se quedaba hablando un rato con nuestro Padre. Aquellas conversaciones dejaron en Jenaro un fuerte recuerdo: "Era un hombre de Dios, que arrastraba hacia El a las personas que trataba. He pensado muchas veces, más tarde, que el Padre hacía un verdadero apostolado de amistad, ya que en cuanto uno le trataba se hacía amigo de él para toda la vida".

 

• 21º Fernando de la Puente (de 48 pitajes)

10/02/2024

10-II-1940
1-XI-1975

 

• 4º José María González Barredo (de 48 pitajes)

11/02/2024

11-II-1933
28-XI-1993

 

Nuestra Señora de Lourdes (D)

11/02/2024

 

año 1933

11/02/2024

Nuestro Padre rechaza el ofrecimiento de D. Angel Herrera de nombrarlo Sacerdote Director de la Casa del Consiliario (para la Acción Católica), donde don Angel Herrera piensa ´reunir lo más selecto del clero secular español´. Nuestro Padre escribió en sus Apuntes: "Me ha ofrecido el Sr. Herrera la formación espiritual de los Srs. Sacerdotes seleccionados por los Ilmos. Prelados españoles que se reunirán a vivir en comunidad en Madrid, a fin de recibir aquella formación y lo social, que les dará un Padre Jesuita. Le he dicho que ese cargo no era para mí: porque eso no es ocultarme y desaparecer ¡Qué misericordia la de Dios, al poner en mis manos un cargo así! ¡En mis manos, que no han recibido —puedo decir— jamás ni el último nombramiento eclesiástico!". Intentó Herrera convencerle, pero nuestro Padre se negó a tomar responsabilidades ajenas a la total dedicación que Dios le pedía para sacar adelante la Obra (para entonces, totalmente desconocida). "Me pidió que diera ejercicios a un grupo de jóvenes, y me negué, alegando que no tengo formación y que estoy con otras cosas que no me dejan aceptar eso. Insistió mucho en que tenemos que charlar mucho más". En casa, comentó el asunto rápidamente y de paso a la Abuela y tía Carmen. Tío Santiago, que oyó algo, comentó: "Que te den una cosa que sirva para mucho bien de las almas, pero que sea lucrativa" (seguían pasando una temporada de penuria absoluta). En la entrevista, Don Angel insistió: "Piense don Josemaría, que en esa casa reuniré a los mejores sacerdotes de España y lo que le ofrezco a usted es que sea su director...". Nuestro Padre respondió tajantemente: "No, no. Agradecido, pero no acepto: yo debo seguir por el camino que Dios me llama. Además, no acepto por eso mismo que usted me dice: porque en esa casa se reunirán los mejores sacerdotes de España. Y es evidente que yo no valgo para dirigirles". El asombro de don Angel Herrera fue enorme. Aquel cargo en la Acción Católica no era un simple cargo honorífico sino poner en sus manos la dirección espiritual de un grupo de almas selectas, y el reconocimiento de sus dotes personales ante la Jerarquía española. Aquello hubiera sido, a la larga, un encumbramiento para nuestro Padre. El Padre (don Javier) contaba lo que don Florencio había escuchado a don Angel Herrera —treinta años después— de lo que recordaba claramente sobre su insistencia y la firme negativa de nP: "lo tengo perfectamente bien pensado, y no puedo cambiar. Además, si por ahí van a pasar los sacerdotes más conspicuos de España, habrá otros mucho mejores que yo que se encarguen de esos sacerdotes a los que yo no llego ni a la altura del zapato: y, por otro lado, tengo ya otras ocupaciones que no puedo dejar de atender, porque sería una traición a lo que el Señor me pide". Al terminar la entrevista con don Angel, nuestro Padre salió cojeando, y escribió en sus Apuntes al día siguiente: "Indudablemente me obsequió la Señora ayer tarde con dos cosas: la segunda, que me quedé cojo y casi no he podido dormir la noche anterior. Y la primera, que nos dio otra vocación para la Obra, Jenaro Lázaro". Era la primera vez que nP sufría un ataque reumático.

 

año 1933

11/02/2024

Pide la admisión José María González Barredo (sin haberlo tratado antes, nuestro Padre le había pedido desde el 25 de marzo de 1931 que rezara por una intención: la intención de nuestro Padre era que Dios le diera la vocación. D. José María no sabía cuál era la intención). El 25 de marzo de 1931, nuestro Padre había anotado en sus Apuntes Intimos: "Hoy, día 25, fiesta de la Anunciación de nuestra Señora, con mi apostólica frescura (¡audacia!), me he dirigido a un joven, que comulga diario en mi iglesia (la del Patronato de Enfermos), con mucha piedad y recogimiento, y —acababa él de recibir al buen Jesús— "oiga —le he dicho— ¿tiene la caridad de pedir un poco por una intención espiritual de gloria de Dios?" "Sí, Padre" —ha contestado— ¡y aun me dio las gracias! Mi intención era que él, tan fervoroso, sea escogido por Dios para Apóstol, en su Obra. Ya otras veces, al verle desde mi confesonario (en la iglesia del Patronato de Enfermos), le encomendé lo mismo al Angel de su Guarda". Se veían todas las mañanas, se saludaban, pero no llegaban nunca a tener una conversación. A los dos años de haberle hecho aquella petición, nuestro Padre anotaba en sus Apuntes el día de hoy: "El Señor, por el Angel Custodio, nos trajo, el día de la Inmaculada de Lourdes a este joven: es José María González Barredo. 1933". Don José María era ya catedrático del Instituo de Linares, un pueblo de Andalucía. Con los años, don José María se trasladó a vivir a Estados Unidos dos años antes de que don José Luis Múzquiz fuera enviado por nuestro Padre para comenzar establemente la labor apostólica. Vivió en USA hasta un año antes de morir (murió en Pamplona en 1993).

 

año 1933

14/02/2024

Nuestro Padre da al Plan de Vida la configuración definitiva: "para que nos obliguemos a cumplirlo desde el día de Nuestro Padre y Señor San José, en este año".

 

año 1941

14/02/2024

Nuestro Padre solicita al Obispo de Madrid —D. Leopoldo Eijo y Garay—, la aprobación de la Obra como Pía Unión.

 

año 1943

14/02/2024

Fundación de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz en el Centro de mujeres de la calle Martínez Campos en Madrid. Nuestro Padre había visto desde hacía tiempo la necesidad de que los sacerdotes que atendieran las labores apostólicas de la Obra procedieran de los mismos miembros de la Obra: "En los primeros años de la labor acepté la colaboración de unos pocos sacerdotes, que mostraron su deseo de vincularse al Opus Dei de alguna manera. Pronto me hizo ver el Señor con toda claridad que no eran ellos los llamados a cumplir la misión que antes os he señalado (la formación de las vocaciones)". Comentaba don Alvaro: "Aunque no todos —lo decía nuestro Padre—, algunos fueron como su corona de espinas, pues quisieron hacer un compromiso de obediencia y, nada más hacerlo, aunque tenían buena voluntad, realmente empezaron a desobedecer y querer dejar de lado al Padre para mandar ellos". Nuestro Padre afirmaba: "Necesitábamos sacerdotes que conocieran bien nuestra ascética peculiar y el modo apostólico de trabajar, que nos son propios (...). Esos sacerdotes sólo pueden proceder de las fielas de los miembros laicos de la Obra". Desde entonces, nuestro Padre buscaba una fórmula jurídica que le permitiera incardinar sacerdotes en el Opus Dei, un título de ordenación que permitiera a los sacerdotes de la Obra dedicarse completamente al ejercicio de su ministerio al Opus Dei, para servicio de sus apostolados. Nuestro Padre, por más que daba vueltas al asunto y consultaba con distintas personas no encontraba la solución: "Recuerdo mis charlas con Alvaro, mis vueltas y revueltas al derecho canónico, mis conversaciones con el buen Obispo de Madrid, don Leopoldo..., y nada". "El 14 de febrero de 1943 —contaba nuestro Padre— yo empecé la Misa buscando la solución jurídica para poder incardinar en la Obra a los sacerdotes. Llevaba ya mucho tiempo tratando de encontrarla, sin resultado. Y aquel día, intra missam, después de la Comunión, el Señor quiso dármela: la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz. Me dio incluso el sello: la esfera del mundo con la cruz inscrita". Al terminar la Misa, el Padre entró en una pequeña habitación y pidió unas cuartillas y pluma. A los pocos minutos —cuenta una de las que asistió a esa Misa de nuestro Padre— apareció de nuevo en el vestíbulo, visiblemente emocionado: "Mirad —nos dijo señalándonos una cuartilla en la que había dibujado una circunferencia y una cruz inscrita de proporciones especiales—. Este será el sello de la Obra. El sello, no el escudo: el Opus Dei no tiene escudos. Significa el mundo y, metida en la entraña del mundo, la Cruz". Luego, nuestro Padre contaba: "Al terminar la Misa, tomé un papelito e hice un dibujo que entregué al día siguiente a don Alvaro. Le encargué a don Pedro Casciaro que lo pasara a limpio, pero no me gustó lo que hizo: no era aquello. Luego lo dibujó don Ricardo Fernández Vallespín, y quedamos en que el brazo largo de la cruz tenía un quinto en la parte superior y cuatro quintos en la inferior. Eso fue la manifestación externa de que había salido la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, de la cual yo no tenía ni noción". Al día siguiente —15 de febrero— nuestro Padre fue a ver a don Alvaro al Escorial, que se encontraba ahí con don José María y don José Luis estudiando para los exámenes de Teología, le contó todo lo sucedido y le dijo: "después de esta luz de Dios prepararé todos los papeles. El obispo de Madrid hará la recomendación, y enseguida te vas a Roma para presentarlo a la Curia Romana, hablando con quien sea". A finales de mayo de 1943 don Alvaro estaba en Roma para solicitar el nihil obstat de la Santa Sede para la erección de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, que lo concedió el 11 de octubre de 1943. La erección canónica de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz tuvo lugar el 8 de diciembre de 1943 por don Leopoldo Eijo y Garay, Obispo de Madrid. El 25 de junio de 1944, el mismo don Leopoldo ordenaba a los tres primeros sacerdotes del Opus Dei.

 

año 1930

14/02/2024

Fundación, durante la Misa, de la Sección Femenina de la Obra, en Madrid. "Yo había escrito: nunca habrá mujeres —ni de broma— en el Opus Dei" (...) "Pasó poco tiempo: el 14 de febrero de 1930, celebraba yo la santa misa en la capillita de la vieja marquesa de Onteiro, madre de Luz Casanova, a la que yo atendía espiritualmente, mientras era el capellán del Patronato (de Enfermos). Dentro de la Misa, inmediatamente después de la Comunión. ¡toda la Obra femenina! No puedo decir que vi, pero sí que intelectualmente, con detalle (después yo añadí otras cosas, al desarrollar la visión intelectual), cogí lo que había de ser la Sección Femenina del Opus Dei. Di gracias, y a su tiempo me fui al confesonario del P. Sánchez. Me oyó y me dijo ésto es tan de Dios como lo demás´". "Siempre creí yo —y creo— que el Señor, como en otras ocasiones, me trasteó de manera que quedara una prueba externa objetiva de que la Obra era suya. Yo: ¡´no quiero mujeres en el Opus Dei´! Dios: ´pues yo las quiero´". Sin embargo, comenzar la labor con mujeres para nuestro Padre supuso muchas dificultades. Por entonces, nuestro Padre era capellán de las Damas Apostólicas y a los comedores que llevaban, a sus roperos, a la atención de los enfermos que tenían, acudían muchas muchachas jóvenes de Madrid. Nuestro Padre, por respeto a esa labor apostólica, no habló a ninguna de ellas de la Obra, pues las vocaciones para las Damas Apostólicas, surgían ordinariamente entre esas chicas. Nuestro Padre, entonces, utilizó su confesonario para hablar de la Obra con algunas de las muchachas que acudían a confesarse con él. Contaba don Alvaro en una tertulia: "La primera vocación femenina llegó dos años después del 14 de febrero de 1930. Un día nuestro Padre volvió a su casa muy entusiasmado porque por fin había una mujer en el Opus Dei. Era fruto de su labor de confesonario. Como no se acordaba del momento exacto en que el Señor le había pedido trabajar con mujeres, fue a mirarlo a las Catalinas. Y coincidía con la fecha en que había pitado la primera. Tardó dos años en llegar, pero no perseveró. Sin embargo, nuestro Padre no se desanimó y volvió a empezar. Luego, resultó que tuvo que empezar esta tarea otras dos veces; sólo a la tercera, fue la vencida". Fue hasta 1931 que nuestro Padre pudo dejar del Patronato de enfermos y trasladarse a la iglesia de Santa Isabel y ahí hacer una labor más amplia con las que acudían a confesarse a la iglesia. Se formó un grupo en el que estaban personas muy distintas: una profesora, una empleada, una enfermera y varias muchachas que aún no trabajaban. Sólo veían ahí a nuestro Padre. No acudían a ninguna otra actividad. De una parte porque, en aquellos años, las muchachas jóvenes tenían poquísima libertad. Se veían obligadas a dar a sus padres todo tipo de explicaciones: dónde iba, con quién, a qué... y, entonces, la Obra no era nada. De vez en cuando nuestro Padre tenía una reunión en casa de una de las dos más mayores. Algunas no perseveraron pues no agarraron vida de piedad. El grupo de mujeres que perseveró sufriría mucho al iniciarse la guerra civil española en 1936. Perdieron totalmente el contacto con nuestro Padre. Además, en la confusión de aquellos momentos, les llegó la noticia de que había muerto. Algunas no volverían a verle nunca más, convencidas de su fallecimiento. A otras, al terminar la guerra, nuestro Padre les hizo comprender que no tenían vocación para la Obra pues, por los años de alejamiento físico llegaron a inclinarse hacia modos de ser propios de la vida religiosa. En relación a las mujeres que vinieron a la Obra escribe Pilar Urbano: "Primero llegaron unas que parloteaban y trajinaban, pero no rezaban. Se fueron. Luego llegaron otras que sí rezaban, pero no eran esa clase de mujeres que han de bregar en la sociedad civil para poner a Cristo en la cumbre, en la cima, de toda actividad humana. Eran muy buenas, pero de pasta mística. Nuestro Padre tuvo que decirles que tampoco servían". Lo contaba don Alvaro en una tertulia (14-II-76): "Nuestro Padre encargó al sacerdote de más edad (de los que se comprometieron a ayudarle a sacar adelante la Obra y a formar las vocaciones) que dirigiese espiritualmente a sus hijas, y les transmitiera los consejos que él iba dando. Pero la mayor parte de aquellos buenos sacerdotes fueron la corona de espinas del Padre. No le obedecían. Pasó el tiempo. Vino la guerra española. Al terminar (...), el Padre reunió a todas esas hijas suyas, vio que todas eran muy buenas, pero que tenían espíritu de monjas. Entonces les dijo: —´Hijas mías, sois todas muy buenas, pero no me servís. El espíritu del Opus Dei es un espíritu secular, de trabajo en medio del mundo; es algo totalmente diferente a lo que vosotras vivís. Por lo tanto, si alguna quiere ser religiosa, yo escribiré una carta de recomendación a la Superiora; pero para el Opus Dei no me servís´. Y empezó otra vez, de nuevo. Así salió adelante la sección femenina". Luego llegaron las de "la tercera hornada", en general, hermanas de los primeros de Casa, que fueron las que perseveraron. Después de la guerra, una vez instalada la Residencia de Jenner, nuestro Padre se reunió ahí ocasionalmente con algunas de Casa. A finales de 1940 alquilaron un piso pequeño en la calle Castelló, para hacer una labor apostólica, mientras todas seguía viviendo en casas de sus familias. Lo instalaron como pudieron, pero la experiencia duró poco: no parecía prudente que un sacerdote joven acudiese asiduamente a un piso, en el que no vivía nadie, para formar a un grupo de chicas también jóvenes. Por esta razón, en diciembre del mismo año, abandondaron el piso y comenzaron a acudir a Lagasca. Muchos años después, en una tertulia (14-II-90) don Alvaro comentaba en una tertulia, haciendo referencia a la Fundación de la Sección Femenina: "En los años treinta, a la mente y a los labios de nuestro Padre venían con insistencia unas palabras de la Sagrada Escritura: Dei perfecta sunt opera. Un día pensó: ¿porqué estoy diciendo ésto tantas veces? No era lógico, no tenía porqué retenerlas en la memoria. Y una luz muy clara de Dios vino a iluminarle. Comprendió que esas palabras se referían a sus hijas: al Opus Dei le faltaban las mujeres para ser una obra perfecta, y esto no podía ser: las obras de Dios son perfectas".

 

Fundación de la labor apostólica con mujeres y de la sss+ (1930 y 1943) (A)

14/02/2024

 

año 1932

16/02/2024

Nuestro Padre, dando la Comunión a unas religiosas en la iglesia de Santa Isabel en Madrid, a través de la reja de clausura, repite cada vez que se acerca una de ellas a comulgar: "Señor, te quiero más que ésta". Nuestro Padre oye claramente la respuesta del Señor:"¡Obras son amores, y no buenas razones!". Anotó en sus Apuntes Intimos: "hoy, después de dar la sagrada Comunión a las monjas, antes de la santa Misa, le dije a Jesús lo que tantas veces le digo de día y de noche: (...) ´te amo más que éstas´. Inmediatamente, entendí sin palabras: obras son amores y no buenas razones. Al momento ví con claridad lo poco generoso que soy, viniendo a mi memoria muchos detalles, insospechados, a los que no daba importancia, que me hicieron comprender con mucho relieve esa falta de generosidad mía. ¡Oh Jesús! Ayúdame, para que tu borrico sea ampliamente generoso. ¡Obras, obras!". En una tertulia (23-XI-1966) comentaba nuestro Padre: "Aquel pobre sacerdote se quedó petrificado, y desde entonces comprendió la importancia fundamental de la unidad de vida: que en todo momento, la conducta se amolde a la doctrina de Cristo".

 

año 1949

17/02/2024

Llegan a Nueva York, a últimas horas de la tarde, en avión "The Star of Michigan", D. José Luis Muzquiz y Father Salvador Martínez Ferigle para comenzar la labor estable en Estados Unidos. Ahí los estaba esperando D. José María Albareda, que llevaba ya un par de años viviendo en USA. Nuestro Padre les dijo al darles la bendición de viaje en el mismo aeropuerto de Madrid, pues nuestro Padre salía para Roma: "Encontraréis tierra dura, con espinas y cardos. Y tendréis que poner toda el alma en vuestro trabajo, como se hace para meter el arado en la tierra". Les dió una imagen de la Virgen que, durante la guerra civil, había estado en Burgos (actualmente está en la sede de la dl de Chicago). Al día siguiente D. José Luis Múzquiz celebró en la Catedral de San Patricio. Luego se fueron dos días a Boston y, luego, a Chicago, donde se quedaron establemente.

 

• 20º Antonio Moreno (de 48 pitajes)

19/02/2024

19-II-40
24-VIII-41

 

año 1981

19/02/2024

Decreto de Introducción del Proceso de Beatificación de nuestro Padre, firmado por el Cardenal Hugo Poletti. Don Alvaro, en distintas tertulias fue contando algunos detalles de lo que hizo falta para llegar a este Decreto: "En cuanto falleció nuestro Padre millares de personas comenzaron a escribir cartas pidiendo al Romano Pontífice que se introdujese el Proceso de Beatificación de nuestro Fundador. Las firmaban Cardenales, Arzobispos y Obispos, sacerdotes y seglares, religiosos y religiosas del todo el mundo, convencidos de la santidad heroica de nuestro Padre. Fuimos recogiendo esas cartas con mucho cariño, para entregarlas a la Santa Sede en el momento oportuno. Como la praxis habitual es no presentarlas antes de los cinco años del fallecimiento del Siervo de Dios —aunque a mí me dijeron que podía hacerlo antes—, quisimos esperar a que comenzara el quinto año". Una vez aprobada por el Papa la causa de nuestro Padre, el Cardenal Vicario de Roma debía firmar el Decreto de Introducción de la Causa: "Hace uno o dos días —contaba don Alvaro el 19 de febrero de 1981—, el Postulador fue al Vicariato para que no se durmiera el asunto. Como había algunas dificultades burocráticas, se fue a hablar con el Cardenal Hugo Poletti, y le dijo: me gustaría que estuviese para el día 19; es el santo del Padre y querría darle una sorpresa... El Cardenal Vicario se puso de acuerdo con don Flavio, y ha firmado el decreto con fecha de hoy". El Derecho establece que se incoe el proceso donde falleció el Siervo de Dios: "Pero como muchos testigos de la infancia y de la juventud de nuestro Padre, hasta que vino a Roma, se encuentran en España, he pedido a la Santa Sede, que una parte del proceso se haga en Madrid. En total, los jueces eclesiásticos deberán interrogar a unos sesenta testigos en Madrid y a unos veinte en Roma: personas de las dos Secciones de la Obra y gente ajena al Opus Dei". Luego, contaba: "Es costumbre que, en estos casos, se celebre el acontecimiento: se suele tener una Misa solemne en la que se invita a mucha gente, se comunica a la prensa, se ofrece un banquete... Nosotros no lo haremos. Obraremos así por dos motivos: primero, porque nuestro Fundador decía siempre que la gloria del Opus Dei es no tener gloria humana. Y luego, porque el demonio —que se entera de todo enseguida— debe estar furioso, y es mejor no facilitar su actuación".

 

Santo de don Álvaro del Portillo

19/02/2024

Aunque se celebra su festividad, porque él ya es santo.

Su festividad es el 12 de mayo.

 

año 1932

22/02/2024

Nuestro Padre se reúne por primera vez con un grupo de sacerdotes a los que explica la Obra y se disponen a ayudarle. Cuenta nuestro Padre en sus Catalinas: "El lunes pasado nos reunimos por primera vez cinco sacerdotes. Seguiremos reuniéndonos: semanalmente, para identificarnos. A todos entregué la primera meditación, de una serie sobre nuestra vocación". Nuestro Padre llamaba a estas reuniones: "conferencias de los lunes". Don Alvaro contaba el 7 de julio de 1976 en una tertulia: "Cuando nuestro Padre vio lo que Dios quería de él, inmediatamente puso los medios: oración, mortificación, y comenzó a buscar gente joven. Como era un sacerdote muy joven, procuró conocer también sacerdotes que le pudieran ayudar —atendiendo en la confesión a las vocaciones que iban surgiendo— e incluso recibir la vocación al Opus Dei. Llegó a reunir a unos ocho o diez. Uno de ellos era un poco difícil de carácter (...), porque siempre quería dar lecciones, que nuestro Padre recibía con mucha humildad, aunque después, naturalmente, como Fundador sabía muy bien lo que tenía que hacer. Invitaba a ese sacerdote todos los miércoles, para que los pasara en casa, y le atendía como si fuera San José. No teníamos dinero para nada, pero a él íbamos a recogerlo en coche: comía en casa, se pasaba las horas dando consejos, y después se le devolvía en taxi a su casa (...). A nosotros, los seglares —entonces bastante jóvenes—, nos costaba más conllevarle. Aquellos sacerdotes quisieron hacer una especie de compromiso de obediencia al Padre, pero salvo alguna maravillosa excepción, inmediatamente comenzaron a desobedecer. Pretendían, en el fondo, dejar a nuestro Padre en un rincón, y ocuparse ellos de todo: uno, de las cuestiones económicas; otro, de la formación intelectual; otro, de la dirección espiritual... Nuestro Padre, mientras le fue posible, lo llevó todo con mucha alegría, pero llegó un momento en que vio claramente que debía de prescindir de ellos, y los dejó con mucha delicadeza, con mucha caridad, de tal manera que todos se quedaron muy contentos".

 

La Cátedra de San Pedro (D)

22/02/2024

 

año 1947

24/02/2024

Decretum Laudis de la Santa Sede por la que el Opus Dei pasó a ser un Instituto Secular de derecho pontificio.

 

Aniversario del Decretum Laudis (1954) (D)

24/02/2024

 

año 1947

25/02/2024

Nuestro Padre está viviendo en el apartamento de Città Leonina. La Radio Vaticana da la noticia del Decretum Laudis. Nuestro Padre quiere oir la noticia con sus hijas. Le acompañan las primeras que llegaron a Roma a atender la administración del piso de Città Leonina. El locutor de la radio se deshace en elogios a nuestro Padre. Nuestro Padre se mantiene en silencio y parece no escuchar.

 

año 1942

25/02/2024

D. Alvaro llega a Roma por primera vez, enviado por nuestro Padre.

 

año 1946

27/02/2024

D. Alvaro llega a Roma, acompañado de don José, enviado por nuestro Padre para tramitar la aprobación pontificia de la Obra. Durante varios meses, D. Alvaro, D. José y D. Salvador Canals, estuvieron viviendo en el n. 49 de Corso del Rinascimento. Ya al día siguiente de su llegada a Roma don Alvaro se dedicó a conseguir cartas comendaticias de algunos Cardenales recién nombrados en el consistorio del 18 de febrero de 1946, ya que solamente traía de obispos de España. Muchos estaban ya a punto de regresar a su país de origen y eso hacía la tarea más difícil. Había, además, otro problema: la labor de la Obra no era todavía conocida por algunas de las personas a quienes don Alvaro —un sacerdote de 32 años— sin conocerlas previamente pedía cartas comendaticias para la aprobación de la Obra. Don Alvaro no conocía los idiomas de origen de varios de ellos y tuvo que explicarse y entenderse en latín. Ninguna de esas dificultades —comentaba don José Orlandis— detenía a don Alvaro, y, cuando le preguntaba si no le imponía un tanto tener que hablar con los Cardenales, don Alvaro respondía que siempre pensaba: in nomine autem tuo laxabo rete...

 

año 1946

28/02/2024

D. Alvaro, que ha llegado para iniciar las gestiones de aprobación de la Obra, celebra su primera Misa en Roma en la iglesia de San Giacomo degli Spagnoli, situada en Piazza Navona.

 

año 1919

28/02/2024

Nace tío Santiago. Nuestro Padre había pedido a Dios que sus padres tuvieran otro hijo varón, ya que él les había dicho que quería ser sacerdote. Cuando la Abuela les dió la noticia a él y a tía Carmen, de que esperaba un hijo, nuestro Padre estaba seguro de que sería varón y le dió una gran alegría: "con aquello toqué con las manos la gracia de Dios; vi una manifestación de Nuestro Señor. No lo esperaba".

 

• 23º Javier de Ayala (de 48 pitajes)

01/03/2024

III-1940
1994

 

• 26º Justo Martí (de 48 pitajes)

01/03/2024

III-1940
29-III-1988

 

• 25º Juan Antonio Galarraga (de 48 pitajes)

01/03/2024

III-1940
1998

 

• 24º Teodoro Ruiz Josué (de 48 pitajes)

01/03/2024

1-III-1940

 

• 27º José Javier López Jacoiste (de 48 pitajes)

01/03/2024

III-1940

 

año 1957

04/03/2024

Nuestro Padre hace la consagración del altar del Oratorio de Pentecostés (oratorio del Consejo). El día anterior había consagrado también el altar del Oratorio de la Santísima Trinidad (oratorio del Padre). Nuestro Padre había comentado antes: "Nosotros damos al Señor lo mejor que tenemos: es el sacrificio de Abel. No podemos tener la piedad encogida de hacer para el culto de Dios los vasos sagrados y los instrumentos litúrgicos de barro de botijo". Después de la consagración del altar dijo a los que estaban presentes, entre otras cosas: "Aquí hay mucho que meditar. Primero: que hay que pasar oculto —este oratorio no se ve desde fuera—, no hacemos alarde de nuestra dedicación al Señor. (...) Nuestra Madre, el Opus Dei, está en completo desarrollo extendiéndose por todo el mundo, con una maravillosa pobreza. Y a Jesús le hemos preparado este tabernáculo, que es el más rico que hemos podido hacer. Y en él, hemos querido que constaran aquellas palabras suyas: consummati in unum!, de tal manera que los corazones de todos nosotros, como antes, como ahora y luego, hasta siempre, sean un mismo corazón (...). Allá arriba, encima de aquellas puertas, yo he hecho poner el sistema, el procedimiento, el método, la única manera de que tengamos esta vida abundante y fecunda en frutos sobrenaturales: omnes perseverantes unanimiter in oratione. (...) Igual que los primeros cristianos, que los primeros discípulos, que se pasmaban ante los milagros que hacían in nomine Iesu: lo mismo nosotros. ¡Porque resucitamos almas muertas, y hacemos que vuelvan a la vida miembros secos que ya no daban ningún rendimiento! ¡Y metemos luz en las inteligencias que no querían ver más que oscuridad! ¡Milagros como los que hacían los primeros fieles!".

 

1954 Inicio de la labor en Chile

05/03/2024

 

año 1960

05/03/2024

Nuestro Padre es recibido por primera vez por Juan XXIII. Fue en esta ocasión que nuestro Padre dijo al Papa: "en nuestra Obra siempre han encontrado todos los hombres, católicos o no, un lugar amable: no he aprendido el ecumenismo de Su Santidad..", y el Papa reía emocionado, pues sabía bien que desde 1950 la Santa Sede había autorizado a la Obra admitir como cooperadores a los no católicos e incluso a los no cristianos. Al término de aquella primera audiencia, Juan XXIII le confió a Mons. Giovanni Montini —futuro Pablo VI— que las explicaciones de nuestro Padre sobre el espíritu de la Obra le habían abierto insospechados horizontes de apostolado.

 

Aniversario de la llegada de los primeros a Cavabianca (1974)

07/03/2024

Año 1974

 

Se queda por primera vez el Santísimo en Cavabianca en la zona de la Ao (1974)

08/03/2024

 

Cumpleaños D. Alvaro

11/03/2024

 

año 1934

11/03/2024

Escribe nuestro Padre en sus catalinas: "En la Obra de Dios no hay tratamientos. Al Padre Presidente de la Obra se le llamará sencillamente así: Padre. Sin reverendo, ni ilustrísimo, ni nada".

 

año 1932

11/03/2024

Nuestro Padre se siente, de repente, inundado de la Gracia de Dios: "Me veo inundado, borracho de gracia de Dios ¡qué gran pecado si no correspondo! Hay momentos —hoy mismo— en que me vienen ganas de gritar: ¡Basta, Señor, basta!"

 

Aniversario de la elección del Romano Pontífice (B)

13/03/2024

 

año 1935

18/03/2024

Víspera de la fiesta de San José reciben en Ferraz un paquete, que entregó un señor desconocido, con todo lo que hacía falta para terminar el oratorio. Ese mismo día nuestro Padre había hecho una lista de todo lo que faltaba y la guardó, encomendando a San José que algún alma caritativa lo donase. El portero que había recibido el paquete sólo pudo dar por señas de que lo había llevado un señor con barbas. En señal de agradecimiento nuestro Padre dispuso que la llave del Sagrario llevara una cadenita con una medalla de San José y las palabras "Ite ad Ioseph". En alguna tertulia D. Alvaro comentó: "Pienso que ese señor con barba fue don Alejandro Guzmán, que acompañaba a nuestro Padre en esas correrías por los barrios de Madrid, visitando pobres (...); llevaba siempre barba y —en inverno— vestía con una capa madrileña muy elegante" (cfr. cn III-1985, p. 71).

 

año 1933

19/03/2024

Se reúnen por primera vez los de San Rafael con nuestro Padre en la casa de Martínez Campos (ahí vivía la Abuela, Tía Carmen y tío Santiago).

 

año 1949

19/03/2024

Primer Oratorio de América. El Santísimo se queda reservado por primera vez en el Oratorio del Centro de Londres 33, en la Cd. de México, habiendo celebrado la Misa Mons. Luis María Martínez, Arzobispo de México.

 

año 1935

19/03/2024

Hacen la fidelidad, por primera vez en la Obra, algunos: Ricardo Fdez Vallespín, Juan Jiménez V. y otros. La hicieron frente a la cruz de palo del futuro oratorio de la Residencia de Ferraz. Ni Isidoro Zorzano ni José María González Barredo pudieron hacer la fidelidad ese día por estar fuera de Madrid. La ceremonia incluyó la imposición de un anillo a cada uno, que llevaba grabada, en la parte interior la fecha y la palabra "serviam". Nuestro Padre preguntó a uno por uno: "Tú, si el Señor dispusiera de mi vida antes de que la Obra tenga las necesarias aprobaciones canónicas, que le den estabilidad, ¿seguirías trabajando por sacar la Obra adelante, aun a costa de tu hacienda, y de tu honor, y de tu actividad profesional, poniendo, en una palabra, toda tu vida al servicio de Dios en la Obra?".

 

año 1952

19/03/2024

El Cardenal Tedeschini entrega al Papa Pío XII una carta firmada por nuestro Padre y don Alvaro en relación con la contradicción de 1951 de querer echar a nuestro Fundador de la Obra. Nuestro Padre ya había hablado en el oportuno Dicasterio pero le dijeron que no había nada: "se me negaba el diálogo —escribió nuestro Padre—, no se me concedía la posiblidad de explicar, de aclarar las cosas. Fue mucha mi amargura. Propalaban falsedades, dejaban caer sospechas, haciendo creer, incluso a personajes de la Iglesia, que en algunos Dicasterios Romanos se nos vigilaba especialmente" (...). Algunos meses más tarde, y por la salvación de mi alma, mi conciencia me obligó a escribir una carta para que la conociera el Santo Padre Pío XII, y que Alvaro quiso firmar conmigo, porque se trataba de un documento muy respetuoso, pero muy fuerte, y vuestro hermano quiso compartir también las consecuencias". El Cardenal Tedeschini la llevó al Papa y se la leyó, a lo que Pío XII comentó: "Ma chi pensa a prendere nessun provvedimento!". Pío XII reacciona con rapidez. El proceso calumnioso, que ya estaba avanzadísimo y a punto de abrirse contra nuestro Padre se detiene en seco (cfr. cn VIII-1995, pp. 54ss; Pilar, pp. 123ss).

 

año 1946

19/03/2024

Piden la admisión las dos primeras Numerarias Auxiliares, que trabajaban en la Residencia Abando en Bilbao: "Nuestro Padre recibió esas cartas de sus primeras hijas Numerarias Auxiliares, como el mejor regalo en todos los días de su santo. A la vez, su reacción ante la noticia reflejó la fe inmensa de nuestro Padre: "eso no es nada hijas, habrá cientos...". Pocos días después, otra pedía la admisión en Los Rosales y dos más en Bilbao (cn II-82, p. 59).

 

año 1941

19/03/2024

Primera aprobación diocesana de la Obra como Pía Unión dada por D. Leopoldo Eijo y Garay en Madrid. Nuestro Padre lo contaba diciendo: "estaba en la casa, porque no había nadie más: todos estaban trabajando, lo nuestro es trabajar. Fui a ver a mi madre y le dije: mira, me acaba de llamar el obispo y, contra mi voluntad, porque no quería ninguna aprobación, me dice que está hecho el decreto. Vamos a dar gracias. Nos arrodillamos sobre la tarima del altar, y dimos gracias al Señor". Acompañaban también a nuestro Padre algunas de la Obra. Don Leopoldo quería, además, que de este modo se detuvieran las múltiples calumnias que se habían empezado a lanzar en contra de nuestro Padre y la Obra. Contaba don Alvaro en una tertulia en Roma el 28-XI-1982: "Hacia 1940-1941, el Señor permitió una contradicción tremenda contra el Opus Dei. El Obispo de Madrid, don Leopoldo Eijo y Garay seguía paso a paso la vida y desarrollo de la Obra, porque nuestro Fundador quería que le tomase el pulso constantemente. En medio de aquellas penosas circunstancias, determinó darnos la primera aprobación diocesana, para ver si así se acallaba esa persecución. Por entonces había fallecido el Arzobispo de Toledo, Cardenal Primado de España, y el candidato más probable para sucederle era precisamente el Obispo de Madrid. Nuestro Padre pensó: si se pone de nuestra parte, se acabó...; porque los que atacaban eran personas con muchas influencias. Por eso, con lealtad, habló a don Leopoldo: Señor Obispo, déjenos, no nos ayude; ¿no se da cuenta de que se juega la mitra de Toledo? Y don Leopoldo le contestó: Josemaría, lo que me juego es el alma". Un día de septiembre de 1967, en el pueblo vizcaíno de Elorrio, nuestro Padre dijo a los de Casa que le acompañan: "Precisamente en estos días, el Señor me ha hecho recordar algo que ya casi se me había olvidado. Cuando yo me incorporé a la Obra ... ¿qué creíais? ¿Que yo nunca me vinculé, así, de un modo expreso? ¡Pues sí! Hice mi incorporación a la Obra el 19 de marzo de 1941, ante don Leopoldo Eijo y Garay, el obispo de Madrid, que es quien nos dio la primera aprobación. Y la hice, como cualquiera de vosotros, recitando la fórmula de la fidelidad: Domine Iesu, suscipe me tibi... Un texto sencillo y entrañable, en el que los votos no aparecen para nada. ¡Y a don Leopoldo le pareció la mar de bien, tan natural!". Este mismo día nuestro Padre le plantea a don Leopoldo una cuestión. Nuestro Padre había pedido permiso a su confesor —por entonces el P. José María García Lahiguera— para "hacer voto de no aceptar jamás un nombramiento episcopal". El P. José María García le dice que no se lo permitirá si antes no cuenta con el consentimiento del obispo de Madrid. Nuestro Padre anota en sus escritos: "El señor obispo no me da permiso. Y me disgusta de verdad".

 

año 1959

19/03/2024

Nuestro Padre pasa al office de Villa Vecchia en el momento en que están preparando las bandejas de comida para pasarlas al comedor. Se detiene, toma una de las bandejas que ya están preparadas y entra en el comedor donde ya están comiendo algunas de la administración. Desde la puerta, busca con la mirada a Julia Bustillo, que es la mayor, va hacia donde ella está sentada y le acerca la bandeja, sosteniéndola para que se sirva: "En la casa de Nazareth todos servían... ¡Hoy me toca servir a mí!".

 

San José (A)

19/03/2024

 

capitan2020-01-07T12:33:43+01:00

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